Diccionario de Patrística

(s. I-VI)

Por César Vidal Manzanares

 

H

Hechos apócrifos

9; Al igual que sucedió con los Evangelios apócrifos, los Hechos de este tipo pretendían de alguna manera colmar las lagunas existentes en el Nuevo Testamento pero, finalmente, sirvieron para difundir las tesis de grupos heréticos bajo capa de autoridad apostólica. Entre ellos destacan: I. Los Hechos de Pablo, que se escribieron a finales del s. II y llegaron a dividirse en tres obras conocidas como los Hechos de Pablo y Tecla, la Correspondencia de san Pablo con los Corintios y el Martirio de san Pablo. La primera tuvo una enorme influencia en la literatura y el arte cristiano; II. Los Hechos de Pedro. Compuestos hacia finales del s. II, nos han llegado en fragmentos (Hechos Vercellenses o de Pedro con Simón — de influencia docética —, Martirio de san Pedro — de influencia gnóstica — y Martirio del santo apóstol Pedro, escrito por Lino, cuya redacción final es del s. VI; III. Los Hechos de Pedro y Pablo, escritos hacia el s. III; IV. Los Hechos de Juan, redactados hacia el 150, manifiestan influjos docetistas; V. Los Hechos de Andrés, escritos en la segunda mitad del s. III y atribuidos a Leukios Cariños, que presentan impregnaciones heréticas; VI. Los Hechos de Tomás, los únicos de los que tenemos el texto completo y que fueron redactados en la primera mitad del s. III. Son claras las influencias gnósticas de los mismos; VII. Los Hechos de Tadeo, basados en la supuesta correspondencia entre Jesús y Abgar o Abgaro, rey de Edesa, se escribieron durante el s. III. Aparte de los mencionados aparece durante los siglos IV y V una profusión de Hechos apócrifos referidos a los apóstoles (Mateo, Felipe, Bartolomé, etc.) y a sus discípulos directos (Bernabé, Timoteo, Marcos, etc.).

Hegemonio

9; Vida: No tenemos datos sobre la vida de Hegemonio.

9; Obras: Se le ha atribuido la redacción de los Hechos de Arquelao, fuente de especial importancia para el estudio del maniqueísmo, aunque carezca de valor histórico.

Hegesipo

9; Vida: Nació en Oriente de familia muy posiblemente judía. Convertido al cristianismo, preocupado por la difusión del gnosticismo visitó Roma durante el episcopado de Aniceto (154-165) y siguió allí hasta el de Eleuterio (174-189). Aprovechó asimismo aquella visita para compilar información sobre la enseñanza de las iglesias principales y de manera destacada la de Roma.

9; Obras: Sus escritos sólo nos han llegado de manera fragmentaria, lo que resulta lamentable porque iban referidos muy especialmente a la iglesia primitiva y, sobre todo, a la judeo-cristiana. Redactó cinco libros de Memorias especialmente dirigidas contra los gnósticos pero en los que asimismo hacía referencia a la doctrina de las Iglesias de la época.

Teología: Hegesipo contiene — en la forma que nos ha sido conservada por Eusebio — uno de los primeros testimonios no-bíblicos acerca de una tradición apostólica transmitida a las Iglesias. Asimismo suscribía la tesis de una sucesión episcopal en la que los obispos eran los sucesores en línea directa de los apóstoles (no obstante C. H. Turner y E. Caspar han discutido, a nuestro juicio no muy fundadamente, que Hegesipo mantuviera esta última tesis). Mariológicamente, empero, los datos proporcionados por Hegesipo colisionan con la enseñanza católica posterior acerca de María, pues consideraba a Santiago "hermano en la carne de Jesús," no pariente ni primo, y asimismo daba los nombres de sus dos hermanas, a tenor de lo indicado en Marcos 6:3 y Mateo 13:55. Ver Judeo-cristianismo.

Hermas

9; Ver Pastor de Hermas.

Hesiquio de Jerusalén

9; Vida: Apenas tenemos datos sobre su existencia con excepción de que optó por el estado monacal y de que en torno al 412 era sacerdote y predicador de la Iglesia de Jerusalén. Murió en torno al 450.

9; Obras: Siguiendo el método alejandrino de exégesis alegórica, parece ser que compuso comentarios a la práctica totalidad de los libros de la Biblia si bien sólo nos han llegado fragmentos. Escribió además Glosas sobre cánticos bíblicos, un conjunto de sermones, una Historia eclesiástica y una Colección de objeciones y soluciones.

