PENSAMIENTO Y ACCIÓN
Clausura del III Congreso Católicos y Vida Pública
 Redacción15/11/2001

Bajo el lema ''Los Retos de la nueva sociedad de la información'' se celebró durante los pasados 26, 27 y 28 de octubre el III Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Fundación Universitaria San Pablo-Ceu. En esta tercera edición, el congreso contó con una importante novedad: la retransmisión en directo, a través de Internet, de las cinco ponencias marco y la clausura. En esta ocasión, participaron 800 congresistas, más otros 300 on-line, 74 ponentes y se presentaron 126 comunicaciones. El Comité Organizador del Congreso está formado por más de 200 personalidades de diferentes ámbitos de la vida pública española, entre ellos 30 políticos, 44 directores y responsables de medios de comunicación y 26 académicos.

El Congreso fue inaugurado por el Nuncio de Su Santidad, monseñor Manuel Monteiro de Castro, quien recordó cómo ''todos estamos llamados a construir desde nuestra fe el mundo globalizado por los medios de comunicación para hacer un mundo más solidario y más justo''. Asimismo, señaló que tanto la Iglesia como los medios de comunicación deben servir a la familia humana. ''El comunicador cristiano -dijo- tiene una tarea profética de clamar contra el materialismo, el hedonismo y el nacionalismo extremo, y difundir valores morales basados en la dignidad y los derechos humanos''.

En la misma sesión inaugural, el Presidente de la Fundación Universitaria San Pablo-Ceu, Alfonso Coronel de Palma, sostuvo que ''no podemos vivir de espaldas a la sociedad de la información'', e insistió en que los hombres y las noticias nunca pueden ser mercancías''. Mostró su deseo de que este Congreso anual se convierta en ''un foro de encuentro, un lugar de vivencia pública de la fe católica, en el que aprendamos a mirarnos bien los unos a los otros; un lugar para escucharnos y fomentar el diálogo recíproco''. Abogó por ''romper la dualidad entre vida pública y vida privada, y fomentar una mayor participación de los católicos en la vida pública''

El ex Rector de la Universidad de Navarra, Alejandro Llano, animó, en su conferencia inaugural, a participar activamente en la sociedad actual y a no hacer una división entre la vida privada y la pública de cada individuo. Destacó, asimismo, la diferencia entre ''la sociedad de la información y la sociedad del saber. La información es algo externo, frente al conocimiento, que es una actividad vital, un crecimiento interno''. Por eso, ''la información sólo tiene valor para el que sabe qué hacer con ella: dónde buscarla, cómo seleccionarla y cómo utilizarla''. Calificó de ''debilidad notoria del catolicismo español de las últimas décadas'' su ''anorexia cultural, su escasa sensibilidad para las cuestiones ideológicas y su menguada agilidad para participar en la vida filosófica, científica, artística y literaria de nuestro país''. A su juicio, ''el eje decisivo se encuentra entre lo humano y lo no humano; lo humano del humanismo cívico es el desarrollo de la persona en toda su envergadura cultural y social, mientras que lo no humano, que se opone al humanismo cívico, es la masificación alienante del individuo irresponsable que ya no sabe dónde está la fuente de una identidad en la que el factor religioso juega un papel clave''.

Alfonso López Quintás, académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, denunció que ''ante la masiva manipulación que sufre nuestra sociedad, la solución pasa por que los jóvenes conozcan más acerca de lo que es exactamente la manipulación y cómo hacerle frente''. Diego Armario, director adjunto a la presidente del Instituto de Crédito Oficial, declaró que aunque existe la pluralidad informativa, ''los medios de comunicación tradicionales están sometidos al control ideológico, pero no ocurre lo mismo con Internet, ya que esta nueva tecnología no está sometida a este control''.

Pedro Morandé, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de Chile de la Pontificia Universidad Católica de Chile fue el encargado de abrir la segunda jornada del congreso con un análisis del papel del hombre en la sociedad de la información. Al respecto, afirmó que ''la pregunta sobre el sentido del hombre no procede de la información; sabemos mucho sobre cada uno de nosotros, biológicamente y antropológicamente, pero la información en sí no nos la da el saber en sí; buscamos la sabiduría y la sabiduría sólo procede del sentido religioso. Sólo la libertad de la inteligencia puede ser la esperanza para el mundo''. Hay que apostar por la conciencia humana, que ''no puede separar o aislar la inteligencia de la condición humana, la cual determina propiamente el qué y el por qué del aprendizaje. Reducir la finalidad del proceso educativo a la fórmula aprender a aprender implica censurar en la inteligencia humana aquello que, en última instancia, es lo único que interesa saber: qué sentido tiene estar en la existencia y cómo se armoniza este sentido con el significado de todo lo que existe''.

Uno de los aspectos más abordado durante el Congreso fue la necesidad de pasar de la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento, de la educación y de la formación, para que el hombre pueda mejorar y aumentar su capacidad de percepción, recepción y selección de la información, en base a unos criterios morales. Respecto a los medios y profesionales, se resaltó la importancia de buscar la verdad, ya que, aunque es de vital importancia la rentabilidad empresarial, ésta no debería ir en perjuicio de los contenidos informativos. Es lo que, en concreto, destacó Alfonso Sánchez Tabernero, Decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Navarra, denunciando lo que para él es una falacia: ''No es verdad que los medios de comunicación emitan o publiquen lo que la audiencia pide, sino que las empresas de comunicación utilizan criterios de rentabilidad; por eso producen lo que resulta más barato, aunque una audiencia mayor desee una calidad superior en la programación. Si pensamos a largo plazo, podemos compatibilizar la responsabilidad económica con el afán de servir''.

