LA LEYENDA DE LOS NIÑOS
EXTRAVIADOS
EN LAS CATACUMBAS
En Internet pueden ustedes encontrar diversos sitios sobre las catacumbas. Salvo
algunas loables excepciones, tienen como principales destinatarios a los
turistas y subrayan los aspectos misteriosos y característicos o extraños de
esos cementerios subterráneos. Las informaciones que dan son a menudo escasas o
erróneas, especialmente en lo que se refiere a los días en que ellas están
abiertas y a los horarios de visita.
La mayor parte de esos sitios focaliza tan solo los aspectos arqueológicos y no pone de relieve la importancia religiosa de las catacumbas, como "la cuna de la cristiandad y los archivos de la Iglesia primitiva""(O. Marucchi). No sirven, pues, para consultación, por cuanto no están actualizados y en consecuencia no son confiables desde el punto de vista histórico.
Por el contrario, el sitio sobre las Catacumbas Cristianas de Roma es instrumento de consulta y un recurso válido para responder a las preguntas sobre diferentes aspectos relacionados con las Catacumbas mismas y también con la historia de la Iglesia primitiva.
Ya hemos señalado cantidad de preguntas planteadas por los peregrinos. Queremos ahora dedicar esta sección, llamada "Preguntas & Respuestas", para examinar algunas afirmaciones o suposiciones, que hacen surgir dudas y objeciones y que no son normalmente discutidas por falta de información. Es costumbre difundida encontrarse juntos amigos y parientes. En estas reuniones la conversación se desplaza a menudo sin ton ni son de un argumento a otro, hasta que de repente se torna vivaz, cuando toca algún argumento interesante. Las catacumbas son uno de tales argumentos.
Las Catacumbas, en efecto, nos llevan a un antiguo y misterioso mundo subterráneo, que se cree fuese el refugio secreto, durante las persecuciones, de multitudes de cristianos perseguidos por los soldados del emperador, gracias a vastos laberintos subterráneos y galerías y escondites. He aquí por qué las Catacumbas han constituido siempre un escenario ideal para tramas de películas y novelas, en que los cuentos legendarios y fantasiosos son descritos como si fueran hechos históricos. Y así ocurre que las historias más increíbles son creídas verdaderas.
Por ejemplo, el 14 de enero de 2000, el director de las Catacumbas de San Calixto recibió un e-mail de una bibliotecaria de Palms (California, Estados Unidos), quien le presentaba "una cuestión que implicaba la historia de las catacumbas o quizás una leyenda sobre las catacumbas, una cuestión que había resultado de imposible solución": "Hace unos cuatro meses - así le escribía-, un Canal de Televisión de los Estados Unidos, llamado 'El Canal de la Historia', difundió un servicio acerca de las Catacumbas romanas. Un historiador de las Catacumbas narró una historia secreta de un grupo de alumnas que en los años treinta entraron en las Catacumbas con su docente. El grupo se extravió irreparablemente. A pesar de exhaustivas búsquedas, nunca se lo volvió a encontrar. Hasta el día de hoy no se hallaron ni siquiera sus restos.
Más tarde oí decir que se piensa que el grupo provenía de Viterbo. ¿Es esta una leyenda o un hecho real? En el programa de televisión fue presentado como realmente ocurrido. Agradeceré cualquier información. Esta noticia ha despertado mucho interés, pero no di con ninguna confirmación".
¡Vamos a ver! La "triste historia de los pobres alumnos extraviados de Ancio" es narrada todavía en todas partes, en muchas versiones diferentes por lo que se refiere al número de los alumnos, la catacumba visitada, el tiempo en que sucedió, con todos los detalles hoscos y funestos del hambre, la sed, el miedo y el espanto, la oscuridad, la desesperación y la muerte: exactamente como en la mejor película de terror.
Podemos afirmar con toda certeza que esta historia no es verdadera.
Por cierto, se dice, es solamente una leyenda, y sin embargo se la susurra dejando la sospecha de la duda. ¿Quién inventó esta historia? ¿Quién lo sabe?... Probablemente, tuvo origen de historias paralelas de novelas o quizás también del ambiente mágico de las catacumbas mismas. Por ejemplo, en la novela universalmente famosa "Fabíola" del Card. N. P. Wiseman, en el capítulo XVIII el autor describe el horror que se apoderó del apóstata Torcuato, cuando se extravió en una catacumba. Apenas apagada la última vela, él se halló sumergido en una oscuridad terrorífica y muda. Poco a poco se iba disipando cada vínculo con la vida y él sentía que la muerte avanzaba a paso largo hacia él. La narración fluye de manera fascinante y convincente sobrepujando toda imaginación.
Tornando a nuestro cuento, hemos de recordar que la historia no se basa en cuentos legendarios, sino en la evidencia de documentos que la avalen. Los programas de radio y televisión, las películas, los diarios y las revistas vierten sobre nosotros, juntamente con tantas informaciones atendibles, también una gran cantidad de noticias falsas o dudosas. Por lo tanto, es necesario cribarlo todo con mente crítica.
Por ejemplo, con respecto a las catacumbas, películas y novelas nos cuentan que eran los escondites secretos de los cristianos durante las persecuciones. Esto no es verdad, porque las autoridades romanas conocían con exactitud dónde se encontraban y la ley romana las consideraba y protegía como sagradas, independientemente de la religión de la gente ahí sepultada. He aquí por qué esa suposición es errónea y carente de fundamento.
Más o menos lo mismo cabe decir de nuestra historia. Es otra leyenda hecha circular de boca en boca por alguien de imaginación ardiente y creída en seguida como verdadera, por su supuesta trágica realidad. Nada de eso es verdad, y es fácil probar que una desaparición de ese tipo habría sido simplemente imposible, por diversas razones:
En conclusión, por todos estos motivos podemos
afirmar con certeza que la historia de los muchachos que se extraviaron en las
catacumbas es pura leyenda.