Hilario de Arles

9; Vida: Nació en 401. Pariente y discípulo del obispo Honorato de Lérins, fue monje desde muy joven. Aquél quiso designarlo como sucesor suyo pero Hilario huyó, aunque finalmente aceptó la sede, que gobernó por una veintena de años. Murió en 449.

9; Obras: Nos ha llegado una Epístola a Euquerio de Lugdunum, el sermón Acerca de la vida de san Honorato de Lérins y algunos versos conservados por Gregorio de Tours.

Hilario de Poitiers

9; Vida: Debió de nacer a inicios del s. IV en una familia pagana y convertirse al cristianismo a edad adulta. Ocupó la sede de Poitiers hacia el 350. En el 356 asiste al concilio de Béziers, siendo depuesto y desterrado a Frigia en el mismo por su antiarrianismo. Fue allí donde se familiarizó con la teología de Orígenes y donde captó en toda su profundidad la complejidad teológica de la herejía arriana. Intervino en el concilio de Seleucia (359) en el grupo ortodoxo. Estando en Constantinopla se enteró del sínodo de Rímini y pidió al emperador licencia para contender en público con Saturnino de Arles, pero, al parecer, no se le concedió, si bien, poco después, pudo regresar a su patria sin verse obligado a suscribir el símbolo filoarriano. Alma del concilio de París del 361, optó por una postura conciliadora que eliminó la influencia del arrianismo. Debió de fallecer hacia el 367.

9; Obras: Buena parte de los escritos de Hilario han llegado hasta nosotros. Entre ellos se encuentran obras dogmáticas (Acerca de la Trinidad, Acerca de los sínodos), históricas (los dos libros A Constancio, el libro Contra Constancio, Contra Auxencio, etc.), exegéticas (Comentario de Mateo, Comentario de los salmos, etc.) e himnos. Ver Arrio; Orígenes.

Hipólito de Roma

9; Vida: De origen desconocido, si bien probablemente ni latino ni romano, afirmó haber sido discípulo de Ireneo. Se enfrentó con el papa Calixto al dulcificar éste la disciplina de los penitentes culpables de pecado mortal e incluso llegó a acusarlo de hereje sabelianista. Elegido papa por un grupo pequeño pero influyente, se convirtió en el primer antipapa de la historia. De hecho, siguió siéndolo bajo los pontificados de Urbano (223-230) y de Ponciano (230-235). Cuando finalmente Maximino el tracio desterró a este último y a Hipólito a Cerdefla, los dos renunciaron a la sede romana, se reconciliaron e Hipólito murió mártir (235), al parecer, tras haber vuelto al seno de la Iglesia romana. La Iglesia católica lo ha canonizado.

9; Obras: De pésima fortuna han disfrutado las obras de Hipólito. Por un lado, muchas debieron de ser destruidas dada su fama de hereje y cismático; por otro, otras no se conservaron al irse perdiendo el saber griego en el ámbito romano. Por si esto fuera poco, aún hoy en día prosigue un encendido debate sobre la autoría de algunos de sus escritos. Entre ellos destacan los Filosofumena, el Sintagma, un tratado Acerca del Anticristo, algunos tratados exegéticos, la Crónica, el Cómputo pascual, algunas homilías y, especialmente, la Tradición apostólica que, con la excepción de la Didajé, es la constitución eclesiástica más antigua que poseemos.

Teología: Cristológicamente, se opuso tanto al modalismo como al patripasianismo pero derivó en el subordinacionismo. Eclesialmente, el obispo ya es contemplado como un sacerdote, dotado de un poder de perdonar los pecados y en el que se manifiesta la sucesión apostólica (TA, III). Con todo, sabemos del enfrentamiento con Calixto en relación con la suavización de penas para los culpables de pecado mortal. Aparte de esto, Hipólito nos ha transmitido noticias sobre diversos órdenes de la época como los sacerdotes y diáconos, los confesores, las viudas, los lectores, las vírgenes, los subdiáconos y los que tenían el carisma de curaciones, lo que señala un papel importante del carismatismo aún en esa época. Sacramentalmente, el bautismo conocido por Hipólito es por inmersión y de adultos (aunque hace alguna referencia a niños pero parece ser que ya de cierta edad [XXI]) y eso hace que sea muy minucioso a la hora de señalar los oficios incompatibles con la recepción del bautismo (poseedor de burdeles, militar, gladiador, guardián de ídolos, mago, astrólogo, adivino, etc.) y al exigir que la instrucción catecumenal dure tres años. No parece tampoco claro si Hipólito creía en la presencia real en la Eucaristía y más bien da la impresión de que la contempla sólo como conmemoración (IV). De la misma forma Hipólito nos informa de que seguía celebrándose la comida comunitaria o ágape entre los fieles.

