DIA PRIMERO
La Encarnación:
Dios
se hace uno de nosotros
1.
Canto para empezar
Cada
día, el animador o animadora, consultando a su comunidad, seleccionará dos
cantos de Navidad para empezar y terminar.
2.
Oración para todos los días:
Niño Jesús, nuestras familias venimos en busca de comprensión,
de consuelo y de ayuda.
Sabemos que tú nos comprendes,
pues pasaste por muchos problemas parecidos a los nuestros.
Tú sabes lo que es sufrir hambre,
inseguridad,
falta de techo,
trabajo escaso.
A ti también te despreciaron
porque venías de un pueblito perdido de la campaña;
y porque no hablabas como la gente estudiada;
y porque eras pobre.
Jesús, sabemos que tú naciste en un sitio más pobre
que nuestros barrios inundables de Asunción.
Tu madre no tuvo ni dónde recostarte.
Aquello sólo servía para animales.
Desde muy joven tuviste que ponerte a trabajar,
para ayudar a tu familia.
Al igual que nosotros,
tus manos estaban llenas de callos
y tu rostro comido por el sol y el sudor.
Siempre te dedicaste a dar esperanza tu pueblo
y a ayudarles en todas sus necesidades.
Y tantas buenas noticias les diste,
que las autoridades te calumniaron y te mataron.
Creemos que tú, nuestro amigo y compañero, eres Dios.
Y por eso venciste a la muerte
y hoy vives al lado nuestro.
Donde alguien pasa hambre, ahí estás tú pasando hambre en él.
Donde un hermano es despreciado,
en él eres tú mismo despreciado.
Tú vives en medio de los sin-techo y los sin-tierra.
Por todo ello, Niño-Dios,
queremos acercarnos a ti con toda confianza.
Con el corazón lleno de esperanza.
Tú nos comprendes.
Eres nuestro compañero de camino.
Ayúdanos a luchar por unos barrios dignos de personas humanas.
Queremos tener trabajo honrado,
de forma que podamos vivir como hijos de Dios.
Danos tu mano.
Entra en nuestras familias y en nuestros barrios.
Ayúdanos a organizarnos,
de modo que podamos vivir como hermanos.
Hermanos tuyos; hermanos de todos.
Hijos
todos de un mismo Padre.
Que
así sea.
3.
Presentación del tema
Los
animadores verán si es más conveniente presentar el tema antes o después de
la lectura bíblica. El ideal no es que la "Presentación del tema" se
lea a los asistentes, sino que el animador lo diga con sus propias palabras, de
modo que ayude a entenderr mejor el mensaje del evangelio. Para ello es
imprescindible la preparación inmediata de cada tema.
Dios
le anunció a María con todo respeto que quería que fuera su madre. Y ella
aceptó de corazón. Sabía que era pequeña, pero con la ayuda de Dios sabía
también que lo podría todo. Fue valiente en aceptar responsabilidad tan
grande. Y toda su vida se mantuvo fiel a su compromiso de acompañar a su Hijo
Jesús.
Hace
casi dos mil años, pues, Dios se hizo hombre en el vientre de María. Se hizo
uno más de nosotros. Se convirtió en compañero nuestro, en amigo nuestro. A
este hecho tan importante de la historia se le llama la Encarnación de Dios.
Encarnación
es una palabra que viene de "carne". Significa "hacerse
carne". Dios, que es espíritu puro, se rebajó a sí mismo, haciéndose
carne humana. Se convirtió en uno más de nosotros. Y eso lo hizo por amor a
nosotros. Se hizo hombre por amor a los hombres.
Este
gran misterio de la Encarnación de Dios es el misterio central de nuestra fe
cristiana. Nunca acabaremos de entenderlo del todo, precisamente porque es
consecuencia del amor de Dios, que es algo que nunca acabaremos de entender en
esta vida.
