Oraciones diversas

 

 

 

ALMA DE CRISTO

Hijo de Dios, Jesús el Cristo, líbrame;

Cuerpo del Cristo, cuídame.

Jesús, mi Cristo, escúchame

y de mis males cúrame.

Agua de Cristo, báñame;

pasión de Cristo, afiánzame;

sangre de Cristo, embriágame.

Jesús: En tus heridas hoy ocúltame

y con tu cruz recúbreme:

Tu suave yugo cárgame,

a donde quieras mándame,

y cuando quieras llámame.

De todo mal protégeme

y puesto junto a ti siempre defiéndeme.

 

 

 

Yo te entrego, Papá, mi libertad,

mi mente y mis anhelos;

mi corazón, mi ser y mi persona,

y todo lo que tengo.

Tú me lo diste todo;

a ti te lo devuelvo:

Haz de lo mío lo tuyo,

y tú dispón de ello.

Ya lo demás me tiene sin cuidado ...

Regálame sólo esto:

que tú y yo nos queramos..,

y estaré satisfecho.

Adaptación de Félix Palencia sj.

 

 

Que te conozca y me conozca

Concédeme conocerme a mí mismo

y conocerte a ti, Señor Jesús;

olvidarme a mí mismo y amarte a ti.

Que no piense sino en ti.

Que sepa mortificarme y vivir en ti.

Que todo cuanto me suceda lo reciba como tuyo.

Que siempre escoja ir detrás de ti.

Que aprenda a huirme a mí mismo

y a refugiarme junto a ti,

para que sea defendido por ti.

Que nada me atraiga sino tú.

Y que me haga pobre por ti.

Mírame para que yo te ame.

Llámame para que yo te vea,

para que por toda la eternidad

goce de Ti. Así sea.

San Agustín

 

¡Tarde te amé,

hermosura tan antigua y tan nueva,

tarde te amé!

Tú estabas dentro de mí; yo, fuera.

Por fuera te buscaba

y me lanzaba sobre el bien y la belleza

creados por Ti.

Tú estabas conmigo y yo no estaba contigo ni conmigo.

Me retenían lejos las cosas.

No te veía ni te sentía, ni te echaba de menos.

Mostraste tu resplandor

y pusiste en fuga mi ceguera.

Exhalaste tu perfume, y respiré,

y suspiro por ti.

Gusté de ti, y siento hambre y sed.

Me tocaste, y me abraso en tu paz.

San Agustín

Oh Verbo de Dios amado,

enséñame a ser generoso,

a servirte como mereces,

a dar sin llevar cuenta,

a combatir sin temor a las heridas,

a trabajar sin buscar el descanso,

a gastarme sin más recompensa

que saber que estoy haciendo

tu voluntad. Amén.

 

Acordaos, oh piadosísima Virgen María,

que jamás se ha oído decir que haya sido abandonado

ninguno de cuantos han acudido a vuestro amparo,

implorado vuestra protección y reclamado vuestro socorro.

Animado con esta confianza, a Vos también acudo,

oh Virgen de las vírgenes,

y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,

me atrevo a comparecer ante vuestra soberana presencia.

No desechéis mis humildes súplicas, oh Madre del Verbo,

antes bien, oídlas y acogedlas favorablemente. Amén.

San Bernardo

 

Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,

tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;

tan sólo tú eres digno de toda bendición

y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.

Loado seas por toda criatura, mi Señor,

y en especial loado por el hermano sol

que alumbra y abre el día y es bello en su esplendor,

y lleva por los cielos noticia de su autor.

Y por la hermana luna, de blanca luz menor,

y las estrellas claras que tu poder creó,

tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son

y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!

Y por la hermana agua, preciosa en su candor,

que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!

Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol

y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado, mi Señor!

Y por la hermana tierra, que es toda bendición;

la hermana madre tierra que da en toda ocasión

las hierbas y los frutos y flores de color,

y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!

Y por los que perdonan y aguantan por tu amor

los males corporales y la tribulación:

¡felices los que sufren en paz con el dolor,

porque les llega el tiempo de la coronación!

Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!

Ningún viviente escapa de su persecución;

¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!

Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios.

No probarán la muerte de la condenación.

Servidle con ternura y humilde corazón.

Agradeced sus dones, cantad su creación.

Las creaturas todas, ¡load a mi Señor!

