El más importante: Yo

Por: Jorge Zuloaga.
Artículo de Desarrollo y Formación Familiar A.C.

Es imposible amar a otra persona si uno no es capaz de aceptarse, apreciarse y amarse a sí mismo.

Hay quienes dicen que es imposible amar a otra persona si uno no es capaz de aceptarse, apreciarse y amarse a sí mismo.
Dicha afirmación pone en relieve la importancia que tiene la autoestima, como fundamento para poder desarrollar una relación de pareja, basada en el amor.
Si la autoestima es tan importante, ¿cómo podemos desarrollarla?.
Hay autores que afirman que la práctica de la asertividad es uno de los mejores medios para desarrollar y afianzar la autoestima.
Sin embargo, esto nos lleva a una nueva interrogante, ¿qué es la asertividad? Cuando escuché por primera vez la palabra asertividad, mi reacción espontánea fue preguntarme: ¿A ser...qué?... y ahora, cuando doy pláticas sobre el tema, puedo darme cuenta de que mucha gente, cuando la escucha, reacciona de la misma manera, o asocia la palabra con el hecho de acertar, pegar en el blanco, dar la respuesta correcta o atinarle a algo.
Sin embargo, cuando comencé a escuchar el tema, pude darme cuenta de la importancia que tiene la asertividad en nuestras vidas, sobre todo, si queremos que nuestras relaciones con otras personas sean plenas, ricas, y llenas de significado.

¿Quiénes son asertivos?

La persona que es verdaderamente asertiva, se distingue por cuatro características básicas:
  • Siente una gran libertad para manifestarse, para expresar lo que es, lo que piensa, lo que siente y quiere.
  • Es capaz de comunicarse con facilidad y libertad con cualquier persona, sea ésta extraña o conocida y su comunicación se caracteriza por ser directa, abierta y franca.
  • En todas sus acciones y manifestaciones se respeta a sí misma y acepta sus limitaciones, tiene siempre presente su propio valor y desarrolla su autoestima, es decir se aprecia y se quiere a sí misma, tal como es.
  • Su vida tiene un enfoque activo, pues sabe lo que quiere y trabaja para conseguirlo, haciendo lo necesario para que las cosas sucedan, en vez de esperar pasivamente a que éstas sucedan por arte de magia.

    Buceando en el significado

    Tratando de entender por qué una palabra que para mí era desconocida y que incluso me sonaba extraña, tenía un significado tan rico, me enteré de que la palabra asertividad, tiene su origen en el latín "aserto", que significa: afirmar, sostener y dar por cierta y asentada una cosa.
    Dicha palabra, es "assert" para las personas de habla inglesa y su significado en dicha lengua puede ser traducido como: expresar con fuerza, afirmar algo en forma positiva y con plena seguridad.
    Su significado en español puede ser definido como: aprender a enfrentar los problemas, conflictos de la vida y las relaciones con la gente involucrada en dicho problema y conflicto.
    En otras palabras, significa: saber relacionarnos con las personas y con el mundo que nos rodea, reconociendo lo que somos y aceptándolo, sin tener que justificarnos.
    La comprensión del significado de la palabra, para mí fue sólo un primer paso, un segundo paso lógico, era tratar de entender que es lo que impide que nuestra asertividad se desarrolle.

    ¿Qué pasa cuando la asertividad está ausente?

