Lot
EnciCato
Hijo de Harán, hermano de Abraham (Gen. XI, 27), por consiguiente sobrino de
Abraham ( XIII, 8, 11, XIV, 14, 16) y nieto de Taré, padre de Abraham (XI, 31).
Lot estuvo entre los que Taré sacó de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de
Canaán. Cuando Taré murió en Harán, Lot continuó el viaje con Abraham. Puede
inferirse que Lot acompañó a su tío a Siquem, a las montañas entre Betel y Hai,
hacia el sur (XII, 6, 8, 9). No se declara explícitamente si Lot fue a Egipto
con Abraham en el tiempo de carestía (XII, 10-20), pero está implícito en XIII,
1, "Y Abraham salió de Egipto, con su esposa y todo lo que tenía, Lot fue con él
hacia el sur."
Después de su retorno, se establecieron, una vez más, entre Betel y Hai (XIII,
3). Lot y Abraham tenían numerosas manadas y rebaños, tantos que la pastura y el
agua de la región eran insuficientes para ellos. Así, sobrevino una disputa
entre los pastores de Abraham y Lot. En el interés de la paz, Abraham propuso a
su sobrino que debían vivir separadamente, e incluso le permitió a Lot hacer su
elección por la región circundante. Lot escogió una zona fértil y regada "cerca
del Jordán" (Kikkar), y fijó su morada en la ciudad de Sodoma, mientras que
Abraham habitaría en la tierra de Canaán (XIII, 6-12).
El próximo suceso en la vida de Lot está relacionado con la expedición de
Quedorlaomer contra las cinco ciudades "sobre el Jordán", incluso Sodoma (XIV, 1
sqq.). Los reyes de Pentápolis, fueron derrotados y sus ciudades saqueadas y
entre los prisioneros de los reyes victoriosos estaba Lot, que perdió todas sus
posesiones.
(XIV, 12).Al conocer Abraham la dificultad de Lot, enseguida escogió trescientos
dieciocho de sus mejores hombres y partió en persecución de los reyes
victoriosos que se retiraban. Les dió alcance en Dan, donde los sorprendió por
la noche, derrotándolos completamente. Lot y sus posesiones fueron rescatadas
por Abraham trayéndolos de vuelta, seguramente a Sodoma (XIV, 13-16 ; ver
ABRAHAM).
Otra vez leemos de Lot en relación con la misión de los ángeles que habían sido
enviados por Dios para destruir las cinco ciudades en el valle del Jordán. Estos
ángeles, que eran tres, primeramente fueron agasajados por Abraham en el valle
de Mamre (Gen, XVIII, 2 sqq.), y después dos de ellos enfilaron hacia Sodoma,
donde llegaron a la tarde (XIX, 1). Allí, encontraron a Lot que estaba sentado a
la entrada de la ciudad, un lugar común de reunión en Oriente, quien se levantó,
saludó a los forasteros y les ofreció, al mismo tiempo, la hospitalidad de su
casa.
Al principio se negaron, pero finalmente aceptaron la urgente invitación de Lot,
quien preparó un banquete para ellos (XIX, 2, 3). Esa noche los hombres de
Sodoma manifestaron su degradación atacando la casa de Lot y reclamando a sus
dos invitados para viles propósitos (4, 5). Lot intercedió en nombre de sus
huéspedes de acuerdo con sus deberes como anfitrión, muy sagrados en Oriente,
pero cometió el error de ponerlos por encima de sus deberes de padre, ofreciendo
a sus dos hijas para los perversos planes de los sodomitas (6-8). Éstos, se
negaron a la substitución, y como estaban a punto de infligir violencia a Lot
los dos ángeles intervinieron, trajeron a Lot dentro de la casa y ocasionaron
una ceguera a los hombres de afuera, impidiéndoles así encontrar la puerta de la
casa (9-11). Luego los ángeles hicieron conocer a Lot el objeto de su visita,
que habían sido enviados para destruir a Sodoma, y le aconsejaron que dejara la
ciudad de inmediato, llevando a su familia y sus pertenencias,
Lot impuso de las noticias a sus futuros yernos, quienes se negaron a
considerarlas serias. A la mañana siguiente, los ángeles exhortaron, una vez
más, a Lot para que abandonara a Sodoma y como vacilaba, lo tomaron con su
esposa y sus dos hijas y los sacaron de la ciudad, advirtiéndoles que no miraran
atrás ni permanecieran en la vecindad de la ciudad condenada, sino que huyeran
hacia adentro de las montañas
(12-17). Éstas le parecieron demasiado lejanas a Lot que les rogó encontrar
refugio en una pequeña ciudad más próxima. La demanda fue concedida, y Lot huyó
a Segor (Heb. Zo'ar) que también es promesa de protección (18-23). Entonces,
Sodoma, Gomorra y las otras ciudades de Pentápolis, fueron destruidas. La esposa
de Lot, desatendiendo el mandato de los ángeles, miró hacia atrás, y se
convirtió en un pilar de sal (24-26). Observando la terrible destrucción de las
cinco ciudades y temiendo por su propia seguridad en Segor, Lot huyó con sus dos
hijas hacia las montañas, donde habitaron en una cueva (30).
Allí, según el Texto Sagrado, las dos hijas de Lot fueron culpables de un
intercambio incestuoso con su padre, el resultado fue el nacimiento de Moab y
Amon, padres de los futuros y más enconados enemigos de Israel (31-38). Este
último suceso, cierra la historia de Lot. Su nombre, sin embargo, aparece de
nuevo en la expresión "los hijos de Lot", significando a los moabitas (Deut.,
II, 9), y a los amonitas (Deut., II,19), y a ambos (Ps. 1 XXXII, 9). En el Nuevo
Testamento, Cristo se refiere a la destrucción de Sodoma "en los días de Lot" (Luc,
XVII, 28, 29), y San Pedro (II Ped., II, 6-8) habla de la salvación del "justo
Lot". Lo ocurrido a la esposa de Lot está referido en Wis., X, 7,; Luc, XVII,
32. Según la tradición judía y cristiana, el pilar de sal en la que fue
convertida, se conservó durante algún tiempo (Josefo, "Antigued.".,I, XI, 4;
Clemente de Roma, "I Cor"., XI, 2,; Irenæus, "Adv. Haer"., IV, XXXI) . Se dan
varias explicaciones de este fenómeno.
Según von Hummelauer (" Coment. del Gen.", París, 1895, 417), a la esposa de Lot,
las saladas aguas del Mar Muerto, fácilmente, pudieron haberla alcanzado y
literalmente, haberla cubierto de sal.
Kaulen ya había adelantado una explicación similar, atribuyendo dicha cobertura,
a las emanaciones saladas de la tierra, producidas por el calor de las llamas.
F. X. E. ALBERT
Transcrito por Thomas J. Bress
Traducido por José Luis Anastasio