Metafísica Cristiana
 
(Dossier)
 

 

 

Las calles de nuestra capital y también en el resto del país, están plagadas de afiches de conferencias y cursos de “Metafísica” para el desarrollo personal, el crecimiento espiritual, la sanación interior,  y la autorrealización (como todo lo enrolado en la corriente sociocultural de la New Age). En cualquier kiosco o supermercado se pueden apreciar la gran cantidad de libros coleccionables (muy baratos los de nivel básico por supuesto) de Conny Méndez (su fundadora), entre otros. Se oye hablar de ella por radio todos los días a paes de umbanda, adivinos, “parapsicólogos”, “doctores”, periodistas..., etc.

 

Esos libros de “Metafísica” los  hemos visto en manos de catequistas, de fieles con buena voluntad que buscan crecer en su interioridad, y dicen que se complementa a su fe dando testimonio de “lo que la metafísica ha hecho en su vida”...  e ingenuamente declaran:  “Pero esto es bueno, porque habla de Jesús, del perdón, del amor, del Ave María,  del Espíritu Santo...”, sin percibir la confusión que les arman en sus creencias. Porque desde el auge de los movimientos new agers no todo lo que se dice “cristiano” lo es.

 

No es una religión, pero tiene contenidos religiosos y doctrinales; no se considera institución o grupo, pero se reúnen para cursos, conferencias y “encuentros”; dicen no tener jerarquías ni mediaciones, pero existen “facilitadores” (guías) que hacen las veces de Maestros; no tienen estructura sectaria, pero sus doctrinas y practicas han dejado graves secuelas psicológicas en sus adeptos y sus fanáticos seguidores son bastante proselitistas.

Pero veamos más detenidamente de que trata esto que dice llamarse “Metafísica cristiana”.

 

 

Ni Metafísica ..., ni Cristiana

 

El mismo nombre confunde a cualquiera, porque ni es la Metafísica que se estudia como tratado filosófico, y no tiene nada de cristiana; lo cual entrevera aun mayormente a la hora de querer comprender de que tratan sus contenidos. Su nombre es el mejor disfraz para fomentar la mezcolanza religiosa de este tiempo.

 

Cientos de montevideanos, en su mayoría “católicos” creen compatible la doctrina de la Metafísica Cristiana con su fe, sin conocer realmente sus contenidos reales. Además como es uno de los movimientos enrolados en la corriente de New Age fomenta el sincretismo religioso (mezcla de doctrinas), sin problema de conciencia.

 

          El especialista español en religiones y sectas M Guerra Gómez comenta: “Aunque se denomina Metafísica cristiana, puede decirse que propiamente no es “metafísica”, a no ser entendida como en la Corriente metafísica; ni mucho menos “cristiana”, sino una secta esotérica, una de las 50 modalidades de la Gran Fraternidad Blanca, impregnada del clima e ideas de la Nueva Era con varias interferencias pitagóricas y gnósticas.”

 

Si bien es verdad que actualmente nadie se hace mucho problema por la coherencia doctrinal, ya que cada uno construye su religiosidad “a la carta”, cuyo criterio no es buscar la verdad, sino “lo que me hace sentir bien y me gusta”; nosotros hemos querido salir al paso dando una orientación mínima a aquellos agentes pastorales y cristianos en general que deseen orientarse frente al tema de la nueva religiosidad que no deja de ser un desafío creciente a la identidad cristiana en la situación actual. Por otra parte, aunque un comportamiento sociocultural como el sincretismo y la indiferencia religiosa crezcan, no quiere decir que no tengamos nada que decir como cristianos.

 

    Es por eso que vamos a tratar de comprender que es esta nueva doctrina que prolifera en nuestra capital y en el resto del país (por no decir en toda América Latina y Europa).

 

 

Desde Venezuela ..., para toda América Latina

 

Esta corriente de pensamiento de carácter esotérico (ocultista) y con un perfil gnóstico, se atribuye a Conny Méndez (1898-1979), cuyo verdadero nombre era Juana María de la Concepción. Una venezolana actriz, cantante, y poetisa condecorada por el gobierno venezolano varias veces; fue discípula y sucesora de Emmet Fox (difusora de una teosofía light y del “pensamiento positivo”).

