TRATADO
DE LÓGICA
por el P. Leovigildo Salcedo, S.J.
1. Origen de la Lógica:
La Lógica deriva su origen de la naturaleza misma racional del hombre; pues el
hombre está dotado de una facultad natural para alcanzar con sus actos la
verdad y para evitar el error; de donde puede también procurar la rectitud con
unas reglas determinadas. Y ésta se llama Lógica
Natural o Vulgar. Pero la misma naturaleza humana, en cuanto esencialmente
defectible, también es el origen de la Lógica
Artificial, o Científica, la cual se preocupa del modo de pensar rectamente
y de evitar los errores que, con mucha frecuencia se evitarían con enorme
dificultad por medio de nuestra lógica ordinaria.
2. Definición de la Lógica
A) Nominal: La Lógica, si se considera etimológicamente derivándola de la
palabra griega "logos", esto
es, razón, intelección o facultad de pensar, es una ciencia o arte racional,
esto es, de la razón. “Ahora bien, ésta no sólo es racional por el hecho de
que es según la razón, lo cual es común a todas las artes; sino también por
el hecho de que versa acerca de] acto de la razón misma, y esto como materia
peculiar. Y por tanto, parece el arte de las artes, puesto que nos dirige en el
acto de la razón, del cual proceden todas las arte”. (Sto. Tomás).
Suele también llamarse dialéctica,
del verbo griego "dialeguesdai"
perorar, disertar, esto es, hablar consigo mismo o con otros, a manera de arte
de disertar con certeza. Pues, aunque Aristóteles y otros autores antiguos
tengan como dialéctica solamente aquella parte de la Lógica que trata acerca
de] silogismo probable, sin embargo, el uso común, ya desde tiempos remotos nos
enseña a llamar dialéctica a toda
la Lógica.
Real: Santo Tomás la define así : "El arte directivo de] acto de
razón mismo para alcanzar la verdad, a saber, por el que el hombre procede
ordenada y fácilmente y sin error en el acto de razón misma". Y
brevisimamente, se define así: "Es la ciencia y el arte acerca de la
rectitud de pensar". Esta definición de Santo Tomás es la definición de
la Lógica en cuanto que es normativa. Ahora
bien, mediante esta definición se indican muy bien los fines de la Lógica: lº)
El fin próximo esencial, esto es, la rectitud de] proceso del pensamiento, 2º)
el fin secundario, la facilidad en el proceso mismo, y 3º) el fin esencial remoto, la verdad del pensamiento que debe
guardarse.
Expliquemos cada uno de
estos elementos: Según arte; pues aunque el arte en
sentido estricto se refiera a realizar obras externas, sobre todo obras
hermosas, sin embargo en sentido lato se
refiere a cualquier conjunto de leyes por las que las obras se dirigen a un fin
determinado. Así, Santo "No parece que es el arte otra cosa que un
ordenación cierta Tomás dice: o de la razón por la cual los actos humanos
llegan a su debido fin a través de unos medios determinado?.
Ahora bien, el arte puede ser objetivo,
esto es, docente, y subjetivo, esto
es, de uso, es el hábito o facultad
adquirida de dirigir las operaciones según unas normas prescritas.
De donde la Lógica, al darnos leyes ordenadas a pensar rectamente, se
llama con todo derecho arte.
Es además ciencia; pues las
leyes que nos da las demuestra y las reúne en un sistema científico. Y en
verdad, es una ciencia práctica. porque
investiga acerca de las verdades
prácticas. esto es, acerca de las verdades que se ordenan a dirigir las
acciones. Pues así como, v.g., las verdades éticas se ordenan a dirigir la
vida del hombre, así` las verdades lógicas se ordenan a dirigir la mente hacia
el camino recto de pensamiento.
Algunos discuten sobre si la Lógica es solamente ciencia especulativa. Y no debe ponerse en duda que la Lógica es
también de esta índole, si la ciencia especulativa se toma en sentido lato;
pero en primer término, y "per se" la Lógica es ciencia práctica.
Se llama directiva de] acto
mismo de la razón. con las cuales palabras se indica el objeto propio de la
Lógica, tanto el objeto material como también el objeto formal.
Pues el objeto material de
la lógica y ciertamente primario, son
los actos de la razón, a saber, el conocimiento intelectual humano, que puede
reducirse a tres operaciones: la
aprehensión. el juicio y el
raciocinio. Ahora bien, todo lo demás, como las palabras (los vocablos) son
objeto material secundario, en cuanto que son signos de los pensamientos. Pues
bien, las sensaciones y las cosas mismas, solamente indirecta y remotamente
pueden decirse objeto material de la Lógica, en cuanto que el conocimiento debe
conformarse con las cosas, y todo conocimiento humano comienza por la
sensación.
Directiva, esto es, normativa, indica
el objeto formal de la Lógica; pues
estudia los pensamientos en cuanto rectos, esto es, en cuanto conformes con sus
propias reglas; así pues,. la rectitud en las operaciones de la razón, que
atiende al recto orden y ala recta adquisición de la verdad, este es su objeto.
Por tanto, no atiende a la materia del
pensamiento, a saber, a ver si alguna proposición es verdadera, sino
solamente a la forma del pensamiento, esto
es, a ver si es legítima y recta.
Por tanto, en este objeto formal se
diferencia la lógica de las otras ciencias. y de las otras partes de la
Filosofía, y especialmente de la Psicología y de la Critica, con las cuales
tiene el mismo objeto material. Pues la Psicología atiende a la naturaleza y a
las propiedades del pensamiento, y la Critica a la verdad o conformidad con su
objeto.
Los que confunden la Psicología con la Lógica son llamados psicologistas
(Stuart Mil]), los cuales afirman que los actos de la mente no son
sino puros hechos internos psíquicos, y por tanto, puramente psicológicos.
Estos autores se olvidan de la intencionalidad de tales actos, por la cual
surgen otras relaciones, ya entre los actos mismos, ya entre los actos y las
cosas, que en ninguna manera pertenecen "per se" a la Psicología.
A saber, por la cual el hombre
procede en el acto mismo de la razón de un modo ordenado, fácilmente y sin
error. Así se explica cuál es el fin de la Lógica, y cuáles sus
principales frutos, a saber, hacer a la razón expedita y segura de sus
operaciones, para que, mediante aquella seguridad pueda llegar con más
facilidad a la verdad.
4. División de la
lógica:
La división primera en
Lógica de uso o subjetiva y docente u
objetiva, y una segunda división en Lógica
natural y artificial quedan ya indicadas en los apartados anteriores.
Otra división entre los autores antiguos se daba atendiendo al objeto
formal en Lógica Mayor, esto es Crítica, y el Lógica Menor, esto es
Dialéctica; la primera se fijaba en las normas o reglas necesarias para la
verdad, y la segunda en la rectitud
de pensamiento. En cambio, entre los autores más modernos esta división no se
da, y solamente se atribuye a la Dialéctica o Lógica Formal el nombre de
Lógica.
A nosotros nos interesa especialmente estudiar la división de esta
Lógica objetiva o docente
Sí atendemos al objeto material como fundamento de esta división
a saber, a las operaciones de la mente que se excluyen en la Lógica, se divide
la Lógica objetiva en tres partes principales. Pues son tres los actos
principales fundamentales de la mente: la aprehensión
el juicio y el raciocinio.
Así pues el raciocinio es el principal acto en todo nuestro proceso de pensamiento; pues tanto la aprehensión como el juicio son como elementos y camino para el raciocinio; por tanto todos estos elementos deben estudiar se con mucho cuidado. Pero puesto que toda la Lógica es una cierta reflexión acerca de nuestro conocimiento, y ciertamente científica; y por otra parte brota de los diversos raciocinios rectamente ordenados entre sí, también debe hablarse algo acerca de] método, por lo menos en general. Pues es propio de cada una de las ciencias el tratar más extensamente acerca de los distintos métodos de una forma concreta.
