DJN-S

 

Saduceos

Uno de los grandes partidos del judaísmo. El origen del nombre es incierto. Se le vincula a Sadoc, el ascendiente del sacerdocio sadoquita (2 Sam 8,17). El saduceísmo estaba integrado preferentemente por las grandes familias sacerdotales y por las clases más nobles del país. Eran conservadores a ultranza, tanto en el orden político como en el religioso y dogmático; tenían un espíritu materialista; no admitían la inmortalidad personal, ni la resurrección de los muertos (Mt 22,23-33; Act 23,6-10), ni la existencia de los ángeles y los demonios (Act 23,8); para ellos la única fuente de autoridad era la Ley escrita; rechazaban por completo la tradición oral. Esta posición les llevaba a enfrentarse continuamente con los escribas y los fariseos. Se acercan a Jesús siempre con malas intenciones (Mt 3,7; 16, 1-12). ->grupos religiosos.

E. M. N.

Salario

El salario es la paga, el jornal diario de un obrero (Mt 20,2; Lc 10,7), al que el obrero tiene derecho en justicia (Mt 10,10), que debe ser pagado al contado, jornada trabajada, jornada pagada (Lev 19,3; Di 24,14). En el orden religioso, el salario es la recompensa que Dios dará a los hombres en el cielo (Mt 5,12); una recompensa que, al propio tiempo, es una gracia y que, por tanto, no se ajusta a los postulados de la estricta justicia, sino a la generosidad de Dios (Mc 10,21; Jn 1,16). -> parábolas extravagantes.

E. M. N.

Salim

Lugar de localización incierta, cerca de Ainón, donde Juan bautizaba (Jn 3,23), tal vez al sur de Betsán.

E. M. N.

Salmos

El libro de los Salmos está compuesto por 150 poemas, que fueron compuestos por el pueblo elegido a lo largo de toda su historia. Producto anónimo de largos siglos de experiencia religiosa y literaria, los salmos constituyen la quintaesencia del A. T. Mientras los demás libros del A. T. recogen principalmente las intervenciones salvíficas de Dios en favor de Israel, el libro de los Salmos es la respuesta de Israel a la acción de Dios. En los salmos se reflejan todos los Posibles sentimientos y disposiciones por las que atraviesa el alma humana frente a su Dios: gratitud y alabanza por los beneficios recibidos; plegaria en medio de la tribulación; queja frente a las insidias de los enemigos; seguridad y confianza bajo la sombra protectora de Dios; esperanza en su mano liberadora; nostalgia por el templo y la ciudad santa; alegría ante los acontecimientos venturosos, actuales o futuros; lamentaciones motivadas por calamidades de orden privado o público; preocupación ante los problemas y enigmas de la vida.

Debido a esta gran variedad y riqueza de sentimientos, el libro de los Salmos sigue siendo siempre actual. La Iglesia cristiana lo ha adoptado como su libro oficial de oración. No sólo han sido santificados por los labios de Jesús, de su Madre y de los apóstoles, que se sirvieron de ellos para hablar con Dios, sino que, a partir del misterio de la encarnación y de la obra redentora, los sentimientos expresados por los salmos han ganado en profundidad, puesto que la Pasión, la Resurrección y la Eucaristía han dado a las relaciones del hombre con Dios una mayor intimidad. - > escrituras.

E. M. N.

Salomé

1.a La Esposa de Zebedeo y madre de los apóstoles Juan y Santiago el Mayor (Mt 20,20). Pretendió para sus hijos los primeros puestos (Mt 20,20). Fue una de las mujeres que acompañó a Jesucristo durante su vida pública y asistió a su crucifixión (Mc 15,40); una de las que fueron al sepulcro (Mc 16,1-8).

2.a La Hija de Herodías y de Herodes Filipo. Famosa en el Evangelio por haber pedido a Herodes Antipas la cabeza de Juan Bautista, tras interpretar una danza (Mt 14,3-12).

E. M. N.

Salomón

Hijo del rey David y de Betsabé. Se describe su nacimiento (2 Sam 12). Fue ungido rey (1 Re 1,32-40). Afirmó su reinado (1 Re 2,12-46), que se extendió del año 970 al 931 a. de C. Al subir al trono supo pedir a Dios sabiamente (1 Re 5,15-16). Construyó el templo de Jerusalén (1 Re 6,1-18) y su propia casa (1 Re 7,1-22). Celebró grandes fiestas en la dedicación del templo (1 Re 8). Dios hizo un pacto con él (1 Re 9, 1-9). Recibió la visita de la famosa reina de Saba (1 Re 11,41-43). Fue, al fin, un apóstata (1 Re 11); la tradición le atribuye el libro de los Proverbios (Prov 1,1) y el de la Sabiduría (Sab 1,1). Figura entre los ascendientes de Jesús (Mt 1,7-16). Salomón fue un sabio, pero en Jesucristo hay mucho más que Salomón (Mt 12,42; Lc 11,31).