Honorato de Arles

9; Vida: Nació en la Galia belga, presumiblemente de familia consular. Convertido al cristianismo en la adolescencia, se retiró a una cueva de Estérel y luego a la isla de Lérins donde fundó un monasterio. El 428 fue nombrado obispo de Arles. Murió el 430.

9; Obras: No se han conservado ni sus cartas ni su regla.

 

I

Ignacio de Antioquía

9; Vida: Clasificado dentro de los Padres apostólicos, Ignacio fue obispo de Antioquía, siendo condenado durante el reinado de Trajano (98-117) al suplicio de las fieras.

9; Obras: De camino a Roma desde Siria redactó siete epístolas dirigidas a las comunidades cristianas de Efeso, Magnesia, Tralia, Filadelfia, Esmirna, Roma y a Policarpo de Esmirna. Aunque se ha cuestionado en alguna ocasión su autenticidad, la defensa de las mismas realizada por J. B. Lightfoot, A. von Harnack, T. Zahn y F. X. Funk parece haber zanjado la cuestión en favor de la misma.

9; Teología: Eclesialmente, Ignacio desconoce ya el papel de los profetas en la Iglesia y se manifiesta partidario de un episcopado monárquico. Estar en la debida comunión con el obispo — sin el cual no se pueden celebrar ni el ágape ni el bautismo ni la Eucaristía — equivale a verse a salvo del error y de la herejía. Parece evidente que dentro de la comunión de las Iglesias, la de Roma tiene para Ignacio un valor especial, pero es discutible — como sostiene Quasten — que en sus escritos esté ya presente la idea de primado, y así lo han apuntado entre otros A. von Harnack, J. Thiele y A. Ehrhard. No es fácil discernir cuál es el punto de vista exacto que Ignacio tiene acerca de la Eucaristía. Si bien en algunos pasajes parece pronunciarse por la presencia real (Esmirn, VII), en otros parece entenderse más bien que sólo es vehículo de unión espiritual con la sangre de Cristo (Fil IV).

I

Inocencio I

9; Vida: Papa (401-417), su capacidad para proclamar el primado romano en una época de dificultades notables — en el 410 Roma fue saqueada por Aladeóle ha merecido el calificativo — inexacto pero revelador — de "primer papa." Sí es indiscutible, como ha señalado B. Studer, que fue el primero en dar una formulación precisa a las pretensiones de primado de la sede romana. Exigió, desde luego, la conformidad de todas las iglesias occidentales con la "consuetudo" romana y que las causas mayores fueran referidas a Roma como última instancia (Ep. II, 5-6). Con la finalidad de evitar el control oriental sobre Iliria, fundó el vicariato apostólico de Tesalónica. Guiado por ese principio de intervención, con ocasión de apoyar la condena de Pelagio, insistió ante los obispos africanos — con disgusto de éstos — en el papel supremo en materia doctrinal que le correspondía a Roma. Asimismo rompió la comunión con Alejandría y Antioquía, cuando estas diócesis no aceptaron su punto de vista en relación con la deposición de Juan Crisóstomo.

9; Obras: Han llegado hasta nosotros treinta y seis cartas suyas.

9; Teología: Como ya queda indicado, Inocencio fue un defensor a ultranza del primado romano. Para ello se apoya en la tradición que hace al obispo romano sucesor de Pedro, el príncipe de los apóstoles. Con todo, también recurre en sostén de su tesis a la legislación de Nicea, tal y como se interpretaba en Roma, e incluso Wermenlinger ha hablado de una posible influencia en Inocencio de la ideología de la "Roma Eterna." Ver Juan Crisóstomo; Pelagio.

Interpolaciones en los Apócrifos

9; Durante el período intertestamentario y, en parte, después de la aparición del cristianismo, se produce en el seno de la religión judía un fenómeno teológico-literario entre cuyos frutos se encuentra la literatura apócrifa. Consiste esta en un conjunto de escritos que pretenden proporcionar autoridad a diversas ideas atribuyéndolas a personajes históricos de relevancia como Esdras, Moisés, Isaías, etc. El hecho de que tales obras gozaran de un claro predicamento llevó a las mismas a ser objeto de interpolaciones cristianas. Experimentaron las mismas el Cuarto libro de Esdras, el Libro de Enoc, la Ascensión de Isaías, etc. Con todo, no resulta fácil en muchos casos determinar si el texto en concreto es una interpolación o si refleja el punto de vista del judaismo anterior al concilio de Jamnia.