Una vez que queda esto indicado parece que deben distinguirse en
nuestra Lógica tres partes principales y una complementaria:
libro I: Acerca de la primera
operación de la mente,
esto es, de la aprehensión, y de su
manifestación. esto es, el término.
Libro II: Acerca
de la segunda operación de la mente,
esto es, acerca del juicio y de la proposición.
Libro III: Acerca de la tercera
operación de la mente. esto es, sobre el raciocinio, y su manifestación
externa, principalmente acerca del raciocinio deductivo por el silogismo.
Finalmente, el complemento de
esta parte: Acerca del método en general y de la teoría de la ciencia.
Esta división de la Lógica es clásica desde el tiempo de Pedro Ramos
(+1572), estando en contra de ella muchos modernos, según los cuales, el
fin principal de la Lógica es el juicio, pues las ideas son "elementos
de", y los raciocinios, un camino para obtener un juicio mediato. Esto es
cierto, si nos fijamos en el fin; pero no por ello debe descuidarse la
consideración formal y analítica que estudia aquellas tres operaciones
ordenadas entre sí.
5.
Importancia de la Lógica: A cualquiera que reflexione acerca de que la Lógica es la
ciencia de las ciencias, esto es, según suele decirse desde Aristóteles,
el "órgano", o sea, el instrumento de las ciencias, y sobre todo de
la Filosofía, al momento le queda patente la importancia de la Lógica.
Pues las ciencias, y principalmente la Filosofía deben elaborarse con
el pensamiento humano, el cual debe
regirse por sus propias reglas, principalmente en los procesos un tanto
difíciles, para cuyo recto uso no es suficiente la Lógica natural misma, con
la cual nos contentamos en la vida diaria; sino que se requiere absolutamente la
Lógica científica, que debe
perfeccionarse con el uso frecuente y con el trabajo del hombre, a fin de que se
estudie reflexivamente el orden de los pensamientos y para que se cultive el
pensamiento actual mismo, según los preceptos y reglas ya señalados. Y esto
parece sobre todo necesario en nuestros tiempos, puesto
que el conocido arte "de propagar", según se llama, fomenta de
propósito las inclinaciones y pasiones de los hombres para inyectar un gran
número de sofismas incluso en los científicos, los cuales, ciertamente
menosprecian en muchas ocasiones de un modo imprudente la Lógica misma.
6. Relación de la
lógica con las otras ciencias: 1) la Lógica se diferencia de las otras ciencias: esto, fácilmente se ve por lo dicho hasta ahora, pero debe hacerse
notar de modo especial cómo se diferencia de la Crítica y de la Psicología por el distinto objeto formal. De
donde queda patente con cuánta razón debe rechazarse el psicologismo, que refutó sobre todo Husserl. Se diferencia de la Gramática,
que estudia las formas externas de la locución. Ahora bien, estas formas no
coinciden absolutamente con las variadísimas formas del pensamiento.
2) la Lógica aventaja a las
otras ciencias por su uso y por la necesidad de su empleo; no en cambio por
su excelencia y dignidad. En verdad, la dignidad depende ciertamente de] objeto,
atendiendo al cual, el primer puesto lo ocupa sobre todo la Metafísica. Sin
embargo, puesto que todas las ciencias, e incluso los pensamientos corrientes
dependen del recto uso de las reglas y de los métodos científicos, está claro
que es menester que preceda algún tratado lógico a las mismas. Por tanto, con
razón debe empezarse por la Lógica. A este respecto, muy bien dijo Santo
Tomás: "Es menester, al aprender, empezar por la Lógica, no porque sea
más fácil que las otras ciencias, sino porque las otras ciencias dependen de
ella".
7. Breve exposición
histórica de la Lógica: Se puede considerar distintos períodos en la
evolución histórica de la Lógica: 1) el pre-aristotélico, 2) el
aristotélico, 3) el pos-taristotélico, 4) el medieval y escolástico, 5) el
moderno de la Reforma y el racionalista, y 6) el más reciente, junto con el
período logístico.
1) El prearistotélico. Antes de Aristóteles solamente se encuentran ciertos indicios y como
gérmenes; en los sofistas se proponen ciertas reglas, no con la intención de
que puedan allegarse las verdades, sino más bien para que puedan demostrarse
todas las cosas con el mismo fundamento. Por tanto, son tratados acerca de las
falacias o engaños para los falsos oradores, como se puede ver en el libro de
Aristóteles titulado "Acerca de la, falacia de los sofista?; de donde
viene el vocablo "sofisma".
Contra éstos tratan Sócrates y Platón, los cuales presentan, un
método para hallar los conceptos y las definiciones rectas. El método
mayeútico es cultivado por Sócrates, el cual influye en la doctrina de
Platón.
La Mayéutica procede de] verbo griego "mayeuo", que viene a
significar "provocar un parto", pues Sócrates, con oportunas
preguntas procuraba que los discípulos manifestaran sus pensamientos internos;
de ahí que este método se llame con motivo "mayéutico".
8. 2)
Aristóteles, con toda razón, es llamado el fundador de la Lógica Formal, y
hasta hoy es tenido como tal. Trata de propósito, y formidablemente, la
cuestión del raciocinio y la del silogismo; en cambio, acerca de las otras
partes, a saber, de las ideas, de los juicios y de las proposiciones, trata en
tanto en cuanto viene bien para su propósito. Pues propiamente no trata de la
inducción ni de método.
Los libros de Aristóteles que pertenecen a la Lógica son estos cinco:
"Las Categorías", que versan acerca de los géneros supremos; el
libro titulado "Acerca de la interpretación"; trata sobre la
proposición; "La analítica primera", acerca del silogismo; "La
analítica posterior", acerca de la argumentación; "Los
tópicos", trata del modo de construir argumentos probables, al cual
método Aristóteles le llama "Dialéctica"; y por último el libro
sobre "las listas sofísticas"; versa sobre las falacias o engaños.
A todos estos libros, publicados conjuntamente, los comentaristas los
llamaron "Organon" (instrumento), por el hecho de ser instrumento de
las otras ciencias. Esta lógica de Aristóteles parece exigir con todo derecho
que sea agregada a los monumentos más excelentes de la cultura humana.
9.
3) El período postaristotélico o de los comentaristas: Los discípulos inmediatos
de Aristóteles, Teofrasto (+ 285 a.C.) y Eudemo, explican la doctrina de su
maestro y la completan, según parece con una discusión acerca de la
proposición hipotética y disyuntiva. Los posteriores peripatéticos defienden
la doctrina misma contra las fútiles objeciones de los estóicos y la completan
con comentarios: ellos mismos se llaman "comentaristas". Los
principales son: Andrónico Rodo (+ 70 a.C.): se encargó de preparar una nueva
edición de las obras de Aristóteles; Galeno (129‑199 d.C.): encontró
una nueva figura de] silogismo; Alejandro Afrodisia (hacia el 200 d.C.),
principal entre los comentaristas; Profirio (273-300 d.C.). escribió la
famosísima obra "Introducción a las categorías de Aristóteles",
donde trata acerca de las categorías y de los cinco predicables; finalmente
Boecio (+ 525 d.C.), el cual interpretó en latín los libros acerca de las
categorías. sobre la interpretación de Aristóteles y la Isagogé porfiriana,
e introdujo en la escolástica una gran parte de la terminología filosófica.
Este trató por su cuenta algunos temas acerca de los universales, y dio lugar a
las posteriores discusiones de los escolásticos.
10.
