PENSAMIENTO Y ACCIÓN
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 Stephen F. Torraco 22/05/2003

1. ¿La conciencia no es lo mismo que mis propias opiniones y sentimientos? ¿Y cada uno no tiene el derecho a su propia conciencia?

La conciencia no es lo mismo que tus opiniones o sentimientos. La conciencia no puede ser idéntica a tus sentimientos porque la conciencia es la actividad de tu intelecto en la valoración de la bondad de tus acciones u omisiones pasadas, presentes o futuras, mientras que tus sentimientos vienen de otra parte de tu alma y deberían ser gobernados por tu intelecto y voluntad.

La conciencia no es idéntica a tus opiniones porque tu intelecto basa su juicio en la ley natural moral, que es inherente en su naturaleza humana y es idéntica a los Diez Mandamientos. A diferencia de los derechos civiles hechos por legisladores o las opiniones que sostienes, la ley natural moral no es nada que inventes, por el contrario es algo que descubres dentro de ti mismo y es la norma gobernante de tu conciencia. Sencillamente, la Conciencia es la voz que te indica la verdad dentro de ti, y tus opiniones tienen que estar en la armonía con aquella verdad.

Como católico, tienes la ventaja de haber recibido la enseñanza de la Iglesia o aprendido el Magisterio. El Magisterio te asiste a ti y a toda la gente de buena voluntad en el entendimiento de la ley natural moral cuando esta se relaciona con cuestiones específicas. Como católico, tienes la obligación de estar correctamente informado y formado por la enseñanza del Magisterio de la Iglesia. En cuanto a tus sentimientos, tienen que estar educados por la virtud para estar en plena armonía con la voz de la conciencia. De este modo, tendrás una conciencia sana, según la cual te sentirás culpable cuando seas culpable, y te sentirás moralmente tranquilo cuando seas moralmente correcto. Nosotros deberíamos esforzarnos por evitar los dos extremos: una conciencia floja y una conciencia escrupulosa.

Cumpliendo con la obligación de asistir continuamente a esta formación de conciencia aumentará la probabilidad que en la actividad de conciencia actúes con una cierta conciencia, que claramente percibe que una acción concreta dada es una acción buena que fue hecha o debería ser hecha correctamente. Estar correctamente informado y seguro de lo que se hace es el objetivo de la formación continua de la conciencia. Dicho de otra forma, deberías esforzarte por evitar estar incorrectamente informado y titubeante o dubitativo en el juicio real de la conciencia sobre una acción particular o su omisión. Nunca deberías actuar sobre una conciencia dudosa.

2. ¿Moralmente está permitido votar a favor de todos los candidatos de un solo partido?

Esto dependería de las posiciones sostenidas por los candidatos de un partido. Si alguno o más de ellos sostienen posiciones opuestas a la ley natural moral, entonces no sería moralmente permitido de votar a favor de todos los candidatos de éste el partido. Tu conciencia correctamente informada supera los límites de cualquier partido político.

3. Si pienso que un candidato pro aborto hará mucho más para la cultura de la vida que un candidato contra el aborto, ¿por qué no puedo votar a favor del candidato pro aborto?

Si un candidato político apoyara el aborto, o cualquier otro mal moral, como el suicidio asistido y la eutanasia, en realidad, no estaría moralmente permitido que votases a favor de aquella persona porque, en la votación por tal persona, te harías un cómplice del mal moral en disputa. Por esta razón, males morales como el aborto, la eutanasia y el suicidio asistido son ejemplos de ''cuestiones descalificadoras'' de un candidato. Una cuestión descalificadora es aquella de tal gravedad e importancia que no tiene en cuenta ninguna maniobra política. Es una cuestión que golpea en el corazón de la persona humana y no puede ser negociada. Una cuestión de descalificación es aquella de tal importancia que por sí misma considera como inaceptable a un candidato independientemente de su posición sobre otros asuntos. Debes sacrificar tus sentimientos sobre otras cuestiones porque sabes que no puedes participar de ningún modo en una aprobación de una violación de los derechos humanos básicos. Un candidato que apoya derechos de aborto o cualquier otro mal moral se ha descalificado como persona. No tienes que votar a favor de una persona que está en contra del aborto pero no puedes votar a aquellos que lo apoyan.

