• ¿Por qué las mujeres no pueden cumplir el rol de sacerdotes?

Jesucristo nos consiguió la salvación (que no sólo es el perdón de los pecados, sino sobretodo la vida divina) y nos la concede a través de unos ritos sensibles a través de los cuales la gracia llega a nosotros: los sacramentos.

Como instrumentos divinos de la gracia, fueron instituídos por Él personalmente: nosotros podemos rezar, pedir, interceder, pero no podemos “producir”  la gracia (que es una participación de la vida divina).

La Iglesia los administra, pero no puede crear nuevos, ni cambiar lo esencial de los que Jesús instituyó. No puede bautizar con agua con detergente (interpretando que significaría mejor la limpieza que el agua sola), no puede consagrar pan de arroz para los celíacos, etc.

Este es el motivo principal por el que la Iglesia no puede ordenar mujeres: Jesucristo instituyó el sacramento del Orden y consagró sólo varones. La Iglesia no puede cambiar eso.

A otro nivel, podemos pensar motivos de conveniencia (que no serían determinantes, ya que Jesús podría haber ordenado mujeres; y si lo hubiera hecho la cosa sería distinta: como si hubiera consagrado leche en lugar de vino).

El sacerdocio realiza una especial identificación con Cristo para “impersonarlo” (es decir, para actuar en persona suya: es mucho más que representarlo, es “ser” Cristo). Siendo que Jesús es varón, un varón es más signo de su presencia por serlo.

Si quieres una explicación más detenida de este tema: AQUÍ