4) Período medieval y escolástico: En el Siglo XII la lógica aristotélica es conocida en primer lugar
por los comentaristas árabes Avicona (980-1037) y Averroes (1126-1198), y
después directamente en las versiones latinas. Surge la cuestión muy
controvertida acerca de los universales, dando ocasión a la cual algunas
palabras de Porfirio comentadas por Boecio en la Isagogé. San Alberto Magno
(1200-1280) y Santo Tomás (1225-1274) enriquecieron casi toda la lógica de
Aristóteles con comentarios, e incluso con obras propias. Muy famosa en las
escuelas del medioevo fue la obra de esta época redactada por Pedro Hispano,
después Sumo Pontífice Juan XXI (1210-1277), cuyo, título fue "Pequeña
cantidad de elementos lógicos"; en la cual obra se compendia la lógica
aristotélica, y se proponen reglas, según la costumbre de las escuelas, con
técnicas propias, aunque con cierta excesiva acumulación de términos. El fue
el primero que trató acerca de la suposición y de la denominación de los
términos y de otras propiedades, de las cuales posteriormente los autores ya
suelen tratar siempre.
Los escolásticos
posteriores, expusieron esta misma lógica con comentarios,
explicaciones, etc. con demasiadas reglas y muchas veces con nimiedades
inútiles que añadieron.
11.
5) Período de la Reforma y racionalística: En tiempos modernos, muchos autores, principalmente protestantes,
comenzaron a menospreciar la filosofía escolástica, y juntamente con ella la
lógica aristotélica. Así, v.g., Pedro Ramos (1515-1572). calviniano, la ataca
duramente por lo menos con palabras, aunque de hecho la siga en muchas cosas. El
mismo es el autor de la división lógica en tres partes: de la noción. juicio
y raciocinio, que todavía se mantiene. Beicon de Verulamio (1561-1626) intenta
introducir una nueva lógica opuesta a la antigua; de este modo, llama a su obra
"Nuevo Organo" como contrario al aristotélico. Pues él mismo
descuida el método deductivo y alaba y propone principalmente la inducción.
"Pues la lógica -dice- que ahora se usa es inútil para el descubrimiento
de las ciencias". Debe encomiarse en cuanto que propone de modo ordenado el
método de la inducción (las tablas), aunque no fue él el que lo descubrió el
primero.
Los racionalistas también menosprecian la lógica aristotélica el
padre de ellos, Descartes (1596-1650), "la dialéctica -según él- más
destroza el recto pensamiento que lo incrementa". Son cartesianos
Malebranche (1638-1715), A. Guelincx (1624-1669), autores de la lógica de Port-Royale.
Wolf (1679-1754), como discípulo de ley, unid la lógica de Aristóteles con
las ideas de su maestro, y de este modo compuso un sistema lógico que sobresale
por su claridad y orden; pero con una claridad demasiado subjetiva y como
apriorística; pues de él proceden las nociones de idea clara con una tendencia
racionalista-subjetivista.
Kant (1724-1804) compuso una lógica meramente formalística, que sólo
trata de las formas "a priori" meramente subjetivas; Hegel (1770-1831)
en cambio trocó la lógica en metafísica.
12.
6) Período más reciente: Se cultivan de modo especial casi todas las cuestiones lógicas. Se
hacen algunos progresos, v.g., en la cuestión de la inducción y de su método,
y la metodología propia de cada ciencia; los modernos dan mucha importancia a
las clasificaciones de las ciencias, a la relación mutua de la dependencia,
etc. Entre estos sobresale Stuart Mill (+ 1873), el cual por una parte cultivó
mucho el método inductivo, y por otra parte en cambio, es tenido como el
principal autor del psicologismo. Por el contrario, atacan al psicologismo (+
1856) y Husserl (+ 1938). Y no faltan también ahora los que van en contra de la
lógica de Aristóteles. Y por último, hoy se da una gran importancia, tal vez
excesiva a la logística o lógica
matemática, la cual usa de signos simbólicos, como las matemáticas, para
significar las operaciones lógicas con simplicidad y de un modo abstracto. Esta
logística la cultivan Bochenski y Rutsell , el cual editó varias obras de este
género.
De
la primera operación de la mente, de la idea y de su signo externo, la palabra.
Del conocimiento en
general. De la naturaleza, objeto, extensión y comprensión de la idea.
13. Antes de que hablemos de las relaciones de
las distintas operaciones del entendimiento que se llaman conocimientos, es
menester dar algunas nociones acerca del conocimiento mismo, que deben
posteriormente desarrollarse más en la psicología.
Qué es el conocimiento. El conocimiento en general
puede definirse: Acto inmanente,
consciente e intencional, por medio del cual adquirimos una idea de alguna cosa,
"el objeto", mediante
la semejanza o representación del objeto.
Se explican brevemente estos conceptos:
En primer lugar es algún acto, esto
es, una actuación, o modificación de alguna facultad del sujeto (se discute
entre los psicólogos si el acto de entender es la acción misma, o alguna
cualidad distinta de la acción y el término de la acción); y en verdad
aquella acción es inmanente, porque
permanece en el sujeto mismo, más aún, incluso en la facultad de la que
procede. Pues el acto con el que, v.g., el entendimiento conoce a Dios, no pone
o realiza algo en el mismo Dios, sino solamente de modo exclusivo en el
entendimiento mismo, al cual está adherido el acto.
La conciencia misma atestigua que este
acto es consciente, pues no procede de una manera desconocida para nosotros,
como, v.g., la división de cualquier célula, sino que procede cabalmente, de
tal modo que el acto mismo nos dé noticia de sí mismo; y en verdad una noticia
verdadera en la conciencia concomitante, esto es, sin una reflexión ulterior.
Ahora bien, al mismo tiempo da una noticia del sujeto y del objeto.
14. Y esto último es completamente esencial en
el conocimiento, a saber el hecho de que es intencional, esto es, el que nos dé una noticia del objeto por la
semejanza o imagen del objeto mismo. Esto en verdad es sobremanera misterioso y
admirable; pues el acto no brota de nosotros, pero permanece en nosotros; sin
embargo nos da una noticia de las cosas exteriores. Ahora bien, esto se realiza
en cuanto que el objeto mismo de alguna manera es poseído por nosotros por
medio del acto, y no ciertamente de forma física, sino intencional; lo cual
solamente significa que el objeto conocido está en la mente en cuanto que el
acto es expresión viva del objeto, imitación, representación, semejanza,
imagen.
Como ejemplo suele usarse la imagen vista en un espejo, o el hombre
representado en una tabla o en fotografía. Por semejanza, el hombre está en la
tabla de alguna manera; así también lo conocido se encuentra en el
cognoscente. "Todo conocimiento se realiza según la semejanza de lo
conocido en el cognoscente". De donde esta semejanza de] conocimiento se
llama "especie expresa".
Sin embargo se da una gran
diferencia entre esta imagen y las restantes que suelen presentarse como
ejemplos. Pues las otras deben conocerse en primer término, y también, de
aquel conocimiento, llevarnos al conocimiento de otra cosa; ésta, por el
contrario, es una mera imagen formal, que conduce al conocimiento de otra cosa
sin partir primero del conocimiento de ella misma. De donde, con razón se llama
"intencional", porque su total naturaleza es tender a otra,
representar otra cosa, poner otra cosa en la mente.
15. Partiendo de esta descripción, queda clara
la índole objetiva de nuestro conocimiento; pues no es lo mismo en nuestra
experiencia el acto con el que conocemos y el objeto que se conoce; ya que el
acto presupone siempre su objeto y conformarse con el mismo, de ningún modo
intenta producirle a él, mismo, ponerle, realizarle.
Ahora bien, esta propiedad del conocimiento no es algo que sea una
simple elucubración, sino algo real, como se prueba en toda la Critica contra
el error del idealismo moderno.
