"La
homosexualidad a la luz Genética"
Nicolás
Jouve de la Barreda
Catedrático de Genética
Departamento de Biología Celular y Genética
Campus Universitario
Universidad de Alcalá de Henares 28871-Alcalá de Henares (Madrid)
Tf. 91 8854750
Fax: 91 8854799
Email: nicolas.iouve@uah.es
Jornada
sobre La Homosexualidad: una reflexión científica y moral
24 de Noviembre de 2001
Instituto Pontificio Juan Pablo II
C. Corona 24, Valencia
Tf 963911441
Gentileza de http://www.ivaf.org
El tema del determinismo genético de la homosexualidad, no puede desligarse
del trasfondo moral que conlleva. La perspectiva moral de este rasgo del
comportamiento humano sería muy distinta de tratarse de una opción
voluntariamente aceptada, sin una base genética demostrada, que de tratarse
de un comportamiento inevitable dependiente de un condicionamiento congénito.
Pero hay que señalar que la base genética de cualquier rasgo de la
personalidad y de la propia inteligencia son de los más difíciles de
estudiar en Genética, por las dificultades propias de la metodología
analítica de las dos ramas implicadas, la Genética del Comportamiento y la
Genética Cuantitativa, y por la propia dificultad de los análisis genéticos
en el hombre.
La Genética Cuantitativa, trata de desvelar la componente genética de
fenotipos de expresión cuantitativa muy dependientes del ambiente en su
manifestación, entendiendo por ambiente toda una compleja gama de influencias
positivas o negativas en la educación, ya desde el nacimiento y en particular
durante las etapas infantil y adolescente. La Genética del Comportamiento, se
ocupa del análisis del control genético de las acciones, entendiendo como
acción todo tipo de formas de conducta, que varían en su manifestación de
unos organismos a otros. La inteligencia, y el aprendizaje, son componentes
específicos de la condición especie humana, derivadas de su capacidad de
reflexión y del análisis racional de los estímulos o situaciones que
plantea el mundo exterior de cada persona, y muy dependientes de la formación
adquirida a través del ambiente familiar, social y cultural. Es evidente que
en el caso humano las acciones razonadas predominan frente a las instintivas y
reflejas, pero no podemos ignorar la influencia externa durante el desarrollo
de la personalidad sí deseamos contestar a las preguntas ¿qué es la
homosexualidad?, ¿Cómo influye el ambiente?. La cuestión es sí existe un
determinismo genético de la homosexualidad, o ésta conducta es consecuencia
de una influencia externa durante las etapas críticas del desarrollo de la
personalidad.
Parece obvio resaltar que la tolerancia o la aceptación moral de la conducta
homosexual es muy dependiente de sí hay una tendencia congénita, y por tanto
determinada genéticamente, o sí por el contrario, es una opción libremente
aceptada como un modo de vida en cualquier caso irregular y desordenado.
Conviene indicar que la frecuencia de varones o mujeres homosexuales en las
poblaciones humanas ha sido estimada en un 2% a un 5%, lo cual son valores
significativos, aun cuando no existen estadísticas realmente rigurosas al
respecto. También debe entenderse que un análisis de la posible base
genética debe abstraerse de todo juicio moral, presión social, intereses
políticos, etc. a
La demostración de una base genética de la homosexualidad se ha abordado
históricamente mediante dos tipos de aproximaciones experimentales:
1) El análisis neuroanatómico, mediante un estudio comparado de diferencias
en regiones del cerebro de personas homo y heterosexuales. Estos estudios no
resuelven adecuadamente cuando el rasgo anatómico es causa o efecto del
carácter que se analiza.
2) un estudio directo de los determinantes genéticos del carácter que se
analiza. La dificultada se encuentra en poder discriminar entre el efecto de
los genes y la influencia ambiental. Para este análisis se han abordado dos
tipos de aproximaciones experimentales:
· el análisis de gemelos y genealogías familiares
· el análisis de ligamiento con marcadores moleculares en el ADN
A principios de los 90, Simon LeVay , publicó una serie de trabajos sobre el
dimorfismo sexual del área preóptica del cerebro, y más en particular del
hipotálamo. Sus estudios, a priori parecían demostrar que la región INAH-3
de 16 varones presumiblemente heterosexuales duplicaba con creces a la región
equivalente de 19 varones homosexuales. Los resultados de LeVay fueron
sometidos a un análisis crítico muy fuerte. William Byne , que objetó que
el estudio de LeVay se había realizado en autopsias de varones homosexuales
que habían muerto a causa del SIDA, y que ello podría haber afectado al
tamaño de los núcleos hipotalámicos estudiados.
