COMENTARIOS A LA PRIMERA LECTURA
Jos 5, 9a. 10-12

1.

La historia de la salvación es similar a la escalada a una montaña. Se empieza la subida y parece que ya se toca la cima con las manos. Continúa la ascensión y van apareciendo colinas y valles intermedios, que alejan la meta una y otra vez.

La historia de la salvación está jalonada por promesas, que van emplazando siempre a la humanidad hacia nuevas metas. Primero estaba sólo Abraham; no había ni pueblo ni Ley ni tierra. Luego ya hubo pueblo: en Egipto los clanes patriarcales se convirtieron en "pueblo numeroso". Después, en el Sinaí, hubo Ley. Y ahora, con la entrada en Canaán, hay tierra. Parecía que la historia había alcanzado la meta, pero ¡no!, nosotros a treinta y dos siglos de distancia sabemos que la gesta apenas ha hecho más que empezar.

CIRCUNCISIÓN: En todo caso, la entrada en la tierra constituía una nueva etapa y muy importante. Esta importancia está subrayada por la celebración del rito de la circuncisión y de la fiesta de la pascua en las puertas mismas de la tierra prometida. La circuncisión y la pascua son la versión litúrgica del paso del Jordán. Al no estar circuncidados, los israelitas parecían continuar en estado de paganía, en la esfera de la antigua esclavitud; o sea, seguía cargando sobre ellos un "oprobio" similar al de los egipcios, los cuales eran considerados por el autor como incircuncisos. La circuncisión daba carta de ciudadanía dentro del pueblo elegido, con todos los privilegios que esta pertenencia llevaba consigo.

Uno de estos privilegios era la posibilidad de participar en la fiesta de la pascua. Algo así como en la iglesia cristiana el bautismo capacita para el sacramento de la eucaristía. De todas formas, la celebración de la fiesta en Guilgal no se describe por el interés que ella tiene en sí misma. Este interés ya lo ponen de relieve los cc. 12-13 del Éxodo y otros muchos pasajes a lo largo de la Biblia. El acento de nuestro texto recae sobre la novedad que supone la entrada en la tierra. El tiempo del desierto y su alimento, otorgado providencialmente por el Cielo, ha terminado. En adelante es la tierra de Canaán la que, de una manera natural y estable, asegurará al pueblo el alimento necesario. Cesa la peregrinación y la etapa de vida nómada por el desierto y empieza la vida sedentaria y el reposo en la tierra prometida 

El santuario y la fiestas celebradas en Guilgal nada más poner pie en la tierra de Canaán son como las primicias de la nueva etapa que se abre en la historia de la salvación. Son como la consagración de la nueva tierra: Dios ha tomado posesión de ella y ha fijado su morada que todavía queda mucho camino hasta llegar a la cima, pero, en todo caso, la promesa de la tierra se ha empezado a cumplir. Se abre una nueva página.

Lo mismo que la liberación de la esclavitud egipcia era presagio y garantía de la futura redención llevada a cabo por el Mesías, así también la entrada y la posesión de la tierra presagia y simboliza la entrada en la patria definitiva. A ella se refiere la bienaventuranza que dice: "Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra" (Mt 5,4).

COMENTARIOS A LA BIBLIA LITURGICA AT
EDIC MAROVA/MADRID 1976.Pág. 314 s.


2.

El libro de Josué empalma directamente con el Éxodo. El pueblo de Dios, peregrino en el desierto, llega a la tierra prometida. Hay que conquistarla y repartirla entre las tribus. Josué es el elegido por Dios para llevar a cabo esta doble tarea. Tarea que no fue tan fácil ni tan fulgurante como podría deducirse de una rápida lectura. El libro es una profesión de fe.

Los israelitas comienzan a familiarizarse con el país y comen sus productos. De este modo se indica que han empezado otros tiempos y con ellos también una crisis que durará hasta el rey David: un pueblo nómada, con una religión acorde, irá transformándose en un pueblo campesino que habrá de adaptarse a su nueva condición e inventar, consecuentemente, una religión adecuada a la misma (hay que tener en cuenta el signo de la "circuncisión" como ingreso en la comunidad; este signo ahora es adoptado por todos).