La clave para entender el tema de la ''cuestión descalificadora'' es la distinción entre el principio de política y moral. Por un lado, puede haber una variedad legítima de accesos al logro de un objetivo moralmente aceptable. Por ejemplo, en el esfuerzo de una sociedad para distribuir los bienes de asistencia médica a sus ciudadanos, puede haber desacuerdo legítimo entre ciudadanos y candidatos políticos sobre dos planes de asistencia médica que pretenden lograr de distintas maneras el objetivo de la sociedad de ser más eficaz. En la búsqueda de la mejor política o estrategia, la técnica como distinta (aunque no separada) de la razón moral es posible. La razón técnica es la clase de razonamiento que intenta lograr el resultado más eficiente o eficaz. Por otro lado, ninguna política o estrategia que está opuesta a los principios morales de la ley natural es moralmente aceptable. Así, la razón técnica siempre debería estar subordinada a las normas de la razón moral, el razonamiento es la actividad de la conciencia que debe cumplir con la ley natural moral.

4. Si tengo una opinión muy consolidada en favor de un candidato en particular que es pro aborto, ¿por qué no puedo votar a favor de él?

Como hemos explicado en la cuestión primera, ni tus sentimientos ni tus opiniones son idénticas a su conciencia. Ni tus sentimientos ni tus opiniones pueden tomar el lugar de tu conciencia. Tus sentimientos y opiniones deberían estar gobernadas por tu conciencia. Si el candidato sobre quien tienes una opinión muy segura es el pro aborto, entonces tus sentimientos y opiniones deben ser corregidas por tu conciencia correctamente informada, que te diría que te equivocas al permitir que tus sentimientos y opiniones tengan un peso menor al hecho que tu candidato apoya un mal moral.

5. Si no puedo votar a favor de un candidato pro aborto, ¿entonces tampoco debería votar a favor de un candidato pro pena capital?

No es correcto pensar en el aborto y la pena capital como la misma clase de cuestión moral. Por un lado, el aborto directo es un mal intrínseco, y no puede ser justificado para ningún objetivo o en ninguna circunstancia. Por otro lado, la Iglesia siempre ha enseñado el derecho y la responsabilidad de la autoridad legítima temporal para defender y conservar el bien común, y más expresamente defender a los ciudadanos contra el agresor. Esta defensa contra el agresor puede recurrir a la pena si ningún otro medio de defensa es suficiente. El punto aquí es que la pena es entendida como un acto de defensa propia por parte de la sociedad civil. En ocasiones más recientes, en su encíclica Evangelium Vitae, el Papa Juan Pablo II ha enseñado que la necesidad de tal defensa propia para recurrir a la pena es '' rara, si no prácticamente inexistente. '' Así, mientras el Papa dice que la carga de demostrar la necesidad de la pena en casos específicos debería descansar sobre los hombros de la autoridad legítima temporal, es igualmente verdadero que la autoridad legítima temporal solo tiene autoridad para determinar si y cuando existe un caso muy poco frecuente que permitiría aplicar la pena capital.

Además, si un caso tan poco frecuente realmente surge y requiere el recurso a la pena capital, este acto social de defensa propia sería una acción moralmente buena incluso si esta realmente tuviese efecto malo, no planeado e inevitable para el agresor. Así, a diferencia del caso del aborto, sería moralmente irresponsable excluir todas esas posibilidades ''raras'' a priori, tal como sería moralmente irresponsable aplicar la pena capital indiscriminadamente.

6. Si pienso que un candidato pro aborto tiene ideas más favorables a los pobres que el candidato en contra del aborto, ¿por qué no debería votar a favor del primero?

