Rei Ki
Autor: Miguel Pastorino
¿Ciencia,
magia, religión, terapia curativa o moda cultural?
¿Compatible con la fe cristiana?
En distintos encuentros, cursos y talleres sobre el fenómeno de la New Age y
de los nuevos movimientos religiosos, siempre surgen constantemente preguntas
como: “¿Qué es eso del Reiki? ¿Es religioso? ¿Es compatible con la fe
cristiana?". Y no son pocos los que día a día se acercan a esta práctica en
Montevideo, sobre todo entre los cristianos.
¿Qué es Rei-Ki?
Es un método natural de curación por medio de la energía universal, cósmica.
Rei Ki es un término de origen japonés que se refiere a la “energía vital (ki)
universal (rei)” que fluye a través de un discípulo que ha sido “activado” por
ella.
“Rei” describe el ser universal, impersonal, omnisciente, que otorga vida,
como los rayos del sol a los seres vivos. “Ki” es lo que emana del “rei”,
es la energía o fuerza vital que pasa a través de todo lo que vive.
El Reiki afirma que las enfermedades son siempre ocasionadas por un
“desequilibrio” en la energía y/o en la técnica, buscando encontrar “la
armonía”, “el equilibrio” de la energía existente en los diferentes centros
energéticos del cuerpo (chakras), mediante la imposición de manos.
Quienes la practican, prometen un gran alivio al que lo recibe, en el plano
físico y espiritual, una gran relajación y una plena sensación de paz
interior.
Los centros de Reiki otorgan cursos de hasta cuatro niveles: En el primer
nivel se abren los cuatro chakras inferiores, que funcionan como canales
receptivos de energía, mediante unas ceremonias establecidas y se aprende a
usar las manos para la curación; en el segundo grado se canaliza la energía
con la mente, se pueden hacer curaciones a distancia; en el tercero se alcanza
la maduración y se recibe una misteriosa bendición por la cual la persona no
es ya ella misma, pues sólo vive para ser reiki; en el cuarto grado se alcanza
la posición de maestro reiki o sensei.
¿Qué son los Chakras?
Chakra es una palabra sánscrita de género masculino que significa “rueda,
círculo”, es decir, los chakras son vórtices o centros muy activos, como un
torbellino, de energía cósmica que existen en el cuerpo humano (7 principales
en el hinduismo, 4 según el budismo). Es una creencia de origen hinduista,
relacionada con los 7 cuerpos (etéreo, físico, mental, astral, etéreo, sutil,
anímico). Son reflejo del cuerpo sutil, se encuentran en el cuerpo físico, y
subsisten después de la muerte y contribuyen a la animación del feto en el
instante de la reencarnación del alma en otro cuerpo.
Origen del Rei Ki
La curación por el uso de la energía tiene una antigüedad milenaria en
Asia, pero el Reiki surgió a principios del siglo XIX con Mikao Usui
(1865-1927) , decano de una pequeña universidad cristiana en Kyoto
(Japón), persona noble, virtuosa y admirada. Un maestro con carisma de gurú,
quien tuvo visiones místicas y fomentó un sincretismo oriental con elementos
de origen cristiano.
Cuentan que tuvo que dejar su puesto de decano porque sus alumnos le pidieron
que les enseñara la técnica que utilizaba Jesucristo para curar con las manos
y él no supo contestar. Decidió investigarlo, y se matriculó en el doctorado
en Teología en la Universidad de Chicago. Al no encontrar ahí la "receta" para
hacer curaciones como Jesucristo, viajó al norte de la India y al Tibet, pues
"sospechaba" que ahí había estudiado Jesucristo. Ahí estudió los Sutras del
loto tibetano y cuenta que en ellos encontró la respuesta intelectual a su
inquietud. Viajó a Japón y estudió al Buda, pues sabía que él también había
realizado curaciones. Al final, llegó a un monasterio zen en donde después de
veintiún días de ayuno, cuenta que tuvo una "visión" en la que se le reveló
el secreto del Rei ki para hacer curaciones corporales. Más adelante,
cuenta que en otra visión se le revelaron los cinco principios filosóficos del
Reiki y entonces fue cuando descubrió que toda enfermedad física tiene un
origen espiritual (energético).
En el Templo Bodhi en Tokio (Japón), se encuentra el epitafio del maestro
donde se lee: “...Un gran fundador es alguien con gran virtud y gran
mérito. Desde tiempos inmemoriales, cada persona que ha comenzado una nueva
teoría o religión, se ha considerado de este modo: el Maestro Mikao Usui
debería ser uno de ellos.