Conny Méndez fundó la Gran  Hermandad Saint Germain en Caracas en 1945 para agrupar a todos los estudiantes de Metafísica. Pero su expansión comienza en la década del 70.

 

Del mismo modo que otras tradiciones esotéricas como la teosofía, los rosacruces y otros tantos la Metafísica Cristiana busca fundamentar sus orígenes históricos en presupuestos inexistentes, a saber, “los 42 volúmenes sobre cosmogonía, geometría, astrología, numerología, cábala, tarot, etc. escritos por Enoc, un bisnieto de Caín, tataranieto de Adán. Habría vivido 4542 (!) años después de Adán; y dicen que “la Iglesia borró su nombre de la Sagrada Escritura” (pero se habla de él en el Génesis 5,18-24).”

 

Dicho por ellos mismos: “La Hermandad Saint Germain... Ashram y la hermandad de la Madre Mercedes no son organizaciones físicas, no tienen presidentes ni identidad jurídica. Tampoco tienen estatutos, y a ellas se suman los discípulos al realizar las actividades y descargas dentro del campo de fuerza espiritual del Ser de Luz que la sostiene. Por supuesto que si puede tener organizadores, promotores, facilitadores y coordinadores”

 

Tiene como símbolo la Cruz de Malta con el Corazón y la Llama Triple.

 

 

Una doctrina al mejor estilo New Age 

 

Para Conny Mendez nos encontramos en una nueva era, la era de Acuario, y como toda época es regida y guiada por un “Maestro ascendido” (Guías invisibles que enseñan a la humanidad doctrinas secretas). El superior es el Conde de Saint Germain quien rige en esta Era. El supera a los anteriores entre los que se encuentra Jesucristo. Todos ellos se reencarnan, por lo que su doctrina defiende la ley del Karma y las terapias de vidas pasadas.

 

    Como todo movimiento surgido del pensamiento New Age, mezcla ocultismo, esoterismo, gnosticismo, física cuántica, terapias alternativas, psicología, Biblia, religiones orientales, y un poco de cristianismo light y deformado.

 

Su doctrina tiene el carácter gnóstico de una autosalvación por un conocimiento superior y reservado a los iniciados en esta sabiduría. Nadie te salva, cada uno se salva descubriendo al gran “Yo Soy” que hay en él: la conciencia crística. En sencillas palabras Dios es parte de mi, yo soy parte de Dios y finalmente yo soy Dios... hay que buscar la autodivinización constante.

 

    Es claro su perfil esotérico, ya que retoma toda clase de doctrinas ocultistas y teosóficas con un claro panteísmo (todo es Dios), Dios no es persona, sino una energía (¿será Dios una batería o algo así?).

 

    Una afirmación clara de su panteísmo se puede ver en los propios escritos de Conny: "Yo acepto ahora la verdad de que poseo un Ser Divino, Glorioso, que en este momento está desarrollando y trayendo a mi vida y a mis sentidos la realización de mi propia divinidad...  Si tengo a Dios en mí, si todo un ser es hecho de esencia de Dios mismo, del cuerpo de Dios mismo, mi padre-madre, tengo en mi ser todas las cualidades y todos los atributos de Dios mismo. Gracias Padre que esto es Verdad".

 

Esta "metafísica" rechaza como vemos el concepto de Dios Personal y la divinidad de Cristo. Tampoco existe el pecado: uno mismo se perdona y no se le pide perdón a nadie (así liberan a todo el mundo de sus culpas y sin compromisos con el molesto prójimo). Cada uno es el propio salvador y no se necesita ningún otro salvador, se acepta como dogma infalible la reencarnación (que por obvias razones se contrapone a la base del mensaje cristiano) se diviniza al hombre, haciéndole una parte de Dios y sobre todo interpretan la Biblia de una forma bastante extraña a toda la tradición cristiana.