San Francisco de Asís

 

Oración al Creador del Inca Pachacútec

Oh Creador,

que estás en los confines

de un mundo sin igual,

que diste ser y valor a los seres humanos;

diciendo: "sea este hombre",

y a las mujeres: "sea esta mujer",

los hiciste, los formaste y les diste el ser;

guarda por tanto y ampara

a los que creaste y diste el ser,

para que vivan sanos y salvos

en paz y sin peligro.

¿Dónde estás?

¿Habitas por ventura en lo alto del cielo,

debajo de la tierra,

o en las nubes y tempestades?

Oyeme, respóndeme

y concédeme lo que te pido,

dándonos perpetua vida

y extendiendo tu mano,

y recibe ahora esta ofrenda,

donde quiera que estuvieres,

oh Creador.

 

Oración de los incas en busca de Dios

Óyeme,

desde el mar de arriba

en que permaneces,

desde el mar de abajo

donde estás.

Creador del mundo, alfarero del hombre,

Señor de los Señores,

a ti,

con mis ojos que desesperan por verte

o por pura gana de conocerte,

pues viéndote yo, conociéndote,

considerándote, comprendiéndote,

tú me verás y me conocerás.

El sol, la luna, el día, la noche,

el verano, el invierno, no en vano caminan,

ordenados, al señalado lugar

y a buen término llegan.

Por todas partes llevas contigo

tu cetro de Rey.

Óyeme, escúchame.

No sea que me canse,

que me muera.

 

Ven, Espíritu Santo,

llena los corazones de tus fieles

y enciende en ellos

el fuego de tu amor.

-Envía tu Espíritu, Señor,

-Y renueva la faz de la tierra.

Oremos:

¡Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo!;

concédenos que, guiados por el mismo Espíritu,

sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo.

Por Jesucristo nuestro Señor.

 

El mejor servicio al hermano es la evangelización que

lo dispone a realizarse como hijo de Dios,

lo libera de las injusticias

y lo promueve integralmente.

Puebla 1145

Oración del Delegado de la Palabra

Señor Jesús, Palabra eterna del Padre, que delegaste a tu Iglesia la misión de ser Palabra y testimonio ante el mundo, y nos concedes también a nosotros participar en esta delegación, en esta misión.

Te damos gracias con todo nuestro corazón, por habernos llamado a este sublime ministerio, a esta hermosa tarea de prolongar tu presencia entre nuestros hermanos, de dar cuerpo a tu presencia, voz a tu palabra, ternura concreta a tu amor eterno.

Vuelve a pasar hoy, Señor, por los caminos polvorientos de nuestros campos, por las calles de nuestros pueblos, poniendo tus pasos sobre las huellas de los pies de tus «delegados», para que en nuestro servicio a la comunidad pueda resonar verdaderamente tu misma Palabra, tu voz, tu presencia, tus gestos salvadores, tu amor a todos los hombres y mujeres.

Ayúdanos a estar unidos entre nosotros y con nuestros pastores, contigo y con el Padre, con nuestra comunidad y con todas las comunidades cristianas, con todos los hombres y mujeres, especialmente los más pobres.

Haznos dignos de la misión que nos encomien-das. Que no manchemos tu rostro con nuestro com-portamiento indigno. Que con nuestros pecados no hagamos increíble la Palabra que predicamos. Que con nuestra fidelidad diaria te agradezcamos esta misión sublime que nos encomiendas. Que por nuestra vida intachable y nuestro amor cumplido seamos también nosotros Palabra viva que habla y predica aun en silencio, desde el grito de la vida diaria.

Señor Jesús, pon tu Palabra en nuestra boca, tu Amor en nuestro corazón, tu Fuerza sanadora en nuestros gestos, para que por donde pasemos nosotros se realicen de alguna manera los mismos milagros que Tú realizabas. Te lo pedimos a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Oración del servidor de la comunidad

Para los encargados de liturgia, administración, limpieza, salud, mantenimiento, canto, fiscales… todos los servidores de la comunidad.