16. Número
de conocimientos. Está claro que en el hombre se da un doble conocimiento,
uno sensitivo y otro intelectual. El conocimiento
sensitivo es cierto conocimiento más imperfecto, que se da en el hombre y
en los animales brutos, y es cierto camino para el conocimiento superior, según
aquel dicho de Aristóteles: "Nada hay en el entendimiento que no haya
estado antes en el sentido".
Ahora bien, las propiedades del conocimiento sensitivo son éstas
principalmente:
a) Se realiza y se recibe en un cuerpo
animado, a saber, en los órganos informados por el alma, de donde, ni se da
en el cuerpo solamente, ni exclusivamente en el alma. Por lo cual:
b) Estas operaciones son totalmente superiores a toda operación puramente orgánica, e
inferiores a la operación intelectual. Así pues, son superiores a toda
materia, pero son materiales, no espirituales.
c) Al representar el
objeto, dependen totalmente de otro, por
lo cual, representan al objeto mismo en singular y de un modo material; de donde
el ojo ve este color, no el color en general; y de ningún modo puede ver a
Dios.
d) Ahora bien, el modo como se realiza la sensación es muy complicado, si se
atiende a las muy diversas reacciones fisiológico-psicológicas que se explican
en otro lado extensamente. Ahora bien, esto es esencial para que se dé el
objeto, que cambia mediante su influjo, con la excitación, los órganos de los
sentidos. Y estos cambios, sean conducidos a través de los nervios al centro
cerebral , y por último el alma los rija por su facultad, conociendo el objeto.
El objeto percibido de este modo, deja en el alma su impresión o alguna huella
de sí mismo, de tal manera que pueda ser reproducido de nuevo por la fantasía
o por la memoria. Así pues, se dan los sentidos
externos, por los cuales la cosa es conocida en primer término, y los sentidos
internos, que supone que la sensación ya ha sido realizada por otros
sentidos.
17. La
intelección o acto de entender. Aparte y por encima del conocimiento
sensitivo, se da el conocimiento
intelectual. Este, en primer término es espiritual, porque es realizado por una facultad espiritual, la cual
depende solamente extrínsecamente de la material. Además, la intelección o
acto de entender supera a la sensación esencialmente por su objeto, porque
puede alcanzar tanto las cosas materiales como las inmateriales, bien
positivamente, v.g., Dios, los ángeles, bien precisivamente, esto es,
abstractivamente, v.g., la substancia, y tanto en singular como en lo universal,
v.g., el cuerpo en cuanto tal, el ente en cuanto tal.
La actividad de esta
facultad es múltiple, pues o bien capta la cosa
simpliciter, según aparece en la sensación con su individualidad, o bien
abstrae de la individualidad y de las notas individuantes, y forma conceptos
específicos, y mediante una ulterior abstracción de notas, en las cuales
convienen las distintas especies, llega a conceptos más genéricos; somete a
análisis los distintos conceptos complejos, a fin de descubrir notas más
simples, o bien los une en síntesis para hallar como “a priori” nuevas
realidades. Compara muchas notas, y si descubre la identidad o diversificación
de ellas, las reúne mediante una afirmación, o las separa mediante una
negación: finalmente, a través de un proceso comparativo más largo de dos
ideas con una tercera, encuentra y afirma, o bien la conveniencia, o la falta de
conveniencia de ellas entre sí. Todas estas actividades se reducen
principalmente a tres, a saber, a la aprehensión, al juicio y al raciocinio,
según las cuales suele hacerse la división en la Lógica.
18. De la
naturaleza de 1 a idea. La idea suele definirse: Semejanza expresa de] objeto en la mente de] que lo percibe. sin una
afirmación o negación ulterior. todos los cuales elementos, quedan claros
fácilmente por su descripción. Ahora, cuando decimos en la mente, nos
referimos al entendimiento; por lo cual, la
idea. de ningún modo debe confundirse con el
fantasma, el cual permanece en la facultad sensitiva, pues se dan
diferencias esenciales, tanto en cuanto a su esencia, pues la primera es
espiritual, en cambio el fantasma es material, como en cuanto a su objeto, pues
el fantasma sólo puede representar las cosas materiales y de un modo material,
y la idea en cambio también puede representar las cosas espirituales y en
abstracto.
La idea se llama aprehensión, también se llama concepto, noción, especie expresa,
palabra de la mente, término mental, intención, todas las cuales palabras son
metafóricas, y se emplean por una cierta semejanza.
Se llama aprehensión en
cuanto que por ella es aprehendido "simpliciter" el objeto, como que
es cogido con la mano intencionalmente, sin afirmar ni negar nada de él.
Se llama concepto porque la
mente produce en sí el objeto, y como que lo concibe, y de este modo, queda
fecundada. Con mucha frecuencia se usa el término "concepto" en lugar
del término "ideal universal".
Se llama noción porque hace
al objeto conocido.
Se llama especie expresa por
que es una semejanza expresa, esto es, formal‑actual de la cosa en la
mente del que la percibe.
Se llama palabra de la mente en
cuanto que es manifestación, una a manera de locución interna, por la cual la
mente se propone así el objeto. Del mismo modo se llama palabra del corazón.
Se llama término mental, porque
en él se circunscribe la operación de la mente.
Se llama intención, porque
por la idea la mente tiende al objeto, se mueve alrededor de él. Se llama intención
primera (directa) en cuanto que la mente tiende directamente a la cosa, como
es en sí en el orden real. Y se llama intención
segunda (refleja) en cuanto que tiende a algún objeto en cuanto existe en
la mente en el orden lógico; la intención segunda siempre supone
necesariamente la primera, esto es, la otra anterior operación.
19. Objeto de la idea. Objeto es aquello que se presenta a la mente, aquello de lo cual
trata la facultad. Toda facultad intencional necesariamente se refiere a algún
objeto como a su término.
El objeto puede ser material y
formal:
a)
Material es la cosa misma en cuanto existe en sí , con todas sus notas. Las notas
son los atributos de la cosa, las propiedades, etc., por las cuales es
cognoscible y puede manifestarse.
b) Formal es la nota o conjunto de notas que se representan aquí y ahora.
20. De
donde la comprehensión de la idea es
el objeto formal de ella misma, estoes, todas las notas que se representan o
pueden representarse; en cambio la extensión son todos los sujetos a los que
puede convenir aquella comprensión y que pueden ser representados, al menos de
un modo imperfecto en la comprehensión de aquella idea.
La
relación entre la comprehensión y la extensión es inversa. Pues
cuanto mayor es la comprehensión de alguna idea, tanto menor es la extensión,
y viceversa: cuanto menor es la comprehensión, tanto mayor es la extensión.
como aparece en la idea del "ente", de mínima comprehensión y de
máxima extensión.
De ahí que se dice que el concepto se extiende más o menos
ampliamente según tenga mayor o menor extensión; de modo semejante se dice.
que el concepto se contrae si su extensión disminuye por una nueva nota
añadida. Igualmente, los vocablos pueden tomarse en una mayor o menor
extensión, y así` se dice que se toman en sentido lato o en sentido estricto
21. Se dan
diversos actos aprehensivos, de los cuales los principales son:
1) La atención es el acto por el que la mente se dirige a una cosa en vez de a otras,
las cuales percibe simultáneamente
2) La abstracción es el acto por el que la mente, de muchas cosas unidas o identificadas por su
propia naturaleza, representan un solo elemento sin el otro. Puesto que no se
niegan los otros elementos, sino que solamente no se consideran, la abstracción
es en verdad un conocimiento imperfecto, pero de ninguna manera la abstracción
es falsa; de donde aquel conocido dicho: "La mentira no es propia de los
que ejercen la abstracción". Se llama también precisión,
pero este vocablo generalmente se restringe al caso en el que las cosas que
son recortadas sean realmente identificadas, como la individualidad y la
naturaleza. Así se hace el análisis de
los conceptos; y al contrario la síntesis
si muchos conceptos objetivos se reúnen en una unidad, no mediante la
afirmación, sino por la sola representación, v.g., monte
de oro.