En sus inicios el Reiki surge como una secta (Energía Vital Universal), luego
es traída a occidente (no del todo secularizada) como una práctica curativa.
Luego en 1980 se instituyó la American International Reiki Association (AIRA),
que contribuye a su difusión en los países occidentales. El mismo nombre (Reiki)
lo llevan la secta de Usui, y la práctica presentada como “terapia
alternativa”, de ahí la no poca confusión de muchos.
El Maestro Usui dejó cinco principios, los cuales son los pilares del ReiKi:
“Por hoy no pierdas la compostura, no te preocupes, sé agradecido, trabaja
diligentemente, sé amable”.
Al igual que tantos otros maestros del oriente, Usui reedita algunos de sus
milenarios preceptos éticos, los que, probablemente de influencia confuciana,
no muestran signos religiosos, sino que parecen presentar una postura moral y
nada más.
Diversos sistemas y escuelas
Existen diversas escuelas o escisiones posteriores a la escuela japonesa de
Usui, y hasta diversos grupos religiosos surgidos desde la muerte del maestro.
Encontramos sistemas como Usui Tibetano, Karuna, Gendai, Reiki Ho (original
japonés), Tera Mai, Seven Degree System, Raku Kei, Sekhem Seichim (Egipcio),
Jin Kei Do, Budo Enersence, Okuden, Reiki Avanzado, Shokuden, Edad Dorada,
Reiki Vital, etc..
La mayoría de ellos son escuelas y se puede acceder a varias de ellas si uno
tiene más de segundo nivel; para conocer otras, en cambio, hay que ser
maestro. Las más avanzadas son escuelas de espiritualidad plagadas de
esoterismos de origen budista, taoísta, egipcio e hindú. El mayor
perfeccionamiento comienza a tomar claros rasgos de escuelas religiosas.
Los más difundidos son: Reiki Usui o tradicional, por el Dr. Mikao Usui,
que consta de 4 símbolos, Karuna Reiki, por William Rand, con 8
símbolos y Reiki Tera Mai, por Kathleen Ann Milner, con 21 símbolos.
Este sistema incluye los símbolos del Usui, los del Karuna y otros nuevos.
Aunque hay muchísimos más de tendencia japonesa, egipcia, tibetana, hindú y
norteamericana, y hasta un Reiki rioplatense con una pizca de la metafísica de
Conny Méndez, que es practicada por no pocos montevideanos.
En Montevideo tiene mucha fuerza la Escuela de Terapias Complementarias
(Pocitos), dirigida por Patricia Germinio y Álvaro Würth, quienes enseñan
Reiki, Psicoastrología, PNL, Radiestesia, Gemoterapia, Aromaterapia,
Visualización creativa, control mental y terapias florales entre otras
disciplinas. Esta Escuela otorga incluso diplomas y certificados de
graduación. Se trata de la línea Genday de Reiki. de las más religiosas y
sincréticas. Los cursos ofrecidos permiten ver claramente la atmósfera new age
que se respira en esta academia.
El Reiki es definido como “camino espiritual” o“sistema de crecimiento
espiritual” por todos sus maestros.
Dualismo cósmico
De origen taoísta, la teoría de los opuestos (Yin – Yang), no es la única
visión dualista del universo en el mundo de las religiones. Pero en el caso
del ReiKi puedo citar un texto ejemplarizante de su dualismo y sus vetas
panteístas disfrazadas de “energetismo”: “El Reiki también mejora nuestra
calidad de vida en el campo de la energía espiritual, porque es un
poderoso Escudo de Luz a la hora de protegernos de algunas personas, lugares o
situaciones de gran negatividad, porque como todos sabemos vivimos en un
mundo dual, de dos polaridades, yin-yan, frío-calor, blanco-negro,
luz-oscuridad, etc. Ya desde el primer nivel enseño a los discípulos técnicas
de protección utilizando Reiki como canal principal de energía de Luz, en
segundo nivel, y segundo nivel avanzado, aplicamos la simbología
tradicional más los símbolos tibetanos, egipcios y Tera Mai, entre otros,
logrando una verdadera “artillería pesada” a la hora de protegernos, o
proteger a otras personas, casa, auto, computadora, etc.”.
Además de una permanente guerra espiritual o energética contra las “energías
negativas”, han asumido simbologías de otras tradiciones. Tales símbolos
sirven como escudos protectores, por lo cual llegan a venderse como amuletos.