Dios, Padre y Madre de todos los seres humanos, que quieres salvarnos no aisladamente, sino formando comunidades cristianas que integren un solo Cuerpo:

Te doy gracias por mi comunidad, por todos los que la formamos, porque con nuestras cualidades humanas y religiosas nos enriquecemos unos a otros y enriquecemos tu Iglesia. Te doy gracias porque en la comunidad me permites servirte y poner al servicio de todos las cualidades que me has dado. Te ruego me des:

j fe, para creer que te sirvo a ti mismo en mis hermanos;

j entrega, para ser de los que siempre están dispuestos;

j humildad, para no exigir nunca que se reconozcan mis servicios;

j paciencia y comprensión, para perdonar nuestras pequeñeces humanas;

j fidelidad, para ser de los que no fallan, de aquellos que nunca abandonan.

Trinidad Santa: Tú que eres la mejor comunidad, ayúdanos a vivir en comunidad reproduciendo tu donación y tu entrega infinitas.

Pobreza evangélica

No tener nada.

No llevar nada.

No poder nada.

No pedir nada.

Y, de pasada,

no matar nada;

no callar nada.

Solamente el Evangelio,

como una faca afilada.

Y el llanto y la risa en la mirada.

Y la mano extendida y apretada.

Y la vida, a caballo, dada.

Y este sol y estos ríos y esta tierra comprada,

para testigos de la Revolución ya estallada.

¡Y «mais nada»!

Pedro Casaldáliga

 

 

ORACION DE FIN Y PRINCIPIO DE AÑO

Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad,

tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

Al terminar un año más de vida, quiero darte gracias

por todo aquello que recibí de TI :

Gracias por la vida y el amor,

por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor,

por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y

las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,

las amistades nuevas y los antiguos amores,

los mas cercanos a mi y los que están mas lejos,

los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar,

con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón :

perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,

por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,

y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando

y que recién ahora vengo a presentarte.

Por todos mis olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón.

 

 

 

 

 

 

 

 

En estos días en que estamos iniciando un nuevo año,

detengo mi vida ante el nuevo calendario casi sin estrenar,

y te presento estos días que sólo TU sabes si llegaré a vivirlos :

Hoy te pido para mi y los míos la paz y la alegría,

la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad,

llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra Tu mis oídos a toda falsedad,

y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno,

que mi espíritu se llene sólo de bendiciones, y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría

para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mi,

encuentren en mi vida un poquito de Ti. Amén.

 

ORACIÓN para abrirse y pedir la libertad interior

Dios Espíritu Santo, Espíritu de libertad,

no permitas que nos ocupemos en detalles insignificantes;

danos sensibilidad para lo que es esencial.

Líbranos de nuestras seguridades

y danos valor:

en la aventura por lo desconocido

y para caminar por terrenos que no nos son familiares...

Penetra y transforma:

* nuestros prejuicios,

* nuestras falsas consideraciones

* y todo lo que bloquea la vida y el crecimiento.

Ayúdanos a crecer en apertura y libertad interior

hacia ti y hacia unos con otros,

para que podamos transformarnos más y más

en instrumentos de tu acción liberadora en el mundo de hoy.

Amén.

 

Y uno aprende ...

Después de un tiempo,

uno aprende la sutil diferencia

entre sostener una mano

y encadenar un alma.

Y uno aprende

que el amor no significa acostarse;

y una compañía no significa seguridad...

Y uno empieza a aprender...

que los besos no son contratos

y los regalos no son promesas.

Y uno empieza a aceptar sus derrotas,

con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir

todos sus caminos en el hoy,

porque el terreno de mañana

es demasiado inseguro para planes...

y los futuros tienen una forma

de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo

uno aprende que si es demasiado,

hasta el calorcito del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín

y decora su propia alma,

en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar,

que uno realmente es fuerte,

que uno realmente vale,

y uno aprende y aprende...

y con cada día, uno aprende.

J.L. Borges

 

Una pelota de basketball en mis manos vale unos $19.00

Una pelota de basketball en las manos de Michael Jordan vale alrededor de $33,000.000

Todo depende de en manos de quién está el asunto.

Una raqueta de tenis en mis manos, no sirve para nada.

Una raqueta de tenis en manos de Pete Sampras, significa el Campeonato en Wimbledon.

Todo depende de en manos de quién está el asunto.

Una honda en mis manos es un juego de niños.

Una honda en manos de David es el arma de la victoria del Pueblo de Dios.

Todo depende de en manos de quién está el asunto.

Dos panes y cinco peces en mis manos son un par de sandwiches de pescado.

Dos panes y cinco peces en manos de Jesús son el alimento para miles.

Todo depende de en manos de quién está el asunto.