3) La reflexión es el acto por el que
la mente se vuelve sobre el sujeto mismo y su acto. Puede ser doble:
a) Psicológica, si la mente considera al acto propio como alguna afección y
modificación del sujeto (acto atendido
subjetivamente)
b)
Ontológica, si
la mente considera el acto propio como representación de] objeto (concepto
atendido objetivamente).
4) la comparación es el acto por el que la mente, dirigiendo la atención a muchas ideas
o cosas investiga la relación de ellas. A la comparación la sigue muchas la
visión de diversas relaciones, que puede llamarse aprehensión de la comparación.
22. Concepto
(idea) subjetivo y objetivo. Es muy frecuente el uso entre los autores
modernos de estos términos, los cuales mucha veces pueden traer confusión.
A saber, la idea, en cuanto que es afección del sujeto se llama concepto
subjetivo. Pero mejor sería llamarla concepto atendido desde el punto de
vista subjetivo; en cuanto que es representación, esto es, en cuanto que tiene
algún contenido, se llama concepto
objetivo; mejor sería llamarla concepto atendido bajo el punto de vista
objetivo.
Artículo,
II
De la división de las ideas.
23. Estudiada ya la naturaleza de la idea, queda
ahora el que hablemos algo acerca de las diversas ideas, esto es, acerca de la
división de las ideas, a fin de que más fácilmente aparezcan claras para
nosotros las propiedades y las relaciones de la lógica. Ahora bien, según el
múltiple fundamento de la división, se da también una múltiple división.
§ I. Por razón del
origen.
24. Nosotros
no tenemos ninguna idea innata. sino que las adquirimos todas, bien en
virtud de la experiencia, bien por el raciocinio o por otra actividad; de donde,
por razón del origen la idea puede ser:
Primitiva, la cual se adquiere por la experiencia misma, a saber por influjo del
objeto mismo. Se llama idea experimental
y también intuitiva, aunque la intuición es un vocablo ambiguo, puesto que
significa también idea propia, no análoga.
La idea primitiva puede ser directa,
si representa un objeto externo; refleja
si representa un objeto, interno, hechos internos al mismo sujeto.
Elaborada es la idea que la mente se forma por medio de su diversa actividad
acerca de las ideas primitivas. Puede ser doble:
a) Arbitraria, si se forma a nuestro albedrío, la cual puede realizarse, o bien
mediante la abstracción de algunas notas, o bien por síntesis, por la cual se
unan muchas ideas primitivas, v.g., el concepto de éter y muchos otros
conceptos de las ciencias, o por negación, como la idea de las tinieblas, etc.
b) Discursiva (deductiva), es aquella que se forma mediante el raciocinio, v.g.,
la idea de la causa primera, de la substancia, de Dios.
A fin de que las ideas de esta clase procedan rectamente, debemos atender a la rectitud de su proceso; así. v.g., en la idea discursiva, a la rectitud del raciocinio.
Idea (por razón del origen)
|
(Primitiva (intuitiva, experimental) .................... Directa Refleja |
Elaborada........................................................ Arbitraria Discursiva |
§ 2. Por razón de la
perfección de la representación del
objeto.
25. El conocimiento humano es esencialmente
perfectible, por tanto suele comenzar por el conocimiento imperfecto e intenta
llegar al conocimiento más perfecto a través de diversos pasos. Así se
distingue la idea:
1) Oscura, cuya comprehensión de
las notas no es suficiente para separar el objeto de todo otro objeto, v.g., la
idea de animal respecto de la idea de hombre.
2) Clara. cuya comprehensión de las notas es suficiente
para separar el objeto de todo otro objeto, v.g., la idea de animal racional
respecto de la idea de hombre. Esta idea clara puede ser:
a) Distinta, si es de tal clase que no
solamente separe el objeto de todo otro objeto, sino que incluso distinga en el
objeto mismo por lo menos dos notas, que contribuyen a mostrar perfectamente el
objeto mismo, v.g., la idea de viviente animal racional, respecto del hombre.
b) Confusa, que es suficiente para
separar el objeto de otro objeto, ahora bien, ella misma no ofrece muchas notas,
v.g., risible, respecto del hombre. Esta será indistinta si posee una sola nota, v.g., el concepto de Wente".
Ahora bien, la idea distinta puede
ser a su vez: a) Incompleta, que no
distingue todas las notas del objeto, y b) Completa, que distingue todas las notas del objeto.
Pues en ésta, el análisis del concepto se realiza hasta las notas
más simple; en cambio, en aquella se detiene antes, v.g., idea completa del
hombre será: substancia corpórea, viviente, sensitiva, racional.
Esta idea completa suele también llamarse comprehensiva, y suele definirse así: Idea que representa, acerca del objeto, todo lo que es cognoscible, o todo lo que puede conocerse en él y de él. En cambio, algunos entienden la idea comprehensiva de tal modo que por ella podamos conocer todas las relaciones posibles, incluso las puramente arbitrarias, lo cual parece demasiado exagerado.
Idea |
Oscura |
|||
Clara |
Distinta |
Incompleta |
||
Completa |
No comprehensiva |
|||
Comprehensiva |
||||
Confusa |
26. Según
la perfección de la representación por el origen de las notas, se distingue
una idea:
Propia, si muestra el objeto como por sus propios colores, tomados inmediatamente del
objeto mismo, v.g., la idea del color verde, del sabor dulce;
Análoga, si representa el objeto, no como por sus propios colores, sino por los
colores comunes, esto es, por las notas que se toman propiamente de otros
objetos, que son aptas para representar otro objeto a causa de la semejanza o
analogía, v.g., nuestro concepto de Dios.
§ 3. Por razón del objeto
27. 1) En cuanto a la
comprehensión. Por razón del objeto
comprehendido, la idea puede ser:
a) Simple, que ni consta de muchas notas, ni por tanto puede dividirse en muchas
notas; así, v.g., la idea de ente. Esta idea, de ningún modo debe confundirse
con la idea de "ser simple". v.g., la idea de Dios, en e l cual
aparecen todas las perfecciones y atributos.
b) Compuesta, la cual consta de muchas notas, y por tanto puede dividirse en muchas,
v.g., hombre, caballo. De modo especial es compuesta la idea colectiva. la cual incluye, aparte de las notas, también a los
individuos que constituyen una unidad "per accidens", v.g., el
ejército, la nación.
c) Concreta,
que representa algún sujeto con su forma o perfección, v.g., sabio, con la
cual nos referimos a algún sujeto que tiene sabiduría. Esta puede dividirse en
metafísica, física y lógica, según
que la forma no se distinga realmente del sujeto, v.g., el hombre, o se distinga
realmente, v.g., pensante, o sea totalmente extrínseca al sujeto, v.g., amado.
La idea concreta puede ser substancial
y adjetiva, según que se atienda más o menos a la distinción entre sujeto
y forma; esto tiene importancia en la Santísima Trinidad, donde pueden decirse
tres Personas divinas, pero no tres dioses.
d) Abstracta, que representa alguna forma o perfección como separada de otro sujeto,
v.g., la sabiduría, la humanidad. Esta, del mismo modo, puede dividirse en
metafísica, física y lógica, v.g., la humanidad, el pensar, el amar.
e) Positiva es la idea que representa alguna realidad o propiedad real, v.g.,
hombre, risible, etc.
f) Negativa es aquella que solamente representa la negación de realidad, v.g., el
no hombre; decimos solamente porque
alguna vez la idea, solamente bajo un punto de vista aparente es negativa, a
causa de la imperfección de nuestro modo de hablar, v.g., infinito, inmenso,
todos los cuales predicados dan a entender una perfección positiva de Dios.
