Historia de la Iglesia
Siglo VII - Edad Media
INTRODUCCIÓN
Cada siglo tiene su sorpresa. La gran sorpresa de este siglo fue la rápida
expansión del Islam. Mientras el cristianismo iba ganando las tierras del
norte europeo, gracias a la acción evangelizadora de los monjes irlandeses y
anglosajones, por el sur aparece la amenaza musulmana. En efecto, los
discípulos de Mahoma, tras haber conquistado Arabia, el Medio Oriente y el
norte de África, cruzaron el estrecho de Gibraltar en el año 711 y pusieron
fin al reino visigodo.
Bajo su dominio, la fe católica en España pasó a ser tolerada y muchas veces
perseguida. El Islam era la religión oficial del califato que se erigió en
Córdoba.
I.SUCESOS
El Islam
La Arabia del siglo VII es una encrucijada de civilizaciones y de
religiones. Hacia el año 610, Mahoma proclama un mensaje recibido del cielo.
El juicio de Dios es inminente. No hay más que un solo Dios al que el
creyente (musulmán) debe una sumisión (islam) absoluta.
Mahoma es el último profeta, después de Jesús, y tiene la misión de
restaurar en Arabia el monoteísmo y de dar a su pueblo, en su propia lengua,
el Libro (Corán) que lo iguale a los demás pueblos. Ante el rechazo de las
gentes de su tribu , Mahoma huye de la Meca a Medina el año 622. Es la
hégira, el comienzo de la era musulmana.
Al no poder atraerse a los cristianos ni a los judíos, Mahoma entra en
conflicto con ellos y proclama su nueva religión como universal. Después de
haber conseguido la unidad entre las tribus árabes, Mahoma vuelve
triunfalmente a la Meca y muere unos meses más tarde (632).
La nueva religión del Islam será ésta:
§ Profesión de fe: Existe un solo Dios (Allah), al que hay que
someterse ciegamente, y Mahoma es su profeta.
§ Las 5 grandes prácticas del musulmán son: la fe en Allah, la
oración 5 veces al día, la limosna a los pobres, el ayuno durante el mes de
Ramadán, y la peregrinación a la Meca al menos una vez en la vida.
§ Su libro sagrado es el Corán: Para los musulmanes contiene
la revelación que Dios hizo a Mahoma, aunque en realidad incluye elementos
judíos y cristianos, incluso de los evangelios apócrifos . El Corán es el
código civil y religioso por el que se gobiernan las naciones islámicas aún
hoy. En el Corán se dice que el juicio está próximo, y está la creencia en
la resurrección de los muertos y en la vida futura. Se promete la vida
eterna para quienes sean fieles al Islam.
§ Jihad: Es la guerra santa en defensa del Islam. Algunos
piensan que esa lucha es solamente interior a cada uno. Pero en general es
interpretada como guerra armada para hacer triunfar la causa de Allah, y se
entregan a ella con tanto mayor ardor cuanto que los caídos por defender el
Islam tienen asegurado el paraíso .
El Islam se extendió cada día más y más. Los musulmanes conquistaron
Jerusalén en el año 638, después Siria y Palestina, Alejandría y Persia. A
finales del siglo le tocó el turno a África del norte que opuso mayor
resistencia. El año 711, en la batalla de Guadalete, árabes y beréberes
islamizados comienzan la conquista de España. Invadieron casi toda la
península e incluso llegaron hasta el reino franco, pero fueron detenidos y
derrotados por Carlos Martel en el sur de Francia (Poitiers, año 732). Se
apoderan de todas las vías marítimas.
Europa, que había resistido a los bárbaros y los había bautizado, cedía
ahora ante el Islam. Estuvo la cristiandad asediada por novecientos años. En
menos de cien años, el Islam superó en extensión al imperio romano, ocupó
Tierra Santa, borró el cristianismo del norte de África y sometió una parte
de Europa. La expansión del cristianismo por el sur quedaba frenada por el
Islam.
El Islam permite la poligamia y el divorcio. No acepta a Jesús como Hijo de
Dios; sólo es uno de los tres profetas que precedieron a Mahoma, junto con
Abraham y Moisés. No acepta el nacimiento virginal de Jesús, ni su muerte en
la cruz ni la resurrección. Tampoco acepta la maternidad divina de María;
pero reconoce que fue una mujer escogida por Dios y modelo de fe. En ese
tiempo el Islam apareció como el gran enemigo de la fe de la cristiandad.
Por ello durante siglos habrá entre ellos guerras sin fin. Las más famosas
fueron las cruzadas para reconquistar los lugares donde vivió Cristo. Pero
hubo también un hecho de importancia crucial para la cultura occidental. Los
árabes, al dominar Medio Oriente y Mesopotamia, entraron en contacto con la
antigua cultura griega y se convirtieron en transmisores de la ciencia
antigua. Algunas regiones, como España y Sicilia, en las que la presencia
árabe fue más prolongada, fueron centros de intercambios culturales entre el
islam y el cristianismo.
¿Qué herejías surgieron?
Los cristianos de este siglo estaban muy divididos en la fe, porque
interpretaban diversamente el concilio de Calcedonia que había declarado que
en Cristo hay dos naturalezas, una divina y otra humana, unidas en una sola
persona divina. Surgieron así algunas herejías, como son el monergismo y
monotelismo que decían que en Cristo hay una sola energía y una sola
voluntad, la divina.