E. M. N.

Salud —>Salvación

Saludo

En hebreo no hay una palabra que signifique «saludar»; se emplea la misma que para «bendecir» (heb. barak). En los saludos corrientes y normales había que ponerse en pie; en los más solemnes se hacía la postración; se adoptaban otros gestos y actitudes, tales como ponerse derodillas (Mt 27,29); si se trata de un hombre de Dios, abrazarle los pies (Mt 28,9); besarse (Lc 15,20). El saludo va siempre acompañado con deseos expresos de bendición (Lc 10,6) y de salud o salvación (Mt 5,47; 10,12; 23,7; Mc 15,18; Lc 1,29.40-41); es también una invitación a la alegría (Lc 1,28) y a la paz (Jn 20,19.26). El saludo era una fórmula de cortesía y de convivencia social consagrado en Israel. Por eso Jesús recomienda a sus discípulos que en sus correrías apostólicas no se olviden nunca de saludar (Mt 10,12; Lc 10,5); pero, por otra parte, las ceremonias del saludo hacían perder mucho tiempo y eran, sobre todo en los fariseos, motivo de orgullo y vanidad, por lo que también les dice que no saluden a nadie en el camino (Lc 10,4). Los evangelios nos han conservado varios saludos famosos: del Angel a María (Lc 1,28), de María a Isabel (Lc 1, 40), del pueblo a María (Lc 26,27), de Judas a Jesús (Mt 26,49), saludo burlesco de los soldados a Jesús (Mt 27,29).

E. M. 111.

Samaria

Ciudad fundada por el rey Omri hacia el año 880 a. de C.; la destinó a ser capital del reino del Norte, en vez de Tirsa (1 Re 16,24). En el año 721 fue conquistada por los asirios y fueron deportados unos 30.000 samaritanos. Desde esta fecha, Samaria pasó a ser una mezcla de razas (judíos y, sucesivamente, asirios, babilonios, persas, helenos, romanos). Herodes el Grande, del año 30 al 25, la reedificó, la fortaleció y la cambió su nombre por el de Sebaste. En tiempos de Jesucristo los samaritanos, por ser una raza mestiza y por haber construido un templo a Dios en el monte Garizín, eran considerados como herejes e impuros (Lc 9,52; Jn 4,9; 8,48); pero Jesús mostró con ellos una gran benevolencia, como lo demuestra la parábola del Buen Samaritano (Lc 10,30-37) y la evangelización que El mismo hizo en la región de Samaria (Jn 4).

E. M. N.

Sandalias

Los israelitas andaban generalmente descalzos, pero a veces utilizaban sandalias, hechas de una plantilla de suela y con correas de cuero para sujetarlas al pie. Jesús dice a sus apóstoles que vayan sin sandalias (Mt 10,10; Lc 10,4; 22,35). Llevarle las sandalias al señor (Mt 3,11) o atarle las sandalias (Mc 1,7; Lc 3,16; Jn 1,27) era oficio de esclavos.

E. M. N.

Sanedrín

En los tiempos de Jesucristo, el Sanedrín era el tribunal supremo religioso de los judíos, la más alta autoridad administrativa y judicial. Se componía de setenta miembros, seguramente por analogía con los setenta ancianos de Israel que eligió Moisés para administrar la justicia (Ex 24,1; Núm 11,16), integrados por ancianos, sumos sacerdotes y escribas. Su competencia, al menos en los tiempos del N. T., estaba limitada. Seguramente podía instruir el sumario y dictar la sentencia, pero, al menos en el caso de sentencia capital, debía tener la confirmación del procurador romano (Mt 26,59; Mc 14,55; Lc 22,26; Jn 18,31). ->instituciones; templo; contexto.

E. M. N.

Sangre

El A. T. considera que la sangre es la sede del alma, de la vida (Gén 9,5; Lev 7,11-14; Di 12,23); y como la vida pertenece a Dios, la sangre no puede comerse (Dt 12,16; Act 15,20; 21,19). La sangre de las víctimas se derramaba en el altar de los sacrificios expiatorios (Heb 9,22). La sangre injustamente derramada tenía que ser vengada (Gén 9,5-6; Ex 21,12; Lev 24,17; Núm 35,16-21), y Dios, ciertamente, vengará la sangre inocentemente vertida (Mt 27,25; Lc 11,5051). La frase "sangre y carne" designa al hombre en su frágil condición terrenal (Mt 16,17; 1 Cor 5,50; Gál 1,16). La Antigua Alianza fue sellada con sangre de víctimas (Ex 24,8; Heb 9,18-19) y la Nueva lo está también con la sangre de Cristo (Mt 26,28; Mc 14,24). La sangre y el agua, que brotan del costado abierto de Jesucristo (Jn 19,34.37), tienen un claro simbolismo: la sangre es propiciación por nosotros y nos purifica de todo pecado (1 Jn 1,7; Heb 9,22; Ap 7,14); Jesucristo vino por el agua y la sangre (1 Jn 5,6): el agua es el símbolo del bautismo y del Espíritu Santo (Jn 3,5-4,13) y la sangre de la Eucaristía (Jn 6,53-54).

