1.7.-
Personalidad pasiva agresiva.
El
trastorno pasivo agresivo de la personalidad, se caracteriza por una actitud
pasiva, particularmente, en lo que se refiere en las obligaciones esenciales que
cualquier persona tiene que asumir en la vida.
El
término agresivo hace referencia a la agresión encubierta que subyace
generalmente en estas personas, y que expresan indirectamente a través de su
resistencia a colaborar o cumplir un papel dentro de su familia o de la
sociedad. No obstante, no se suele evidenciar abiertamente esta conexión entre
su pasividad y un auténtico resentimiento hacia determinadas personas o hacia
la sociedad en general.
Son
personas apáticas; que dan la impresión de que nada les interesa. Cuando sus
padres o los responsables en el trabajo les exigen que hagan la tarea que les
han encomendado, o simplemente que cumplan unas labores elementales, suelen
reaccionar con irritabilidad, para continuar en la misma actitud que antes.
Son
lentos, torpes, ineficaces. Pierden el tiempo, a veces deliberadamente, con el
fin de irritar a los demás o de evitar que se les vuelva a encomendar esa
tarea. Si se les recrimina, se asombran y se enfadan, a veces porque piensan que
hacen las cosas mucho mejor de lo que los demás dicen.
Desprecian
la postura de autoridad, aunque estas sean completamente razonables. Critican a
los que les exigen o amonestan, entre burlas abiertas o a su espalda en muchos
de los casos.
Carecen
de sentido de la responsabilidad. Se pueden olvidar de tareas importantes,
retrasarse y hacer las cosas fuera de plazo, etc. Generalmente tienden a aplazar
cualquier actividad que no les resulta grata, y si lo hacen es a costa de un
gran esfuerzo. Su falta de constancia y voluntad, unida a estos comportamientos
irresponsables, hacen que tengan graves problemas escolares y laborales, hasta
el punto que no son capaces de terminar los estudios o de mantener un puesto de
trabajo.
Curiosamente,
no es raro que sean conscientes de los problemas que a costa de su actitud,
pueden tener en el futuro, siendo pesimistas en lo que a este se refiere; a
pesar de lo cual y de los buenos consejos que les suelen dar las personas más
allegadas, continúan con el mismo proceder.
Lo
más común es que no sean capaces de mantener una independencia social y sobre
todo económica, viviendo generalmente, mientras pueden, a costa de sus padres;
para organizar su vida después estableciendo nuevas dependencias de otras
personas o instituciones.
Su
falta de actividad, su apatía y desinterés por casi todo, su progresiva
inadaptación social y laboral, su profunda insatisfacción, etc, hacen que
recurran con frecuencia a las drogas o al abuso del alcohol, lo cual sólo sirve
para agravar las manifestaciones de este trastorno de personalidad. De hecho,
muchas de estas personas terminan convirtiéndose en alcohólicas o drogadictas.
También son frecuentes entre ellos las depresiones, particularmente el
denominado trastorno distímico o depresión neurótica.
Características
de la personalidad pasiva agresiva:
-
Desinterés
y falta de estímulos.
-
Apatía
y pasividad.
-
Ineficacia
laboral y social, a veces intencionada.
-
Tendencia
a aplazar cualquier tarea u obligación.
-
Frecuentes
pérdidas de tiempo.
-
Irresponsabilidad.
-
Tozudez.
-
Olvido,
a veces intencionado, de las tareas encomendadas.
-
Excesiva
dependencia de otras personas.
-
Escasa
receptividad hacia opiniones de los demás.
-
Irritabilidad.
-
Incapacidad
o negativismo para asumir obligaciones.
-
Resentimiento
o desprecio hacia personas con más autoridad.