II.RESPUESTA DE LA IGLESIA
La gran obra de san Gregorio Magno
El Papa que estuvo al frente de este siglo fue san Gregorio Magno, del que
ya hablamos al final del siglo anterior. Lograr la completa conversión de
los pueblos bárbaros fue uno de los desafíos más importantes que supo
afrontar. Envió a san Agustín de Canterbury a predicar en Gran Bretaña, en
donde estableció siete obispados. Procuró que los francos y los lombardos
fueran catequizados. Logró que los visigodos dejaran el arrianismo,
siguiendo el ejemplo de su rey Recaredo.
San Gregorio escribió varios libros morales, cuidó de la ciudad romana
azotada por las pestes y la invasión lombarda. Reformó el rito de la misa,
introduciendo el rezo del “Señor ten piedad, el aleluya, el Padrenuestro”.
Impulsó el canto que posteriormente fue llamado “gregoriano”, y que se
difundió rápidamente. Conformó el Canon de la misa.
La Iglesia y el Islam
Ante el avance musulmán, ¿qué hizo la Iglesia?
Al inicio no tuvo conciencia de la peligrosidad de esta nueva religión, pues
estaba preocupada por sus divisiones internas. Más tarde la Iglesia, ante el
avance arrollador de los árabes, abrirá los ojos y actuará. En oriente, los
emperadores cristianos de Constantinopla trataron de contener su expansión y
defender los territorios sobre los que tenía influencia. Esta tarea los
apartó poco a poco del Papa y de la vida de la Iglesia en occidente. Los
papas, a su vez, al ver la connivencia siempre mayor entre los emperadores y
los patriarcas bizantinos, pidieron ayuda a los francos y pactaron una
alianza con ellos.
En Europa se van consolidando las nuevas naciones, en su mayoría
cristianizadas, cuyo centro espiritual es Roma y su obispo, el Papa. El
resultado es que poco a poco surge una sociedad de cristiandad, en la que
los valores cristianos impregnan toda la vida social.
Pero en Medio Oriente, en el norte de África y en España se consolidaba la
religión de Mahoma. En algunas de estas regiones el cristianismo despareció
casi completamente. Tal fue el caso de la costa norte de África bajo los
almorávides y almohades. En otros lugares, como España, subsistió a pesar de
las persecuciones que de vez en cuando surgían. Fue una dura prueba. Esta
prueba se hacía más difícil en la medida que aquel dominio musulmán se
prolongaba y desaparecían las esperanzas de restauración cristiana. Con el
paso del tiempo crecía el conformismo y la religión de los dominadores
ganaba nuevos adeptos, mientras los cristianos quedaban reducidos a la
condición de simple minoría religiosa. Las comunidades cristianas padecían
además un continuo debilitamiento, a causa de la progresiva islamización de
las costumbres y del medio ambiente.
Hoy, a varios siglos de su nacimiento, ¿qué opina la Iglesia del Islam? En
la declaración sobre las relaciones con las religiones no cristianas,
llamada “Nostra aetate” del Concilio Vaticano II, en el número 3 se dice
esto: “La Iglesia mira con aprecio a los musulmanes, que adoran al único
Dios, Creador del cielo y de la tierra, que habó a Abraham, a quien la fe
islámica mira con complacencia. Los musulmanes veneran a Jesús como profeta,
aunque no lo reconocen como Dios; honran a María, su Madre virginal. Esperan
el día del juicio, cuando Dios remunerará a los hombres resucitados. Por eso
honran a Dios, sobre todo con la oración, las limosnas y el ayuno. Si en el
transcurso de los siglos surgieron desavenencias y enemistades entre
cristianos y musulmanes, el sagrado Concilio exhorta a todos a que,
olvidando lo pasado, procuren sinceramente una mutua comprensión y actuando
en común, defiendan y promuevan la justicia social, los bienes morales, la
paz y libertad para todos los hombres”.
Ante las herejías monergista y monotelista
Se alzaron san Sofronio y san Máximo y el tercer concilio de Constantinopla
en 680, en tiempos del Papa san Agatón. Este concilio definió la existencia
en Cristo de dos voluntades y de dos actividades o energías: una humana y
otra divina. Esta herejía monotelista de Sergio, patriarca de
Constantinopla, duró mucho en este siglo. Sergio pensó que, sin negar la
doctrina calcedonense de las dos naturalezas en Cristo, podía admitirse,
sobre la base de la unión hipostática, que en Cristo no existió más que un
solo modo de obrar, una sola “energía” humano-divina (monoenergismo). Sergio
pensó que esa fórmula podía satisfacer a todos, a los católicos, porque
mantenía la doctrina de las dos naturalezas definida en Calcedonia (año
451), y a los monofisitas de Egipto y Siria, porque esa única energía y
voluntad simbolizaba la perfecta unidad de Cristo que ellos postulaban.
De este modo, antes de finalizar el siglo VII, quedaba cerrada la última
cuestión cristológica y se había completado también un dilatado esfuerzo por
formular la doctrina de la fe. Sí, hubo naturalmente conflictos y tensiones,
pues en ese tiempo era grande el apasionado interés que los cristianos de
aquella época sentían por la verdad divina, por conocerla y por expresarla
del modo más adecuado posible.
Pero a través de estos conflictos y tensiones Dios escribía recto, y así
pudo avanzar la formulación de las doctrinas trinitaria y cristológica.
CONCLUSIÓN
Dado que este siglo fue el siglo del Islam, termino aquí con la oración
inicial del Corán: “¡En el nombre de Dios clemente y misericordioso!
¡Alabanza a Dios, el señor de los mundos, el clemente, el misericordioso, el
rey del día del juicio! A ti te adoramos; de ti imploramos ayuda. Condúcenos
por el camino recto, el camino de aquellos en los que te complaces y no de
los que son objeto de tu cólera ni de los que están en el error”.