PALABRA DE DIOS
TEOLOGÍA FUNDAMENTAL

Dios se autocomunica en la revelación. Su epifanía se hace presente a los hombres como historia que no sólo lleva la salvación, sino que es encuentro personal con él mismo. La religión veterotestamentaria comprendió esta manifestación de Dios partiendo del significado que tiene la palabra en las relaciones interpersonales y expresó con el concepto hebreo Babar la categoría fundamental bajo la que acontece la revelación. No es sorprendente, pues, que la fórmula debar Yhwh y su traducción griega lógos Kyriou, ocupe un lugar altamente relevante en toda la Biblia. En ella vemos cómo la palabra de Dios crea y actúa mostrando 'su dinamismo, revela y enseña manifestando su designio y, al fin, se autocomunica viniéndonos al encuentro. Su historia se inició ya en los albores de la creación (cf Gén 1);yen el Logos hecho carne es cuando llega a la plenitud de significado (cf Jn 1; He 1).

La expresión palabra de Dios viene dada fundamentalmente en el AT por Babar; y en construcción con Dios, debar Yhwh, se da 242 veces. También, pero con menos frecuencia, se usa ámar; y en construcción con Dios, omer Yhwh, seda 90 veces. La etimología de Babar muestra la ambivalencia de su significado: por un lado, el sentido de "estar detrás" (cf Gén 12,17; Dt 15,2...), y por otro, "decir" (cf Sal 45,2; Gén 11,1; 1Sam 16,18...). Esta ambivalencia insinúa ya su doble aspecto presente: el poético y el dinámico, en efecto, el trasfondo de una cosa -su estar detrás: valor no ético- viene proyectado fuera -el decir: valor dinámieopor la palabra. El término ámar presenta una evolución característica: del significado original "ser claro" hasta el actual "decir". De esta forma, la palabra dicha será la manifestación visible -el decir: valor dinámico-- del interior de la cosa -ser claro: valor poético-. A diferencia de Babar, el acento se pone en la palabra dicha (cf Sal 19,3 s; Job 22,28).

En el NT, y gracias ala influencia de los LXX, las expresiones lógos/ rhema Theou conservan cierta ambivalencia heredada del Babar hebreo (Mt 8,8; 12;36; 22,46; Le 2,15; 7,7...). En el lógos de Jn 1,1-18 tendremos una bella síntesis;notan deudora de la gnosis y del judaísmo alejandrino de Filón (cf R. Bultmann) cuanto del Babar hebreo (cf R. Schnackenburg, I. de la Potterie...) y, de forma relevante, del memrá arameo, entendido como "denominación divina especializada para designar al Dios que crea, se revela y actúa en la historia de la salvación mediante su Palabra" (D. Muñoz León, R.E. Brown...).

Desde un punto de vista fenomenológico, la palabra es la acción por la cual una persona se expresa y se dirige a otra para comunicarse con ella. Así pues, existe un triple aspecto en la palabra humana (cf K. Bühler): 1) la palabra tiene un contenido, ya que narra o significa algo; 2) la palabra es al mismo tiempo una interpelación, ya que se dirige a alguien y provoca una respuesta o reacción, y 3) la palabra, finalmente, es una automanifestación, ya que descubre la actitud interior de la persona que habla. A este triple aspecto corresponden las tres personas del verbo: la palabra expresa (primera persona), interpela (segunda persona) y explica (tercera persona).

Es esta comprensión de la palabra la que ha posibilitado que se convierta en la categoría fundamental de la Biblia para expresar la revelación dé Dios. No es extraño que la fórmula palabra de Dios, oráculo del Señor, con. sus dos raíces hebreas Babar y ámar, y sus dos expresiones griegas lógos y rhema, sea la más empleada en toda la Biblia después de la expresión Dios. Tres son además las grandes dimensiones bíblicas de la palabra de Dios (cf Pié-Ninot): la dimensión dinámica, por la cual crea y actúa realizando signos "milagrosos" en el cosmos y en la historia personal y colectiva del pueblo de Dios; la dimensión poética, por la cual revela y enseña, desde la ley y la sabiduría a las bienaventuranzas y el padrenuestro, y la dimensión personal, por la cual progresivamente se autocomunica de una manera total en Jesucristo, "palabra de Dios" (Jn 1; Ap 19,13: "su nombre es la palabra de Dios'.

