MUNDO PERFECTO: EL IMPACTO JUDIO EN LA  CIVILIZACIÓN

Por el Rabino Ken Spiro

¿De dónde provienen los valores y principios morales del mundo moderno?

Mientras desarrollaba una idea para un programa, conduje una serie de encuestas a lo largo de un período de dos años, en la cual le preguntaba a la gente qué valores y principios fundamentales ellos sentían que debían ser respetados para hacer de nuestro mundo un lugar lo más perfecto humanamente posible.  En total, alrededor de 1,500 individuos fueron entrevistados.  Increíblemente mis entrevistados - predominantemente de países occidentales, de Estados Unidos, Canadá, Sudamérica, Inglaterra, Francia, Alemania, Austria, Suiza, Holanda, Portugal, España, Italia,  etc.- tuvieron respuestas muy similares, que pueden ser agrupadas en estas seis categorías.

1. Respeto a la vida Humana: En un mundo perfecto, toda la gente tendría garantizado ciertos derechos humanos básicos, dentro de lo que tiene que ser una correcta vida.  Deben poder vivir sin un miedo constante de perderla y con una cierta dignidad básica.

2. Paz y Harmonía:  En todos los niveles - ya sea comunal o global - la gente y las naciones deben coexistir en paz y harmonía, y respetándose unos a otros.

3. Justicia e Igualdad: Toda la gente, sin importar su raza, sexo, status social, debe ser tratada de igual manera y justamente bajo los ojos de la ley.

4. Educación: Todos deben recibir una educación básica que les garantice un conocimiento funcional dentro de la sociedad.

5. Familia: Una estructura familiar fuerte y estable necesita existir para servir como la fundación moral de la sociedad y como la institución más importante para educar/socializar a los niños.

6. Responsabilidad social: En un nivel individual, comunitario, nacional y global, la gente debe tomar responsabilidad por el mundo.  Esto debe incluir organismos sociales que lidien con preocupaciones básicas como enfermedades, pobreza, hambre, crimen, problemas relacionados con drogas, al igual que cuestiones de protección del medio ambiente y los animales.

Los entrevistados de mi encuesta venían de toda clase de caminos de vida, sin embargo a pesar de los antecedentes de cada uno, todos estuvieron de acuerdo con estas cosas.  De hecho, ellos y yo, nos aventuramos a decir que la mayoría de los seres humanos alrededor del mundo, profundamente creen que un mundo perfecto debe incluir estos valores universales.

La pregunta es: ¿Por qué?

¿Acaso estas seis ideas básicas son intrínsecas en la naturaleza humana? ¿Acaso la gente siempre se ha sentido de esta forma? Y si no, ¿de dónde sacaron estos valores? ¿Cuál es la fuente de esta visión utópica del mundo?

Mi búsqueda por respuestas a estas preguntas ha producido este libro.  ¿De dónde vinieron los valores y principios del mundo moderno? La respuesta que encontré va a sorprendernos - inclusive puede darle un shock al lector.

Ya que los entrevistados predominantemente eran residentes de países democráticos, naturalmente asumieron que los valores que consideran preciados habían sido originados - así como la democracia - con los griegos, y en un grado menor con la dispersión de información del helenismo.

De hecho, este tema es sujeto de mucho debate en círculos académicos en estos días.  Los tradicionalistas siguen insistiendo que los valores de la antigua Grecia y Roma están por debajo de todo nuestros estudios, filosofía, arte y ética, mientras que sus oponentes los acusan de que su idealización de los estándares de virtud, sabiduría y belleza  Greco-Romana son algo sentimental, por no decir completamente irreal.

Reportando en esta controversia, el New York Times (Marzo 7,1998) preguntó en un encabezado:

"¿LOS ANTEPASADOS FUERON: A) ELITISTAS BELICOS O B) LA FUENTE DE LOS VALORES OCCIDENTALES?

No tendría sentido alguno negar que Grecia y Roma, a pesar de ser las civilizaciones más avanzadas de la antigüedad, también han sido las más influyentes en civilizaciones de la Europa Occidental y por extensión, las Américas.  Sin lugar a duda, muchas de nuestras ideas sobre el arte, la belleza, filosofía, gobernación y ciencia empírica moderna, vienen del pensamiento clásico griego.  La ley, el gobierno, la administración y la ingeniería occidental,  también fueron moldeados poderosamente por Roma.  De hecho, obtenemos una gran parte de nuestra cultura de estas civilizaciones.

