Reino de Dios
EnciCato


(En Mateo, normalmente, Reino de los Cielos)

En esta expresión se sintetiza la enseñanza más misteriosa del Antiguo Testamento, pero se debe tener en cuenta que la palabra reino, significa así mismo gobierno por lo tanto significa no solamente el actual reino como el dominio del rey--cf. Dan., IV, 28-29. El Griego basileia del Nuevo Testamento tiene también estos dos significados--cf. Aristóteles, "Pol.", II, XIV; IV, XV,. Encontramos la idea esbozada de teocracia en Ex., XIX, 6; en la institución del reino, I Reyes,VIII,7:" No te han rechazado a ti, sino a mí, para que no gobierne sobre ellos", Aún más claro se indica en la promesa del reino teocrático, II Reyes, VII, 14-16. Es Dios Quien gobierna en el reino teocrático y Quien vengará cualquier negligencia sobre su pueblo. En el Salterio se encuentra este mismo pensamiento; cf. Ps. X,5; se insiste constantemente en que el trono de Dios está en el cielo y allí está su reino; esto puede explicar la preferencia de Mateo por la expresión "reino de los cielos" como más familiar para los Hebreos para quienes él escribió. Los Profetas insisten en este pensamiento de que Dios es el Rey Supremo y por él sólo gobiernan todos los reyes; cf. Isaías, XXXVII, 16-20.Y cuando el monarca temporal ha fallado este mismo pensamiento del gobierno de Dios sobre su Pueblo empieza a manifestarse con más claridad hasta culminar en la gran profecía de Dan., VII, 13 sq., a la cual los pensamientos de los oyentes de Cristo se volverían cuando le oían hablar de Su reino. En esa visión el poder de gobernar sobre todas la fuerzas del espíritu maligno simbolizadas por las cuatro bestias que son los cuatro reinos , es dado a "uno como el hijo del hombre. A la vez observamos en los salmos apócrifos de Salomón una visión intermedia entre carnal-espiritual la idea de una soberanía del Mesías, una idea que ejercería profunda influencia en las siguientes generaciones (Lucas,XIX,11; Mateo XVII,1; Hechos, I, 6; cf. especialmente Ps. Sol., XVII,23-28, cuando Dios es suplicado suscite al Rey, el Hijo de David; aplaste las naciones y purifique Jerusalén, etc. En el Libro Griego de la Sabiduría, sin embargo, encontramos la más perfecta realización de lo que estaba implicado en este "imperio" de Dios—"Ella (la Sabiduría conduce al hombre justo por vías derechas y le muestra el reino de Dios", i.e. en el que consiste ese reino.

En el Nuevo Testamento la repentina llegada del Reino es el tema capital: "Haced penitencia porque el reino de los cielos está próximo", dice el Bautista, y las palabras de Cristo al pueblo no hacen sino repetir este mensaje. En cada momento de su enseñanza la llegada del reino, sus varios aspectos, su preciso significado, el camino por el que se alcanza, la forma fundamental de sus discursos, más aún su discurso es llamado "el evangelio del reino" Los diversos matices de significado que la expresión contiene, deben ser estudiados. En la palabra de Cristo el "reino" significa no solo la meta a la que se debe tender, o el lugar—aunque esos pensamientos no pueden ser excluidos; cf. Mateo, V,3;XI,2, etc.--es también un estado de ánimo (Lucas, XVII, 20-21) significa una influencia que dentro de nosotros penetra en las mentes de los hombres si quisieran ser uno con Él y tienden a sus ideales; cf. Lucas, IX, 55. Sólo podremos darnos cuenta de esos matices de significado si captamos las parábolas del reino en su rica variedad. A veces el "reino" significa el dominio de la gracia en los corazones de los hombres, e.g. en la palabra de la semilla que crece secretamente (Marcos, IV, 26 sq.; cf. Mateo., XXI, 43); el reino se opone y se desarrolla con la oposición del diablo (Mateo, IV, 8;XII, 2526). Otras veces es la meta a la cual debemos tender, e.g. Mateo, III, 3. Otras veces es descrito como el lugar donde Dios reina (Marcos, XIV, 25). En la segunda petición del Padre Nuestro—"Venga tu reino"—somos enseñados a pedir la gracia y la gloria. Cuando los hombres avanzan en la comprensión de la Divinidad de Cristo, crecen en el conocimiento de que el Reino de Dios, también el reino de Cristo—como lo demuestra la fe del buen ladrón: "Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino" Así mismo como hombres se dieron de que este reino necesita un cierta estado anímico, y vieron que este singular espíritu se encontraba en la Iglesia, empezaron a hablar de la Iglesia como "el reino de Dios"; cf.Col.,I,13,1; I Tess.,II,12; Apoc., I,6,9;V,10,etc. El Reino era considerado como de Cristo y se lo entrega al Padre,cf. I Cor.,XV,23-28; II Tim.,IV,1. El reino de Dios significa, entonces, el reinado de Dios en nuestros corazones; significa esos principios que nos separan del reino del mundo y del diablo; significa la benigna influencia de la gracia; significa la Iglesia como Institución Divina por la que podemos estar seguros de alcanzar el espíritu de Cristo y así conseguir ese último reino de Dios, en donde Él reina sin fin en "la ciudad santa, la Nueva Jerusalén, que baja de los cielos, desde Dios" (Apoc.,XXI,2).

MAURICE, The Gospel of the Kingdon (London,1888); SCHURER, The Jewish People in the Time of Christ, div. II,vol.II; WEISS, Apoligie du Christianisme, II and X: and especially ROSE, Etudes sur les Evangiles (Paris 1902)

HUGH POPE
Transcrito por Chris Boore
Traducido por Fidel García Martínez