ReiKi y mensaje religioso
El siguiente texto manifiesta el sincretismo cristiano-oriental y el contenido
religioso tantas veces refutado por quienes practican el ReiKi. El título del
capítulo que citamos se llama: “El regreso del Padre” :
“El Padre que es amor incondicional, que nada pide, que todo lo da, que llega
a todo ser que lo necesita, que cicatriza nuestras heridas, sana las
angustias, las tristezas, el desamor, el desequilibrio, la desesperanza, el
dolor, la amargura, la impotencia, la desesperación, porque su amor todo lo
puede, e impregna cada cuerpo, cada chakra, cada rincón de tu ser
restaurándolo con la energía sanadora del amor y llevándote a un estado
distinto, superior, sutil, reconfortante.
La experiencia de REIKI es individual, Pero en todas vas a encontrar esa cuota
divina, que no es tuya ni mía, que pasa a través de nuestras manos, y que
es la esencia de todo, pues el amor está siempre como causa subyacente de
todas las cosas.”
Por otra parte leemos: “Aunque en esta encarnación física estamos
temporalmente cubiertos por energía material, nuestra naturaleza es
inherentemente divina, y estamos en busca del amor venturoso del reino
espiritual donde yace nuestra verdadera relación.”
Resultados positivos, aunque difícil purificación.
Es necesario un serio discernimiento frente a la multitud de disciplinas
orientales importadas a occidente, ya que aun en el caso de que pudieran no
ser perjudiciales en sí mismas, es preciso no caer ni en un rechazo a lo
diferente por ser desconocido, ni en un concordismo ingenuo por falta de
sentido crítico y coherencia en la fe (como con todo lo vinculado a la New Age).
La mayoría de las disciplinas orientales traídas a occidente en la segunda
mitad del siglo XX (Yoga, Artes Marciales, Meditación Zen, Tai Chi Chuan, Chi
Kung, curación pránica, etc.) gozan del testimonio del beneficio que han
dejado a sus practicantes. Y es que practicadas dentro de una buena
purificación en contenidos y un serio discernimiento, no le es problema a un
cristiano practicar cualquiera de ellas. Incluso el mismo Rei Ki no es
nocivo, ya que los tratamientos alternativos a base de energía interna (“Chi”
en chino, “Ki” en japonés, “Prana” en sánscrito) son beneficiosos. El problema
estriba en si en occidente somos capaces de separar la práctica de las
creencias que las sustentan (?), las cuales son totalmente incompatibles
con la fe cristiana. Y eso de “yo separo las cosas” , siempre es un
tanto dudoso. El desafío para los cristianos que practican no es nada fácil,
de hecho el Yoga y las Artes Marciales, el Tai Chi y el Chi Kung ya han sido
bastante purificados gracias a varias décadas de existencia en un contexto
secularizado, pero no es este el caso del Reiki que además cuenta con todos
los patrocinadores del movimiento Nueva Era.
Incompatibilidad con la fe cristiana
En oriente no se puede separar la práctica profunda y madura de estas
disciplinas de la cosmovisión religiosa que las sostienen (reencarnación,
panteísmo, iluminación, etc). Y dichas creencias son incompatibles con la
fe cristiana en un Dios personal (no en una batería universal), en la
salvación por Jesucristo (no es un sanador más entre otros), y la fe en la
resurrección (no en la reencarnación, Heb 9,27).
La moda sociocultural de New Age es el principal distribuidor de Rei Ki en
nuestro país, y la mayoría de sus centros de curación son verdaderos
centros de espiritualidad oriental, sincréticos, donde para creer que
puedo curar a alguien termino necesitando creer que soy parte del gran ser
universal, impersonal y energético. En lugar de dar fe a la gracia de Dios,
soy fe a la energía que todo lo invade y cuya ausencia deteriora los seres.
Jesucristo aparece relativizado como un sanador más dentro de la historia de
la humanidad al ser igualado a "otros" Budas (iluminados), y desonocido en su
identidad al no ser reconocido como Dios mismo entre nosotros. Todo esto
es comprensible si surge de una experiencia sincrética como fue la de Usui.
Al igual que muchas de las disciplinas promovidas por la New Age, el Rei Ki va
acompañado de una serie de manuales, y materiales teóricos que van minando el
cristianismo con un sincretismo que relativiza las bases de la fe cristiana
detrás de una fascinación búdica y hasta esotérica. Por su propia modalidad
se presenta como “no religioso”, cuando todos los temas que toca y sobre
los que pretende traer una novedad son medularmente religiosos.
