SEGUNDA LECTURA

San Pablo, desde la cárcel de Efeso, escribe a la comunidad de Filipos, relativizando su propio testimonio martirial. Lo verdaderamente absoluto para él era cumplir su tarea evangelizadora: ¿aceptando la muerte?, ¿aceptando la absolución? Pablo no practicaba una mística masoquista: Cristo puede ser proclamado de muchos modos y maneras.

 

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses 1,20c-24.27a.

Hermanos:

Cristo será glorificado en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero no sé qué escoger.

Me encuentro en esta alternativa: por un lado deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero por otro quedarme en esta vida, veo que es más necesario para vosotros.

Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.