CONSTANTINOPLA II
Concilio de
(553)
DicEc
 

En el período posterior a >Calcedonia (451) hubo acusaciones y contraacusaciones: Occidente distinguía en Cristo dos acciones, divina y humana, y fue acusado de nestorianismo; Oriente insistía en la unidad de Cristo y Occidente lo consideró monofisita. Los monofisitas trataron de atenuar o rechazar Calcedonia, con lo que rechazaban la institución conciliar de la Iglesia; por otro lado, oponían resistencia al emperador. Circulaban también por entonces principios origenistas, como la apokastasis del mundo y la reencarnación. A las rivalidades teológicas entre Roma y Constantinopla se unían las políticas. El emperador Zenón (474-476) trató de conseguir la reconciliación, y el patriarca Acacio, junto con el emperador, buscó la unidad con un documento llamado el Henotikon (482) que, sin embargo, hacía importantes concesiones a los monofisitas y condujo al cisma acaciano (484-519).

La cuestión principal fue el carácter de los Tres capítulos, un edicto de Justiniano (543-544 d.C) condenando a tres teólogos ya fallecidos como nestorianos: Teodoro de Mopsuestia, Teodoreto de Chipre e Ibas de Edesa. El emperador, tratando de ganarse a los monofisitas, estaba haciendo un ataque velado a la teología antioquena y a Calcedonia. El papa >Vigilio (537-555) al principio se negó a colaborar, pero después de un tiempo de arresto domiciliario e intimidación en Constantinopla, acabó cediendo y publicó su Judicatum o «Juicio» condenando los Tres capítulos (548), aunque sin perjuicio de Calcedonia. Occidente, especialmente Africa, se opuso abiertamente a este acto del papa, por lo que el papa se retractó. Se puso de acuerdo con el emperador para convocar un concilio, pero el emperador insistió en que se celebrara en Constantinopla, y no en Italia, como deseaba el papa, lo que habría asegurado una mayor participación occidental. Así el 5 de mayo del 553 se inauguró el II concilio de Constantinopla, quinto ecuménico. Reunió a 160 obispos, ocho de los cuales eran africanos.