Muchos cristianos sedientos de paz, de armonía, de seguridad, de sanación
interior y física han salido a buscar en oriente (cuando no en la caricatura
consumista que ha hecho la New Age de las milenarias tradiciones orientales),
lo que no han encontrado en un occidente más frío, racionalista, resecado por
el secularismo, y hasta vacío. Las iglesias históricas han quedado a veces
presas de cierto paradigma y se vuelven incapaces en la práctica de dar
respuesta a la sed espiritual de nuestro tiempo. Por otra parte, el mercado
religioso está en “la última” novelería para el ansioso consumidor de nuevas
experiencias espirituales disfrazadas de “terapias”, llevando así la delantera
en la pugna por ofrecer respuestas a las necesidades “espirituales” más
urgentes.
A nadie ha de asombrar que una práctica de disciplinas orientales siempre va
acompañada de libritos sobre la energía universal, la ley del Karma, la
autodivinización, y un sinfín de temas que se oponen a la revelación cristiana
directamente, lo cual es lógico si consideramos su origen.
Es muy ingenuo preguntar ¿qué tiene de incompatible imponer las manos con la
fe si Jesús también lo hacía?, como suelen hacer sus practicantes. Pero Jesús
no habló de energía cósmica, ni de ruedas kármicas, ni de chakras, sino que
sus milagros fueron signos del amor del Padre, y de la salvación que nos
ofrece solamente en Él: camino, verdad y vida. Y no debemos olvidar que
esa acción salvífica por medio de la cual Dios se revela al hombre, necesita
de la fe del mismo, en el Dios que se hace don. Las obras que Dios realiza
en la historia están intrínsecamente ligadas a sus palabras, es decir,
manifiestan y confirman las realidades que las palabras significan (cf. DV 2).
¿Cómo separar el gesto de la imposición de manos, de las palabras que revelan
su sentido y su origen? No se puede dar fe a las obras de Dios y poner entre
paréntesis sus palabras. No se puede creer en las obras de Dios y
acompañarlas de otras palabras que no son suyas.
¿Ciencia, magia o religión?
Si bien gozan de buena propaganda las terapias alternativas, no todas son
igualmente serias y además no siempre son tan “efectivas” como parecen. Es
verdad que la medicina tradicional no se ha abierto demasiado a nuevos
paradigmas en su campo, pero también es verdad que hoy cualquiera se proclama
“terapeuta” y no se sabe ni de qué disciplina, ni dónde se graduó, ni si
es veraz lo que dice.
Con todos los avances científicos y la presencia de nuevas formas de
religiosidad desinstitucionalizada se vuelve difícil la delimitación
conceptual, y así, la frontera entre la ciencia, lo mágico, lo paranormal y lo
religioso parece diluirse.
Hay que decir también que el Rei Ki es bastante pretencioso y sus adherentes
confiesan poder “curarlo todo”. De ser así no habría más enfermos. Se afirma
también que un dolor de garganta no tiene nada que ver con la presencia de los
estafilococos, sino que se debe a una furia contenida, una incapacidad de
hablar bien de uno mismo, una creatividad ahogada y un rechazo al cambio; que
la esterilidad es señal de rechazo a la vida; que la gripe es signo de miedo;
que la diarrea es indicio de rechazo al sustento; que las várices sib
consecuencia de una sensación de sobrecarga de trabajo; que los problemas de
las rodillas son causados por la inflexibilidad de carácter…
El Rei-Ki contradice todos los adelantos científicos en materia médica. Cree
encontrar las causas de todo lo malo en desequilibrios energéticos,
espirituales y psicosomáticos. En este sentido hay mucho de dogmatismo, falta
de seriedad, de discernimiento y honestidad en este tipo de afirmaciones.
Rei Ki en la práctica: Un nuevo negocio.
Sólo pude obtener dos de los cuatro manuales disponibles, correspondientes a
los 4 niveles de Rei Ki. El tercero, me dijeron, es sólo para iniciados. Quizá
sus secretos sean sólo para seres superiores ¿no?. Pasan horas meditando,
concentrando su energía, purificándose y hasta imponiéndoles las manos a las
plantas y animales.
Las personas que lo practican tienen muy buenas intenciones: mejorar su vida y
la de los demás, ser canales del “amor” (cósmico y divino), ser instrumentos
de “sanación”. Y muchos otorgan sus sesiones gratuitamente porque la bondad no
se cobra, lo cual es un signo de la renovación ética y espiritual que se
produce en muchos de estos ambientes, lo cual es muy positivo.