Servir a los pobres no es solamente admirable sino obligatorio para los Católicos como un ejercicio de solidaridad. La solidaridad tiene que ver con compartir bienes materiales y espirituales, y con lo que la Iglesia llama la opción preferencial por los pobres. Esta preferencia quiere decir que tenemos la obligación de dar prioridad en ayudar a los más necesitados tanto materialmente como espiritualmente. Empezando por la familia, la solidaridad debe extenderse a cada asociación humanitaria e incluso al orden moral internacional.

En base a la respuesta a la tercera pregunta, debemos hacer hincapié en dos cuestiones. Primero, cuando debemos determinar qué política social y económica puede servir mejor a los pobres, existe una gran variedad de opiniones y por tanto es legítimo que sobre el tema exista una discrepancia entre los distintos candidatos. Segundo, la solidaridad nunca debe suponer aceptar una ''cuestión descalificadora''. Cuando estamos hablando de los concebidos pero no nacidos, el aborto es una ofensa gravísima contra la solidaridad a favor de éstos y seguramente a favor de los más necesitados de la propia sociedad. El derecho a la vida es una cuestión irrenunciable porque el Papa Juan Pablo II dice que ''el primer derecho es el derecho a la vida sobre el cual los demás derechos se basan y que no puede ser recuperado una vez se ha infringido''. Si un candidato rechaza la solidaridad con los no nacidos, habrá cultivado las bases para no ser solidario con nadie más.


7. Si un candidato dice que él personalmente está en contra del aborto pero siente la necesidad de votar a favor dadas las circunstancias, ¿esta oposición personal del candidato contra el aborto me permite moralmente votar a favor de él, sobre todo si pienso que sus otras opiniones son lo mejor para la gente y sobre todo para los pobres?

Si un candidato que dice que él personalmente está en contra del aborto, pero en realidad vota a favor o se engaña o intenta engañar. Fuera del caso muy poco frecuente en el que obligan a un rehén contra su voluntad a realizar malas acciones con sus captores, una persona que realiza una mala acción, como votar a favor del aborto, realiza un acto inmoral y su declaración de oposición personal es un autoengaño o una mentira. Si votases a favor de tal candidato, serías un cómplice en el avance del mal moral de aborto. Y no sería legítimo votar a este candidato por el hecho de tener posiciones más favorables a los pobres, tal y como hemos señalado en las preguntas 3 y 6.

8. ¿Y si ninguno de los candidatos está completamente en contra del aborto?

El Papa Juan Pablo II explica en su encíclica Evangelium Vitae que, ''…cuando no es posible derogar o invalidar una ley pro aborto, un político elegido que personalmente y de forma pública está en contra del aborto, lícitamente podría apoyar ofertas apuntadas a la limitación del daño hecho según tal ley y en la disminución de sus consecuencias negativas en el nivel de opinión general y la moralidad. Esto de hecho no representa una cooperación ilícita con una ley injusta sino más bien una tentativa legítima y apropiada de limitar sus malos aspectos.'' Lógicamente, de estas palabras del Papa, se deduce que un votante puede votar a favor de aquel candidato que muy probablemente limitará los males de aborto o cualquier otro mal moral en disputa.

9. ¿Qué debo hacer cuando existe la siguiente situación: un candidato con posibilidades de ganar es antiaborto excepto en los casos de violación o incesto, otro candidato también bien situado es completamente pro aborto, y un candidato con poca probabilidad de ganar es completamente antiaborto? ¿Estoy obligado a votar al candidato con poca probabilidad ganar?

En tal caso, el votante católico claramente debe decidir votar a favor del candidato con poca probabilidad ganar. Pero el votante católico puede llegar a la conclusión de que votar por aquel candidato sólo beneficiará al candidato completamente pro aborto, y, para acortar el mal del aborto, puede decidir votar a favor del candidato principal que es el antiaborto pero no en todos los casos. Esta decisión estaría de acuerdo con las palabras del Papa citadas en cuestión octava.