Ireneo

9; Vida: Nació entre el 140 y el 160 en Asia Menor, quizá en Esmirna. Discípulo de Policarpo, a través de él conectaba con la Era apostólica. El 177-178 fue enviado, siendo presbítero de la iglesia de Lyón — sigue existiendo controversia acerca de la ubicación de esta ciudad —, al papa Eleuterio para mediar en una controversia relacionada con el montañismo. Consagrado obispo con posterioridad, medió en la polémica pascual entre los obispos orientales y el papa Víctor. Tuvo éxito en su intervención si bien no sabemos nada de su vida ulterior.

9; Obras: Posiblemente sea Ireneo el teólogo más importante del s. II. Su obra Contra los herejes es una enciclopedia de heterodoxias y, sobre todo, un auténtico fondo de datos acerca del gnosticismo. Escribió asimismo una Demostración de la enseñanza apostólica y una serie de obras de las que sólo nos han llegado fragmentos o el título a secas (Acerca de la monarquía, Acerca de la ogdoada, Acerca del conocimiento, etc.).

Teología: Posiblemente quepa a Ireneo el honor de haber sido el primero en formular en términos dogmáticos la enseñanza cristiana. Cristológicamente, Ireneo considera al Hijo engendrado pero no creado, renunciando a explicar el misterio. Su tesis de la recapitulación de todas las cosas en Cristo constituye el eje de su teología. Mariológicamente, Ireneo continúa el paralelismo formulado por Justino entre Eva y María. Esta última se convierte en la abogada de Eva. Eclesiológicamente, Ireneo confía en el hecho de que la Iglesia recibió de los apóstoles y de sus discípulos la verdadera fe que se identifica, "grosso modo," con el credo de los apóstoles. Esa tradición apostólica se manifiesta de manera especial en la sucesión episcopal que puede, a diferencia de lo que sucede con los herejes, rastrearse hasta los mismos apóstoles. Es por ello que hay que obedecer la "sucesión del episcopado." De entre las Iglesias, la más grande, la más antigua y la mejor fundada es la de Roma, que fue establecida por Pedro y Pablo. Con todo, posiblemente Ireneo no esté hablando de un primado romano sino de un origen más elevado — derivado de sus fundadores — de esta Iglesia. Sacramentalmente, creía que la oración pronunciada sobre el pan y el vino en la Eucaristía los transformaba en carne y sangre de Cristo. No obstante, el carácter sacrificial de la Eucaristía se ve limitado al sentido ya señalado en la Didajé y en otros escritos paleo-cristianos, a saber, un sacrificio simbólico de alabanza, algo que deriva indiscutiblemente de la tradición judía de la berajá. En relación con el canon de las Escrituras, Ireneo no incluye en el canon la carta a los Hebreos ni la segunda de Pedro ni Santiago ni Judas. Por el contrario, sí considera canónico el Pastor de Hermas. Escatológicamente, Ireneo creía en el milenarismo y prestó especial atención a la figura del anticristo.

Isidoro de Pelusio

9; Vida: Nació en Alejandría hacia el 360. Se le ha supuesto abad de un monasterio de las montañas de Pelusio, en Egipto, aunque investigaciones recientes han desmentido esta posibilidad. Murió hacia el 435.

9; Obras: Se han conservado unas dos mil cartas suyas. Parece ser que escribió también un tratado Contra los griegos y otro Acerca de la no-existencia del Destino.

Isidoro de Sevilla

9; Vida: (c. 560-636). El último de los Padres occidentales. Nació, probablemente, en Cartagena, controlada entonces por Bizancio. Su familia se trasladó a Sevilla, y en el 600 sucedió a su hermano Leandro como metropolitano. Participó en el IV concilio de Toledo (633) dedicado a uniformar la liturgia mozárabe.

9; Obras: La más conocida es las Etimologías u Orígenes, auténtica enciclopedia del saber de la época, que fue editada y concluida por Braulio de Zaragoza. Su Acerca de la costumbre de las cosas es un tratado científico y redactó asimismo diversas obras históricas como la Crónica mayor; la Historia de los godos, vándalos y suevos y Acerca de los hombres ilustres. Escribió varias obras dogmáticas (Tres libros de Sentencias; Acerca de la fe católica; dos libros De Sinónimos) y eclesiológicas (Acerca de los oficios eclesiásticos). Se deben asimismo a Isidoro diversas obras exegéticas.

Isidoro es un auténtico vínculo de unión entre los Padres y la Edad Media, época ésta en la que influyó considerablemente.