Parresía

Quizás la mejor traducción del termino griego “parresía” sea "Libertad de decirlo todo". Ahora bien, una tal libertad en este mundo, inevitablemente tropieza con dificultades. De ahí los nuevos significados que se van incorporando a nuestro término: Intrepidez, valentía, osadía, hablar abiertamente...

En el Nuevo Testamento aparece 31 veces, y esta cantidad nos sugiere su importancia. Por ejemplo, define el estilo de Jesús:

“Jesús les respondió: He hablado abiertamente ante todo el mundo; he enseñado siempre en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he hablado nada a ocultas” (Jn.18,20).

Pero también esta expresión designa el proceder característico del verdadero discípulo, sobre todo a la hora difícil del testimonio:

“Entonces Bernabé le tomó y le presentó a los apóstoles y les contó como había visto al Señor en el camino y que le había hablado y cómo había predicado con valentía en Damasco en el nombre del Señor.  Andaba con ellos por Jerusalén, predicando con valentía en el nombre del Señor”. (Hch. 9,27-28)

¿Por qué valentía, audacia, fortaleza para ser cristiano? Veamos. Jesús no fue un tibio reformista ni un pragmático dedicado a “retocar” la sociedad de su tiempo. Mas bien puso en discusión los pilares sobre los que se sostenía Israel (Ley y Templo). Por eso tuvo que ser percibido como un peligro por los sectores dominantes de esa sociedad.

Tal vez por eso Jesús instruyó a sus discípulos sobre el miedo con tanta insistencia. Y es que el miedo incapacita para ser cristiano. Porque aquí se trata de un camino peligroso. Difícil en su andadura y difícil en su término, que puede ser la cruz.

Hay palabras que describen un pueblo, una cultura, una institución, una generación o una persona. La palabra que describe con nitidez a Jesús es parresía: esa intrepidez de no ceder a los chantajes del miedo y de expresar abiertamente la propia convicción en el discurso franco y apasionado. Por eso, el cristiano es mucho más que un componedor, de esos que quedan bien con todos menos con su conciencia y con Dios.