Unos clavos en mis manos pueden servir para construir una pajarera.

Unos clavos en las manos de Jesucristo producen la Salvación de toda la humanidad.

Todo depende de en manos de quién está el asunto.

Como has visto, todo depende de en manos de quién está el asunto.

Pon tus proyectos, tus preocupaciones, tus miedos, tus deseos, tus sueños,

tu familia y tus relaciones en manos de Dios. Tu decides... En tus manos

con tus propias fuerzas o en las manos de Dios con las fuerzas de ambos.

No olvides "Todo depende de en manos de Quién está el asunto". ¿Y tus

asuntos en manos de quien están?

 

 

Si supiera...

Si supiera que hoy es la última vez

que te voy a ver dormir,

te abrazaría fuertemente,

y rezaría al Señor

para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que esta es la ultima vez

que te vería salir por la puerta,

te daría un abrazo, un beso,

y llamaría de nuevo para darte más.

Si supiera que ésta es la ultima vez

que voy a oír tu voz,

grabaría cada una de tus palabras

para poder oírte una y otra vez indefinidamente.

Si supiera que éstos son los últimos minutos

que te veré, diría te quiero y no asumiría,

tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida

nos da otra oportunidad

para hacer las cosas bien,

pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda,

me gustaría decirte cuánto te quiero

y que nunca te olvidare.

El mañana no le está asegurado a nadie,

joven o viejo.

Hoy puede ser la última vez que veas

a los que amas.

Por eso no esperes más, hazlo hoy,

ya que si mañana nunca llega,

seguramente lamentarás el día

que no tomaste tiempo para una sonrisa,

un abrazo, un beso.

Y que estuviste muy ocupado para concederle

a alguien un ultimo deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído

lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien.

Toma tiempo para decirles lo siento, perdóname,

por favor, gracias y todas las palabras de amor

que conoces.

Así, si mañana nunca llega, no tendrás remordimientos.

 

Están...

Están los que no sueñan.

Están los que llevan amuletos.

Los que imploran mirando al cielo.

y los que creen en supersticiones.

Están los que siguen corriendo,

aunque les tiemblen las piernas.

Los que siguen luchando,

aunque todo parezca perdido.

Porque cada día es la ultima vez,

y cada amanecer es un comienzo,

su vida misma es un desafío.

Sufren, aunque no se quejan

porque el dolor pasa, la lágrima se seca

y el cansancio se renueva cada día.

Tienen algo que nunca desaparecerá.

La fe y la esperanza, la certeza de un mañana.

Aunque no sepan nadar se tiran al agua,

aunque no sepan volar remontan el vuelo.

Visten a la realidad de sueño,

y a la ilusión la vuelven cotidiana;

no tiran la toalla cuando consagran

su vida en sus campañas.

Las verdades guardan en sus almas;

ya no se ocultan ante si mismos

porque no necesitan disfrazar nada.

Lo que los hace diferentes es su espíritu.

La determinación de alcanzar la cima.

Una cima a la que no se llega,

superando a los demás, sino...

Superándose a ellos mismos.

 

 

 

ANTE TI, SEÑOR

Estar aquí, ante Ti, Señor, y ya está todo.

Cerrar los ojos de mi cuerpo,

cerrar los ojos de mi alma,

y quedarme así, inmóvil, silencioso,

abrirme ante Ti, que estás abierto a mí,

estar presente a Ti, el Infinito presente.

Yo acepto, Señor, este no sentir nada

no ver nada

no oír nada,

vacío de toda idea

de toda imagen en la noche

Héme aquí simplemente

para encontrarte sin obstáculo

en el silencio de la Fe,

ante Ti, Señor;

Pero, Señor, no estoy solo,

ya no puedo volver a estar solo.

Soy multitud, Señor,

pues los hombres me habitan.

Yo los he encontrado

y ellos han penetrado en mí,

me han atormentado,

me han traído problemas,

me han comido;

y yo los he dejado, Señor,

para que ellos se alimenten y descansen.

Y ahora te los traigo al presentarme a Ti.

Héme aquí, Señor,!

helos aquí!

ante Ti, Señor.

Michel Quoist

 

Tú nos has creado diferentes.

Te damos gracias Dios, Padre,

por habernos creado tan diferentes unos de otros.

Nuestros rostros tienen todos los colores,

y tu Luz pasa sobre su variedad.