Pero ¿acaso se puede decir lo mismo de nuestros valores, ética y principios?

Déjenme clarificar que esta no es una pregunta capciosa: No estoy insinuando aquí alguna noción lejana de que realmente obtuvimos nuestros valores del lejano Este.  Sin embargo, con el reciente interés sobre filósofos orientales, unas cuantas voces se han levantado defendiendo esta visión, pero el indiscutible hecho histórico es que sólo dentro de los últimos cientos de años es que el Este tuvo una interacción significativa con el Oeste.

Entonces, la pregunta permanece: ¿Cómo es que llegamos a ordenar nuestros valores morales de esta forma tan particular?

Para contestar a esta pregunta, debemos empezar por observar como justamente esas civilizaciones - quienes sin duda alguna, moldearon nuestros sistemas políticos y sociales - se relacionaban con los valores que hoy consideramos como valiosos.

UNA SOCIEDAD SIN PIEDAD

Mientras empezamos a trazar la historia de los valores de nuestro mundo, debemos, primero que nada, analizar cómo es que los antiguos - de quienes heredamos muchas de nuestras ideas - se relacionaban con los valores que apreciamos hoy en día.   ¿Acaso ellos los consideraban esenciales para la formación de un mundo ideal? o ¿Era su visión considerablemente diferente que la nuestra?

De todos los principios que tal vez podamos nombrar, el derecho básico a la vida parece certeramente el más fundamental.  Todos queremos vivir sin miedo de ser arbitrariamente privados de la vida.  Todos queremos vivir con una cierta cantidad mínima de dignidad humana.  Todos queremos una cierta protección en la ley en contra de la opresión de tiranos que tal vez consideren ciertos segmentos de la sociedad innecesarios, porque son demasiado débiles o pobres como para protegerse a si mismos.

Cuan obvio e importante es este concepto para nosotros el día de hoy!  Pero no era tan obvio o importante en el mundo de la antigüedad.

Para empezar, los Griegos y los Romanos - al igual que toda cultura antigua que conocemos - practicaban infanticidio.

Al decir infanticidio me refiero a la matanza de niños recién nacidos como control de población, selección de sexo (generalmente los niños eran deseados y las niña no deseadas), y como un medio de privar a la sociedad de miembros que potencialmente podrían molestar en un futuro o de miembros deformes.

Un bebé que parecía débil o enfermo en el momento del nacimiento, o tenía un defecto mínimo de nacimiento, como paladar hundido, pie plano, o estaba de alguna forma imperfecto, era matado.  Eso era hecho por una escuadra estilo Nazi de remover bebes.  Esto era hecho por un miembro inmediato de la familia, generalmente la madre o el padre y generalmente dentro de los primeros tres días de nacimiento.

El método de "desecho" variaba, pero generalmente sabemos que en la antigüedad, los bebes eran llevados al bosque y se los dejaba que murieran, o eran tirados a pozos.

El horror de un padre que es capaz de matar a su hijo es suficientemente traumático.  Pero el hecho de que no les importaba el niño, a tal punto de tirarlo sin piedad a un lugar donde moriría lentamente y dolorosamente, o sería recogido por alguien para ser involucrado en esclavitud o prostitución (como algunas veces pasaba) sugiere un nivel de crueldad más allá de nuestra moderna imaginación.  

Lloyd DeMause en su ensayo "La evolución de la niñez" (p 25-26) reporta:

"Generalmente, al infanticidio durante la antigüedad no se le daba importancia, a pesar de que las citas de referencias de escritores antiguos dicen que era una hecho de la vida diaria aceptado.  Los niños eran aventados a ríos, arrojados a montañas de fertilizante, puestos en jarras hasta matarlos de hambre y expuestos en las montañas y banquetas como "presa para los pájaros, comida para que las bestias salvajes colecten".    

Evidencias de estas prácticas han sido encontradas en varias excavaciones arqueológicas.  En la Agora Atheniense, se descubrió un pozo que contenía los restos de 175 bebés tirados ahí para ser ahogados.

