DONACIÓN DE CONSTANTINO
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Desde la obra de Lorenzo Valla (ca. 1406-1457), la Donación de Constantino se ha reconocido generalmente como espuria. Ya Nicolás de Cusa (+ 1464) había manifestado sospechas acerca de su autenticidad. En muchos manuscritos el documento pretendía ser un decreto del emperador Constantino (+ 337) otorgándole a Silvestre I (314-335) el primado sobre Antioquía, Constantinopla, Alejandría y Jerusalén, así como el dominio de Italia; se le daba además al papa potestad suprema sobre el clero. La Donación fue incorporada a las >Falsas decretales y usada por los papas desde León IX (1049-1054). La Donación forma parte de una obra más amplia, Constitutio Constantini, conocida también como Vita Sylvestri.

Recientemente se ha puesto de manifiesto que la misma refutación de Valla, basada en un texto muy corrompido de la Donación, no carecía de errores. Los textos críticos muestran además que las primeras versiones de la Donación no otorgaban suprema autoridad secular a los papas, y hacían poco más que garantizar a la Iglesia la independencia y una protección especial en una época en que el Imperio era todavía pagano. Se concedía cierto territorio a la Iglesia romana y se reconocían y ampliaban los derechos ya reconocidos por el concilio de >Nicea el 325. Espuria o no, la Donación era más un reflejo de la situación existente en la Iglesia medieval que una causa o fundamento directo para nuevos engrandecimientos del papa.