Te agradecemos por habernos dado muchas lenguas.

Así, Tú multiplicas en la expresión del hombre

la búsqueda de Tu Rostro.

Mi hermano es diferente de mí

y así está muy bien.

En esta diferencia reside toda nuestra riqueza.

Y mi camino hacia él será más difícil y mucho más exaltante,

y su camino hacia mí lo hará más atento.

Te alabamos, Señor, porque nos has dado descubrirnos unos a otros

y conocer la alegría del encuentro.

Tú nos has dado compartirnos

y así ofrecernos.

Por sobre todo, te damos gracias, porque nos has hecho diferentes.

Realiza nuestra unidad:

en todas las lenguas de los hombres

y por todas nuestras vidas,

por el amor renovado podemos decir que tú eres Dios,

podemos ver que tú nos pareces.

En Jesucristo,

Uno contigo

y nosotros en El.

F. Chagneau

 

El deseo de Dios.

Valor, pobre hombre! Huye un poco de tus ocupaciones, escapa por un momento del tumulto de tus pensamientos. Rechaza ahora tus pesadas preocupaciones y deja de lado tus pesadumbres. Regala a Dios un instante y descansa un poco en él. Entra allí donde habita tu espíritu, expulsa a todos del lugar, menos a Dios, o aquello que puede ayudarte a buscarlo. Cierra la puerta e inicia su búsqueda.

Ahora, habla, corazón mío, ábrete totalmente y di a Dios: Yo busco tu rostro. Estoy buscando tu rostro, Señor.

Tú, Señor, mi Dios, enseña a mi corazón dónde y cómo buscarte, dónde y cómo encontrarte. Si no estás aquí, Señor, ¿dónde te buscaré en tu ausencia? Y si estás en todas partes, ¿por qué no te veo? ¿Habitas en una luz inaccesible? Entonces, ¿quién me conducirá hasta allí y me introducirá para que yo te vea? Y, además, ¿por qué indicios, por qué rastros buscarte?

Jamás te vi, Señor, Dios mío, no conozco tu rostro. ¿Qué puede hacer, Altísimo Señor, que puede hacer tu distante exiliado? ¿Qué puede hacer tu servidor, atormentado por tu amor y alejado de tu rostro? Él aspira a verte, y tu rostro está muy lejos de él. Él desea abordarte y tu morada es inabordable. Desea encontrarte, y no sabe dónde estás. Quiere buscarte, e ignora tu rostro. Tú eres mi Dios, Señor, Tú eres mi maestro, y yo nunca te he visto. Tú me has creado, me has otorgado todos mis bienes, y yo, todavía no te conozco. En definitiva, fui creado para verte, y todavía no realicé aquello para lo que fui creado.

Y tú, Señor, ¿hasta cuándo, hasta cuándo, Señor, nos olvidarás? ¿Por cuánto tiempo nos ocultarás tu rostro? ¿Cuándo nos mirarás y querrás satisfacernos? ¿Cuándo iluminarás nuestros ojos y nos mostrarás tu cara? ¿Cuándo vendrás a nosotros? Míranos, Señor, concédenos, ilumínanos, muéstrate a nosotros. Danos tu presencia, para nuestra felicidad; Tú, cuya ausencia es para nosotros una desgracia. Ten piedad de nuestros constantes esfuerzos hacia Ti, de nosotros, que no podemos nada sin Ti.

Enséñame a buscarte y muéstrate cuando te busco; porque no puedo buscarte si Tú no me lo enseñas, ni encontrarte, si Tú no te muestras. Que en mi deseo, pueda yo buscarte y que en tu búsqueda, te desee; que en mi amor, pueda yo encontrarte, y, encontrándote, amarte...

San Anselmo, "Proslogion"

 

"Que ninguna familia, por estar bien ella sola, se aísle del conjunto de la sociedad. Nadie se casa para ser felices los dos. El matrimonio tiene una gran función social, antorcha que ilumina caminos de otras liberaciones. Tienen que salir del hogar el hombre y la mujer capaces de promover en la política, en la sociedad, en los caminos de la justicia, los cambios que son necesarios y que no se harán mientras los hogares se opongan. No pongan su afán en tener más, sino en ser más. No en atraparlo todo, sino en darse a manos llenas a los demás".