E. M. N.

Santiago

1.° Santiago el Mayor: hijo de Zebedeo y Salomé; hermano de Juan evangelista. Respondió con toda generosidad a la llamada del Señor (Mt 4,21; Mc 1,19; Lc 5,10); es uno de los tres apóstoles preferidos de Jesucristo; fue testigo de la resurrección de la hija de Jairo (Mc 5,37; Lc 8,51), de la transfiguración (Mt 17,1; Mc 9,2; Lc 9,28) y de la agonía en el huerto (Mt 26,37; Mc 14,23); a él y a su hermano Juan, por su carácter impetuoso, Jesús les llamó «boanerges», hijos del trueno (Lc 9,51-56). Fue el primer apóstol que sufrió el martirio a manos de Herodes, en el año 44 (Act 12,2).

2.° Santiago el Menor: hijo de Cleofás y de María, la cual estuvo junto a Jesucristo en la cruz; hermano de José (Mt 27,56; Jn 19,25); primo de Jesús (Mc 6,3); se le llama «el menor» para distinguirle de «el mayor», porque llegó después al apostolado. Fue el primer jefe de la Iglesia de Jerusalén; intervino con energía y con acierto en el concilio de Jerusalén (Act 12,17; 15,13-22). El sumo sacerdote Anás le condenó a morir apedreado en el año 62. Se le atribuye la carta católica que lleva su nombre.

3.° Santiago de Alfeo: hijo de Alfeo; uno de los doce apóstoles (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,15). Muchos identifican a este Santiago con Santiago el Menor, pero esto obligaría a identificar a Alfeo con Cleofás.

4.° Hay, por fin, otro Santiago, padre del apóstol Judas (Lc 6,16; Act 1,13).

E. M. N.

Santidad

La palabra "santo" (heb. qadosh) se emplea para indicar la idea de separación física. Santo es lo separado del uso profano y consagrado al servicio de Dios (personas, cosas, lugares de culto, etc.), por lo que está revestido de poder divino, a loque responde en el hombre el temor y el respeto. Dios es el único esencialmente santo. Porque es el trascendente, el inaccesible, el que vive en una región pura, incontaminada, a una distancia infinita del hombre, a donde no puede llegar el lastre de lo profano y de lo impuro (Gén 28,16; 1 Sam 6,20; ls 6; 57,15; Os 11,9; 12,1; Ez 28,25; 36,23; 38,28). Dios es santo en cuanto se comunica con su pueblo, en cuanto ayuda y libera a su pueblo, para hacer de él un pueblo de exclusiva pertenencia suya, un pueblo de su adquisición, separado de los demás pueblos, un pueblo santo, un reino sacerdotal. Ellos tienen que ser santos, porque Dios es santo (Núm 15,40). Esta santidad del pueblo es una exigencia de la liberación (Núm 15,41; ls 40,25; 41,14; 43,3.14; 45,18). Dios es "el santo" (Lc 1,49; Ap 3,17; 4,8; 6,10), el "padre santo" (Jn 17,11).

Jesucristo es el hijo santo de Dios (Lc 1,35), el santo de Dios (Mc 1,24; Lc 4,34; Jn 6,69) por su íntima y plena pertenencia a Dios, «el santo» (Act 3,14), «el santo servidor de Dios» (Act 4,27-30); Jesucristo trae al mundo un mensaje de santidad, porque, a través de El, el Padre ha realizado una obra de misericordia. La santificación de los hombres es obra del Padre a través de Jesucristo, que es la verdad (Jn 17,17); Jesucristo se santifica, se entrega a la muerte, para santificar a los hombres (Jn 17,19); Dios, en el A. T., elige un «pueblo santo» (Lev 21,6.8; Ex 22,31; Dt 26,19); en el N. T. hay también un pueblo santo: los cristianos constituyen el nuevo y santo pueblo de Dios (1 Pe 2,5), y así comenzaron a llamarse desde el principio: «los santos» (Act 9,13.32.41); es el pueblo de los predestinados, de los elegidos, de los santos, que son los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús (Ap 14,12), los que realizan obras santas (Ap 9,8); los que, siendo santos, se santifican eternamente junto al que es tres veces santo (ls 6,3; Ap 22,11). La presencia de Dios hacía del templo un lugar santo, como lo es Jerusalén, la ciudad santa (Ap 11,2; 21,2.10) y amada (Ap 20,9). Y Santo es el Espíritu de Dios. En la Trinidad Augusta se atribuye al Espíritu Santo la santidad misma y la obra de santificación de todos los hombres.

E. M. N.

Santos lugares

Se denomina así a los lugares físicos donde tuvo lugar la encarnación de Jesucristo y donde se llevó a cabo la redención de los hombres: ->Nazaret (anunciación), ->Belén (nacimiento), ->Cenáculo (última cena), ->Getsemaní (agonía y detención), ->Calvario (muerte), Santo ->Sepulcro (sepultura y resurrección), ->monte de los Olivos (Ascensión).

E. M. N.

Santuario

Tiene varias significaciones: el lugar donde se colocaba el Arca de la Alianza; el tabernáculo; más tarde el templo, y el lugar más santo del templo, el Santo de los Santos (el Santísimo), lugar donde se daba culto a Dios y se ofrecían los sacrificios. Jesucristo funda el nuevo santuaric que es la Iglesia, pueblo santo de Dios, er el que toda la vida moral, en su aspectc individual y comunitario por la caridad, e: un culto ofrecido a Dios con el sacrificic de Jesús, vivido sobre todo en la Eucaristía: ->Templo.