28. 2) En cuanto a la
extensión, las ideas pueden ser singulares, particulares
y universales.
Idea singular es aquella que representa a un determinado individuo, esto es aquella
de la cual, todas las notas tomadas en conjunto, convienen solamente a un
individuo determinado, v.g., este hombre, César, Madrid. Nosotros no conocemos
la esencia íntima misma de la individualidad, de ahí que la individuación
misma se nos muestra mediante unas notas que la manifiestan, no que que la
constituyen.
Ahora bien, tales notas se indican en el conocido dístico.
Forma, figura, lugar, tiempo, estirpe, patria, nombre, son siete
elementos que no los tienen dos individuos.
Aquí, el vocablo figura significa
disposición de las partes, v.g., figura de un triángulo, figura pequeña, la forma
en cambio significa alguna cualidad de la figura, v.g., la deformidad, la
belleza, etc. De mayor importancia son para nosotros los vocablos lugar
y tiempo, a saber las determinaciones del aquí y el ahora.
La
idea particular es la idea universal reducida a alguna parte concreta de su extensión,
v.g., algún hombre, algún sabio.
29. Idea
universal es aquella que representa un algo que puede. darse en muchos, y
consiguientemente puede predicarse de ellos unívoca y separadamente según toda
su razón. Así se define la idea universal estricta, pues la idea, v.g., del
ente, es también universal, pero en sentido lato, por ser análoga.
Esta definición se explica brevemente del siguiente modo: Representa
un algo, a saber, una naturaleza, mediante alguna comprehensión de notas,
exceptuada la individuación, v.g., hombre o animal racional; esta naturaleza puede darse en muchos individuos. que se dicen sus
inferiores o sujetos, y puede predicarse de ellos, v.g., Pedro es hombre, Pablo es hombre; unívocamente, esto es, según el mismo sentido, y separadamente,
de tal modo que se multipliquen y sean muchos individuos y muchas
naturalezas individual izadas: Y según
toda su razón. porque se multiplica la naturaleza integra, y ella misma no
se divide en partes.
De esta idea universal se ha de distinguir bien la idea
colectiva, que puede ser o universal o singular, v.g., este ejército (idea
colectiva singular); todo el ejército (idea
colectiva universal).
30. División
y ulterior estudio de esta idea universal. La idea universal puede ser
directa o refleja, según el modo y la operación con que se haga. Pues lo
universal en cuanto tal no existe en la realidad, sino sólo se ejecuta
mentalmente. Idea universal directa es aquella que antes hemos definido, a
saber, aquella. comprehensión de notas o naturaleza, en la cual no aparece la
individuación, que puede ser o predicarse de muchos.
Idea universal refleja es la misma
comprehensión o naturaleza, en la cual aparece la precisión o abstracción;
después, aquella que ruede darse y predicarse de muchos. Se llama refleja
o segunda intención. porque exige a la primera, acerca de la cual
reflexiona, esto es, se proyecta, lo cual no lo exige la idea, directa.
La idea directa se llama predicamento o
categoría; la idea refleja se llama predicable.
Artículo
III
De los predicamentos y predicables.
§ 1. De
los predicamentos
31. Predicamento es un vocablo latino usado por
Boecio, correspondiendo al vocablo griego categoría, usado por Aristóteles.
Ahora bien, categoría significa lo que se predica, y de modo semejante, el
predicamento significa el predicado real. Todos los predicados reales se
reducen, mediante un análisis ulterior a los predicados más generales, hasta
llegar a algún género o predicado supremo. Aquel predicado último o supremo,
fuera de toda duda es el ente; pero puesto que el concepto de ente es análogo,
no puede llamarse género. ¿Se dan por tanto algunos géneros supremos? ¿Y
cuántos son? Así, pues, éstos propiamente se llaman predicamentos y
categorías.
Por tanto, predicamento, con
Fonseca, puede definirse acertadamente: "La
exposición o serie natural de algún género supremo y de aquellos que están
contenidos en este género supremo".
La
utilidad de los predicamentos es grande. Pues así como cualquier ciencia,
v.g., la botánica, propone los géneros, las clases, las familias, etc. de las
plantas, bajo los cuales después se ordena al momento cualquier planta
individual y se conoce según sus principales elementos, así la ciencia primera
establece su clasificación, según la cual todos los entes pueden clasificarse,
ordenarse y conocerse según los predicados reales más generales.
32. Categorías
(predicamentos) de Aristóteles. La cuestión de las categorías pertenece a
la filosofía real, a saber, a la metafísica u ontología. Se han hecho
distintas clasificaciones por las diversas escuelas de filosofía. Ahora bien,
es de gran importancia aquella que propone Aristóteles en su libro titulado
"Categorías", la cual en general es admitida y explicada por los
escolásticos. Por tanto, según Aristóteles, las categorías son diez, las
cuales son: substancia, cantidad,
cualidad. relación. acción. pasión. dónde, cuándo, situación, hábito.
Todas estas categorías se encerraban en el siguiente dístico antiguo:
Un árbol
refrigera a seis
esclavos
abrasados
por el calor
(Substancia)
(Acción) (Cantidad)
(Relación) (Pasión)
(Cualidad)
En el campo
mañana
estaré,
pero estaré vestido de una túnica
(Dónde)
(Cuándo) (Situación)
(Hábito)
No debemos defender obstinadamente que esta enumeración es cabalmente
perfecta. Pues el mismo Aristóteles, en otros lugares, o bien omite la
situación y el hábito, o bien enumera solamente tres categorías, a saber: la
substancia, las pasiones propiedades y las relaciones.
En esta clasificación, por una parte sobresale la substancia, a la cual se oponen los restantes conceptos por una
cierta razón común, a saber, por la razón del concepto de accidente metafísico y real. Ahora bien, la noción de
éste no se opone como género supremo a la substancia, sino que son nueve
géneros los que se oponen, ya que la noción de accidente, como consta por la
Ontología, es análoga.
Acerca de la noción, de las propiedades, de las divisiones, de los
predicamentos, por lo menos los principales, se trata propiamente en la
Ontología, “per accidens” en las otras partes de la filosofía.
33. La
división de los predicamentos se muestra claramente en el predicamento de
substancia, el cual, adecuadamente se subdivide por medio de distintos géneros
y especies, de tal modo que llegue a los inferiores a través de los diversos
grados hasta descender al último, esto es, a los individuos. En los restantes
predicamentos puede hacerse subdivisiones semejantes, sin embargo, solamente en
el predicamento de substancia tiene una importancia mayor.
34.
De los postpredicamentos. Los
escolásticos suelen añadir el tratado de los postpredicamentos,
que se llaman así porque Aristóteles trata de éstos después de los predicamentos.
Ahora bien, éstos son ciertas propiedades comunes a todos o a muchos
predicamentos, o los modos que siguen a las cosas predicamentales comparadas
entre sí. Aristóteles cita cinco: la
oposición, la prioridad y posterioridad, la simultaneidad, el
movimiento y la posesión. Acerca de los principales
postpredicamentos trataremos en sus lugares adecuados: Acerca de la oposición, al tratar de la opoción de los conceptos; sobre la
prioridad y la simultaneidad, en el raciocinio; sin embargo, acerca de
éstas, ten en cuenta lo siguiente: cinco prioridades cita Aristóteles: la
primera es prioridad de tiempo, según la cual una cosa precede a otra en la
duración, como un padre que ha sido creado precede a su hijo; la segunda es la prioridad
según la consecuencia de subsistir, que se da entre aquellos
postpredicamentos en los cuales uno se deduce de otro, pero no deduce al otro
mismo, pues lo que se deduce de otro y se presupone para el otro, se dice anterior
a él mismo según la consecuencia del
ser: así, el animal es anterior que el hombre, pues se deduce del hombre,
pero no deduce al hombre; es válida la consecuencia siguiente: es hombre, luego
es animal; pero no al revés: es animal, luego es hombre; la tercera prioridad
es la prioridad de orden, cuando uno precede al otro por el orden, como el
exordio precede a las otras partes del discurso; la cuarta prioridad es la prioridad
de dignidad. por la cual uno sobresale por encima de otro, así el rey
sobresale por encima de los príncipes; la quinta y principal es la prioridad
de naturaleza, pues aunque ambos se den en el mismo instante real, sin
embargo, uno depende del otro, como de causa de su ser: as, el sol es anterior a
su luz, el fuego es anterior a su calor, y en general , toda causa es anterior a
su efecto.
