1. Introducción
> Presentación
> Trilogía de la educación
> Resumen
> Presentación
La escuela de Padres que ofrecemos aquí consiste en una serie de temas de carácter formativo que pueden utilizarse bien para la lectura personal o bien para la reflexión de grupo o de pareja.
Prentendemos con ella ofrecer a los padres una
ayuda para afrontar con éxito la responsabilidad de la educación de
los hijos, abarcando las distintas facetas de la personalidad, pero
centrándonos especialmente en el campo de la fe. Nuestra orientación
parte de los conocimientos propios de la psicología humana, y, en
especial de la psicología infantil; de otras disciplinas como la
pedagogía, la antropología y la sociología; apoyándonos lógicamente,
en una concepción cristiana del ser humano.
Se trata, por tanto, de una Escuela de Padres Católicos. Intentamos
responder a las necesidades reales que tienen los padres, aportando
conocimientos tanto a nivel de contenidos como de estrategias y
técnicas psicopedagógicas eficaces para lograr los fines educativos.
Es decir, con estos temas se aprende no solo qué debemos enseñar en
cada momento para una educación completa de los hijos, sino también
cómo enseñarlo.
>Trilogía de la
educación
Antes de iniciar cualquier proyecto
educativo, es imprescindible respondernos a tres preguntas básicas:
- ¿Que quiero enseñar?
- ¿Cómo lo voy a enseñar?
- ¿Cuando lo puedo enseñar?
La primera cuestión se refiere a los contenidos
de la educación. Es fundamental tener claro qué es lo que voy
transmitir. Al programar un proceso de aprendizaje es esencial señalar
unos contenidos educativos que se convierten en los objetivos o las
metas que fijamos en la educación.
Cuando hablamos de contenidos educativos nos referimos a:
- Conocimientos
- Valores
- Criterios
- Experiencias
- Hábitos
- Aptitudes
- Habilidades
Aunque parezca una perogrullada tenemos que decir que, para que el
aprendizaje que realiza el niño sea realmente educativo, los
contenidos señalados (valores, experiencias, etc.) tienen que ser
asimismo educativos.
La segunda pregunta que nos hacíamos "¿cómo enseñar?" se refiere a las
estrategias y métodos educativos.
No basta que yo tenga claro qué es lo que quiero
transmitir a mi hijo, pues, si no sé cómo transmitirlo para que él
pueda asimilarlo, el esfuerzo que realice seguramente será inútil. La
historia de los fracasos educativos está llena de buenas intenciones.
Muchos padres que se autodenominan "fracasados" en la educación de sus
hijos, se habían fijado unas metas excelentes tenían unos propósitos
inmejorables, pero no supieron cómo llevarlos a cabo. La tercera
cuestión "¿cuándo enseñar?" es también básica para el éxito y la
eficacia del proyecto educativo. No puedo enseñar algo para lo que no
se tienen aún las facultades y habilidades necesarias. (Ejemplo: no
podría enseñar a un niño a sumar si aún no conoce los números). Existe
una secuenciación en la educación que debo respetar (tendré que
enseñar los números antes de las operaciones numéricas. En el ámbito
religioso diríamos que antes de enseñar los pecados capitales, el niño
tendría que haber adquirido la noción de pecado). Necesitamos tener en
cuenta el momento en que el niño puede adquirir determinados
aprendizajes, de lo contrario, no lo aprenderá o lo aprenderá mal.
Precisamente por ello hablamos de "proceso" educativo.
> Resumen
Resumiendo: tengamos siempre presente:
- Lo que el niño debe aprender.
- Lo que puede aprender.
- Cómo lo puede y debe aprender.
Un planteamiento inadecuado en cualquiera de estos tres aspectos tendría consecuencias nocivas para la educación, corriendo el riesgo, incluso, de llegar a obtener resultados opuestos a los buscados.