EUCARISTÍA 1989, 11


3.

-En el versillo anterior se habla de una circuncisión general. Se afirma también en el contexto que todos los israelitas que salieron de Egipto estaban ya circuncidados, pero ninguno de éstos entraría en la tierra prometida. En cambio, los que habían nacido durante los años de marcha por el desierto no pudieron ser circuncidados porque estaban en camino (v. 7). Pero sólo estos incircuncisos entraron en Canaán. Por otra parte, el historiador Herodoto nos informa de que los egipcios practicaban la circuncisión. Por lo tanto, "el oprobio de Egipto" no puede ser la incircuncisión de los egipcios o de los hijos de Israel antes de salir de Egipto, y el hecho de que ahora todo el pueblo sea circuncidado no marca por sí mismo la diferencia respecto a su estado en las tierras de Egipto. Lo que sí indica esta circuncisión general es que el éxodo o salida de la esclavitud ha concluido felizmente y que Israel ya no está en camino sino en la tierra prometida. De modo que esta circuncisión se convierte en símbolo de la alianza y de la liberación de la esclavitud: Israel ya no pertenece a los señores de Egipto, sino al Señor, y en esto consiste su verdadera libertad. Se acabó la esclavitud, terminó el oprobio de Egipto.

v. 11: Posiblemente no "fritas", sino espigas tostadas. Una alimento que, a diferencia de los panes ácimos, no estaba prescrito expresamente para la pascua. El pan/ácimo, sin levadura, es una símbolo adecuado para significar la nueva vida que comienza, pues no tiene antecedentes en su elaboración. La base material de una cultura agrícola, los frutos de la tierra cultivada, adquieren significado religioso. Israel veía en estos frutos un don del Señor que lo sacó de Egipto y le dio la tierra prometida.

v. 12: El maná, que fue el sustento providencial durante los largos años de marcha por el desierto, cede cuando Israel se asienta en la tierra que le había sido prometida. Ya no hace falta. El hecho de tomar tierra supuso para este pueblo de nómadas un cambio cultural de primera magnitud. Desde el punto de vista religioso, podía suponer un peligro. Israel podía pensar que, en adelante. su vida ya no pendía tanto de la mano de Dios sino del trabajo y del cultivo de la tierra, o que ya había llegado a su destino y, en consecuencia, podía instalarse. Pero Yavé sigue siendo el Dios siempre mayor, el Dios de las promesas y de la historia, el que marcha delante de su pueblo hacia nuevas fronteras, el que ha de venir. Por eso, la celebración de la pascua debe recordar a este pueblo que no debe instalarse nunca si no quiere caer en nuevas esclavitudes. Debe recordarle que sigue pendiente de la promesa y que es, por lo tanto, el pueblo de la salida o del éxodo permanente.

EUCARISTÍA 1986, 12


4.

Contexto: Jos. 3-5 y los diversos acontecimientos del Éxodo.

-En Jos 5 se narran tres acontecimientos diversos: circuncisión (vs. 2-9), celebración de la Pascua (vs. 10-12) y la aparición de un hombre misterioso a Josué (vs. 13-15). Ninguno de los tres relatos guarda relación entre sí.

-Desde la perspectiva bíblica es mucho más interesante el darnos cuenta del estrecho y sorprendente paralelismo existente entre Jos 3-5 y algunos acontecimientos del Éxodo: el pueblo peregrino pasa, sin dificultad, las aguas de Jordán // paso del mar Rojo (Ex. 14, 21 ss.), el arca, símbolo de la presencia divina, va a la cabeza del pueblo por el desierto // la nube conduce al pueblo (Ex. 13, 21 ss.), celebración de la Pascua en Guilgal // se celebra la Pascua en Egipto (Ex. 12-13).

En un punto no se observa paralelismo entre los dos libros, sino más bien una clara antítesis: llegada del "general del ejército del Señor" con su tropa, el pueblo de Israel (v. 14). Llegada que se contrapone a la salida del pueblo: con el libro de Josué la peregrinación por el desierto ha llegado a feliz puerto.

Texto: La nueva etapa o vida del pueblo israelita.

