AETERNI PATRIS

Dos documentos importantes de la Iglesia empiezan por las mismas palabras y, por consiguiente, llevan el título, Aeterni Patris. El primero es la carta de Pío IX convocando el Vaticano I el 29 de junio de 1868 1. Trata del papel del papa como protector de la fe y la moral y de los errores del tiempo.

El segundo es la encíclica de León XIII (4 de agosto de 1879) orientada a recuperar la filosofía escolástica y, especialmente, la de santo >Tomás de Aquino 2. El tomismo no estaba muerto a finales del siglo XIX; en realidad puede decirse que lo que estaba haciendo el papa León era dar aprobación oficial a un movimiento ya existente 3. La encíclica consta de cuatro partes principales: la importancia de la filosofía en el establecimiento de las bases racionales de la revelación y en la dotación de un carácter orgánico y científico a la teología; la filosofía no se opone a la revelación divina, pero al mismo tiempo mantiene su autonomía y dignidad; la historia muestra que la filosofía ha estado al servicio de la fe; la filosofía de santo Tomás como antídoto contra los errores contemporáneos y aliciente para el progreso cultural. El centenario de la encíclica dio lugar a la publicación de numerosos estudios 4.

La elección de santo Tomás como el maestro privilegiado de la Iglesia se reiteró en el Código de Derecho canónico de 1917 (589 § 1). El Vaticano II ha sido el primer concilio que ha recomendado globalmente un teólogo determinado: «aprendan los alumnos (de los seminarios) a profundizar en ellos (los misterios) y a descubrir su conexión, por medio de la especulación, bajo el magisterio de santo Tomás» (OT 16). El nuevo Código afirma que santo Tomás es especialmente (praesertim) el maestro en los estudios teológicos (CIC 252 § 3). Estas afirmaciones recientes apuntan al hecho afirmado por Benedicto XV: «La Iglesia ha hecho particularmente suya la doctrina de santo Tomás» 5, sentimiento que fue reiterado por Pablo VI 6. [Juan Pablo II en la encíclica Fides et ratio de 1998 se ha sumado a esta consideración recordando que la Aeterni Patris afirma que santo Tomás es el «apóstol de la verdad» (n 44), ya que al «proponer de nuevo el pensamiento del Doctor Angélico era para el papa León XIII el mejor camino para recuperar un uso de la filosofía conforme a las exigencias de la fe» (n 57).]

NOTAS: 1 Acta Pü IX 4, 412-423; cf A. ZAMBARBIERI, Los concilios del Vaticano, San Pablo, Madrid 1996, 55ss. - 2 Acta Leonis XIII 1 (1878-1879) 255-285; texto completo en castellano: ACCIÓN CATÓLICA ESPAÑOLA, Colección de encíclicas y documentos pontificios 1, Junta Nacional, Madrid 1967, 912-926; extractos: DENZINGER-HÜNERMANN, 3135-3140. - 3 O. KÓLER, La encíclica »Aeterni Patris», en H. JEDIN (dir.), Manual de historia de la Iglesia VIII, Herder, Barcelona 1978, 437-443; Neotomismo, neoescolástica y los »nuevos filósofos», en H. JEDIN, o.c., 443-452; M. ANDRÉS (ed.), Historia de la teología española II, BAC, Madrid 1987,553-575; T. URDÁNOZ, Los orígenes del neotomismo en España, RET 34 (1974) 403-426; E. VILANOVA, León XIII y el neotomismo, en Historia de la teología cristiana III, Herder, Barcelona 1992, 585605; D. COMPOSTA, L'enciclica Aeterni Patris di Leone XIII e il suo significato storico, Euntes docete 33 (1980) 299-328. - 4 Atti del VIII Congresso Tomistico Internazionale, 3 vols., Studi tomistici, 10-12, Ciudad del Vaticano 1981; A. BANDERA, Centenario de la Encíclica Aeterni Patris de León XIII, Ciencia Tomista 108 (1981) 575-583; A. HUERGA, La recepción de la «Aeterni Patris» en España, Scripta theologica 9 (1979) 535-562; G. BORTOLASo, II significato dell'enciclica Aeterni Patris, Doctor Communis 33 (1980) 271-276; T. MCGUCKIN, A Century of Pontifical Thomism, NBlackfr 72 (1991) 377-384; G. PERINI, Aeterni Patris, 1879-1979, Divus ]lomas 82 (1979) 3-18. - 5 Encíclica Fausto appetente die: AAS 13 (1921) 332. - 6 Epist. Lumen ecclesiae al Maestro General de los Dominicos: AAS 66 (1974) 673-702; R. SPIAZZA, La lettera del Papa Paolo VI nel settimo centenario della morte di San Tommaso d'Aquino, Divinitas 19 (1975) 5-15; La scelta di San Tommaso da parte della Chiesa, Doctor Communis 34 (1981) 3-10; G. PERINI, Dall'Aeterni Patris al Concilio Vaticano II: Le directive del Magisterio sulla dottrina di San Tommaso, Scripta theologica 2 (1979) 619-658.

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