MODELOS
DicEc
 

En un libro muy influyente, A. >Dulles propuso una serie de modelos de Iglesia que se utilizaban para explicar y explorar algo del misterio de la Iglesia. Los modelos sirven para sintetizar y arrojar nueva luz. Dulles afirma que cuando una imagen (>Imágenes de la Iglesia) «se usa de manera refleja y crítica para ahondar en una visión teórica de la realidad, se convierte en lo que se llama hoy un "modelo"».

Un modelo se eleva a la condición de paradigma cuando se muestra eficaz en la resolución de una gran variedad de problemas y se considera un instrumento apropiado para el desentrañamiento de anomalías todavía sin resolver. El paradigma de la T sociedad perfecta ha dado paso a otros varios, lo que ha conducido naturalmente a la polarización e incomprensión mutua en la Iglesia.

Dulles presentaba cinco modelos de la Iglesia: institución: como una estructura que continúa el ministerio de Cristo no en un sentido meramente sociológico; comunión mística: incluyendo el >cuerpo de Cristo y el >pueblo de Dios; sacramento: como signo visible y efectivo de la gracia salvífica; heraldo: proclamando el mensaje del Reino y reclamando una respuesta; sierva: atenta a las necesidades del mundo. Aunque afirmaba que todos los modelos eran limitados y necesitaban ser completados por los demás, mostraba en la primera edición del libro preferencia por el modelo sacramental, apuntando incluso la posibilidad de usar dicho modelo como base para una >eclesiología sistemática. En la segunda edición proponía un nuevo modelo: la comunidad de los discípulos comprometida en el culto y la misión.

La idea de modelo se ha adoptado y aplicado a otras áreas de la teología, proponiéndose asimismo nuevos modelos dentro de la eclesiología. V. Codina ha estudiado la idea preconciliar del reino de Dios en la tierra o sociedad perfecta; el Vaticano II siguió los modelos de comunión y sacramento; Medellín y Puebla, los de la Iglesia de los pobres y el sacramento histórico de liberación. G. Segalla señala siete modelos neotestamentarios en cuatro categorías. Primero describe dos modelos de polaridad: la casa/templo de Dios apuntando a la presencia de Dios en la Iglesia, y la Jerusalén/madre celeste indicando su origen divino y su fin escatológico. En segundo lugar presenta tres modelos de pertenencia: la Iglesia pertenece a Cristo como esposa, pueblo y cuerpo. En tercer lugar, traza un modelo múltiple de imágenes agrícolas: la vid, el olivo y el campo indican el cuidado de Dios por la Iglesia y la necesidad de dar fruto y de ser fieles. En cuarto lugar, describe el modelo pastoral, que indica la continuación de la misión de Jesús: él es el pastor jefe que encarga el cuidado del rebaño a otros, como los apóstoles, que han de ir en busca de la oveja perdida. En todos estos modelos se pone el acento en la unidad, expresada en diversas experiencias culturales y religiosas de la comunidad cristiana. T. F. O'Meara señala cinco esquemas filosóficos o modelos operativos en la eclesiología actual: el neoplatónico, el aristotélico, el nominalista, el idealista y el históricofenomenológico.

Puede objetarse que la tendencia a quedarse en el nivel de la fenomenología impide que el método de los modelos pueda constituir un fundamento último para una explicación sistemática de la eclesiología. La misma propuesta de Dulles de la comunidad de discípulos puede considerarse como más allá de los modelos, en la dirección precisamente de la constitución de este fundamento.