-Vs. 5-8: Circuncisión. Este es el signo visible de la Alianza (Gn. 17), indica pertenencia al pueblo elegido, adhesión y reconocimiento al Señor (=confesión de fe) en medio de un ambiente hostil a sus exigencias. Al final del destierro de Babilonia la circuncisión adquirirá un valor más étnico que religioso.

-Vs. 9: Etimología del nombre "Guilgal". La raíz indica "girar, remover, quitar de encima"; por la remoción del prepucio (=circuncisión) a los israelitas se les quita de encima el oprobio de Egipto, pasando así de la condición de esclavos a la de ser libres, y perteneciendo ya al Señor. Esta es la nueva vida del pueblo.

-Vs. 10-12: Celebración de la Pascua. El ritual y el significado de la fiesta se describe en Ex. 12-13: tal vez en su origen pudiera denotar una fiesta de pastores en la que se celebrara la fuerza de la naturaleza que irrumpe con la nueva vegetación de la primavera (primera luna-llena del mes de Abib o de Nisán), pero en el Éxodo Israel le da un nuevo significado como recuerdo o memorial de la liberación de Egipto. Pasada la antigua amargura se requiere celebrar, con alegría, la liberación. En este momento ya no se requiere el maná, alimento providencial en el desierto, sino los nuevos productos de la tierra conquistada y poseída. La promesa de la liberación ya se ha cumplido. 

Reflexiones. 

-Con Jesús de Nazaret empieza una nueva etapa en la historia humana. Sólo El hace posible la auténtica transformación humana, por El pasamos de la muerte a la vida, de la esclavitud, a la libertad de los hijos de Dios. Jesús remueve, nos quita de encima... el oprobio de nuestro egoísmo, el prepucio de nuestras infinitas injusticias, el..., naciendo así a una nueva vida (bautismo).

-En 2Co/05/17 se proclama: "el que es de Cristo es una creatura nueva: lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado". Y como recuerdo de esta liberación, los cristianos lo celebramos en nuestra Pascua (Eucaristía).

-"Cristianos en Fiesta" es un precioso libro de Juan Mateos. En él se nos recuerda cómo nuestra Eucaristía debe ser una celebración alegre, festiva, ya que es la invitación al banquete de la alegría (Evangelio de hoy). Y nuestras celebraciones litúrgicas, ¿son alegres? Más bien parecen funerales de tercera.

¿Podemos estar de fiesta y alegres si antes no removemos el prepucio de nuestros egoísmos e injusticias? Sin liberación no hay fiesta ni producto alimenticio definitivo, sin remoción no puede haber alegría.

A GIL MODREGO
DABAR 1992, 21


5.

Primera celebración de la Pascua en la Tierra Prometida. «Por fin libres, por la gracia de Dios». Porque «hoy os he despojado del oprobio de Egipto». Aquella esclavitud ya no es sino un triste recuerdo. Y aquel recuerdo hoy os hace cantar de alegría.

Hoy sois libres. Hoy habéis alcanzado la tierra prometida de la libertad. Ya podéis comer «panes ácimos» nuevos, como los hombres nuevos. Ya podéis comer del fruto de la tierra, como señores. No las cebollas de la esclavitud ni el maná de los fugitivos, sino las «espigas fritas» de la libertad. Ya se acabaron la esclavitud y las pruebas, los miedos y las esperas. Hoy es vuestra Pascua.

Pero este hoy siempre es relativo. La libertad plena no la conseguimos aquí. La Tierra Prometida siempre tiene que estar siendo conquistada. «Si Josué les hubiera proporcionado un descanso, no habría hablado Dios más tarde de otro día» (Hb 4, 8). La libertad de hoy, la tierra conquistada de hoy, no son más que el anuncio de nuevas libertades y tierras mejores. El «ya» y el «todavía no». Estamos ya en la Tierra Prometida, pero sigue siendo objeto de una bienaventuranza de Jesús (cf. Mat 5, 4).

