ALUMBRADOS

Los alumbrados (illuminati) aparecieron en España hacia 1511, agrupados en torno a Isabel de la Cruz y su seguidor Pedro Ruiz Alcaraz, que habría de convertirse en su líder. No es fácil precisar los orígenes de este enigmático movimiento, aunque suelen señalarse como sus raíces el misticismo islámico y judío, la mística renana y las ideas erasmistas. Era fundamental la iluminación interior del creyente por el Espíritu Santo, especialmente leyendo la Escritura (cf textos como 1Cor 2,10-16 y Mt 11,25-26) y en la oración mental y contemplativa. Los alumbrados mostraban poco interés por las prácticas ascéticas o por la vida sacramental aparte de la eucaristía. Pero es difícil hablar con precisión acerca de su postura, ya que dependemos excesivamente de los testimonios hostiles de los procesos. Fueron vistos rápidamente como una amenaza a la Iglesia institucional y fueron condenados por la >Inquisición en 1525. Hay una coincidencia general entre los historiadores en que en su espiritualidad había un misticismo y quietismo falsos 1.

Recientemente ha habido intentos de negar todo misticismo propiamente dicho en los primeros alumbrados, y de interpretar sus posturas en términos de las doctrinas luteranas sobre la justificación y las obras 2. Su indudable desdén por las obras y la obediencia a la autoridad eclesiástica puede muy bien ser, sin embargo, consecuencia del quietismo más que de posiciones compartidas con Lutero. El elemento del quietismo llevaría sin duda más tarde a los alumbrados posteriores a sacar conclusiones degeneradas acerca del comportamiento moral. A finales del siglo XVI volvieron a aparecer alumbrados tanto en España como en Francia, pero hacia 1630 habían dejado prácticamente de existir como movimiento. El número de adeptos nunca fue muy elevado: sólo 115 fueron procesados por la Inquisición 3. Pero constituyó una amenaza importante en la España del siglo XVI 4. Los grandes místicos españoles tuvieron que soportar la acusación de iluminismo, y, como claramente muestra la historia, ha seguido siendo una acusación fácil de hacer y difícil de mantener. Es además un ejemplo de la tensión existente entre los movimientos espirituales y la Iglesia institucional, con el riesgo constante de que estos se deslicen hacia doctrinas y prácticas no ortodoxas.

NOTAS:

1 B. LLORCA, Los alumbrados españoles en los siglos XVI y XVII, Razón y Fe 34 (1934) 323-342, 467-485; M. MENÉNDEZ PELAYO, Alumbrados, en Historia de los heterodoxos españoles II, BAC, Madrid 1987, 145ss; A. MÁRQUEZ, Los alumbrados: orígenes y filosofía (1529-1559), Taurus, Madrid 1972; P. RÉGINALD-OMEZ, Illuminés, Catholicisme V, 1221-1225; J. L. GONZÁLEZ NoVALíN, La Inquisición española y el movimiento espiritual de los alumbrados, en R. GARCÍA-VILLOSLADA (dir.), Historia de la Iglesia en España 111-2°, BAC, Madrid 1980, 146-159; M. BATAILLON, Erasme et l'Espagne: Recherches sur l'histoire spirituelle du XVI' siécle, París 1937; EULOGIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN, Illuminisme, en DSp VII, 1382-1385; A. HUERGA, Illuminismo místico, en A. BORRIELO-E. CARUANA-M. R. DEL GENIO (dirs.), Dizionario di Mistica, Ciudad del Vaticano 1998, 641-644.

2 Cf D. DE SANTA TERESA, Juan de Valdés (1498-1541). Su pensamiento religioso y las corrientes espirituales de su tiempo, Roma 1957; J. C. NIETO, L'hérésie des Alumbrados, RSPT 66 (1986) 403-418; The Heretical Alumbrados dexados: Isabel de la Cruz y Pedro Ruiz de Alcaraz, RevLitComp 52 (1978) 293-313; Juan de Valdés and the Origins of the Spanish and Italian Reformation, Ginebra 1979.

3 B. LLORCA, Los alumbrados españoles en los siglos XVI y XVII, a.c., 484.

4 F. MARTÍN, Desviaciones carismáticas a lo largo de la historia de la Iglesia, Diálogo ecuménico 12 (1977) 73-88.

DicEC