Y no asumamos que era la práctica de los pobres e ignorantes, sino que uno de los pensadores más influyentes en la historia intelectual occidental - nada más y nada menos que Aristóteles - discutió sobre este punto en su política diciendo que matar a niños era esencial para el funcionamiento de la sociedad.  El escribió:

"Debe haber una ley que dictamine que ningún niño imperfecto o defectuoso debe ser criado.  Y para evitar excesos en la población, algunos niños deberán ser expuestos.  Ya que un límite debe ser puesto para la población del estado.".

Nota el tono de esta aseveración.  Aristóteles no está diciendo "Me gusta matar bebés", sino que está haciendo un cálculo frío y racional: superpoblación es peligroso, y esta es la manera más adecuada de mantenerla bajo control.

Cuatrocientos años después de Aristóteles, la práctica de matar bebés fue una práctica firmemente realizada en el Imperio Romano.  Este es un extracto de la famosa y muy citada carta que un ciudadano Romano llamado Hilarion le mandó a su esposa embarazada, Alis, citada el 17 de junio, Circa 1EC:

" Que sepas que estoy todavía en Alexandría.  Y no te preocupes si todos regresan y yo permanezco en Alexandría.  Yo te pido y te ruego que cuides bien a nuestro bebe (masculino), y en cuanto reciba mi pago te lo mandaré.  Si das a luz a un bebe (antes de que llegue a casa) si es hombre quédatelo, si es una mujer deshácete de ella".

Hilarion, como vemos, estaba muy preocupado por su hijo, su heredero.  De hecho, una familia típica Romana podía estar constituida de dos o tres hijos para asegurar continuidad si un hijo muriera - pero raramente había más de una mujer, quien era considerada como una responsabilidad molesta.

Claro, puede ser discutido que en otros frentes los Griegos y los Romanos eran capaces de un pensamiento refinado y un acercamiento elevado al comportamiento.  Seneca, el famoso filósofo y escritor Griego, desarrolló un largo tratado sobre el control y las consecuencias del enojo.  En él, plantea la distinción entre el enojo y la sabiduría, usando el siguiente ejemplo: "También los niños, si son débiles o deformes, los hundimos, no por enojo, sino por la sabiduría de preferir lo útil y no lo inútil". (Concerniendo el Enojo, I.XV).

EXPLOTACION DE INOCENTES

Toda la actitud hacia los débiles e indefensos era totalmente mala en las sociedades antiguas.  Además de no importarles el matar infantes, cuando veían que era apropiado, los Romanos mutilaban niños no deseados para hacerlos aunque sea "útiles" para limosnear. (Incidentalmente, esta práctica tan horrible se ve todavía hoy en la India).

Nuestro amigo Moral, Seneca, que estaba tan preocupado con el tema de lo útil y lo inútil, también trajo una justificación para esta abominación:

"Mira a los ciegos caminando por las calles, apoyados en sus palos, y a aquellos con pies triturados, y sigue viendo a aquellos con órganos rotos.  Este no tiene manos, el otro tenía su hombro pero se lo han arrancado para que  sus cosas grotescas inciten risa....

Vamos al origen de esas enfermedades - un laboratorio de manufactura de seres humanos - una caverna llena con los órganos cortados de niños vivos....  ¿Qué mal se le ha hecho a la república?  Por el contrario, ¿acaso estos niños no han brindado un servicio por cuanto que sus padres los han arrojado afuera?".

Hoy en día veríamos la matanza de bebés recién nacidos por no ser deseados o la mutilación de pequeños infantes para obtener ganancias, probablemente como la cosa más cruel que una persona puede cometer.  ¿Cuál es el miembro de la sociedad más débil, inofensivo e inocente? Un niño pequeño.  Por lo tanto, creemos que un niño, un bebé, se merece la protección de la sociedad, inclusive más que un adulto.  Pero en el pensamiento Griego y Romano, en lugar de darle la mayor protección, a los niños se les daba la menor protección; esto pasaba simplemente porque al ser totalmente inofensivos, eran las personas más fáciles de pisar.