CARITAS
UN DIOS PARA TU HERMANO
CUARESMA Y PASCUA 1992 1992-1.Pág. 92


6. /Jos/03/01-17   /Jos/05/10-12

En la lectura de hoy se nos describe el paso del Jordán. La narración que acabamos de leer podemos considerarla de tipo cultual o litúrgica mejor que estrictamente histórica. La finalidad de este relato es darnos un paralelismo con el paso del Mar Rojo al comienzo del Éxodo, haciéndonos comprender la entrada en la tierra prometida como un acto de culto y de fe en la fidelidad de Yahvé, que les daba la tierra. El vocabulario es muy parecido al que se emplea en la descripción del paso del Mar Rojo: la acción de Dios seca las aguas, los hebreos pasan a pie enjuto, actúa el brazo fuerte de Yahvé. Así, pues, en ese paralelismo se nos muestra la potencia salvadora de Dios en favor de su pueblo y la continuidad de la protección de Yahvé.

La presencia del arca delante del pueblo, símbolo de la presencia de Dios, nos muestra cómo el Señor guía a su pueblo (al igual que la columna de fuego o la nube, que precedía a los israelitas en el desierto), y la superación de un obstáculo muy difícil indica la eficacia de una fe que sabe confiar en Dios.

Ya han llegado a la tierra prometida, y lo mismo que la fiesta de la Pascua acompañó el Éxodo, también ahora la celebran los israelitas al acampar en esa tierra. La fiesta de la Pascua cierra y conmemora la salvación de Yahvé en los días del desierto desde Egipto a Palestina. Se cierra también el paréntesis del maná; ahora cambia el estilo de vida: los frutos de la tierra serán en adelante la riqueza y el alimento del pueblo en la patria que Dios les ha dado.

JORDAN/PASO: El paso del Jordán fue importante para la fe del AT, como lo será también para la teología del NT y para los Padres de la Iglesia, quienes han visto en el bautismo de Jesús en el Jordán el gran paso de la pascua definitiva, realizada por Cristo, representante del nuevo pueblo de Dios, que lo hace llegar a la tierra prometida de la gloria. El desierto representa para nosotros esta vida, con sus problemas, dudas, debilidades y esperanzas; el Jordán es el paso pascual de la muerte y de la resurrección del creyente incorporado a Cristo, y la tierra prometida es nuestra última meta: la gloria y la felicidad eternas.

El AT nos muestra una vez más su íntima correlación con el Nuevo; es como una figura de la nueva realidad que tendrá su cumplimiento en Cristo y en su obra.

J. M. VERNET
LA BIBLIA DIA A DIA
Comentario exegético a las lecturas
de la Liturgia de las Horas
Ediciones CRISTIANDAD.MADRID-1981.Pág. 640


7.

-"Hoy os he despojado del oprobio de Egipto": Estamos en las puertas de la tierra prometida y el texto que precede al de esta lectura, ha explicado la circuncisión a la que han sido sometidos los israelitas antes de entrar en ella. La primera frase de la lectura es la conclusión de la descripción anterior. ¿C6mo debe entenderse? El oprobio de Egipto se referiría a la situación de incircuncisión. En este caso el autor desconoce que también la circuncisión se practicaba en Egipto. Algún comentario lo ha referido a la situación de esclavitud, pero ello no concuerda con el contexto.

-"Los israelitas acamparon en Guilgal y celebraron la Pascua": En la primera estancia en la nueva tierra, en Guilgal, Israel celebra la Pascua después del rito de la circuncisión. En el capítulo anterior, Josué hace erigir doce piedras del Jordán, que delimitan un espacio sagrado que perdurará muchos años, y donde se conmemorará el final del camino penoso por el desierto y la entrada en la tierra.

- "El día siguiente a la Pascua comieron del fruto de la tierra": La primera Pascua, en Egipto, señaló el fin de la esclavitud y el principio de la libertad; ahora, señala también el comienzo de la posesión de la tierra, de lo que había sido prometido como realización total de la libertad. Ya no será necesario el maná, porque se ha pasado del peregrinaje a la fruición del don de la salvación.

El texto parece referirse a la fiesta de los ázimos, que se celebraba el día después de Pascua y en la que se ofrecían las primicias de la cosecha del grano. Con todo, conviene tener presente que las dos fiestas no se unieron hasta el reinado de Josías; aquí se trataría de un anacronismo. O bien refleja los ritos de Pascua propios del santuario de Guilgal.

J. NASPLEDA
MISA DOMINICAL 1995, 4