Una
de las consecuencias de la Encarnación es que, al hacerse Dios ser humano, nos
dignificó a todos los seres humanos. Dios nos honró a todos al hacerse uno de
nosotros. No deben contar las diferencias de trabajo, de educación o de riqueza
entre los hombres. No deben existir diferencias de raza, ni de sexo. Todos
merecemos el mismo respeto.
El
hecho de la Encarnación demuestra que Dios se interesa por todos los hombres y
mujeres del mundo. Ninguno de nosotros le es indiferente. El respeta a todos.
Quiere a todos. Y por eso hace suyos nuestros dolores humanos. Por solidaridad
con toda la humanidad y con cada uno de los seres humanos. Se hace persona
humana para amparar y defender la dignidad de toda persona.
4.
Lectura del Evangelio: Lucas 1, 26-38
Leerlo
hasta que seamos capaces de entenderlo bien. Se podrían hacer tres tipos de
lecturas:
-
Proclamación de la Palabra (de pie, al frente, leer todo el texto)
-
Leer cada uno un párrafo (en orden, uno tras otro)
-
Cada uno lee o dice el párrafo que más le gustó.
En
el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una joven virgen que vivía
en una ciudad de Galilea llamada Nazaret, y que era prometida de José, de la
familia de David. Y el nombre de la virgen era María.
Entró
el ángel a su presencia y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo". María quedó muy conmovida por lo que veía y se
preguntaba qué querría decir ese saludo.
Pero
el ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado el favor de
Dios. Vas a quedar embarazada y darás a luz a un hijo, al que pondrás el
nombre de Jesús. Será grande, y con razón lo llamarán: Hijo del Altísimo.
Dios le dará el trono de David, su antepasado. Gobernará por siempre el pueblo
de Jacob y su reinado no terminará jamás".
María
entonces dijo al ángel: "¿Cómo podré ser madre si no tengo relación
con ningún hombre?"
Contestó
el ángel: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra; por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán
Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel: en su vejez ha quedado esperando
un hijo, y la que no podía tener familia se encuentra ya en el sexto mes del
embarazo. Para Dios, nada será imposible".
Dijo
María: "Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí lo que has
dicho". Después de estas palabras el ángel se retiró.
5.
Diálogo comunitario
Es
muy importante dar aquí cada uno su aporte y escucharnos unos a otros con
respeto y atención, pues el Mensaje de Dios lo recibiremos como fruto del
esfuerzo común. No discutir.
a)
Hagamos entre todos un resumen de lo leído en este evangelio. ¿Qué dice el ángel?
¿Qué dice María? ¿Cómo será el Hijo anunciado?
b)
¿Por qué la Encarnación nos lleva a respetarnos los unos a los otros?
c)
¿Nos sentimos nosotros inferiores a otras personas que viven en sitios mejores?
¿Nos sentimos las mujeres inferiores a los hombres? ¿Nos faltamos al respeto y
nos despreciamos los unos a los otros? ¿Por qué?
d)
¿Qué hacer para que las instituciones oficiales respeten nuestra dignidad
humana?
e)
¿En qué nos comprometemos a respetar un poco mejor a alguien? ¿Y en qué nos
podemos hacer respetar mejor?
6.
Oración comunitaria
-
Creemos que Dios se hizo hombre de carne y hueso como nosotros. (Todos repiten).
-
Creemos que todas las personas tenemos la misma dignidad humana.
-
Creemos que la mujer tiene la misma dignidad que el hombre.
-
Perdón porque tantas veces faltamos al respeto a los hermanos.
-
Perdón porque nos dejamos faltar al respeto.
-
Gracias, Padre Dios, por habernos dado a tu Hijo Jesús.
-
Gracias, Señor Dios, por haberte hecho en todo semejante a nosotros.
-
Te pedimos Jesús que aprendamos las lecciones de tu Encarnación.
(Se
pueden añadir las oraciones que cada uno quiera)
-
Padre Nuestro, Ave María y Bendito.
7.
Canto de despedida