RELACIONES HUMANAS   

                             
                               cristianos siglo veintiuno
 

 

 


          LA ESCALA DE NECESIDADES DE MASLOW
      
 

 

 

 

 

 


 

Las necesidades de la persona se jerarquizan en una serie de niveles, en una escala.

Cuando no tenemos cubierto uno de esos niveles, lo más importante para nosotros será satisfacer esas necesidades.

Sólo cuando hayamos logrado satisfacerlas en una buena medida, dejarán de ser importantes y empezará a tener importancia para nosotros el nivel siguiente de necesidades

 

La escala de Maslow es una vieja teoría permanentemente vigente. Es como una lupa que sirve para mirarnos por dentro. O como un catalejo para observar todo el mundo.

 
Nos sentimos motivados cuando sentimos que nos falta algo. Luchamos por superar cada reto. La vida es una secuencia indefinida de nuevas aspiraciones y de logros.

El ser humano, en tanto que es un ser racional, establece un orden de prelación entre sus necesidades. Le importa lo fundamental antes que lo accesorio, no le preocupa lo social si carece de lo que es vital.

 

NECESIDADES DE SUPERVIVENCIA

Las necesidades fisiológicas son las más elementales. Por encima de todo tratamos de no pasar hambre ni sed, de estar a cubierto de las inclemencias del tiempo, de no padecer graves enfermedades...

No solemos reparar en estas necesidades cuando las tenemos cubiertas de modo regular, pero si en un momento de la vida se nos quedan al descubierto, nos parecerán las más importantes.

 

NECESIDADES DE SEGURIDAD

En un segundo nivel, tratamos de asegurarnos de que podremos seguir cubriendo las necesidades primarias, a ser posible por tiempo indefinido. Nos preocupará por tanto disponer de un medio de vida estable, que se concreta en la mayoría de los casos en conseguir un puesto de trabajo. Y contar con una vivienda.

Nos importará estar protegidos de los peligros exteriores. Querremos poder hacer frente en un futuro a posibles enfermedades.

 

NECESIDADES DE INTEGRACIÓN

Las necesidades se hacen cada vez más sutiles y refinadas. Pasamos de las necesidades vitales a las necesidades sociales.

Ahora ponemos nuestro corazón en ser aceptados como miembros de pleno derecho por la comunidad en la que vivimos. Exigimos los derechos que nos corresponden, pedimos que se nos trate con equidad. Buscamos la perfecta integración social. Deseamos tener familiares y amigos con los que compartir la vida.

  

NECESIDADES DE RECONOCIMIENTO

Un escalón lleva al otro. Pretendemos, en este estadio de la vida, el respeto de los demás, que se nos reconozcan nuestros méritos.

Queremos destacar en una o varias facetas, tratamos de especializarnos, de ser singulares. Buscamos en último término un cierto reconocimiento dentro de la sociedad, una determinada posición social.

Nos afanamos por disfrutar de los signos externos (ropa, casa, coche, etc.) que corresponden al status social que nos hemos fijado.

 

NECESIDADES DE AUTO-REALIZACIÓN

Cuando las necesidades anteriores han sido razonablemente satisfechas, surge el deseo de desarrollar las propias facultades, de hacer realidad todo lo que somos en potencia.

Buscamos nuestra identidad, nuestra personalidad, y dentro de los límites que marca nuestra singularidad, pretendemos el máximo perfeccionamiento, queremos llegar a ser ese ideal concreto de persona. Nos motiva conseguir la propia estima.   

 

NECESIDADES DE PERVIVENCIA

En la propia realización acaba la escala original de Maslow. Pero cabe completar la escala con un grado más, la necesidad que sentimos de dejar huella de nuestro paso por el mundo.

A esto hace referencia el dicho popular que permite el descanso de quien gozó ya de la más íntima satisfacción que proporciona escribir un libro, plantar un árbol o tener un hijo.

 

Escalas relativas

Podríamos hablar de escalas de base ancha o de escalas de base más bien estrecha.

En países muy desarrollados, las casi ilimitadas posibilidades que ofrecen en cada nivel ralentiza el movimiento ascendente de la escala. Resultan sociedades mayoritariamente estancadas en los escalones inferiores, atrapadas por el consumismo y el materialismo.

Por el contrario, en comunidades menos desarrolladas, la escala se estiliza, se cubren antes las escasas necesidades que descubre cada nuevo escalón.

 

A propósito de los hijos

Es natural que los padres traten de cubrir las necesidades vitales y primarias de sus hijos, al menos en sus primeros años. Los pequeños viven en la seguridad de que sus padres van a poder satisfacerlas.

Las preocupaciones adolescentes arrancan directamente en el nivel social. Los que merecen al apelativo de “hijos de papá”, delegan en sus padres la responsabilidad de satisfacer cualquier necesidad.

Pero una educación austera y realista hará que se inicien suavemente en conocer las dificultades de la vida. Para que la salida del hogar paterno no sea traumática, al encontrarse de pronto haciendo frente a las necesidades de los primeros escalones.

 

Los inmigrantes

Cuando quedan al descubierto las más elementales necesidades fisiológicas se está dispuesto a hacer lo que sea por remediarlo, se abandona el pueblo o el país y se arriesga incluso la vida que el hambre puso en peligro.

Entre nosotros, conocemos hoy a muchos inmigrantes que soportan cualquier trabajo y perdonan cualquier abuso con tal de satisfacer sus necesidades primordiales.

Más adelante, siguiendo la escala de Maslow, buscarán la seguridad de unos papeles, elegirán mejor las condiciones de trabajo y vivienda, reunirán a su familia, lucharán por su integración y pelearán por obtener un trabajo reglamentado, bien remunerado, en su original profesión.

 

A escala individual y a escala global

Podemos referirnos a nuestra escala individual y a la escala global de la sociedad en la que vivimos.

Las encuestas sociológicas descubren las preocupaciones de la gente, las necesidades que siente la mayoría. Si destacan el paro, el terrorismo o la inseguridad ciudadana, es porque son las carencias más importantes en la escala de necesidades de ese país o de esa ciudad.

Una nación, o un barrio, que de modo regular y en su conjunto se interesa y se motiva por factores de los más elevados escalones, puede sufrir en un momento dado la falta de las condiciones de vida más elementales. Y volver a preocuparse por cubrir esas necesidades fundamentales, dejando a un lado su anterior interés por cuestiones más sofisticadas.

En aras de ese objetivo, aparcan incluso las diferencias. Todos se unen en un gran pacto por razones de Estado o en una cacerolada para protestar por eso que atañe a todos los del barrio.