 

 

¡ Jesús y el Cristianismo, ya fueron !

 

Dice Conny que el sexto rayo que actuó en la era de Piscis (era cristiana) es el color rubí con el que actuó Jesús, y los cardenales y obispos católicos usan ese color. En cambio la perfección (número 7) del séptimo rayo corresponde al Conde de Saint Germain quien no toma cuerpo como Jesús, sino que nos guía mentalmente actuando a través de personas adelantadas (¿metafísicos?). En otras palabras: “El cristianismo...¡ ya fue!”, Jesús es historia y ahora el gran Maestro es Saint Germain. No van en contra del cristianismo, lo asimilan como un elemento relativo y complementario a su “doctrina”. Así queda clara la superioridad de Saint Germain a Jesucristo. ¿Y es que no hay otro nombre dado a los hombres por el cual podamos ser salvados que Jesucristo? (Cf. Hechos 4,12). Entonces ¿quién es este Saint Germain?

 

EL CONDE DE SAINT GERMAIN era un aventurero, alquimista, ocultista y charlatán que estuvo en la corte de Luis XVI. Criticado por historiadores como un engañador de primera, pero resucitado por alquimistas, ocultistas, y como no podía ser la excepción, la New Age lo canoniza hoy como a tantos personajes extraños de la historia de dudosa reputación. Decía ser inmortal, aunque estuvo tantas veces preso que nadie sabe su destino final.

 

Valiéndose de nombres diversos (Surmont en Bruselas, Welldone en Leipzig, Marqués de Bedmar, Conde Soltikov, etc.), viajó por las diversas cortes europeas, viviendo a costa de la ingenuidad de aquellos que las frecuentaban. Pero este personaje no merece mucha atención para nosotros...

 

La Metafísica Cristiana sostiene la doble pertenencia o su compatibilidad con cualquier religión, etc. Pero, de hecho, se considera superior a las religiones tradicionales, también al cristianismo. “Llega la era en que ninguna religión ha de pretenderse la verdadera, sino que la verdad esta en la nueva conciencia de la Era de Acuario que supera a la era de Piscis (era cristiana)”.

 

    Como en tantas otras sectas, su apelativo “cristiano”, la afirmación de la doble pertenencia, el uso de términos cristianos (“Cristo”, “Miriam”, “Elohim”, “Arcángel”, “Ángel”, “Biblia”, “Trinidad”, etc.) vaciados de su verdadero sentido cristiano y resignificados con sentidos gnósticos y esotéricos son muestras de su sincretismo y la adaptación para captar más fácilmente a los fieles de tradición cristiana en los países latinoamericanos.

 

            Un ejemplo de ello es el rezo del “Ave María Acuariana”: “María es Regina, Arcángelina del Rayo Verde, complemento Divino del Arcángel Rafael, una servidora muy querida de Dios, que no necesita ruegos ni súplicas... en lugar de Ruega por nosotros, diremos INTERCEDE y así hacemos trabajar el rayo verde”... (¿?)... Por lo tanto la rezamos así (viéndonos envueltos en verde con el TODO), : Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo... INTERCEDE por Todos, por Todo y por la Nada, ahora y siempre Amén.” Y algo parecido hacen con el Padre Nuestro, el Credo, las celebraciones de Semana Santa, etc.

 

            Podríamos citar cientos de disparates confusos como éste, donde la oración es una mezcla de la oración católica tradicional, con rayos de colores, vibraciones, budismo, y practicas mágicas, todo con un aureola de piedad y seriedad que parece una broma... El sincretismo llega al punto del absurdo que cualquier grupo gnóstico o esotérico de cierta tradición vería como ridículas estas posturas, pero sin embargo tienen un importante éxito entre los creyentes.