Genaro González del Yerro, Director General de la Cadena COPE, destacó que las empresas de comunicación ''tienen que combinar la creación de valor con la defensa de modelos de sociedad''; es importante que tengan ''una clara finalidad cultural'', que permita ''incidir en la formación de hombres críticos para que sean libres''.

El director del RTV Madrid, Francisco Giménez-Alemán, constató que ''vamos hacia una sociedad donde todo está a la vista y sometido al dictamen de la opinión pública. Los responsables de los medios de comunicación no podemos ignorar que tenemos una máquina de creación de opinión, por tanto nuestros argumentos exigen rigor, y los datos que aportemos, precisión''. Consuelo Álvarez de Toledo, consejera de RTVE, señaló que ''se ha incumplido el compromiso de la creación e implantación del Consejo Audiovisual, lo que llevaría a una mayor participación de los agentes sociales''.

En esta complicada situación, juega un papel fundamental la educación familiar. Para Isabel Tocino, presidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, es muy importante ''educar a las nuevas generaciones. Los nuevos jóvenes del futuro tienen que ser libres, pero también responsables, y con el suficiente criterio para saber discernir lo positivo y lo negativo de lo que ofrecen los medios de comunicación''.

El Senador y catedrático de Opinión Pública de la Universidad San Pablo-Ceu, Alejandro Muñoz Alonso afirmó que ''los medios de comunicación son el principal mecanismo de socialización de las nuevas generaciones, porque transmiten mensajes y modelos de socialización. Han desbancado así a la familia y al Estado, instituciones que jugaban tradicionalmente ese papel''. A juicio del Senador, ''en España los medios están sometidos a un proceso de politización, se convierten en un campo de batalla político y pierden independencia''. Al respecto, añadió que ''no hay democracia sin medios libres'' y denunció la ausencia de crítica de los medios. Por ello, abogó por una institución que ''critique constantemente a los medios para que se produzca un reciclaje ético de los profesionales. Un buen periodista es el que reflexiona y procesa la información que le llega''.

Carlos Maribona, subdirector de ABC, afirmó que cómo hoy se considera información real, verdad, lo que ''se reproduce con frecuencia en los medios de comunicación'', sin embargo, ''no son los medios de comunicación los que tienen que acabar con el terrorismo, los malos tratos o las desgracias, sino la propia sociedad, ya que los medios sólo son un mero espejo de la sociedad''. Otra cosa, ''es la forma en que refleje la luz este espejo''.

Para Ramón Pí, periodista, ''en muchas ocasiones no se debe confiar de lo que se dice en los medios, porque están influenciados por todo lo que les rodea, lo que provoca que, en ocasiones, los medios de comunicación resulten inadecuados para la función que se les presupone''. Sin embargo, ''hoy la ocultación de la verdad sucede menos de lo que se piensa, porque con esta gran capacidad de la información, la verdad en poco tiempo se sabrá. La verdad siempre tiende a abrirse camino''.

Durante la celebración de la eucaristía, con la que se inició la última jornada del Congreso, el cardenal Rouco Varela afirmó que ''existe una estrecha relación entre el fiel laico y el Evangelio, en la vida pública'', y exhortó a todos a ''ser testigos en la vida pública del Evangelio, que transforme la realidad. La vida pública y el Evangelio tienen como finalidad la salvación del hombre''. El arzobispo de Madrid explicó, además, que una de las últimas conclusiones del Sínodo de los Obispos, recientemente celebrado en Roma, fue precisamente ''Proponer la vocación del seglar en su vida pública; que éste la asuma con fortaleza, verdad, gozo y esperanza''. En palabras del cardenal, ''el Evangelio es la buena noticia que debe difundirse, tiene una vocación completamente pública. El Evangelio es para proclamarlo desde los tejados, no para gozarlo en una pequeña habitación. Debe impregnar toda la realidad pública, social, política y económica. Para lograr los retos de la sociedad de la información, los seglares deben tener fe, esperanza y caridad. El periodista católico debe vivir como testigo de la fe y debe situarse como gran servidor del hombre en todos los aspectos de la vida''.

Por su parte, el ministro de Política Comunitaria de Italia, profesor Rocco Buttiglione, en la clausura del Congreso afirmó que ''la cuestión más decisiva de la sociedad de la información es la verdad, porque el hombre necesita comunicar, pero la comunicación tiene un contenido, y ese contenido, o es verdadero, o está equivocado. Cuando está equivocado, no puede fundar juicios justos y no se pueden tomar decisiones justas. El problema de la democracia es hacer que se conozca la verdad. el pueblo escoge bien cuando conoce la información veraz, y ésta es la esencia fundamental para que las democracias occidentales sigan viviendo''. En su opinión ''vivimos en una sociedad con exceso de información y con pocos criterios de juicio. El exceso de comunicación converge en comunicación sin contenido. No podemos clasificarla ni distinguir la verdad de la falsedad, ni entender cuál es la información que necesitamos. La sociedad de la información se transforma así, en sociedad de desinformación''.

Para el profesor Buttiglione ''la sociedad de la información corre el riesgo de convertirse en la sociedad del cotilleo. Hay más cosas en la vida y en el mundo que las que dan de sí un cabaret o la retransmisión de ''Gran Hermano''. Por último, destacó que ''la sociedad de la información necesita de una formación universitaria fuerte para permitir procesar el contenido de los medios. Necesitamos una política educativa que defienda la vocación humanística de la Universidad. La tarea de la Universidad no es preparar a los jóvenes para el trabajo, para eso están las empresas, sino enseñarles a pensar con juicio crítico. Urge una política de comunicación y de medios de comunicación que defienda al ser humano contra todo tipo de comunicación deshumanizante. Las televisiones deben también recordar su función de servicio público''.

(En próximos números de la revista de E-cristians incluiremos distintas ponencias expuestas en este congreso por considerarlas de sumo interés)