Pero por otra parte, como todo lo vinculado a la New Age, se está convirtiendo
en nuevo negocio religioso para muchos. Nos estamos plagando de maestros Rei
Ki que cobran hasta dos mil dólares un nivel superior, cursos carísimos que
gozan de buena reputación en centros de Fitness. Si uno mira las propagandas
de varios centros en Montevideo tienen testimonios de lo que el Reiki ha hecho
en su vida, su búsqueda espiritual y el Reiki aparece como la respuesta, hasta
venden amuletos con signos que atraen energía... ¿religión o magia?, no lo sé,
pero sin duda no es tan solo una terapia. También dicen “es compatible con
cualquier religión”, y es que todo sincretismo religioso lo es.
Así como pasa con las Artes Marciales, con el Yoga, con el Tai Chi, y con
muchas terapias alternativas, cualquiera se autoproclama maestro, sin que
nadie sepa dónde aprendió y cobra en dólares por su carisma personal o por ser
japonés, chino o coreano de nacionalidad. No todos los maestros Rei Ki son
negociantes, pero sinceramente hay que reconocer que quienes lo hacen con
toda seriedad son una minoría.
Sectarismo fuera de las sectas
Al igual que la Metafísica Cristiana y su extraño sincretismo, el Rei Ki está
entrando en la corriente de pensamiento de los que preparan el advenimiento de
la Era de Acuario y la superación del cristianismo por una espiritualidad
universal sin iglesia, sin mediaciones, donde cada uno experimentará su propia
autodivinización (comenzando por la autosanación, etc.).
Muchos son los que detrás de la fachada de una simple terapia han encontrado
un maestro espiritual que los escucha, una comunidad que los acoge, un
ambiente de paz y armonía, una nueva religión que por no ser institucional
dicen que no es religión. En todo caso habría que decir que no es una Iglesia,
o una secta, pero alcanza con leer los manuales para ver que una cosmovisión
como ésta es también una religión. Es así como podemos ver en un
practicante de Rei Ki los rasgos psicológicos de un “recién convertido”: el
fanatismo, el deslumbramiento y la paranoia persecutoria hacia quienes quieren
cuestionar “algunos aspectos” de su nuevo descubrimiento, entre otros
aspectos.
El difícil discurso de los cristianos sobre el Rei Ki
Al ser complejo hoy el tema de las terapias alternativas y las nuevas
disciplinas de tinte orientalista no nos es fácil explicar un tema tan
delicado como éste, ya que hay muchos cristianos que se sentirán agredidos en
este artículo porque ven en el Rei Ki algo que no hiere su identidad
cristiana. Pero el peligro de la New Age y las disciplinas que promueve, están
minando el cristianismo por dentro provocando así una disolución de las
verdades fundamentales de la fe en un magma religioso con vocabulario
científico y con aires de superioridad espiritual, como si el cristianismo no
tuviera una fuente de donde nutrirse que tuviese la necesidad de ir a buscarla
al Japón.
No hemos de condenar las buenas intenciones de tanta gente que quiere mejorar
su calidad de vida, pero el cristiano puede caer en la tentación de pedir
prestado espiritualidad por haber secado su propio pozo. No en vano la santa
sede ha llamado al documento sobre el New Age: “Jesucristo portador del
agua viva” , llamándonos frente a la Nueva Era a redescubrir nuestra
propia espiritualidad genuinamente cristiana, que no siempre hemos cultivado
en profundidad.
Además con los grandes problemas en los que estamos sumergidos, en el
angustiante y alienante anonimato en que vivimos, muchos pagan a cualquier
precio sentirse importantes, sentirse especiales, siendo un maestro energético
o un sanador... Ahora todos quieren ser un gurú.
Tal vez como cristianos hemos hablado poco y casi nada a nuestros hermanos
sobre el amor que Dios nos tiene, sobre nuestra realidad de seres únicos e
irrepetibles, sobre la gracia, sobre la vida de Dios que se derrama en
nosotros, sobre la necesidad de ser sanados de nuestras heridas espirituales,
psíquicas y físicas;
y tal vez este tipo de
cosas nos digan que hemos dejado unos cuantos espacios vacíos que otros
vinieron a llenar.
Preguntas o comentarios al autor
*Los textos en cursiva y entre comillas son tomados de manuales de ReiKi.