E. M. N.

Sarefta

Ciudad fenicia situada al sur de Sidón En los tiempos de sequía angustiosa, all estuvo el profeta Elías, que multiplicó k harina de una pobre viuda y resucitó a si hijo por la gran hospitalidad que con él tu• vo. Jesús alaba el gesto de generosidac de la viuda (Lc 4,24-26).

E. M. N.

Satán

Etimológicamente significa "adversario", "acusador" (Zac 3,2); designa un poder personal invisible, enemigo de Dios y acusador del hombre ante Dios, tentador del hombre contra el plan salvífico de Dios. ->demonio.

E. M. N.

Secreto mesiánico ->Marcos, reino, misterio


Sed

Jesucristo habla de la sed física, como la que él mismo pasó en su vida (Jn 4,7) y en la cruz (Jn 19,26), para enseñarnos que dar de beber al sediento, es decir, vivir de una manera práctica la caridad, será lo que decida la sentencia final de cada hombre; para enseñarnos también que El se identifica con todos los pobres y los necesitados (Mt 25,35-44). Habla también de la sed en sentido metafórico: él es el agua viva, la única capaz de saciar la insaciable sed que el hombre tiene, porque es, en sí misma y en el que la bebe, manantial inagotable de vida eterna (Jn 4,13-15; 6,35; 7,37). Llama, por fin, bienaventurados a todos los que tienen hambre y sed de justicia, es decir, los que desean ardientemente cumplir la voluntad de Dios y que se implante la justicia en el mundo (Mt 5,6).

E. M. N.

Seguimiento ->Discipulado


Sello

En la antigüedad los sellos grabados por obreros especializados (Ex 28,11.36), con frecuencia en forma de escarabajo, se utilizaban en las casas como señal de propiedad. Los elegidos están marcados con un sello, que indica la pertenencia total a Dios (Ap 7,3-8; 9,4). Se usaba también como firma y rúbrica en los documentos escritos (Ap 5,1). Las tumbas solían ir selladas, por lo cual en la roca y en la piedra que tapaba el sepulcro se enganchaba una cuerda, cuyas extremidades se unían con cera o arcilla, donde se grababa el sello (Mt 27,66). Metafóricamente se dice que Dios marcó a Jesús con su sello (Jn 6,27), es decir, que su misión es auténtica, está acreditada por Dios; su sello atestigua la veracidad de Dios (Jn 3,33); el bautizado está también marcado con el sello del Espíritu (2 Cor 1,22).

E.M.N.

Semana

Si bien siguen siendo oscuros sus orígenes, la existencia de la semana está atestiguada desde antiguo en el calendario hebreo. Es posible que la semana naciera como fracción del mes lunar, en relación con las cuatro fases de la luna. Con el tiempo, la semana se independizó del ciclo mensual e incluso anual y formó por sí sola una unidad independiente. Exceptuando el sábado (Mt 28,1; Mc 16,2.9; Lc 18,12; 24,1; Jn 20,1.19), los demás días de la semana carecían de nombre propio y se los designaba simplemente con el número ordinal. Partiendo del día siguiente al sábado, se decía primer día, segundo día, tercer día, etc., de la semana. Más tarde, al día sexto se llamó "parasceve" o preparación del sábado (Mt 27,62; Mc 15,42; Lc 23,54; Jn 19,14.31.42).

E. M. N.

Seno

Organos vitales, especialmente el claustro materno (Mt 19,12; Lc 1, 15. 41. 42. 44; 2,21; 11,27; 23,29; Jn 3,4; Gál1,15). Significa también regazo; según la costumbre oriental, se comía con el brazo izquierdo apoyado en un almohadón; el que estaba a la derecha comía prácticamente con la cabeza en el regazo del de su izquierda; así, Juan respecto a Jesucristo en la última cena (Jn 13,23); en esta costumbre se basa la parábola del rico epulón y de Lázaro el pobre, el cual, al morir, fue al seno de Abrahán; es decir, fue a ocupar el puesto de honor, a la derecha de Abrahán, en el banquete de la felicidad de ultratumba (Lc 16,22). - pecho.

E. M. N.

Señal ->Signos mesiánicos; milagro; Juan, Evangelio de J.

Seol

Palabra de origen incierto, que indica en la concepción bíblica un lugar de sombras en el fondo de la tierra, donde bajaban todos los muertos sin distinción alguna, del que no pueden subir y en el que llevaban una vida disminuida; poco a poco se va considerando como el reino de la muerte. ->infierno.

E. M. N.

Sepultura

Los judíos, al parecer, no practicaban el embalsamamiento al estilo de los demás pueblos, como, por ejemplo, Egipto, que había llegado a dominar las técnicas del mismo. Por los indicios que dan los evangelistas se puede afirmar que daban sepultura al cadáver después de haberlo ungido exteriormente con aromas (Lc 23,56), especialmente mirra y áloe (Jn 19,39); después le envolvían el rostro con un sudario (Mt 15,46; Jn 20,7) y el cuerpo en un lienzo (Mc 15,46; Jn 20,7) sujeto por medio de tiras (Jn 19,40).

