Tabernáculo
EnciCato
En la Edad Media, tabernáculo significaba, en ocasiones, el altar del copón, una
estructura apoyada sobre pilares y cubierta con un baldaquín, puesta sobre un
altar, a veces un ostensorio o una custodia, un receptáculo, en forma de torre,
para preservar y exponer reliquias y el Santísimo Sacramento, a veces, por
último, como se utiliza hoy, el nombre dado a un receptáculo que contiene el
viril. Es decir que, en la actualidad, en el uso eclesiástico, es únicamente el
nombre del receptáculo o cofre colocado sobre la mesa del altar mayor o de otro
altar, en donde se guardan los vasos que contienen el Santísimo Sacramento, como
el copón y la custodia. Como regla general, en las catedrales y en las iglesias
monásticas, no se coloca en el altar mayor sino en un altar lateral, o en el
altar de la capilla dedicada especialmente a los sacramentos; esto se hace tanto
a título de la reverencia que se le debe al Santísimo Sacramento como para
evitar interferir con el desarrollo de las ceremonias de las celebraciones
solemnes que se llevan a cabo en el altar mayor. Por otra parte, normalmente se
pone sobre el altar mayor en iglesias parroquiales, por ser la ubicación más
apropiada ("Cærem. ep.", I, xii, No. 8; "Rit. rom.", tit. IV, i, no. 6; S.C.
Episc., 10 febrero, 1579). La Sagrada Congregación de Ritos ha tomado varias
determinaciones en relación con el tabernáculo. Según éstas, para mencionar sólo
las decisiones más importantes, no se exponen reliquias ni imágenes para ser
veneradas sobre o delante del tabernáculo ("Decreta auth.", nos. 2613, 2906).
Tampoco se permite colocar floreros ante la puerta del tabernáculo de modo que
lo oculten (no. 2067). El interior del tabernáculo debe ser dorado o tapizado en
seda blanca (no. 4035, ad 4); sin embargo, el exterior deberá estar cubierto por
un paño que debe ser blanco o que debe cambiarse según el color de los
ornamentos del día; este manto se conoce con el nombre de conopeo (no. 3520; cf.
"Rit. rom., loc. cit.). La bendición del tabernáculo es habitual pero no
obligatoria.
HISTORIA
En la Edad Media no había una costumbre uniforme en cuanto al lugar donde se
guardaba el Santísimo Sacramento. El Cuarto Concilio de Letrán, y muchos sínodos
provinciales y diocesanos celebrados en la Edad Media, sólo exigían que la
Hostia se mantuviera en un recipiente seguro, bien cerrado. A lo sumo, exigían
era que se colocara en un lugar limpio y visible. Sólo unos pocos sínodos
designan el lugar con más detalle, como los Sínodos de Colonia (1281) y de
Münster (1279) que ordenaron que se mantuviera en un lugar elevado sobre el
altar y protegido por una cerradura con llave. En términos generales, se pueden
distinguir cuatro métodos principales de preservar el Santísimo Sacramento en la
época medieval:
· En un gabinete en la sacristía, una costumbre relacionada con la usanza
cristiana primitiva;
· En un gabinete empotrado en la pared del coro o en una proyección de una de
las paredes, construida en forma de torre, conocida como la Casa del Sacramento,
que a veces llegaba hasta la bóveda;
· En un viril, rodeado de una cubierta o receptáculo y generalmente cubierto por
un pequeño baldaquín, suspendido sobre el altar por una cadena o cordón;
· Por último, sobre la mesa del altar, ya sea únicamente en el viril o en un
receptáculo similar a un tabernáculo o a un pequeño cofre incrustado en el
retablo o sobre la predela del altar.
Este último método se menciona en la "Admonitio synodalis" del siglo IX por
Regino de Prüm (d. 915), más tarde por Durandus, y en las reglamentaciones
emitidas por los Sínodos de Trier y de Münster, ya mencionado. Hay evidencia de
trípticos que contiene cofres para guardar el Santísimo Sacramento que se
remontan al siglo XIV, como, por ejemplo, el del altar de Santa Clara en la
Catedral de Colonia, aunque no fueron muy numerosos hasta fines del período
medieval. El altar mayor que data de 1424 en la Iglesia de San Martín en
Landshut, Bavaria, es un ejemplo de una combinación de retablo y Casa del
Sacramento. Para el siglo XVI ya se había convertido en costumbre, gradual y
lentamente más generalizada, guardar el Santísimo Sacramento en un receptáculo
colocado en un punto elevado sobre el altar. Este era el caso especialmente en
Roma, en donde se inició esta costumbre, y en Italia en general, principalmente
por el buen ejemplo de San Carlos Borromeo. El cambio se fue dando muy
lentamente en Francia, en donde aún en el siglo XVIII seguía siendo habitual en
muchas catedrales suspender el Santísimo Sacramento sobre el altar, al igual que
en Bélgica y Alemania, donde la costumbre de utilizar la Casa del Sacramento se
mantuvo en muchos lugares hasta después de mediados del siglo XIX cuando la
decisión de la Sagrada Congregación de Ritos del 21 de agosto de 1863, puso fin
al uso de dichos receptáculos.
THIERS, Traité de l'exposition du St-Sacrement de l'autel (Paris, 1673); CORBLET,
Hist. du Sacrement de l'Eucharistie, I (Paris, 1885); ROHAULT DE FLEURY, La
Messe, II (Paris, 1883); LAIB AND SCHWARZ, Studien über die Geschichte des
christl. Altars (Stuttgart, 1857); SCHMID, Der christl. Altar (Ratisbon, 1871);
RAIBLE, Tabernakel Einst u. Jetzt (Freiburg, 1908).
JOSEPH BRAUN
Transcrito por Wm Stuart French, Jr.
Dedicado al Reverendo Robert E. O'Kane
Traducido por Rosario Camacho-Koppel
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