El Profesor de Harvard y ex Presidente de la Asociación Histórica Americana, William L. Langer (en su introducción a La Historia de la Niñez)  señala:

" Los niños, siendo incapaces de resistir físicamente agresiones, fueron los víctimas de fuerzas sobre las cuales no tenían control, y fueron abusados de maneras imaginables e inimaginables...".

Entonces vemos cuán diferente era la actitud de la antigüedad con respecto a la nuestra.  El derecho más básico - el derecho a la vida (ni siquiera, vivir con dignidad) - no estaba en ningún aspecto garantizado.

ESPECTACULO DE HORROR

Seguramente, no puede haber un mejor ejemplo de un total desprecio de la vida humana que matar gente por entretenimiento.  Y aquí los Romanos se ganan el primer premio.  Ninguna civilización antes o desde ellos fue tan sangrienta en este aspecto.   A lo largo del Imperio, más de doscientos estadios fueron construidos específicamente para la exhibición de este deporte tan particular, que requería que personas y animales fueran encerrados y expuestos de una forma en la que no pudieran escapar antes de ser asesinados en frente de una audiencia silbando y aplaudiendo.

La práctica era extremadamente popular, y el Emperador Augusto en sus Actos, dijo que durante su reinado (29AE a 14EC) realizó juegos en donde 10,000 personas peleaban y 3,500 bestias fueron matadas.   Mientras luchas salvajes entre gladiadores - quienes eran usualmente esclavos entrenados para este propósito - eran el evento especial, para mantener la novedad de la muerte, Nero y Domicio mandaron inclusive mujeres, niños, ciegos y enanos a pelearse unos con los otros.  Todo valía con tal de que el público estuviera contento.

Esta forma de entretenimiento alcanzó su cumbre con la inauguración del Coliseo en el año 80EC, cuyas ruinas son hoy una gran atracción turística en Roma.

Los Romanos estaban justamente orgullosos de la obra de Ingeniería que la construcción del Coliseo representaba.   La arena gigante de 600 x 500 pies construida por Vespasiano y completada por Tito, sentaba a 50,000 personas.  Tenía un techo remontable y un piso que se podía levantar o bajar, dependiendo de lo que la atmósfera del día demandaba.  Algunas veces el Coliseo era transformado en un desierto o en una jungla, y también se podía llenar con agua convirtiéndolo en un lago donde barcos podían navegar.

¿Por qué fue construido este lugar tan increíble? Para enseñar la muerte como una forma elaborada de entretenimiento para las masas.

En un día típico, cuando el Coliseo estaba lleno, el lugar estaba repleto de hombres, mujeres y niños - sí, los Romanos pensaban que no había nada malo en exponer a los niños a este tipo de eventos grotescos.  La entrada era gratuita, y un cojín para tu asiento, carne y vino eran proveídos también gratuitamente.  El acto con el cual empezaban en la mañana era una exhibición de animales salvajes.  Los Romanos iban alrededor del imperio tratando de encontrar bestias exóticas y salvajes para sorprender a las masas.  Después, se bajaba el piso para presentar combates entre ellos.  Los Romanos aplaudían mientras que lo leones destruían a los tigres o los tigres se iban contra los osos, leopardos contra los lobos. Está claro que los Romanos nunca habían escuchado de los derechos a los Animales.

Después venían las corridas de toros, pero en estas oportunidades los toreros, siendo esclavos o convictos, no tenían la oportunidad de practicar con anterioridad, por lo que el toro generalmente los toreaba a muerte.  El público gritaba.  Eso es lo que vinieron a ver.

Pensarías que con eso era suficiente para todos.  Pero eso era sólo el evento de calentamiento.  Después venía el alimentar a los animales - siendo el plato principal, personas.  Toma en cuenta que Roma era un sociedad muy orientada hacia la ley el orden y todo se debía hacer legalmente - no se podía simplemente echar a alguien a los leones, sólo la gente condenada a ofensas capitales.  Pero si no tenían suficientes víctimas para la diversión diaria, los Romanos convencionalmente condenarían a muerte inclusive a criminales menores y así suplían lo que faltaba.  (El Cristianismo, siendo una ofensa capital en Roma desde el gran fuego de 64EC, del cual fueron culpados sus adherentes, suplió un gran número de víctimas).

