/Jn/14/26

Considerar al Espíritu Santo, como verdadero maestro de toda la Iglesia, si se toma en serio, supera al esquema de las dos clases en que se divide la Iglesia, la docente y la discente (como antes se decía y como, en la práctica, se sigue todavía entendiendo a menudo). Dentro de la comunidad enseñar y aprender son conceptos mutuamente subordinados, que sólo unidos representan todo el proceso doctrinal. La enseñanza incluye el aprendizaje, y éste debe capacitar para la labor docente, por cuanto libera en la fe para la autonomía cristiana. En una comunidad cristiana todos son a la vez maestros y discípulos.

EL NT Y SU MENSAJE
EL EVANG. SEGUN S. JUAN/04-2
HERDER BARCELONA 1979.Pág. 127