Ahora bien, esta prioridad de la naturaleza es doble: prioridad
“in quo" y prioridad “a quo”. Prioridad "in quo" se da
entre aquellos seres, de los cuales el uno da el ser al otro, del cual no
depende en su ser; así, el sol da el ser a la luz, de la cual no depende, pues
podría existir absolutamente sin la luz. La prioridad "a quo" se da
entre aquellos seres que dependen mutuamente de entre ellos en distinto género
de causa; as, la forma depende de la materia, y de nuevo, la materia de la
forma.
Santo Tomás recuerda también la prioridad
de generación, que opone a la prioridad de perfección, y se dice de
aquello que sucede antes; como el niño es anterior al varón en el orden de la
generación.
Del mismo modo, puede hablarse de cinco clases de simultaneidad.
La primera es la simultaneidad de tiempo: se da entre aquellos seres que
existen simultáneamente en el mismo instante , como entre la
luz y el sol.
La segunda es la simultaneidad de consecuencia, que se da entre
aquellos seres que se deducen mutuamente, como entre el ser risible y ser
racional, pues es válida la conclusión siguiente: es risible, luego es
racional, y al contrario, es racional, luego es risible. La tercera es la simultaneidad
de orden, a saber, entre aquellos seres que son de] mismo orden, como entre
las especies que se colocan bajo el mismo género. La cuarta es la simultaneidad
de dignidad, que se da entre los iguales según la dignidad. La quinta es la
simultaneidad de naturaleza, que se da entre aquellos seres que, aunque no sean
mutuamente causas entre sí, sin embargo, mutuamente se ponen y se destruyen.
Así, los seres que hacen relación el uno al otro, se dice que son simultáneos
en naturaleza, pues puesto el uno se pone el otro; quitado el uno, se quita el
otro, como acontece que puesto el dueño es necesario poner el esclavo, y al
contrario.
§ 2. De los cinco predicables.
35. Predicable en general.
Predicable es lo mismo que universal
reflejo, a saber, aquel en el que se considera alguna comprehensión, la
"quiddidad", según el modo, como se predica de dos inferiores. Puesto
que aquel modo no se da en la realidad, pues supone precisión o abstracción,
la cual solamente es realizada por el entendimiento y otro concepto previo, por
ello es un concepto de] concepto, o sea, una reflexión acerca de concepto. Este
se predica "ín recto" de los conceptos abstractos, no en cambio de
los individuos, así, v.g., decimos: el hombre es cierta especie de animales;
no, en cambio: Pedro es cierta especie de animales.
36. De los
cinco predicables. Ya Porfirio nos dice que los predicables son cinco; los
cuales, según cambien los modos de la predicación, así cambian ellos mismos.
La especie es la razón (conjunto de notas) que (y en cuanto) puede
predicarse de muchos como integra esencia
de ellos, v.g., hombre se predica de los inferiores en algo completo,
esto es, como toda y sola la esencia de ellos, v.g.. Cicerón es hombre.
Por esencia se entiende
aquello por lo que la cosa intrínsecamente se constituye en aquello que en
realidad de verdad es. La esencia puede ser específica, que conviene a muchos individuos (de la cual tratamos
aquí), y puede ser física e individual,
que es propia y exclusiva del individuo.
El género es la razón que (y en cuanto que) puede predicarse de muchos como
parte de la esencia que puede ser determinada por otra parte (la diferencia);
por tanto se predica de los inferiores en algo
incompleto, esto es, como alguna nota más general que conviene a muchas
especies, v.g., Cicerón es animal.
Diferencia es la razón que (y en la medida que) puede predicarse de muchos como partes
de la esencia que determinan otra parte (el género); se predica de los
inferiores en algo esencial incompleto, esto es, como alguna nota más
determinada, que añadida al género se convierte en especie; de donde, por
medio de ella, una especie se diferencia de otra puesta en el mismo
género, v.g.: Cicerón es animal.
Propiedad es la razón que (y en la medida que) puede Dedicarse de muchos como
algo que, aunque no es esencial , sin embargo está conexionado con la esencia,
y dimana necesariamente de ella, y conviene a todos los individuos de la
especie. Se predica en algo necesario no
esencial, esto es, como algo que necesariamente se sigue de la esencia, v.g..:
Cicerón es capaz de reír y capaz de hablar.
La propiedad puede ser específica, si
proviene de la especie, v.g.: el hombre es risible; o genérica, si proviene del género, v.g.: el hombre es mortal.
Muchísimas veces, las que se llaman en las ciencias esencias de las cosas,
solamente están constituidas por las propiedades, pues se nos ocultan muchas
veces las íntimas y ocultas esencias de las cosas.
Accidente es la razón o nota que (y en cuanto que) puede predicarse de muchos
como nota que puede estar o no estar en la cosa, permaneciendo íntegra la
esencia de la cosa; se predica por tanto de los inferiores en algo
que contingentemente se sigue de la naturaleza, v.g.: Cicerón está
calzado, está sentado.
Debe distinguirse adecuadamente el accidente lógico, del cual se trata aquí, del accidente físico y metafísico, del cual se habla en la Ontología.
Pues el accidente lógico se opone a la esencia, tanto si el accidente lógico
es substancia como si no lo es, v.g.: el hecho de estar sentado o el hecho de
estar sentado Pedro. Por el contrario, el accidente físico siempre se opone a
la substancia, de donde es un ente que necesariamente está inherente en otro
ente, v.g.: el color blanco en Pedro. El accidente lógico alguna vez puede ser
accidente físico; no todo accidente físico es accidente lógico, como es
manifiesto en el entendimiento, que a pesar de ser accidente físico del alma,
sin embargo es propiedad de ella.
El accidente metafísico y
físico se distinguen según que se distingan realmente o no se distingan
realmente de la substancia.
37. Número
de predicables. De lo anteriormente dicho está manifiesto que se dan cinco
predicables y solamente cinco. Pues todo lo que se dice de muchas cosas, se
dice de ellas, o bien necesariamente, o bien de una forma no necesaria. Si no se
dice de ellas necesariamente, se trata del accidente;
si se dice de ellas necesariamente, o es algo que constituye la esencia
misma, o no; si no constituye la esencia, pero se concibe que proviene de la
esencia ya constituida, es la propiedad; si
por el contrario constituye la esencia misma, o bien constituye esta esencia en
su integridad, y es la especie, o no
la constituye en su integridad, sino que la constituye como una parte que puede
ser determinada, y entonces es el género,
o como parte determinada, y es la diferencia.