10. Si todos los candidatos que tengo que escoger son pro aborto, ¿tengo que abstenerme de votar? ¿Qué hago?

Obviamente, uno de estos candidatos va a ganar la elección. Así, en este dilema, deberías hacer todo lo posible en juzgar qué candidato haría el menor daño moral. Sin embargo, como en la quinta pregunta, no deberías colocar a un candidato que es pro pena capital (y antiaborto) en la misma categoría moral que un candidato que es pro aborto. Contrapuesto a tal juego de candidatos, no habría ningún dilema moral, y la obligación moral sería votar a favor del candidato que es pro pena capital, no necesariamente porque él es pro pena capital, sino porque él es antiaborto.

11. ¿No es el apoyo de la Iglesia a que el aborto debe ser ilegal una excepción? ¿La Iglesia generalmente no sostiene que el gobierno restrinja su legislación de moralidad considerablemente?

La enseñanza de la Iglesia en el sentido de que el aborto debería ser ilegal no es una excepción. Según Santo Tomás de Aquino, ''las leyes humanas no prohíben todos los vicios, de los que el virtuoso se abstiene, sino sólo los vicios más penosos, aquellos que causan daño de otros, sin cuya prohibición la sociedad humana no podía ser mantenida''. El aborto se licencia como un vicio penoso que hace daño a otros, y la carencia de prohibición de este mal por la sociedad es algo por lo que la sociedad humana no puede ser mantenida. Como el Papa Juan Pablo II ha acentuado, la negación del derecho a la vida, en principio, establece la base, en principio, para la negación de todos los otros derechos.

12. ¿Los candidatos de un partido cometen un pecado por el hecho de estar en un partido pro aborto? ¿Ellos son culpables por la asociación?

Estando en el mismo partido político que los que abogan por el pro aborto realizan un mal serio SI pertenecen a este partido político PARA ADHERIRSE a la propugnación de aquel partido de política de pro aborto. Sin embargo, también puede ser verdadero que ser de tal partido político tiene como objetivo cambiar la política del partido. Desde luego, si el objetivo es eso, uno tendría que considerar si es razonable pensar que la política del partido político puede ser cambiada. Si es razonable pensar que es posible, entonces sería moralmente justificable permanecer en aquel partido político. Pero el permanecer en aquel partido político no debe contribuir, en ningún caso, al avance de la política de pro aborto.

13. En cuanto a la votación de una persona pro aborto para un cargo como el de tesorero estatal, en el caso de que el candidato no tuviese influencia sobre los asuntos de la vida y su posición sólo tuviese valor personal, ¿sería un pecado optar por él?

Si alguien optara por el cargo de tesorero estatal y aquel candidato hubiese declarado públicamente que estaba a favor de exterminar a la gente de más de 70 años, ¿usted votaría a favor de él? El hecho de que el candidato tenga un mal en su mente supone que fácilmente tendrá otros males; y el hecho de que él públicamente hubiese declarado esto es una señal de peligro. Un candidato que públicamente declara que está a favor del mal de exterminar a la gente de más de 70 años también se ha descalificado para recibir el voto de un católico. Tal candidato, en principio -y bajo la luz de la ley natural - se descalifica en el ámbito de la política.

14. ¿Es un pecado mortal votar a favor de un candidato de pro aborto?

Excepto en el caso de que un votante vea que todos los candidatos son pro aborto(pregunta octava), un candidato pro aborto queda descalificado para recibir el voto de un católico. Quien es pro aborto simplemente no puede ocupar cargos en las áreas de Sanidad o Trabajo, por ejemplo; y esto es porque el aborto es intrínsecamente malo y moralmente no puede ser justificado por ninguna razón o circunstancia. Quien vota a favor de tal candidato con el conocimiento que el candidato es pro aborto se hace cómplice en el mal moral del aborto y el votante al conocer esto comete un pecado mortal.