BICENTENARIO
DE MÉXICO



Viva, Señor, la tierra en que nacimos



En México celebramos el Bicentenario de la Independencia (1810) y el centenario de la Revolución (1910). Recordemos, además, que han sido 500 años de mestizaje. Lo ocurrido – el pasado y el presente – los Obispos han querido iluminarlo en una amplia carta pastoral, que quede como un hito en la historia: Conmemorar nuestra Historia desde la Fe, para Comprometernos Hoy con Nuestra Patria (fechada en la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, a 1 de septiembre de 2010). Quien lee serenamente este escrito, siente el corazón iluminado y ensanchada la esperanza.

El 15 de septiembre, por la noche, en todo México suena, a viva voz, el Grito que con el estandarte de la Virgen de Guadalupe lanzara un día (justamente hace doscientos años) el Padre Miguel Hidalgo y Costilla, Cura de Dolores (Guanajuato). ¿Qué resabios lleva por dentro el Grito…? Purificada la historia, quisiéramos nosotros que en este grito no hubiera resentimiento, sino Libertad, Gloria y Esperanza, bajo Dios, Creador y Padre, que lo trans-forma en bendición y paz.

Los Obispos han pedido una Semana de Oración por la Patria (9-15 septiembre 2010). En clima de oración y súplica está compuesto este himno. La gratitud y la bendición, a las que sigue el compromiso, son las flores más hermosas de la fe.

Nota. Para un rezo comunitario puede suprimirse el estribillo y semitonar el himno de forma estrófica.


Estribillo
Por Dios, nuestro Señor y nuestro Padre,
el grito ascienda, de oración y canto,
y sea bendición cuando retorne
y venga con tu paz santificado.

Estrofas
1. Viva, Señor, la tierra en que nacimos,
la tierra hermosa, obra de tus manos;
sus montes y sus valles y sus mares,
de ti, mi Dios, bellísimo regalo.

2. Viva, Señor, y Dios de maravillas,
la historia que en tus santos has forjado
y el bien desconocido en tus humildes
que hoy, nosotros, Padre, recordamos.

(Estribillo)

3. Viva, Señor, tu vida y tu presencia,
porque es tu amor el que nos hace hermanos:
y una palabra hoy nos unifica,
ésta de ser el pueblo mexicano.

4. Las gentes que ya fueron y hoy no son,
las tribus y los reinos de un antaño,
semilla silenciosa que nos llega
delante de tus ojos hoy dejamos.

(Estribillo)

5. Las gentes que arribaron de otros puertos,
y sangre, nombre y fe aquí mezclaron,
la historia nueva y lances de tus hijos,
oh Padre bueno, acoge con agrado.

6. Tú eres el altar de nuestra patria,
oh Dios por quien se vive, a quien amamos,
oh Dios de paz, de vida y no de muerte,
oh Dios que a todos unes con tu abrazo.

(Estribillo)

7. La Madre del Señor, Virgen mestiza,
de nuestra libertad emblema alzado,
será Madre de todos, pobres somos,
que a todos nos acoge en su regazo,

8. ¡A ti, Señor de cielo y tierra la alabanza,
del Tepeyac las rosas te brindamos;
tu amor sea la ruta vencedora,
oh Dios, a quien amamos y adoramos! Amén.


Puebla, 13 septiembre 2010


fr. Rufino María Grández Lecumberri