POSADAS 2.004


Durante generaciones, nuestros antepasados se prepararon por medio de "las posadas" a la fiesta de Navidad. Se realizaban con una procesión, en la que se llevaban unas imágenes de la Virgen y S. José de casa en casa. En otros casos se llevaba en procesión una imagen del Niño Jesús. Se acompañaba del rezo del rosario, cantos sencillos e ingenuos y reparto de dulces entre los niños. Sta. Teresa de Jesús y S. Juan de la Cruz fueron devotos de estas prácticas piadosas, que ayudan a centrar la atención en las celebraciones navideñas de una manera fraterna y desenfadada. Ambos compusieron coplillas y villancicos para la ocasión. En algunos lugares de España y en casi toda América siguen realizándose las tradicionales posadas, que suelen acabar rompiendo la "piñata" y compartiendo dulces y chocolate mientras se cantan villancicos.

 

DIÁLOGOS POPULARES MEXICANOS


FUERA
                             DENTRO

En nombre del cielo / os pido posada Aquí no es mesón / sigan adelante

pues no puede andar / mi esposa amada. pues no puedo abrir / no sea algún tunante.

No seas inhumano / tennos caridad Ya se pueden ir / y no molestar

que el Dios de los cielos / te lo premiará porque si me enfado / les voy a apalear.

Venimos rendidos / desde Nazaret. No me importa el nombre / déjenme dormir

Yo soy carpintero / de nombre José. Puesto que les digo / que no he de abrir.

Posada te pide / amado casero Pues si es una reina / quien lo solicita

por solo una noche / la Reina del cielo. ¿Cómo es que de noche / anda tan solita?

Mi esposa es María / es la Reina del cielo ¿Eres tú José? / ¿Tu esposa es María?

y Madre va a ser / del Divino Verbo. Entren, peregrinos / No les conocía.

Dios pague, señores / vuestra caridad Dichosa la casa / que albergue este día

y que os colme el cielo / de felicidad. a la Virgen pura, / la hermosa María.

Entren, santos peregrinos / y acojan este rincón

Que si es pobre mi morada / se la doy de corazón.

 

ORACIÓN

Padre de misericordia, a cuantos nos preparamos para la celebración de la Navidad, concédenos crecer en la fe, en la esperanza y en el amor. Danos ojos limpios para saber descubrir la presencia de tu Hijo en todos los acontecimientos de nuestra vida. Queremos acogerle con el mismo cariño y la misma limpieza de espíritu con que le recibió la gloriosa Virgen María, nuestra madre. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

Señor Jesús, por el misterio de tu nacimiento en Belén, dígnate bendecir esta casa, a quienes la habitan y a cuantos la visitamos, para que todos podamos hacer experiencia de tu misericordia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

VILLANCICO

STA. TERESA DE ÁVILA

Pues el amor / nos ha dado Dios;

nació de María / nuestro Redentor.

Danos el Padre / a su único Hijo:

hoy viene al mundo / en pobre cortijo.

¡Oh, gran regocijo / que ya el hombre es Dios!

No hay que temer: / muramos los dos.

Mira, Llorente, / qué fuerte amorío:

viene el inocente / a padecer frío.

Deja un señorío, / en fin, como Dios.

Ya no hay que temer / muramos los dos.

Pues, ¿cómo, Pascual / hizo esa flaqueza,

que tome un sayal / dejando riqueza?

Mas quiere pobreza, / sigámosle nos.

Pues ya viene hombre, / muramos los dos.

Pues, ¿qué le darán / por esta grandeza?

Grandes azotes / con mucha crudeza.

¡Oh, qué gran tristeza / será para nos!

Si esto es verdad / muramos los dos.

Pues ¿cómo se atreven / siendo Omnipotente?

¿Ha de ser muerto / de una mala gente?

Pues, si eso es, Llorente, / hurtémosle nos.

- ¿No ves que él lo quiere? / Muramos los dos.

 

ROMANCE

S. JUAN DE LA CRUZ

Ya que era llegado el tiempo

en que de nacer había,

así como desposado

de su tálamo salía

abrazado con su esposa,

que en sus brazos la traía;

al cual, la graciosa Madre

en un pesebre ponía

entre unos animales

que a la sazón allí había.

Los hombres decían cantares,

los ángeles melodías

festejando el desposorio

que entre tales dos había.

Pero Dios en el pesebre,

allí lloraba y gemía,

que eran joyas que la esposa

al desposorio traía.

Y la Madre estaba en pasmo

de que tal trueque veía:

el llanto del hombre en Dios,

y en el hombre la alegría;

lo cual, del uno y del otro,

tan ajeno ser solía.

COPLILLA

Del Verbo Divino,

la Virgen preñada

viene de camino.

Si le dais posada...

RECREACIÓN PIADOSA

STA. TERESITA DE LISIEUX

En el nombre del que adoro os tiendo, hermanas, la mano, y canto por este niño que todavía no habla.

Almas, ¡que el amor os queme, al ver que el Dios inmortal se hace mortal por vosotras! ¡Oh, conmovedor misterio! Viene a pediros limosna el que es Dios, el Verbo eterno.

Venid acá, mis hermanas, acercaos sin temor; a Jesús, una tras otra, ofrecedle vuestro amor.

Aquel que a los hombres todos alimenta con su esencia, por ti se hace débil niño y reclama tu asistencia. Su dicha y felicidad son en el cielo perfectas. Pero por ti se hace pobre y humilde en la tierra.

Consuela, hermana querida, al niñito, que te tiende sus brazos para abrazarte. Para alegrarle, te pido que sonrías siempre a todos y les ofrezcas tu amor.