No es extraño, pues, que el concilio Vaticano II (1962-1965), cuando quiso tratar la revelación, eligiera como primeras palabras una expresión que clarifica y sintetiza su contenido: Dei Verbum, es decir, palabra de Dios. Ya un siglo antes, el concilio Vaticano I (1869-1870), en la constitución dogmática sobre la fe católica Dei Filias, había definido la revelación como "palabra de Dios a los hombres" ("locutio Dei ad homines": DS 3004), usando las palabras de Heb 1,1.

La teología de la palabra ha ocupado un papel decisivo en la teología de la revelación a partir del gran teólogo reformado K. Barth (18861968), que influye ampliamente a través de especialistas católicos relevantes como H. Urs von Balthasar y H. Bouillard. En este marco surgen diversos acentos en la teología católica de la palabra, ya sea desde la categoría profética tomista (P. Benoit, J. Hamer, E. Schillebeeckx...), desde la eficacia eclesial-sacramental (O. Semmelroth, I K. Rahner...), desde su origen inspirado (L. Alonso Sehdkel, P. Grelot, A.M. Artola), desde su recepción en la tradición (l H. de Lubac, I. de la Potterie...), desde su predicación (M. Flick, D. Grosso, E. Biser...) o desde su función teológica y reveladora como norma normans (H. Fries, W. Kasper, O.H. Pesch, B. Forte).

La aplicación más específica de la categoría palabra en la teología fundamental, dentro del tratado de la revelación, es relevante en R. Latourelle, el cual la presenta como la primera de las tres analogías, junto con el testimonio y el encuentro, que posibilitan acceder al misterio de la revelación (Teología de la revelación, 1962). Por su lado, E. Schillebeeckx muestra la complementariedad reveladora entre palabra y acontecimiento sacramental (Revelación y teología, 1965). P. Eicher presenta el modelo de comprensión católico de la palabra de Dios, que acentúa su unión con la doctrina revelada (Offenbarung, 1977). A. Dalles propone la categoría de mediación simbólica para superar el modelo dialéctico de la teología de la palabra (Models of Revelatión, 1983). M. Seckler se aproxima a la palabra reveladora a través de la categoría de comunicación teorético-participativa, desarrollando así el concepto de communio presente en DV 1 (HdFTh 3-1985).

La Dei Verbum muestra la sinonimidad entre revelación y palabra de Dios (cf 1:9.10), y además sitúa esta última como mediación fundamental reveladora unida a las obras (cf 2.14.17.19). Por esto, en el mismo Vaticano II el relator de la DV habló del "carácter sacramental" de la revelación (AS 111/ 3: 134), que se realiza con "gestos y palabras intrínsecamente conexos entre sí, de forma que las obras realizadas manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas" (DV 2).

El Vaticano II da un concepto amplio de palabra de Dios reveladora, ya que se refiere tanto a la palabra "escrita" como a la "transmitida" (DV 9.10), que "fluyen del mismo manantial" (DV 9), articuladas gracias a la comprensión global de la palabra de Dios como La Escritura en la Iglesia, que se convierte así en la formulación precisa del principio católico de t tradición (DV 7-10). En efecto, la Iglesia, "escuchando religiosamente la palabra de Dios" (DV 1), entrega "todo lo que Dios ha revelado para la salvación" (DV 7), y `.`en su doctrina, vida y culto transmite todo lo que ella es y cree" (DV 8), teniendo en cuenta que "el ministerio de interpretar autorizadamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al l magisterio vivo de la Iglesia, que no está por encima de la palabra de Dios, sino que la sirve" (DV 10).

BIBL.: ARTOLA A.M., Palabra de Dios: Introducción a la Biblia 2, Estella 1989 25-57; FORTE B., Teología della storia, Turín 1991, 101150 ("La Parola"); KERTELGE K. y BiSER E., Palabra de Dios, en DCT II, 146-164; MUNOZ LEEN D., Palabra y gloria: "excursus"en la Biblia y en la literatura intertestamentaria, Madrid 1983; PESCH O.H., Das Wort Gottes als objectives Prinzip der theologischen Erkenntnis, en `HFTh"4(1988)27-50;Pié-NINOTS., Palabra de Dios y hermenéutica bíblica, en "Phase" X (1970) 125-140; La palabra de Dios en los libros sapienciales, Barcelona 1972; Tratado de teología fundamental, Salamanca 1989-19912 154156; Paraula de Déu i Saviesa: Sv 18,14-16, en "RCT" XIV (1989) 29-39; Escritura, tradición y magisterio en la "D V" o hacia el principio católico de Tradición, en FACULTAD DE TEOLOGIA "SAN VICENTE FERRER", VI Simposio de Teología Histórica, Valencia 1990.

S. Pié-Ninot