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La torre de Babel (Gén. 11, 1-19)


por María Inés Casalá


El tema principal de este relato es el orgullo y la soberbia, y cómo ambas son causa de división y confusión entre los hombres. Tenemos que tener presente que no es el objetivo de este relato explicar el origen de las distintas lenguas, sino que la preocupación es transmitir un mensaje religioso: la relación de Dios con los hombres, de los hombres con Dios y de los hombres entre sí.

Desarrollo del encuentro:

Primer momento:

Trabajo individual.

Plantear al grupo: Imaginá que tenés la posibilidad de ser famoso:

1.- ¿Por qué motivo quisieras ser recordado?

2.- ¿Qué harías para que las siguientes generaciones te recuerden?

Segundo momento:

Trabajo en grupos de cinco o seis integrantes: cada participante lee lo que escribió, y explica las razones de su elección. Luego, deben ponerse de acuerdo para contestar las preguntas anteriores, pero en esta oportunidad, como grupo.

Deben expresar las conclusiones realizando una estatua con sus propios cuerpos, a la que le pueden agregar carteles aclarando su significado.

Tercer momento:

Puesta en común. Se presentan las estatuas y una vez que han pasado todos los grupos, se reflexiona acerca del significado de cada una: si hubo coincidencias entre los grupos, qué cosas aparecieron más veces, si aparecieron cosas antagónicas…

Cuarto momento:

Leer en Génesis 11, 1 - 9 el relato de la torre de Babel. Comentar y reflexionar el texto de la Palabra de Dios.

«La palabra Babel probablemente significa en lengua sumeria «Puerta de los dioses». La torre con su templo en la cima era como una puerta, abierta al cielo, para comunicar con los dioses». (De la Biblia de Iniciación cristiana, Madrid)

Realizar una lluvia de ideas para contestar las preguntas que figuran a continuación, y escribir las respuestas de los chicos en un sector del pizarrón: ¿Cuál era a su parecer el objetivo de los que construian la torre? ¿Qué los movía?

Preguntar qué motivaciones tuvieron ellos, en forma personal y grupal, para ser recordados, y escribir la respuesta.

Comparar los dos sectores.

El catequista dice: nosotros, vamos construyendo día a día lo que somos, y nosotros mismos, somos el mejor instrumento para comunicarnos con Dios y con los demás: ¿en qué ponemos nuestra fuerza, qué aspecto de nosotros mismos cuidamos especialmente, queremos ser más importantes que los demás?

Quinto momento:

Conversar acerca de cómo realizaron el trabajo en grupo:

¿Se pusieron rápidamente de acuerdo? ¿Cómo fue la elección de lo que tenían que hacer? ¿Hubo alguien que hizo prevalecer lo que él quería? ¿Cómo logró su objetivo? ¿Qué hubiera pasado si cada uno permanecía aferrado a lo que él había pensado? ¿Se hubiera alcanzado el objetivo?

Sexto momento:

Ver la realidad del mundo: entregar a los grupos media cartulina y revistas, periódicos y folletos de propaganda.

En la media cartulina deben dibujar una torre, y colocar dentro de ella, recortes de palabras, dibujos, fotos, nombre de programas de televisión, de todas las cosas que ellos crean que el hombre de hoy utiliza para sentirse importante, para ser recordado.

Bajo la torre, en la tierra, como si fueran semillas, se coloca, aquello que debe crecer en el mundo y en cada uno para que realmente podamos vivir la unión con Dios que Jesús nos ofreció con su propia vida.

Oración:

Colocar todas las cartulinas en un lugar visible y, a la vista de todas ellas, realizar una oración para pedir a Dios que nos ayude para formar una verdadera comunidad, donde cada uno tenga como principal objetivo el bienestar de los demás.