2.1.) Estudios con gemelos y genealogías familiares. Los gemelos
monocigóticos constituyen la única posibilidad real de que haya dos personas
con la misma identidad genética. En el caso de la homosexualidad se recurre a
la comparación de los porcentajes de concordancia o discordancia observados
entre pares de gemelos monocigóticos (CMZ) y dicigóticos (CDZ). Los primeros
estudios, llevados a cabo por Kallman se realizaron en los años cincuenta, y
son dudosos por la finitud de las muestras analizadas y la falta de patrones
de comparación adecuados, dándoseles muy poco crédito. En los estudios de
gemelos es obligado incluir parejas que se hubieran criado en ambientes
distintos, en lugares y en familias muy diferentes, así como incluir también
estudios de adopción. Ya en la década de los noventa se han analizado los
rasgos de comportamiento homosexual en gemelos varones y mujeres . Las
concordancias obtenidas, es decir, las probabilidades de que siendo homosexual
un varón su hermano gemelo monocigótico, dicigótico, adoptado o normal lo
fuese también, fueron respectivamente del 52%, 22%, 11% y 9%. Se objeta que
el factor ambiental, educación e influencias, podría explicar por sí solo
la incidencia de la homosexualidad.
2.2.) Análisis de ligamiento con marcadores moleculares del cromosoma X. En
1993, Dean H. Hamer , estudió las genealogías de 114 varones homosexuales.
Las elevadas tasas de homosexualidad que enconito en los parientes por vía
materna sugerían que podría existir una herencia genética ligada al
cromosoma X. A partir de los años setenta, aparecieron los llamados
"marcadores moleculares", que consisten en sistemas polimórficos
basados en la detección de pequeñas diferencias existentes en las secuencias
del ADN. Se trata por tanto de "polimorfismos moleculares" relativos
a diferencias de bases nucleotídicas que se pueden detectar por una gama
diversa de técnicas, y que se pueden utilizar como "alelos
moleculares". Hamer y su equipo desarrollaron un análisis de ligamiento
para determinar sí había algún marcador del cromosoma X que se heredaba con
una proporción superior al azar de la tendencia homosexual. El análisis
genético realizado indicaba- un nivel de significación estadístico de más
del 99% de que al menos un tipo de comportamiento homosexual masculino está
genéticamente influido. Sin embargo, la existencia de 7 pares de hermanos
homosexuales en los que no se daba el ligamiento entre los marcadores de la
región Xq28 y la orientación sexual ponía en entredicho las posibles
conclusiones. ¿Qué interpretación se puede dar a los resultados obtenidos?.
Hay que resaltar que la región Xq28 está constituida por unos cuatro
millones de pares de bases, lo cual a la luz de lo que sabemos del Genoma
Humano (unos 70.000 genes en 3.175 megabases de secuencias de ADN), podría
traducirse en varias decenas de genes. La región Xq28 es de hecho una región
donde se han encontrado genes implicados en diversas enfermedades (hemofilia,
deficiencias para G6PDH, varios tipos de daltonismo, favismo, síndrome del
frágil X, etc.). Es pues evidente, que se trata de una región muy importante
en un conjunto diverso de manifestaciones fenotípicas. No puede decirse -como
difundían los medios de comunicación- que ya se haya detectado el "gen
gay". En cualquier caso, sí hubiese alguna influencia de la región Xq28
en la orientación sexual, tal vez debía hablarse más de predisposición que
de una determinación. En 1996, surgió un trabajo de unos neurólogos
canadienses, desarrollado en muchos más grupos familiares que los estudiados
por Hamer y que no demuestran ninguna relación entre el comportamiento
homosexual y los pretendidos marcadores moleculares. En su estudio, George
Rice y George Ebers, registraron familias con más de un miembro homosexual,
referidas a más de 400 genealogías y concluyeron que no existe ningún
soporte experimental que demuestre la idea de que la homosexualidad masculina
se encuentre asociada a marcadores Xq28, del cromosoma X.
Aparte de los poco convincentes trabajos de neuroanatomía y genealógicos,
han habido otra serie de argumentos que pretenden demostrar la base biológica
de la homosexualidad, a pesar de la debilidad o ausencia de un mínimo de
rigor en el planeamiento empírico. En cualquier caso, son todavía muchas las
incógnitas a resolver, pero atendiendo solamente a la experimentación
genética, podemos mantener las siguientes conclusiones:
· Se trata de un carácter complejo, cuantitativo y como mucho dependiente de
una predisposición genética, más que de una determinación genética por
genes cualitativos, que no han sido descubiertos.
· Aun cuando los rasgos genéticos y neuroanatómicos parecieran estar
correlacionados con la orientación sexual, la relación causal no es ni mucho
menos conocida.
· La singularidad humana hace que en nuestra conducta predominen las acciones
razonadas frente a las instintivas o reflejas, y la conducta homosexual puede
explicarse fundamentalmente por el componente ambiental que influye de forma
muy decisiva en los caracteres cuantitativos, pero poco o nada en caracteres
cualitativos. En el caso de factores de comportamientos humano, y de forma
predominante influye la formación adquirida a través del ambiente familiar,
social y cultural.
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