DÍA CUARTO
Jesús
nace muy pobremente
1.-
Canto para empezar
2.-
Oración para todos los días
Como
en el primer día
3.-
Presentación del tema
Jesús
no se presentó en la Historia como un gran potentado, que desde las alturas de
su poder ordena a todo el mundo lo que tiene que hacer. El bajó al barro de la
vida, se hizo pequeño y conoció en carne propia lo que es el sufrimiento
humano.
La
Madre de Jesús, María, era una mujer del pueblo, buena y sencilla, de corazón
grande y con una inmensa fe en Dios. Su padre adoptivo era carpintero de pueblo.
Jesús, como hijo de gente pobre, muy pronto, desde el nacimiento, conoce lo que
son las privaciones de los pobres. No tiene ni dónde nacer.
Su
familia no encuentra a nadie que los reciba en su casa. Ni tampoco hay lugar
para ellos en la posada pública. El amor le hizo compartir el nacimiento de los
más pobres de este mundo.
Jesús
nació en la última miseria: en una caballeriza abandonada, con una batea por
cuna. Al nacer mismo comienza a sentir en su carne el desprecio en que se tiene
a los pobres, fruto amargo del egoísmo humano.
Nos
cuesta entender bien lo que significa el hecho de que Jesús nazca tan
pobremente. El es uno de los nuestros; tomó nuestra miseria para comprendernos
y ayudarnos mejor. El ciertamente no se parecía a esas imágenes de niños
blanquitos, de ojos azules, que a veces nos gusta tener. El era un niño judío,
moreno, de ojos negros, como eran todos ellos... Y muy gordito no podría estar,
puesto que sus padres, tuvieron que correr primero a Belén y enseguida se
vieron obligados a irse a un país extraño, Egipto. Si queremos conocer cómo
era Jesús cuando pequeño, no tenemos más que mirar a nuestros hijos cuando
pequeños...
Este
Niño que nace es el mismo que años más tarde ofrece su vida por nosotros en
la cruz. El Niño-Dios y „andejara Guazu son una misma persona. Una imagen
representa al Señor cuando era pequeño y la otra cuando era todo un hombre.
No
pensemos nunca que el Niño-Dios puede castigarnos, si no le cumplimos la
"promesa" de seguir haciendo el pesebre cada año. El es siempre
comprensión, bondad y amor. Dios hecho Niño es la imagen viva del amor cercano
de Dios, de su comprensión y perdón.
4.-
Lectura del Evangelio: Lucas 2, 1-7
En
esos días, el emperador dictó una ley que ordenaba hacer un censo en todo el
imperio. Este primer censo se hizo cuando Quirino era gobernador de la Siria.
Todos iban a inscribirse a sus respectivas ciudades. También José, como era
descendiente de David, salió de la ciudad de Nazaret de Galilea y subió a
Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, para inscribirse con María, su
esposa, que estaba embarazada.
Cuando
estaban en Belén, le llegó el día en que debía tener su hijo. Y dio a luz su
primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en una pesebrera, porque no
había lugar para ellos en la sala común.
5.-
Diálogo Comunitario
a)
¿Por qué quiso Dios Padre que Jesús naciera tan pobre? ¿Para qué?
b)
Si Jesús nace pobre, ¿por qué nos gusta ponerle vestidos de lujo, como si
fuera un niño rico?
c)
¿Jesús nos pide que hagamos muchos gastos para celebrar su nacimiento? ¿Cómo
querrá El que celebremos la Navidad? ¿Qué será lo que más le gusta?
d)
¿Cómo vamos a celebrar este año el nacimiento del Niño Jesús? ¿Qué
podemos hacer para revivir algunas lindas costumbres de la Navidad de nuestra
tierra?
e)
¿Cómo podemos ayudar a los niños de nuestro barrio para que sientan la alegría
de que Jesús nace para ellos?
6.-
Oración comunitaria
-
Creemos que Jesús nació pobre por amor a los pobres.
-
Creemos que Dios cumple sus promesas a través de los pobres.
-
Perdón, Jesús, porque a veces pensamos que valemos menos porque somos pobres.
-
Perdón porque también nosotros algunas veces te cerramos la puerta de nuestra
casa.
-
Te damos gracias, Padre Dios, porque nos has dado a Jesús, tu único Hijo.
-
Gracias por haber puesto tu confianza en los pobres.
-
Te suplicamos, Jesús, que nazcas de nuevo en nosotros, en nuestras familias y
en nuestros barrios.
(Cada
uno añade la oración que le nazca del corazón)
-
Padre Nuestro, Ave María y Bendito.
7.-
Canto de despedida