E. M. N.

Sermón de la montaña

Discurso que Jesús dirigió a los apóstoles y al pueblo en general, recogido por Mateo y Lucas (Mt 5-7; Lc 6,2049). San Mateo agrupa en este lugar otros pasajes, que San Lucas deja en su contexto real. A este sermón o discurso se le ha llamado la carta magna del reino de los cielos y viene a constituir la quintaesencia de la normativa evangélica, pues viene a ser la Ley de la Nueva Alianza, del cristianismo. ->Mateo.

E. M. N.

Serpiente

En Palestina hay muchas especies de serpientes, algunas venenosas. Cuando la Biblia habla de ellas, lo hace en sentido simbólico. Es figura del Demonio (Gén 3; 2 Cor 11,3; Ap 12,9; 20,2), animal impuro (Lev 11,10.42), símbolo de la hipocresía (Mt 3,7; 23,3; Lc 3,7), de la perversidad (Mt 7,10; Lc 11,11) y de la astucia (Mt 10,16). Los discípulos de Jesucristo reciben el poder de pisar impunemente a las serpientes, lo que supone su poder sobre Satanás (Lc 10,19). La serpiente, que Moisés levantó en el desierto para que los israelitas la miraran y no murieran de las picaduras de las serpientes venenosas (Núm 21,8-9), es un signo de salvación, un sentido tipológico de Jesucristo en la cruz, pues basta con mirar con fe a Jesucristo en la cruz para ser salvos (Jn 3,14-15).

E. M. N.

Servir

El servicio a Dios es exclusivo, incompatible con otras esclavitudes (Mt 6,24; Lc 16,13). La esclavitud perfecta, la sumisión fiel, es la de María (Lc 1,38.48). Pero el servicio a Dios no es nunca en el temor, sino en la libertad y fidelidad de hijos (Jn 8,3336) y de amigos (Jn 15,15); el servicio a Dios exige el servicio a los demás (Mt 20,27). Jesucristo, siendo señor, se ha hecho servidor de todos, pues la jefatura debe ser siempre un servicio, para que sus discípulos aprendan a ser servidores de todos. En el cristianismo, el que quiera ser grande ha de ser el servidor de todos, a imitación de Jesucristo, que vino a servir y no a ser servido (Mt 20,25-28; Mc 10,42-45; Lc 22,24-30). La actitud de Jesucristo en la tierra es de servicio (Mt 20,28), la misma que adoptará el último día, si a su llegada nos encuentra en vigilante espera (Lc 12,37). Servir a Jesucristo es seguirle (Jn 12,26), y servir a los hombres es servir al mismo Jesucristo (Mt 25,44). -> siervo; sacrificio.

E. M. N.

Setenta (LXX)

La llamada versión de los LXX, primera versión que conoce la historia de una lengua a otra, es la versión griega de la Biblia hebraica. Se hizo lentamente del siglo III al II a. de C. para los judíos helénicos, que habían olvidado el hebreo. Se llama también versión alejandrina, por haberse realizado en Alejandría. La carta legendaria de Aristeas dice que setenta y dos doctores de la Ley, elegidos de las doce tribus (seis por cada tribu), tradujeron el Pentateuco en la isla de Faro en setenta y dos días; el número de estas cifras redondeado dio lugar a la denominación de los LXX. Fue la Biblia oficial de los apóstoles y del naciente cristianismo. Los Padres griegos se sirvieron exclusivamente de ella. De ella nacieron muchas de las versiones antiguas, entre las que cabe destacar la de Aquila (hacia el año 140 d. de C.), la de Teodoción (hacia el año 180) y la de Simmaco (año 200). Se basa en un texto hebreo diferente y más antiguo que el texto masorético y debe considerarse como fuente genuina de revelación.

E. M. N.

Sexualidad

El matrimonio es una institución divina en orden a la procreación (Gén 1,27-28). En este marco las relaciones sexuales, con el placer concomitante, no sólo son legítimas, sino obligadas y santas. El A. T. habla con absoluta claridad y libertad de cuánto importa la vida sexual, como la cosa más natural, ordenada por Dios. Eso sí: las aberraciones sexuales son tratadas con la mayor severidad. Jesús afirma la superioridad de la virginidad sobre la legítima vida sexual en el matrimonio (Mt 19,10-12; 1 Cor 7,1526; 11,28) y declara pecado la concupiscencia (Mt 5,28).

E.M.N.

El "sí" se emplea a veces como partícula introductoria para reforzar una afirmación: "sí, os lo aseguro" (Mt 11,9; Lc 7,26; 11,51; 12,5). El cristiano, para afirmar una cosa, no debe acudir nunca a los juramentos o cosa semejante; basta un sí como fiel reflejo de su pensamiento, como lacónica, firme y sincera expresión (Mt 5,31; Jn 21,15-16). Equivale también al "amén", a la aceptación plena; así, la actitud de Jesús frente a la voluntad del Padre (Lc 10,21).