Durante los intermedios, fuentes gigantes echaban perfume en el aire para reducir el olor a muerte.  El entretenimiento no paraba.  Entre las matanzas espectaculares, se llevaban a cabo ejecuciones continuas ya sea quemando, arrancando la piel de la gente viva o degollando.

El evento principal era guardado para la tarde, y era lo que la gente realmente estaba esperando - el combate de gladiadores.  Los gladiadores peleaban a muerte, aunque las vidas de peleadores valientes podían ser salvadas por el emperador o el voto del público.

En el año 107EC, durante una celebración de cuatro meses de su conquista de Dacia, Trajan - quien tal vez trataba de igualar el record de Augusto - realizó un torneo en el cual 10,000 gladiadores y 3,000 animales pelearon.  Esto significaba que cualquiera que estuviera sentado viendo el espectáculo vería al menos 5,000 personas morir. A Trajan le gustaba tanto este tipo de masacre - y tenía una gran reserva de prisioneros de guerra de Dacian para tal propósito - que aparentemente mandó a 23,000 personas a su muerte entre los años 106 y 118EC.

Era todo horrible y perverso, y si piensas que no se podía poner peor, considera que Comodo (emperador del 180 a 193EC) organizó peleas con gente lisiada y acabó con todos él mismo.

De los filósofos Romanos y grandes pensadores, sólo Seneca vio algo malo en la muerte como entretenimiento... Otros grandes no eran tan suaves como Seneca.  Ciceron por ejemplo, pensaba que los concursos de gladiadores promovía coraje y dureza, aunque era de la opinión de que no era entretenido.  Juvenal, quien criticaba todo, amaba los juegos.  Y Plinio decía que observar a gente ser masacrada hacia al público más fuerte y consecuentemente tenía un valor educacional.

Eso resume la actitud del mundo antiguo en cuanto al valor de la vida.  Lo que es fundamental mantener en mente es que los Griegos y los Romanos realmente pensaban que mantener la ley y el orden era esencial para el funcionamiento de una sociedad, y las leyes en ambos Imperios eran impuestas estrictamente.  Pero la idea de que junto con el status de ser humano, estaba el derecho a la vida (olvídate de la dignidad) no era desarrollada bajo ningún medio.

A CONTRAPELO:  LA VISION JUDIA

"Voy a insistir que los Hebreos han hecho más para civilizar al hombre que cualquier otra nación... la fe a hecho que los Judíos sean el instrumento más esencial para civilizar a las naciones". (John Adams, segundo presidente de los Estados Unidos).

"Certeramente, el mundo sin los Judíos hubiera sido un lugar radicalmente diferente.  Probablemente la humanidad hubiera eventualmente tropezado con todos los conceptos Judíos.  Pero no podemos estar seguros.  Todos los descubrimientos conceptuales del intelecto humano parecen obvios una vez que han sido revelados, pero requiere de un genio especial para formularlos por primera vez.  Los Judíos tienen este regalo.  A ellos les debemos la idea de igualdad frente a la ley, tanto Divina como humana.; la santidad de la vida y la dignidad de la persona humana; de la conciencia individual y por eso una redención personal; de una conciencia colectiva y por eso de una responsabilidad social; de la paz como un ideal abstracto y del amor como el fundamento de la justicia, y muchos otros elementos que constituyen la base moral de la mente humana.  Sin las Judíos hubiera sido un lugar mucho más vacío"  (Paul Johnnson, historiador Cristiano, autor de History of the Jews and A History of Christianity).

¿Será cierto?

¿Podrá ser cierto que nuestros valores morales no originan de una de las grandes civilizaciones sino que los hemos heredado de un pequeño, insignificante, pedazo de tierra en el medio Oriente?

Me atrevo a decir que los antiguos Hebreos (que después fueron conocidos como Israelitas y luego como Judíos) hubieran estado en desacuerdo con las aseveraciones de Adams y Johnosn.  Ellos hubieran insistido que no tenían nada que ver con inventar los valores que iban en contra del mundo en el que vivían, y que certeramente eran totalmente ajenos a otros pueblos.  Ellos hubieran insistido que estos valores venían de D-os, y que ellos eran el pueblo escogido para enseñarlos mundialmente.