(Monseñor Romero, Homilía 7 de octubre de 1979)

Si un día te dan ganas de llorar

Llámame

No prometo hacerte reír,

Más puedo llorar contigo

Si un día resuelves huir

No dudes en llamarme

No prometo pedir que te detengas

Más puedo huir contigo

Si un día te dan ganas de no escuchar a nadie

Llámeme

Y prometo quedarme callado

Si un día me llamas y no respondo

Ven corriendo a mi encuentro

Tal vez yo te necesite a ti...

 

PLEGARIA DE NAVIDAD

Niño nuestro que has nacido en un humilde pesebre, rodeado de mansos animales y de la gente sencilla del pueblo.

Santificado sea tu nombre, porque es un símbolo de justicia y libertad. Venga a nosotros tu mensaje de esperanza para este país que tanto necesita superar el desencanto, la corrupción, la miseria, la impunidad, la ignorancia, la falta de confianza de la gente en si misma.

Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo, sobre todo en esta tierra que tiene todas las condiciones para ser un paraíso, pero que obstinadamente buscamos convertir en un infierno.

Danos hoy nuestro pan de cada día. Principalmente el pan para tantos chiquitos y chiquitas condenados a pasar hambre por culpa del egoismo, de la indiferencia, de la ineficacia estatal. Perdona a los que han transformado la Navidad en un gran comercio, a los que han vaciado de contenido uno de los acontecimientos más bellos en la historia de la humanidad, a los que hoy le ponen precio hasta al mismo Dios.

No nos dejes caer en la tentación de creer que estas fiestas son solamente fiestas, sino una oportunidad para redescubrir los valores de la solidaridad y del amor, para compartir nuestros sueños por encima de nuestras diferencias.

Y líbranos de los insulsos arbolitos de plástico y nieve artificial, de los ridículos Papá Noel con abrigos de lana en medio del calor subtropical, de los programas fashion de la televisión, de los petardos enloquecidos, de los eternos baches de nuestras calles, del dengue, del cólera, del sida, de la crisis, de los gobernantes y políticos corruptos, de los stronistas reciclados, de los oviedistas al acecho, de los manipuladores del Marzo Paraguayo, de los depredadores de la naturaleza, de los vendedores de ilusiones, de los ladrones de sueños, de la cachaca estruendosa, del calor insoportable y de todo mal. Amén.

Andrés Colmán Gutiérrez.

 

 

Cuando pensabas que no te veía

Por: un niño.

Un mensaje que todo padre y madre deben escuchar porque sus

hijos lo están observando y haciendo lo que él hace, no lo que él dice.

Cuando pensabas que no te veía, te vi pegar mi

primer dibujo al refrigerador,

e inmediatamente quise pintar otro.

Cuando pensabas que no te veía,

te vi arreglar y disponer de todo en nuestra casa

para que fuese agradable vivir, pendiente de detalles,

y entendí que las pequeñas cosas son las cosas especiales de la vida.

Cuando pensabas que no te veía, te escuche pedirle a Dios

y supe que existía un Dios al que le podría yo platicar y en quien confiar.

Cuando pensabas que no te veía,

te vi preocuparte por tus amigos sanos y enfermos

y aprendí que todos debemos de ayudarnos y cuidarnos unos a otros.

Cuando pensabas que no te veía, te vi dar tu tiempo y dinero

para ayudar a personas que no tienen nada

y aprendí que aquellos que tienen algo

deben de compartirlo con quienes no tienen.

Cuando pensabas que no te veía,

te sentí darme un beso por la noche y me sentí amado y seguro.

Cuando pensabas que no te veía,

te vi atender la casa y a todos los que vivimos en ella

y aprendí a cuidar lo que se nos da.

Cuando pensabas que no te veía,

vi como cumplías con tus responsabilidades aún cuando no te sentías bien,

y aprendí que debo de ser responsable.

Cuando pensabas que no te veía,

vi una lágrima salir de tus ojos

y aprendí que algunas veces las cosas duelen, y que está bien llorar.

Cuando pensabas que no te veía, vi que te importaba

y quise ser todo lo que puedo llegar a ser.

Cuando pensabas que no te veía,

aprendí casi todas las lecciones de la vida que necesito saber

para ser una persona buena y productiva cuando crezca.

Cuando pensabas que no te veía, te vi y quise decir:

¡Gracias por todas las

cosas que vi cuando pensabas que no te veía!!!