E. M. N.

Sicar

Ciudad de Samaria, situada cerca del pozo de Jacob, del monte Ebal (Jn 4,5). Unos la identifican con la aldea de Askar y otros con la antigua ciudad de Siquem, la actual Tell Balata.

E. M. N.

Sicarios ->Contexto; grupos

Sicómoro

Arbol de follaje similar al moral y de frutos parecidos a la higuera; de raíces firmes y madera de alta calidad (Lc 17,6). Se daba perfectamente en la llanura costera y en el valle del Jordán, en la explanada de Jericó (1 Crón 1,15; Lc 19,4).

E. M. N.

Sidón

Antiguo puerto fenicio de la costa mediterránea, entre Tiro y Beirut. Jesús se retiró a Tiro y a Sidón algunas veces; allí se impresionó ante la gran fe de una cananea que tenía una hija enferma, a la que curó (Mt 15,21-28); debido a esta fe de los sidonitas, Jesucristo tiene palabras de alabanza para ellos (Mt 11,21-22; Mc 3,8).

E. M. N.

Siervo de Yahvé

Título solemne dado a algunos personajes importantes, como Moisés, el siervo por excelencia (Ex 4,10; 14,31; Núm 11,11; Dt 3,24); Josué, David; luego, en la segunda parte de Isaías, a todo el pueblo de Israel, escogido por Dios para ser su testigo entre las naciones. Según los famosos cánticos del Siervo (Is 42,1-4.5-9; 49,1-6; 50,4-9.10-11; 52,13-53,12), he aquí la personalidad del Siervo de Yahvé: es un personaje futuro, un predestinado por Yahvé desde el seno materno para una misión extraordinaria; Dios le llena su espíritu; es a la vez nacionalista y universalista. En su proyección nacional debe llevar a cabo la restauración de Israel y una nueva y definitiva alianza; en su proyección universal, debe ser luz para las naciones: una misión pacífica, pero trabajosa y difícil, que llevará a cabo sin desmayo y confiando plenamente en Yahvé y que tendrá su cumplimiento cabal en la aceptación voluntaria del dolor y de la muerte como sacrificio expiatorio por los pecados de los hombres. Como recompensa a su obediencia, el Siervo tendrá una gran descendencia. Será glorificado. En esta pasión y en esta glorificación se cumple el designio salvífico de Dios sobre la humanidad. Los evangelios han reconocido en este Siervo de Yahvé a Jesús (Mt 26,67-68; 27,26; Mc 15,19; Lc 6,29; 22,37.65; Jn 1,29; 19,1).

E. M. N.

Siete

El número 7 es un número bíblico por excelencia, símbolo de la plenitud, de la totalidad, de la perfección, que arranca ya como día sagrado por el descanso de Dios tras los seis días de trabajo en la creación (Ex 20,11). Los evangelios hablan frecuentemente del número 7 (Mt 12,45; 15,34.36.37; 16,10; 22,25.26.28; Mc 8,5.6.8.20.22.23; 16,19; Lc 8,2; 11,26; 20,29.31.33). De una manera especial, la estructura literaria del evangelio de San Juan se explica en función del número 7. Así encontramos en él siete milagros, siete discursos; siete veces se dice: "creyeron en El", después de tal o cual suceso; siete frases dice Jesús que expresan lo que es El en relación con los hombres: "Yo soy el pan de vida, yo soy la luz del mundo..., yo soy..."; el Evangelio está simétricamente dividido en siete semanas,que corresponden a los siete días de la creación. Juan, con el número 7, quiere presentar la obra del Mesías como una nueva creación.

E. M. N.

Siglo

La expresión "por los siglos de los siglos" es un hebraísmo, como, por ejemplo, "el santo de los santos" (el santísimo), que significa "por siempre", tiempo sin limitación alguna, tanto referido al pasado como al futuro (Rom 16,27; 1 Tim 1,17; 2 Tim 4,18 Heb 1,8); se refiere también a la eternidad de Dios (Lc 1,55; Ap 15,7), de Jesucristo (Lc 1,33; Jn 12,34; Ap 10,6, 11,15). "Siglo" significa, por fin; mundo, tanto el mundo presente como el futuro (Mt 12,32; Ef 1,21).

E. M. N.

Siloé

Acueducto subterráneo, de medio kilómetro de largo y un metro de ancho, construido por Ezequías (hacia el año 700 a. de C.) para asegurar el agua a la ciudad de Jerusalén en caso de asedio y que llevaba el agua de la fuente de Gihon a la piscina llamada también de Siloé. Jesús curó a un ciego de nacimiento y le mandó a lavarse a la fuente de Siloé, que significa "enviado" (Jn 9,7), en lo que el evangelista encuentra un gran simbolismo: Jesucristo, el gran enviado del Padre (Jn 5,36), es la propia piscina; la fe en Jesucristo y la purificación en las aguas bautismales, las aguas vivas del Espíritu, nos limpian de todo pecado, nos hacen renacer a una vida nueva (Jn 3,5). Se ignora el emplazamiento de la torre de Siloé, a la que Jesucristo alude y en cuyo derrumbamiento perecieron 18 galileos (Lc 13,4). El pueblo de Siloé era considerado prácticamente como un barrio de Jerusalén, al Noroeste.

