AŃO
SACERDOTAL EN POESÍA |
Del corazón de Jesús
La visibilidad del Corazón, que expande sus rayos, hace recordar la frase del Santo Cura de Ars, quien define el sacerdocio como “el amor del Corazón de Jesús”. La estola, que reviste la figura de Jesús, lleva a considerar su Ser de Sumo y Eterno Sacerdote y el hecho de que todo presbítero debe constituir continuidad de aquel Único Sacerdote en la historia y entre las futuras generaciones.
Los brazos abiertos quieren manifestar la forma típica orante y de
meditación, que son propias del sacerdote. Las llagas en las manos y en el
costado, visibles en la figura del logo, recuerdan el único sacrificio
redentor y quieren dar a conocer la satisfacción vicaria y la total
entrega de sí, típicas en el sacerdocio. La actitud de acoger parece que
quiere decir: “Venid a mi todos los que estáis cansados y oprimidos que yo
os aliviaré”. Invitación consoladora para cada sacerdote, que sufre la
fatiga del trabajo diario movido por la caridad pastoral, también en los
campos más áridos y llenos de piedras y que, a su vez, muestra la misma
actitud a favor de aquellos que le son cercanos, como de aquellos
lejanos”. * * *
La imagen del corazón de Jesús, nos lleva a la Cruz sobre el Calvario.
Providencialmente allí estaban todos: María con los discípulos, los judíos
y los gentiles, que eran los romanos. De aquel corazón manaba la gracia
que se esparcía por todos.
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