38. Orden de los predicables. Está claro que
nosotros podemos comparar los distintos predicables entre sí, y ver que unos
están contenidos en otro, de donde surgen distintas relaciones entre ellos;
pues así como de la comparación de distintas especies brota la idea de género
próximo, así, de la comparación del género con otro género surge la idea de
un género superior, hasta llegar al género más alto y supremo. Así, tenemos
un cierto esquema ordenado, en el cual, desde un cierto género supremo a
través de los géneros subordinados, se llega hasta la especie e individuos. El
ejemplo clásico de este tipo de esquema se muestra en el predicamento de
substancia, y puesto que fue propuesto en su “Isagoge” por Porfirio, suele
llamársele "árbol porfiriano". Es el siguiente:
Género
supremo ……………....… Substancia
Género
subalterno ………………. Cuerpo
Género
subalterno………………… Vivientes
Diferencias
genéricas…………..Sensitivo
Insensitivo
(Géneros y especies de las plantas)
Género
próximo…………………….…Animal
Diferencias
específicas………..Racional
Irracional (Géneros y especies de los brutos)
Especie……………………………
Hombre
Cayo, Cicerón, Platón
Está claro que nosotros podemos formar esquemas semejantes, ordenados
en otros predicamentos, v.g., en la acción, que puede ser material e
inmaterial, y ésta creativa o eductiva, y ésta transeúnte o inmanente, y
ésta volitiva e intelectiva, etc.
39. De aquí fácilmente se ve:
1) Que la extensión y la comprehensión de
algún concepto universal están en razón inversa.
2) Se ve también claramente qué es género
próximo de alguna especie, qué es género subalterno y qué es género
supremo.
Género próximo es aquel que bajo él no contiene otro género, sino solamente la
especie de la cual se trata, v.g., el animal respecto del hombre. También se
llama género ínfimo.
Género subalterno es aquel que contiene, tanto por encima como por debajo de él, otro
género, v.g.: viviente, respecto de hombre. Se llama también género
remoto.
Género supremo es aquel por encima del cual no se encuentra otro género, v.g., la
substancia, que por encima de ella no tiene sino los trascendentales, a saber,
los que se predican de todas las cosas, no unívocamente, sino analógicamente.
3) Se ve también por último, qué es la
diferencia ínfima, específica y genérica.
Diferencia ínfima (propiamente dicha) es aquella que no contiene por debajo de ella otras
especies; las restantes pueden decirse subalternas.
Diferencia específica o
última es aquella que constituye una especie con el
género propio, v.g., racional.
Diferencia genérica es aquella que juntamente con los géneros superiores constituye los
géneros subalternos.
De todo esto, fácilmente se comprende el sentido de algunas fórmulas:
Se diferencian en todo
género los seres que no están contenidos bajo el
mismo género próximo. Así se diferencian el hombre y el árbol.
Se diferencian en la
especie los seres que están bajo el mismo género
próximo, pero no están en cambio bajo la misma especie. Así, César y el
caballo.
Se diferencian por último solamente en el
número los individuos de la misma especie, v.g.: Pedro y Pablo.
40. A nadie se le oculta que se encierra una gran
utilidad en estos esquemas, pues de este modo, las cosas que existen en el
mundo, no se nos muestran como un montón desordenado, sino así como los libros
en una biblioteca bien ordenada, se adaptan extraordinariamente entre sí,
según distintas relaciones que se dan entre las cosas mismas; de donde, por los
esquemas mismos, también se nos muestran con más claridad y como
espontáneamente, a primer golpe de vista, las propiedades de las cosas mismas.
Artículo
IV
Acerca del estudio de las
ideas según la relación de ellas entre sí
41. Las ideas objetivas pueden compararse entre sí, y muchas veces es
necesario para ver claras unas determinadas relaciones, v.g., entre el sujeto y
el predicado de algún juicio. Ahora bien, entre las relaciones que pueden
descubrirse, tienen principalmente mayor utilidad dos géneros, a saber, cuál
es la distinción y la identidad de las ideas, y cuál es la oposición entre
ellas.
42. Distinción
e identidad. Se da una doble distinción e identidad, a saber, la de razón
y la real. la de razón se
llama también formal o intrínseca,
y la real se llama también objetiva
y material.
Intrínsecamente (por razón) formalmente
idénticas son las ideas que tienen la misma comprehensión u objeto formal,
v.g., hombre y animal racional. Son términos completamente distintos, en cambio
los conceptos son los mismos, uno distinto, otro en cambio idéntico.
Intrínsecamente diversas (por razón) son distintas aquellas ideas que no tienen la misma
comprehensión u objeto formal, v.g., judío y apóstol.
Objetivamente idénticas (real y materialmente) son las ideas que tienen el mismo objeto
material, en cambio, la comprehensión de las notas es diversa, v.g., esta nieve
y esta blancura, Pedro y Príncipe de los Apóstoles.
Objetivamente diversas (real o materialmente) son las ideas que, independientemente de la
consideración de la mente, representan cosas diversas, v.g., árbol y buey.
De donde queda claro que aquellas cosas que son idénticas por razón,
son también idénticas realmente: animal racional y hombre son idénticos en
realidad y por razón; y que aquellas cosas que son en realidad diversas, son
también distintas por razón: árbol y buey; pero no al revés: si son
idénticas en realidad, no se puede decir que también son idénticas por
razón.
43. Oposición.
Ideas diversas pueden ser capaces de
asociarse entre sí, si de hecho, o por lo menos de derecho, pueden estar
unidas en alguna cosa, v.g., las ideas de animal y racional están unidas en el
hombre. Y pueden ser incapaces de
asociarse entre sí: son aquellas que ni de hecho ni de derecho pueden estar
unidas en alguna cosa, v.g., la idea de círculo y de cuadrado, la idea de
cuerpo y de espíritu. Las ideas de esta clase se llaman opuestas.
Ahora bien, se dan ciertas cosas que no se oponen por ninguna ley
propia; se dicen opuestas o separadas en
sentido lato, v.g., una estrella se opone del mismo modo a una silla y a una
casa. En cambio, las cosas que se oponen entre si por una ley cierta, se llaman
propiamente opuestas, v.g., la luz y las tinieblas, el padre y el hijo.
Según Aristóteles pueden distinguirse cuatro géneros de cosas
propiamente opuestas:
1) Oposición
contradictoria se da entre la cosa y su simple negación, v.g.: hombre. no
hombre, hermoso, no hermoso. En esta oposición no se da término medio, como es
evidente.
2) Oposición
privativa se da entre la cosa o la perfección y su negación en un sujeto
apto para poseerla, v.g., persona que ve y persona ciega. Esta oposición
privativa admite un tercer término fuera del género o ámbito común a ambos
elementos opuestos, v.g. , entre el ciego y el que ve está el que no ve, sin
embargo, no dentro de] mismo ámbito, por lo cual propiamente no se da un
término medio.
3) La
oposición contraria se da entre aquellos seres que, puestos bajo el mismo
género (ámbito), distan polarmente, v.g., la blancura y la negrura, la
prodigalidad y la avaricia; pues en estas cosas, una no es negación de la otra,
sino que introduce algo positivo contrario a la otra. Entre los contrarios se
puede dar un tercer término, y ciertamente en el mismo género, esto es, un medio
estricto, v.g., entre la prodigalidad y la avaricia se puede dar una
moderada liberalidad; a no ser que obste una razón especial, v.g., lo par y lo
impar, el varón y la mujer.
4) Se da una oposición
relativa entre aquellos seres que guardan mutuamente
entre sí el orden o respecto, v.g., el dueño y el esclavo. Se exigen
mutuamente de tal manera, que uno no puede darse sin el otro, y ni siquiera
concebirse en cuanto tal.
De lo dicho se ve claro que la máxima oposición es la contradictoria, porque no admite ningún término medio, y además, porque puesto o quitado un extremo, necesariamente se pone o se quita el otro extremo. En cambio, las restantes oposiciones, o bien tienen término medio, o bien coinciden en el mismo género o sujeto, o bien se incluyen mutuamente en algún sentido. Ahora bien, la oposición relativa es única, la cual no supone negación de perfección, y por tanto de suyo no supone imperfección. Así pues, es la única que puede darse entre las personas de la Santísima. Trinidad, como se puede estudiar en Teología.