SAN AGUSTÍN COMENTA EL EVANGELIO

Mt 24,37-44: Todo estado de vida en la Iglesia cuenta con personas que fingen

Con razón, amadísimos hermanos, hallamos en el evangelio aquellas palabras sublimes salidas de la boca del Señor: Entonces habrá dos hombres en el campo: se tomará a uno y se dejará a otro. Habrá dos mujeres en el molino: una será tomada y otra será dejada. Habrá dos en el lecho, uno será tomado y otro dejado (Mt 24,40-41; Lc 17,34-35). ¿Qué significa habrá dos hombres en el campo? Lo que dice el Apóstol: Yo planté, Apolo regó, pero el crecimiento lo dio Dios. Sois cultivo de Dios (1 Cor 3,6.9). Trabajamos en el campo. Los dos hombres que están en el campo son los clérigos; de ellos se tomará a uno y se dejará a otro: se tomará al bueno y se dejará al malo. Las dos mujeres que se hallan en el molino simbolizan al pueblo. ¿Por qué se dice que están moliendo? Porque, encadenadas al mundo, están como retenidas por la piedra del molino en el afán por las cosas temporales. También una de ellas será tomada y otra dejada. ¿Cuál de ellas será tomada? La que obra bien y atiende a las necesidades de los siervos de Dios y a la indigencia de los pobres; la que es fiel en la alabanza, se mantiene firme en el gozo de la esperanza, se entrega de lleno a Dios, a nadie desea mal y ama cuanto puede no sólo a los amigos, sino también a los enemigos; quien no conoce a otra mujer fuera de la suya ni a otro varón fuera de su marido: ésta es la mujer que será tomada de las que estaban en el molino. La que no se comporte de esta manera será dejada.

Hay otras personas que dicen: «Anhelamos el descanso, no queremos tener que soportar a nadie y por eso nos apartamos de la masa; nos conviene vivir con cierta seguridad. También de éstas una será tomada y otra dejada. Que nadie os engañe, hermanos. Si no queréis engañaros y deseáis amar a los hermanos, sabed que todo estado de vida en la Iglesia cuenta con miembros que fingen lo que no son. No he dicho que todo hombre finge, sino que todo estado de vida cuenta con personas que fingen. Hay cristianos malos, pero los hay también buenos. Te da la impresión de que ves a muchos malos: son la paja que te impide ver el grano. Pero también hay grano: acércate, mete la mano, remueve, aplica el juicio de la boca. Topas con religiosas indisciplinadas, ¿vas a censurar por eso su estado religioso? Muchas no paran en sus casas, andan de visiteo por las ajenas, metiéndose en todo y hablando lo que no conviene; son orgullosas, deslenguadas, borrachas; son vírgenes, pero ¿de qué les sirve su virginidad física, si han permitido la violación de su alma? Mejor es el matrimonio de una persona humilde que la virginidad de una soberbia. Si ésta estuviese casada, no tendría el título para engreírse y sí un freno que la gobernase. Pero del hecho de que hay vírgenes malas ¿ha de sacarse argumento para condenar a las que son santas en el cuerpo y en el alma? O, por el contrario, ¿nos ha de llevar a ensalzar a las que merecen reproche la existencia de otras dignas de alabanza? De cualquier estado, uno será tomado y otro dejado.

Comentario al salmo 99,13