 

            Para tener una idea de su sincretismo, el índice de uno de sus manuales contiene los siguientes títulos: “meditación cósmica el tubo de luz protector”, “la Iluminación”, “Juan el discípulo amado”, “Los siete cuerpos”, “no existe satanás”, “ruedas Kármicas”, “Feliz era de Acuario”, “la Gran Babilonia”, “Incomixtión acuariana”, “El nuevo cristianismo”, “El Rayo Violeta”, “El Rayo Rubí”, “El Rayo dorado”, “Saint Germain”, “El Rayo Blanco”, “El Rayo Azul”, “Jerarquía Espiritual”, “Evolución Angélica”, “Circuito de la Energía Electrónica”; “Ley del Mentalismo”, “El Cristo Interno”, “Salmo 91”, “Yo Soy”, “Jesús Maestro de Paz”, etc. ... Todo en un mismo librito de 100 páginas que nos trae la verdadera paz interior y nos revela los secretos de la verdadera vida en Dios, de la verdadera vida espiritual...  Podríamos seguir pero es interminable su literatura y no es posible hacer un cuadro apologético claro, ya que no es como las viejas sectas gnósticas que por lo menos tenían un cuerpo doctrinal claro. El mismo combatidor de la gnosis del siglo II, San Ireneo, no hubiera terminado nunca su Adverus Haereses si hubiera conocido a Conny Méndez.

 

 

¿ Sectarismo sin Secta ?

 

 

    Un grave problema de los practicantes de “metafísica” es que para superarse se someten en forma personal con la ayuda de manuales da autoayuda a practicas de meditación rigurosas y alienantes que generan estados alterados de conciencia con sus no leves consecuencias psicológicas. Son muchos los casos de familiares que se quejan de que quien en su casa practica metafísica comienza a aislarse, a creerse un ser superior, a cambiar su estilo de vida y sus relaciones. Nosotros conocemos varios casos de las secuelas patológicas de muchos adeptos a la metafísica.

 

    Nos escribía una joven hace dos años: “Mi Mama se pasa todo el día encerrada haciendo meditación de esa “Metafísica”, habla cosas extrañas y cuando va a esas reuniones y charlas viene cada vez peor, diciendo que todos estamos equivocados, que hay que amar de otra  manera y que todos somos Dios... Tengo miedo porque esta cada vez mas aislada y se pasa hablando con sus compañeros de cursos... ¿estará en alguna secta?...”. Es cierto que el cumplimiento de todas sus normas y prácticas absorbe demasiado tiempo y sobre todo va cambiando la mentalidad y creencias de suerte que quedan marginadas las anteriores del adepto, como muchos de sus familiares perciben.

 

    Para hacerlo mas gráfico uno de sus manuales recomienda: “El uso  de los Servicios de los Rayos y la Gran Invocación en sus tres partes debe ser hecho con frecuencia, y hacer todo lo posible por su difusión masiva ya que con su uso se pueden evitar muchas negatividades y procurar más rápidamente el advenimiento del Cristo y la instauración del Reina de Shamballa sobre la tierra

 

 

Dogmatismo y Autoritarismo

 

    Por otra parte irónicamente su doctrina es muy tolerante y relativista, sin embargo aparecen ciertos rasgos totalitarios y sectarios en el Manual del dirigente que vendría a ser como un subsidio para el animador de comunidades:

 

“No se permitirán discusiones ni negaciones públicas de las Verdades asentadas. El que no las acepte puede seguir asistiendo al grupo hasta que llegue el momento de comprender (si así lo desea), pero bajo ninguna condición tendrá derecho a rebatir, discutir o negar. Al grupo se asiste a estudiar, investigar y a aprender a vivir la Verdad, jamás a discutirla o negarla” (n. 33).

 

La aplicación de esta norma lleva a la sumisión cada vez menos crítica a las enseñanzas, y al consiguiente “lavado de cerebro” que sin estructura sectaria ni presión de ningún tipo logran igualmente con estas practicas y reuniones. De hecho uno de los síntomas de tal mentalidad es la reacción violenta de cualquier adepto si alguien pretende cuestionar la doctrina.