    ¿Por qué no somos asertivos?.
    ¿Por qué en ocasiones preferimos disimular.
    evitando expresar nuestros sentimientos?.
    ¿Por qué nos dejamos llevar por la ira y agredimos a otros?.
    ¿Por qué en ocasiones preferimos huir de los problemas en vez de enfrentarlos? Todas estas reacciones se deben a la falta de asetividad.
    Esa falta de asertividad la hemos ido desarrollando sin darnos cuenta, pues cuando nacimos, en cierto modo podemos decir que éramos naturalmente asertivos, sin embargo, desde que se dió por parte de nuestros padres el "control psicológico de nuestros comportamientos", ellos inconscientemente, nos "enseñaron" a sentirnos ansiosos, ignorantes y culpables y quizá en ocasiones justificaban las peticiones que nos hacían, como si procedieran de "alguien más", quien nos juzgaría si éramos buenos o malos.
    Por ejemplo, si la mamá quiere descansar, le pregunta al niño: ¿por qué estás jugando aquí? ¿por qué no te vas mejor a jugar con tu hermanita?..., nunca quieres jugar con ella, pobrecita... si no juegas con ella, ya no te va a querer y nunca más va a jugar contigo.
    Se manipula la parte emocional con un chantaje sentimental, en vez de decir claramente: "quiero descansar, por favor, vete a jugar a otra parte."
    Situaciones como la que aparece en el ejemplo, fueron "enseñándonos" a sentirnos ansiosos y culpables y nos llevaron a desarrollar una conducta no asertiva.
    Esos mismos patrones de conducta, los empleamos con nuestra pareja.
    No decimos realmente lo que sentimos o lo que pensamos, sino que utilizamos pretextos o manejamos mecanismos de chantaje emocional, para manipularnos mutuamente y hacer que el otro actúe conforme a nuestros deseos.
    En vez de decir estoy molesta contigo por tal o cual situación específica, se utiliza el tan trillado: "ahorita no... porque me duele la cabeza".
    Todo lo anterior nos lleva a concluir que no somos asertivos cuando empleamos conductas manipuladoras o tratamos de convertirnos en disimuladores de nuestros sentimientos y emociones.

    ¿Y si está presente?

    La práctica de la asertividad en el matrimonio, debe llevarnos a:
    a) Sentirnos libres de manifestarnos con nuestra pareja tal como somos.
    b) A actuar en forma que nos respetemos a nosotros mismos
    c) A ser capaces de defender nuestros derechos, a la vez que respetamos los derechos de los demás.

    Forma práctica de ser asertivos

    Una vez que había logrado comprender el por qué no somos asertivos, era importante encontrar formas sencillas y prácticas que me permitieran incorporar a mi propia vida toda la fuerza y energías características de una persona asertiva, aprendiendo a integrar esa forma de ser a todas mis actividades, pero principalmente a mi relación de pareja, puesto que es la relación más intensa, más comprometida y por lo mismo, es en esa relación en donde los efectos de una conducta asertiva tienen su mayor impacto.

    Pasos útiles a seguir:

    1.- Reconozca sus derechos y respételos tanto en usted como en su pareja.
    2.- Siéntase libre de manifestarse tal cual es y de revelar su propio yo, tomando en cuenta la situación en particular en que se encuentra, de manera que su conducta y su expresión sean adecuadas.
    3.-Trate siempre se expresar sus sentimientos, sean éstos de enojo o de ternura, a fin de que su pareja sepa la reacción que le producen los diferentes aspectos de su relación.
    4.- Siempre actúe de tal forma que aumente su autoestima y el respeto que siente por usted.
    5.- No confunda la asertividad con la agresión. Recuerde que la asertividad le permite defender sus derechos, pero a la vez lo lleva a defender los derechos de su pareja.
    6.- Examine a menudo sus conductas, en la relación de pareja, y determine las áreas en las que le gustaría mejorar su asertividad.
    7.- Practique la asetrividad en asuntos sin importancia, lo cual resulta más fácil, de manera que se vaya entrenando para mejorar su asertividad en asuntos más difíciles.
    La práctica repetida de los puntos mencionados lo llevarán a relacionarse de modo distinto y eso provocará que su pareja comience a relacionarse de modo distinto con usted.
    Cuando comience a actuar de manera más franca y abierta, aprenda a defender sus opiniones y a hacerse respetar sin agredir, su pareja también reaccionará ante usted de una manera distinta.
    Este nuevo enfoque en su relación le permitirá una nueva serie de experiencias vitales, las cuales le darán la oportunidad de cambiar positivamente y desarrollarse, haciendo que su relación como pareja madure y haga crecer su capacidad de amar.
    Practicar en forma consciente y repetida las ideas aquí expresadas, pueden llevarle a una nueva forma de relación, más rica y más madura, que puede ser sintetizada en lo que Virginia Satir llama: Mis metas y que las describe en la siguiente forma:

    "MIS METAS"

    "Quiero amarte sin absorberte,
    apreciarte sin juzgarte,
    unirme a ti sin esclavizarte,
    invitarte sin exigirte, dejarte sin sentirme culpable, criticarte sin herirte y si puedes hacer lo mismo por mi,
    entonces,
    nos habremos conocido verdaderamente y podremos beneficiarnos mutuamente."

    El autor es Licenciado en Sociología y en Economía, con Maestría en Desarrollo Organizacional y Administración, además es Consultor de Empresas.