El Papa desenmascara la contradicción que implica el desprecio de la política
La define como un modo «de vivir el compromiso cristiano de servir a los demás»

 

CIUDAD DEL VATICANO, 7 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II desenmascaró este viernes la contradicción que se da entre quienes critican el compromiso político y, al mismo tiempo, se lamentan por las injusticias sociales.

«Las quejas que se hacen con frecuencia contra la actividad política no justifican una actitud de falta de compromiso escéptico por parte del católicos. Estos más bien tienen el deber de asumir la responsabilidad del bienestar de la sociedad», afirmó el Santo Padre.

«No es suficiente hacer llamamientos a favor de la construcción de una sociedad más justa y fraterna --advirtió--. Se requiere también trabajar de una manera comprometida y competente por la promoción de los valores humanos perennes en la vida pública, de acuerdo con los correctos métodos propios de la actividad política».

La intervención del pontífice tuvo lugar al recibir a doscientos participantes en un seminario organizado por la Fundación Robert Schuman para la Cooperación de los Demócratas Cristianos de Europa, entre ellos, ciento veinte ex alumnos.

Entre los presentes se encontraba Jacques Santer, ex presidente de la Comisión Europea, quien dirigió al Papa unas palabras en nombre de la Fundación.

Citando al Papa Pablo VI, el actual obispo de Roma definió el compromiso político como «una manera exigente… de vivir el compromiso cristiano de servicio a los demás».

Para alcanzar este objetivo, aseguró, «el cristiano tiene el deber de asegurar que la "sal" de su compromiso cristiano no pierde su "sabor" y que la "luz" de los valores evangélicos no es obscurecida por el pragmatismo o --peor aún-- por el utilitarismo».

«Por este motivo, necesita un conocimiento profundo de la doctrina social cristiana, esforzándose por asimilar sus principios y aplicándolos con sabiduría», añadió.

«Esto exige una seria formación espiritual que se nutre de la oración --dijo el Papa en el discurso--. Una persona superficial, tibia o espiritualmente indiferente, o excesivamente preocupada por el éxito y la popularidad nunca será capaz de ejercer adecuadamente su responsabilidad política».

La Fundación Robert Schuman toma su nombre del ministro de Asuntos Exteriores francés, fallecido en 1963, primer presidente del Parlamento Europeo, uno de los padres de la Unión Europea, cuyo proceso de beatificación se encuentra en curso.

El objetivo de la fundación es la cooperación entre los exponentes de la Democracia Cristiana a través de la promoción de los valores europeos, apoyando a todos los que trabajan a favor de la democracia en el viejo continente y en el resto el mundo.

Ofrece cursos y seminarios para jóvenes, apoya la publicación de obras sobre la construcción europea, sobre su pasado y su futuro.