E. M. N.

Simeón

1.° Uno de los antepasados de Jesús, que no se menciona en el A. T. (Lc 3,30).

2.° Anciano, justo y piadoso, de Jerusalén, testigo excepcional de la presentación del Niño Jesús en el templo, el cual, lleno de gozo, entonó el himno Nunc dimittis, que proclama la función mesiánica de Jesucristo y predice los sufrimientos de María (Lc 2,25-35).

E. M. N.

Simón

Nombre frecuente, tanto en el A. como en el N. T.

1.° Simón de Cirene (-> Cirene).

2.° Simón el fariseo: invitó a Jesucristo a comer en su casa (Lc 7,36-50). Durante la comida, una pecadora ungió con aromas y con lágrimas los pies del Señor.

3.° Simón, hijo de Jonás (-> Pedro).

4.° Simón Iscariote, padre de Judas, el traidor (Jn 6,71).

5.° Simón el leproso, que dio una comida en honor de Jesús, durante la cual María ungió los pies del Señor (Jn 12,1-11).

6.° Simón el Zelotes, uno de los doce apóstoles ->zelotes.

E. M. N.

Sinagoga

En un principio significa asamblea de personas, pero luego pasa a significar el lugar donde se celebra la asamblea. Las sinagogas judías seguramente empezaron a construirse en tiempos del destierro. El templo había sido destruido y los judíos necesitaban un lugar donde poder reunirse para orar y leer las Sagradas Escrituras. Las sinagogas eran de estructura rectangular, orientadas hacia Jerusalén, y generalmente con tres naves. Había un jefe de sinagoga (Mc 5,35.38; Lc 8,40), que dirigía el culto y designaba el lector (Lc 13,14), asistido por un ministro, especie de sacristán, con la misión de pasar el rollo de la Sagrada Escritura al lector designado (Lc 4,20); de ejecutar la flagelación (Mt 10,17; 23,34) y de anunciar la festividad del sábado a son de trompeta. El texto sagrado, leído en voz alta, era ordinariamente comentado, para lo cual se solía invitar a algunos visitantes ilustres (Lc 4,16-22). El ser excluido de la sinagoga era una penalización grave (Jn 9,22). En tiempos de Jesucristo había sinagogas por todas partes. —>instituciones.

E. M. N.

Sión

Nombre de la ciudad que David conquistó a los jebuseos, llamada por eso y desde entonces la "ciudad de David" (2 Sam 5,7), situada entre el torrente Cedrón y el Tiropeón, en la parte sudeste de la actual Jerusalén. David trasladó allí el Arca de la Alianza y la constituyó capital del reino. Al norte de Sión se hizo la gran explanada, donde Salomón construyó el templo. Los profetas y los salmistas hablan indistintamente de Sión y de Jerusalén (Is 4,3; 46,13; Sof 3,14; Jer 3,14; Sal 14,7; 97,8). Sión pasó a ser el monte santo por excelencia, desde donde reinará el Mesías Rey Sacerdote (Sal 110,2), símbolo de la Jerusalén celeste y de la Iglesia terrenal (Is 2,2-4; Mt 21,5; Jn 12,15; Rom 9,33; 11,26; Ap 14,1). Más tarde el nombre de monte Sión pasó a la colina occidental de Jerusalén, donde se sitúa el Cenáculo, lugar de la Eucaristía y del acontecimiento de Pentecostés (el monte Sión cristiano).

E. M. N.

Situacion política, socioeconómica, sociorreligiosa ->Contexto

Soberbia

La soberbia está en la raíz del primer pecado, cuando el hombre quiere ser como Dios (Gén 3,5). Es el pecado más grave, la actitud más intolerante del hombre, castigada duramente por Dios (Gén 3,5.6-17; 11,5-17; Ex 5,2; 1 Sam 17,1-8; 14,11; Jer 48,29; 49,16; Ez 16,49; 28,2; 31,10; Tob 4,15; Dan 4,19.27; Prov 6,17; 11,2); el pecado más fustigado por Jesús (Mt 23; Lc 1,51-52; 10,15: 14,7.11; 18,24; 22,24). La parábola del fariseo y del publicano (Lc 18,914) pone bien de relieve la actitud del soberbio y del humilde.

E.M.N.

Sociedad ->Contexto; instituciones; política


Sodoma

Ciudad de la Pentápolis, donde Lot sobrino de Abrahán, fijó su residencia (Gén 13,12); símbolo de la máxima corrupción, por lo que fue destruida (Gén 18,19-29); símbolo también, por eso mismo, del castigo y de la venganza de Dios (Mt 10,15; 11,23-24).

E. M. N.

Sordo

La palabra significa indistintamente sordo y mudo, tal vez porque ambas cosas se suelen dar juntas (Mc 7,32). La sordera en sentido metafórico es una actitud de rebeldía, de desprecio, de los que no quieren oír la palabra de Dios (Is 29,18; 35,5; Jer 6,10). Por eso la curación de la sordera es uno de los signos mesiánicos (Is 42,18; 43,8), y las curaciones llevadas a cabo por Jesucristo (Mt 7,31; 9,25) constituyen una prueba de su mesianidad (Mt 11,5; Lc 7,22). ->enfermedades; curaciones.

