El padre esencial

“Al existir tanta confusión en cuanto al papel del hombre en nuestra sociedad, no debe sorprendernos que haya tantos padres y maestros que se encuentran perdidos, sin saber cómo criar a los valores. Nuestra cultura ha denigrado la masculinidad y, como resultado, los muchachos sufren.”

Por James Dobson.

Los muchachos se encuentran en serios problemas hoy en día y muchos de ellos experimentan presiones emocionales que contribuyen a la violencia, al abuso de las drogas, a la actividad sexual prematura y a otras formas de comportamiento rebelde. Incluso algunos adolescentes que acatan las reglas y parecen no tener problemas, luchan en silencio con conflictos de identidad y buscan un significado para sus vidas.

Por el bien de ellos y de los niños que todavía no se han enfrentado a estas dificultades, debemos examinar las fuerzas específicas que han creado un ambiente tan perjudicial para los hijos y, lo que es aun más importante, qué hacer con ellos.

Entre las demás amenazas, la principal para esta generación de muchachos es la desintegración de la familia. Todas las otras dificultades que consideraremos han sido causadas por esa tragedia fundamental o tienen alguna relación con ella. Es difícil exagerar al respecto.

Durante años, hemos hecho énfasis en que los matrimonios estables, que duran toda la vida, proporcionan el fundamento del orden social. Todo lo que es de valor descansa sobre estas bases. Históricamente cuando la familia comienza a desintegrarse en determinada cultura, todo, desde la efectividad del gobierno hasta el bienestar general de la gente sufre un impacto adverso. Esto es precisamente lo que nos está sucediendo hoy en día.

Las familias están siendo sacudidas y socavadas por las fuerzas que operan alrededor. El alcoholismo, la pornografía, el juego, la infidelidad y otras infecciones virulentas se han filtrado en su corriente sanguínea. El divorcio sin culpa sigue siendo ley en la mayoría de los estados, y trae como consecuencia la desintegración innecesaria de miles de familias.

No cabe duda de que existen problemas en el hogar, y como todos sabemos, los hijos son los que más sufren como consecuencia. En culturas en las cuales el divorcio se convierte en algo de todos los días, o donde un gran número de hombres y mujeres prefieren vivir juntos o tener relaciones sexuales sin preocuparse por casarse, incontables millones de niños se encuentran atrapados en ese caos.
Las estadísticas son alarmantes. La combinación de madres ocupadas en tareas fuera del hogar y de padres que no participan como corresponde el la conducción del hogar, significa que con demasiada frecuencia ¡no hay nadie en casa! ¡Con razón los muchachos se encuentran en semejante confusión hoy en día!

De acuerdo con la siquiatra Kyle Pret, autora de Fatherneed (necesidad de un padre), los padres son tan importantes para los hijos como las madres, pero de maneras diferentes. A continuación veremos otros hallazgos sorprendentes que surgen de una cuidadosa investigación en cuanto al papel de los padres:

A pesar de que los niños de todas las edades, tanto varones como mujeres, tienen una necesidad innata de mantener contacto con su padre, permítanme hacer énfasis nuevamente en que los varones sufren a raíz de la ausencia o la indiferencia de él.

De acuerdo con el Centro Nacional Para Niños Pobres, es dos veces más probable que los varones sin padres abandonen la escuela, o les metan presos, y casi cuatro veces más probable que necesiten tratamiento para problemas emocionales y de comportamiento que los varones con padres.

A pesar de todo lo que he compartido, hay esperanza para las mujeres que están criando solas, hijos varones. Sin lugar a dudas, la tarea es terriblemente difícil, pero millones de madres la han hecho de manera admirable, sobreponiéndose a serias limitaciones y obstáculos.

La vida familiar casi nunca es ideal. Por eso, cada uno de nosotros tiene que enfrentarse a desafíos y problemas exclusivos. Algunos padres tienen que hacer frente cada día a la enfermedad, otros a la pobreza, otros a un cónyuge alcohólico, y otros a un hijo o un padre discapacitado. En estas situaciones y en muchas otras, las familias deben evaluar sus circunstancias y decidir cómo sacar el mayor provecho de ellas. Insto a todas las que no tengan a su cónyuge a que piensen de esta manera con respecto a su familia. Dios ama a sus hijos aun más que usted, y Él le ayudará a criarlos.