 

Para la Oración Personal

Señor, la gente de la Comunidad de Vida Cristiana queremos estar aquí, en tu presencia, a

tu alrededor, como tus discípulos, para escuchar tus enseñanzas y tus consejos, por eso

te pedimos: Señor, enséñanos a orar, explícanos tú la parábola.

Sabemos, Señor, que es cierta tu palabra y que no engaña: Pidan y se les dará, llamen y

se les abrirá. Animados con estas palabras, queremos pedirte muchas cosas, que son

una sola: Venga tu Reino, hágase tu voluntad. Que venga tu Reino y se haga tu

voluntad en nuestra asamblea, en nuestra comunidad.

Señor, cuando nos sentimos ciegos y sin luz para comprender lo que debemos hacer,

vienen a nuestros labios las palabras del ciego: Señor que vea. Da, Señor, a nuestros

ojos, la luz para que podamos siempre ver la verdad y no dejarnos engañar por los

valores de este mundo. Cuando miramos nuestro país, nuestra sociedad, sentimos,

Señor, que es pesada la responsabilidad. Nos vemos tentados de decirte como Moisés:

No puedo cargar con todo este pueblo, es demasiado pesado para mí. Por eso, Señor, te

pedimos que rápido nos digas las mismas palabras que dijiste a Moisés: ¿Es acaso corta

la mano de Yavé? Ahora vas a ver si vale o no vale mi palabra.

Queremos, Señor, pedirte que las tristezas y las angustias, las alegrías y las esperanzas

de la gente de nuestra tierra, sean las tristezas y las angustias, las alegrías y las

esperanzas de nosotros, gente de la Comunidad de Vida Cristiana en este Paraguay.

Te pedimos colores. Porque sólo quien recibe como don la contemplación de unos

nuevos cielos y una nueva tierra (Is 65,17) tendrá unos ojos capaces de adivinar la

llegada paciente del Reino de Dios entre los escombros de la historia, allí donde otros

sólo ven pobreza e ineficacia.

Te pedimos sonidos. Porque sólo unos oídos acostumbrados a escuchar a Dios en el

susurro de la brisa oirán el lento brotar de un árbol capaz de dar cobijo a aves de todas

las especies (Mc 4,30-32), allí donde otros sólo oyen gritos de sufrimiento y desesperación.

Te pedimos sabor. Porque sólo una boca que haya gustado la dulzura de la Palabra de

Dios (Ez 3,1-4) podrá anunciar una tierra que mana leche y miel (Ex. 3,8), allí donde otros

sólo pronuncian desencanto y blasfemia.

Te pedimos aromas. Porque sólo un olfato que se haya dejado impregnar por el perfume

de nardo (Jn 12,3) será capaz de reconocer el buen olor de Cristo; detrás

del salitre de la miseria y la pólvora de las guerras.

Te pedimos dedos. Porque sólo quien se sabe en las manos de Dios (Is 49,16), será capaz

de tocar a los leprosos, para así -dejándose contaminar-, celebrar la Salvación

desde la compasión que genera comunidad y no desde el poder que siempre implica

desigualdad.

No te pedimos, Señor, que nos saques del mundo, pero sí te pedimos que nos libres del

Maligno y sus valores. Queremos que tú nos envíes al mundo, como tú, Señor, fuiste

enviado por el Padre a este mundo nuestro. Pedimos que venga tu Reino, que se haga tu

voluntad. Pedimos luz para conocer tu voluntad y fuerza para llevarla adelante. Danos

interno conocimiento, amor verdadero, seguimiento cercano.

Nos reunimos para buscar juntos, para quitar de nosotros todo lo que nos distrae, para

buscar y hallar tu voluntad. Repetimos la petición que todos los cristianos te hacen en

todos los tiempos: Ven, Señor Jesús;. Queremos oír tu promesa:

Sí, pronto

 

DIOS ESTÁ HABLANDO CONTIGO!

(canto de los indios cherokees - Traducido y adaptado del Libro By San Etioy)

Un hombre susurró: Dios habla conmigo.

Y un ruiseñor comenzó a cantar.

Pero el hombre no oyó.

¡Entonces el hombre repitió:

Dios, habla conmigo.

Y el eco de un trueno, se oyó.

Más el hombre fue incapaz de oír.

El hombre miró enrededor y dijo:

Dios, déjame verte.

Y una estrella brilló en el cielo.

