COMENTARIOS AL SALMO 133

 

1. VIGILIA NOCTURNA

Hiciste la noche para el descanso, Señor, pero muchos hombres no encuentran descanso por la noche. Trabajan de noche, viajan, estudian, vigilan o, sencillamente, dan vueltas en la cama mientras el sueño se les escapa de los párpados. Rezo por las víctimas de la noche, por todos aquellos que siguen despiertos cuando las tinieblas cubren la tierra e invitan a un descanso que no llega a todos.

Me acuerdo de ti, Señor, en las guardias de la noche. Me uno en fraternidad desvelada a todos aquellos que renuncian al sueño para pronunciar tu nombre en la liturgia nocturna, para contemplar tu verdad, para guardar tu templo, para continuar durante la noche el sacrificio de alabanza que otros ofrecen durante el día, y que no quede ni una hora privada del incienso de la oración ante el altar de tu majestad siempre despierta.

"Y ahora bendecid al Señor lós siervos del Señor, los que pasáis la noche en la casa del Señor: levantad las manos hacia el santuario y bendecid al Señor».

Enséñame, Señor, a bendecirte de día y de noche, a la luz y a la sombra, con los ojos abiertos y con los ojos cerrados, en el trabajo y en el descanso. Enséñame a santificar las noches con el recuerdo de tu nombre. Haz que así merezca la bendición de los sacerdotes que velan en tu santo templo y te proclaman con su presencia Señor del día y de la noche:

"El Señor te bendiga desde Sión: el que hizo el cielo y la tierra». ¡Bendice mis noches, Señor, como bendices mis días!

CARLOS G. VALLÉS
Busco tu rostro
Orar los Salmos
Sal Terrae. Santander 1989, pág. 248