Esta es la historia que cuentan desde el tiempo que aparecieron en el mundo alrededor del 1300AEC, cientos de años antes del ascenso de la civilización Griega.  En ese tiempo, eran todavía una nación naciendo que funcionaba más como una familia extendida, todos sus integrantes trazando sus antepasado a un hombre llamado Abraham que había vivido alrededor del 1,800AEC.  Eran un pueblo extraño, con una religión aun más extraña:

* Creían en un solo D-os - Todopoderoso, infinito e invisible - que había creado todo lo conocido por el hombre, una noción completamente ajena a cualquier nación que los precedía.

* Ellos afirmaban que todos ellos - alrededor de 600,000 hombres y un número no dicho de mujeres y niños - habían escapado milagrosamente de la esclavitud en Egipto, el imperio más poderoso de la tierra, por la intervención milagrosa de su D-os.

* Afirmaban que después de su gran escape, llegaron a una montaña en el desierto, el Monte Sinaí, donde todos tuvieron un encuentro con D-os: durante ese encuentro, y por medio de su líder Moisés, recibieron un código de comportamiento - compilado en un libro llamado la "Torá" - que seguían minuciosamente.

UN PUEBLO EXTRAÑO

Era una historia para levantar más de un par de cejas en el mundo antiguo.  Claro, los pueblos antiguos creían en todo tipo de cosas sobre relaciones Divinas con seres humanos, así que la historia de los Judíos no era tan increíble.  Tampoco una sociedad gobernada por leyes era tan extraño, después de todo, los códigos legales previos, siendo el más famoso el Código de Hamurabbi, estableció reglas en cuanto a los derechos de propiedad y cosas similares.  Lo que el mundo antiguo no podía creer era este código particular.  De hecho, era un código que para la mente antigua parecía irracional.

"Los Judíos se distinguían del resto de la humanidad particularmente en todos los detalles de la vida", escribió el filósofo Romano Deo Casssius, expresando su desaprobación.  "En particular... no honran a ninguno de los dioses comunes, sino que muestran extrema reverencia a un solo D-os".

Parte de esa "extrema" reverencia se traducía siguiendo esa ley de D-os, una ley que no podía ser alterada.  Una ley otorgada por D-os, y sólo por eso era diferente de cualquier código legal de cualquier otra sociedad.

Pero había más de los Judíos que era extraño, a pesar de su D-os y Su ley.  La Tora - o la Biblia como los griegos le llamaron - no era como cualquier otro libro sagrado de otro pueblo anterior o contemporáneo.   La Torá le hacía ver el mal a los Judíos.  En ella, el pueblo es mostrado como un pueblo perezoso y quejoso, pecando contra su D-os y Su ley.  Y a pesar de esto, ellos insistían que debían cargar con ellos la historia de sus fracasos así como sus éxitos, para nunca perder de vista su misión de elevar a la humanidad.

Ahora debemos ver cómo los Judíos antiguos se relacionaban con el derecho básico humano, el derecho a la vida y cuán cercano está de nuestro standard...

Una nota al lector:  Este es sólo el principio de uno de los dramas más fascinantes de la historia de la humanidad.  A pesar de las probabilidades, el pequeño pueblo Judío no sólo prevaleció a los grandes Imperios de Grecia y Roma - sino que la ideología única del Judaísmo  finalmente triunfó sobre el paganismo del Oeste.

Directa o indirectamente - a través de la Biblia, el Cristianismo, el Islam y la democracia moderna - la mayor parte de la humanidad ha sido impactada profundamente por el Judaísmo y la travesía monumental del pueblo Judío de perfeccionar el mundo.

Biografía del Autor:

El Rabino Ken Spiro es originalmente de New Rochelle, N.Y.  Se graduó en Vassser College con un BA en Idioma y literatura Rusa e hizo sus estudios de graduación en el instituto Pushkin de Moscu.  Tiene una ordenación rabínica de Esh HaTora Jerusalén y una maestría en Historia del Vermont College of Norwich University.  R. Spiro es también un guía de Turismo licenciado por el ministerio de Turismo Israelí.  Vive en Jerusalén con su esposa y cinco hijos donde trabaja como conferencista e investigador en los programas de Esh HaTora.