San Pacomio
EnciCato


Murió aproximadamente en el año 346. Los hechos principales de su vida se encuentran en MONASTICISMO (Sección II: Monasticismo Oriental antes de Calcedonia).Habiendo permanecido algún tiempo con Palemón, se marchó a un poblado desierto llamado Tabennisi, no necesariamente con la intención de quedarse allí para siempre. Era frecuente que un ermitaño se retirara por un tiempo a un lugar remoto en el desierto y que regresara luego a su antigua casa. Pero Pacomio no regresó nunca; una visión le dijo que se quedara y construyera un monasterio, "muchos, ansiosos de abrazar la vida monástica, vendrán a buscarte aquí". Aunque parece que, desde el principio, Pacomio se dio cuenta de su misión de sustituir la vida eremítica por la cenobítica, paso algún tiempo antes de que pudiera hacer realidad esa idea. En primer lugar, se le unió su hermano mayor, luego vinieron otros, pero todos en busca de la vida eremítica, con algunas modificaciones propuestas por Pacomio (Por ejemplo, las comidas en común). No obstante, pronto comenzaron a llegar discípulos capaces de acogerse a sus planes. Pacomio demostró gran sabiduría en su forma de tratar a estos primeros reclutas. Se dio cuenta de que los hombres, familiarizados sólo con la vida eremítica, podrían sentirse incómodos en poco tiempo, si se les forzaba a adoptar de forma abrupta las obligaciones de la vida cenobítica. Por lo tanto, les permitió dedicar todo su tiempo a los ejercicios espirituales, mientras él se encargaba de los trabajos pesados que hay que exige la vida en comunidad. Aunque se amplió en varias oportunidades, el monasterio de Tabennisi, pronto resultó insuficiente, y se fundó otro en Pabau (Faou). Al poco tiempo, un monasterio de Chenoboskion (Schenisit) se unió a la orden y, antes de la muerte de Pacomio, había nueve monasterios de su orden para hombres y dos para mujeres.

¿De dónde le vino a Pacomio la idea de la vida cenobítica? Weingarten (Der Ursprung des Möncthums, Gotha, 1877) sostenía que Pacomio había sido antes un monje pagano, basado en el hecho de que, después de su bautismo, Pacomio se fue a vivir en un edificio que, según sostenían las personas mayores, había sido anteriormente un templo de Serapis. En 1898, Ladeuze (Le Cénobitisme pakhomien, 156) expuso esta teoría que fue rechazada tanto por los católicos como por los protestantes. En 1903, Preuschen publicó una monografía (Möncthum und Serapiskult, Giessen), que el autor de cuya crítica en el "Theologische Literaturzeitung" (1904, col. 79), y el Abad Butler en el "Journal of Theological Studies" (V, 152) esperaban que pusiera fin a esta teoría. Preuschen demostró que los supuestos monjes de Serapis no eran monjes en absoluto. Eran personas que habitaban en un templo y practicaban la "incubación"; es decir, el dormir en el templo para tener sueños con oráculos. Sin embargo, estas teorías son difíciles de erradicar. El señor Flinders Petrie en su obra "Egypt in Israel" (Egipto en Israel) (publicada por the Soc. for the Prop. of Christ. Knowl., 1911) sostiene que Pacomio era simplemente un moje de Serapis. Otra teoría dice que las relaciones de Pacomio con los ermitaños se tornaron tensas y que él se había acobardado ante sus extremas austeridades. Este teoría se derrumba también al confrontarla con los hechos. Pacomio siempre tuvo una relación muy afectuosa con el anciano ermitaño Palemón, quien le ayudó a construir su monasterio. Nunca hubo rivalidad entre los ermitaños y los cenobitas. Pacomio quería que sus monjes emularan las costumbres austeras de los ermitaños; redactó una regla que facilitaba las cosas para los menos aptos, pero no eliminó el ascetismo extremo en los más capaces. Las comidas se servían en común, pero quienes lo desearon podían abstenerse de tomarlas y se les animaba a que lo hicieran; se les dejaba en sus celdas una ración de pan, sal y agua. todo parece indicar que Pacomio consideraba la soledad de la vida eremítica como un obstáculo para las vocaciones y consideraba que la vida cenobítica tenía un rango más alto (Ladeuze, op. cit., 168). En al artículo ya mencionado, se describen las principales características de la regla de Pacomio, pero caben aquí unas pocas palabras acerca de la regla, que le fue dictada supuestamente por un ángel (Palladius, "Hist. Lausiaca", ed. Butler, pp. 88 sqq.), que suele utilizarse para describir un monasterio pacomiano. Según Ladeuze (263 sqq.), todos los recuentos de esta regla se remontan a Palladius; y, en algunos de sus puntos más importantes, se puede demostrar que nunca la siguieron ni Pacomio ni sus monjes. No es necesario analizar aquí los cargos presentados por Amelineau, sobre las más débiles bases, contra la moralidad de los monjes pacomianos. Dichos cargos ya han sido ampliamente refutados por Ladeuze y Schiwietz (ver también Leipoldt, "Schneute von Atripe", 147).

Además de la bibliografía ya citada (El Monasticismo Oriental antes de Calcedonia) consultar CABROL, Dict. d'archeol. chret., s.v. Cenobitisme; BOUSQUET Y NAU, Hist. de S. Pacomus in Ascetica. . .patrologia orient., IV (Paris, 1908).

F.J. BACCHUS
Trascrito por Herman F. Holbrook
Benedictus Deus in sanctis suis
Traducido por Rosario Camacho-Koppel
www.catholicmedia.net