E. M. N.

Sotería —>Salvación


Sudario

Pañuelo para enjugar el sudor de la cabeza; se utilizaba también para guardar el dinero (Lc 19,20) y para envolver la cabeza de los muertos (Jn 11,44; 20,7).

E. M. N.

Sudor de sangre

El miedo y la angustia ante la pasión inminente hicieron que Jesucristo sudara sangre en Getsamaní, le brotaran del cuerpo gruesas gotas de sangre (gr. zromboi haimaton), que llegaban hasta la tierra (Lc 22,44). Tal vez se trataba de la hematidrosis: la sangre sale por las glándulas sudoriparas. ->Getsemaní, pasión y muerte

E. M. N.

Suegra

Jesucristo curó a la suegra de Pedro, que estaba en cama con fiebre (Mt 8,14; Mc 1,30; Lc 4,38). La presencia y la doctrina de Jesucristo originarán discordias y enfrentamientos, según estén o no de acuerdo con ella, entre los miembros de la misma familia, entre hija y madre, nuera y suegra (Mt 10,35; Lc 12,53).

E. M. N.

Sueños

Los sueños, en la Biblia, son, a veces, una manera de ->revelación a los profetas (Núm 12,6; Dan 7,1), enseñanza, predicción (Gén 37,5-40) o avisos de Dios al hombre (Job 7,14; Mt 27,19), manifestación de cosas ocultas (1 Sam 28,6.15; Job 4,9-21). A veces se trata de falsos sueños, fácilmente engañadores, sobre todo si se toman como cosas de Dios, por lo que los verdaderos profetas atacan a los falsos profetas, que tienen sueños propios, que incluso podrían llevar a Israel a la apostasía (Dt 13,2; Jer 23,15-17; 29,8-9; Eclo 34,1-8). Los verdaderos sueños sólo pueden ser interpretados por los "sabios", por los que tienen el ->espíritu de Dios (Gén 41,8; Ex 7,11.22; Dan 2,2; 4,3; 5,15); el don de la interpretación era un verdadero privilegio concedido por Dios (Gén 40,8; 41,16; Dan 1,17; 2,28). En Israel, la adivinación o magia por medio de los sueños estaba rigurosamente prohibida (Lev 19,26; Dt 18,10). En los evangelios de la ->infancia se dan sueños con aparición de un ángel que manifiesta la voluntad de Dios (Mt 19,26; Dt 18,10).

E. M. N.

Suerte

El reparto del botín (Nah 3,10; Abd 11), de la herencia, de la tierra (Núm 26,55), de los vestidos de un muerto (Sal 22,19; Mt 27,35; Mc 15,24; Lc 23,34; Jn 19,24), se hacía echando suertes. De ahí que «suerte» pasara a significar la parte misma que había correspondido. Se echaba suertes en la búsqueda de un culpable (1 Sam 14,36-42) y en la elección de un candidato para el apostolado (Act 1,26), viendo en ello la manifestación de la voluntad de Dios.

E. M. N.

Sufrimientos de Jesús

El sufrimiento está esencialmente unido a la misión y a la vida de Jesucristo. Así lo había determinado el designio eterno de Dios (Lc 24,26.46). El mismo anunció que tenía que sufrir mucho y ser ajusticiado (Mt 16,21; 17,12.25; Mc 8,31; 9,12; Lc 9,22; 17,25). Así estaba también previamente anunciado por los profetas. Y así lo reconocieron los apóstoles, que vieron en él al Siervo paciente de Yahvé (Is 53). Jesucristo sufrió y murió (Lc 22,15) por los pecados de los hombres (1 Pe 3,18). Junto a los sufrimientos de tipo físico de la pasión, a la que tuvo mucho miedo (Mc 14,33), los sufrimientos de tipo moral, tales como la infidelidad de Jerusalén (Lc 19,41), la incredulidad de los suyos (Jn 7,5), el abandono de los apóstoles (Mc 14,50; Lc 22,48). Jesucristo no quitó del mundo el sufrimiento, ni siquiera lo explicó de una manera clara; quiso dejarlo en el misterio (Jn 9,3). Es más: anuncia que el cristianismo va esencialmente unido al sufrimiento (Lc 9,23; Flp 1,29), a participar en los sufrimientos de Jesucristo (2 Cor 1,5; 1 Pe 4,1.13), para completar así, según San Pablo, lo que aún falta a la pasión de Jesucristo (Flp 1,29; Col 1,24). Pero el cristiano debe tener conciencia de que los sufrimientos de esta vida no tienen comparación con la gloria futura (Rom 8,18; 2 Cor 4,17) y tener presente que Jesucristo llamó dichosos a los que sufren y a los que son perseguidos (Mt 5,5.10-12). ->pasión y muerte; siervo; sacrificio.

E. M. N.

Susana

Junto a los apóstoles y siguiendo a Jesús había un grupo de ->mujeres, que había hecho donación de todas sus cosas a la causa cristiana; entre ellas se encontraba Susana (Lc 8,3).

E. M. N.