 

Sin duda que su adjetivo “cristiana”, el uso de la Biblia, la predicación acerca del amor, de la importancia del perdón, de liberarse, de superarse, de crecer espiritualmente, de mentalizarse en positivo, etc. tienen una importante aceptación en el pueblo cristiano y en los indiferentes, lo cual no implica que por decir cosas buenas, lindas e interesantes no sea perjudicial, y más para un cristiano cuya fe es incompatible con cualquier clase de ocultismos y sincretismos gnósticos.

 

 

Un desafío

 

Esperamos que el Espíritu Santo nos muestre el camino para poder ser fieles al Evangelio sin tener que cerrarnos en la critica del que piensa diferente por miedo a que nos minen la doctrina, ni tampoco caer ingenuamente en un “da lo mismo” que termina diluyendo la identidad cristiana en una ensalada religiosa.

Sino que con un corazón abierto aprendamos a dialogar con una identidad clara y definida, ser fieles a la misión que cada uno ha recibido y poner luz donde hay oscuridad, y aclarar donde otros oscurecen.

 

Las palabras de Pablo a Timoteo nos hablan con fuerza frente a las doctrinas extrañas a la fe en toda época:

 

Predica a tiempo y a destiempo, corrige, reprende y exhorta, hazlo con mucha paciencia y conforme a la enseñanza. Porque vendrá el tiempo en que los hombres no soportarán la sana doctrina, sino que, llevados por sus propios deseos, se rodearán de multitud de maestros que les dirán palabras halagadoras, apartarán los oídos de la verdad y los desviarán hacia las fábulas. Tú sin embargo, procura ser siempre prudente, soporta el sufrimiento, predica el evangelio y dedícate plenamente a tu ministerio”. (2 Tim 4,2-5)

 

            Al respecto cobran especial importancia las palabras dirigidas por Juan Pablo II al tercer grupo de obispos norteamericanos, en la visita ad limina apostolurum, que realizaron el 18 de mayo de 1993 [1]:

 

            "Mientras sigue avanzando la secularización de muchos aspectos de la vida, hay una nueva demanda de espiritualidad, como lo muestra la aparición  de muchos movimientos religiosos y terapéuticos, que pretenden dar una respuesta a la crisis de los valores de la sociedad occidental. Esta inquietud del homo religiosus produce algunos resultados positivos y constructivos, como la búsqueda de un nuevo significado de la vida, una nueva sensibilidad ecológica y el deseo de ir más allá de una religiosidad fría y racionalista. Por otra parte, este despertar religioso trae consigo algunos elementos muy ambiguos, incompatibles con la fe cristiana.

 

            Muchos de vosotros habéis escrito cartas pastorales sobre los problemas que presentan las sectas y movimientos pseudorreligiosos, incluido el llamado New Age. Las ideas de la New Age a veces se abren camino en la predicación, la catequesis, los congresos y los retiros, y así llegan a influir incluso en los católicos practicantes, que tal vez no son conscientes de la incompatibilidad de esas ideas con la fe de la Iglesia.

 

            En su perspectiva sincretista e inmanente, estos movimientos pararreligiosos prestan poca atención a la Revelación, más bien, intentan llegar a Dios a través del conocimiento y la experiencia, basados en elementos que toman prestados de la espiritualidad oriental y de técnicas psicológicas. Tienden a relativizar la doctrina religiosa a favor de una vaga visión del mundo, que se expresa mediante un sistema de mitos y símbolos revestidos de un lenguaje religioso. Además proponen a menudo una concepción panteísta de Dios, incompatible con la Sagrada Escritura y la tradición cristiana. Reemplazando la responsabilidad personal de nuestras acciones frente a Dios con un sentido del deber frente al cosmos, tergiversando así el verdadero concepto de pecado y la necesidad de la salvación  por medio de Cristo"

 

 

 

 

Miguel A. Pastorino

S.E.A.S 

(sectas@montevideo.com.uy)

 


 

[1] Texto Magisterial tomado del curso “El fenómeno de las sectas y los Nuevos Movimientos Religiosos”,  de la Fundación S.P.E.S. (2001)