Pero el hombre no la vio.

El hombre comenzó a gritar:

Dios, muéstrame un milagro.

Y un niño nació.

Mas el hombre no sintió el latir de la vida.

Entonces el hombre comenzó a llorar y a desesperarse:

Dios, tócame y déjame saber que estás aquí conmigo...

Y una mariposa se posó suavemente en su hombro

El hombre espantó la mariposa con la mano y desilusionado

continuó su camino, triste, solo y con miedo.

¿Hasta cuándo tenemos que sufrir para comprender que Dios

está siempre donde está la vida?

¿Hasta cuándo mantendremos nuestros ojos y nuestros corazones

cerrados para los milagros de la vida que se presentan diariamente en todo momento?

 

 

ACTO DE CONFIANZA
San Claudio de la Colombiere S.J.

Estoy tan convencido, Dios mío, de que velas sobre todos los que esperan en ti y de que no puede faltar cosa alguna a quien de ti las aguarda todas, que he determinado vivir en adelante sin ningún cuidado, descargándome en ti de toda mi solicitud. Despójenme los hombres de los bienes y de la honra, prívenme las enfermedades de las fuerzas y medios de servirte, pierda yo por mi mismo la gracia pecando; que no por eso perderé la esperanza, antes la conservaré hasta el postrer suspiro de mi vida, y vanos serán los esfuerzos de todos los demonios del infierno para arrancármela, porque con vuestros auxilios me levantaré de la culpa.

Aguarden unos la felicidad de sus riquezas o talentos; descansen otros en la inocencia de su vida, en la aspereza de su penitencia, en la multitud de sus buenas obras, o en el fervor de sus oraciones; en cuanto a mí, toda mi confianza se funda en la seguridad con que espero ser ayudado de ti, y en el firme propósito que tengo de cooperar a tu gracia. Confianza como esta jamás a nadie salió fallida. Así que seguro estoy de ser eternamente bienaventurado, porque espero firmemente serlo, y porque tú, Dios mío, eres de quien lo espero todo.

Bien conozco que de mi soy frágil y mudable; sé cuánto pueden las tentaciones contra las virtudes más robustas; he visto caer las estrellas del cielo y las columnas del firmamento; pero nada de eso logra acobardarme.

Mientras espere de veras, libre estoy de toda desgracia; y de que esperaré siempre estoy cierto, porque espero también esta esperanza invariable. En fin, para mí es seguro que nunca será demasiado lo que espere de ti, y que nunca tendré menos de lo que hubiere esperado. Por tanto, espero que me sostendrás sin dejarme caer en los riesgos más inminentes y me defenderás aun de los ataques más furiosos, y harás que mi flaqueza triunfe de los más espantosos enemigos: Espero que me amarás a mi siempre, siempre, y yo a mi vez te amaré sin intermisión; y para llegar de un solo vuelo con la esperanza hasta donde puede llegarse, te espero a ti mismo, oh Criador mío, para el tiempo y para la eternidad. Amén.

 

 

PADRE, ME PONGO EN TUS MANOS
Carlos de Foucauld

Padre,
Me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras.
Sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo.
Lo acepto todo, con tal de que Tu voluntad
se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
No deseo ninguna otra cosa, Padre.
Te ofrezco mi vida.
Te la entrego con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza...
Porque tú eres mi Padre.

__________

DIOS MÍO, ESTOY CONTENTO

Dios mío, estoy contento porque Tú me amas, no obstante mi indignidad.

Dios mío, estoy contento porque te amo, no obstante mi miseria.

Dios mío, estoy contento porque puedo alguna vez, no obstante mi nada, hacer que te amen.

Dios mío, estoy contento porque puedo sufrir algo por tu amor.

Dios mío, estoy contento porque Tú estás presente en la Eucaristía.

Dios mío, estoy contento porque eres mi Huésped divino.

Dios mío, estoy contento porque tu presencia bendita en mi morada ilumina mi vida.

Dios mío, estoy contento porque eres mi fuerza en los desfallecimientos de mi alma.

Dios mío, estoy contento porque eres mi consuelo en las angustias de mi corazón.

Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi luz en las oscuridades de mi camino.

Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi riqueza en mi pobreza.

Dios mío, estoy contento porque si me has quitado mucho, me has dejado todavía mucho mas.

Dios mío, estoy contento porque Tú eres mi Padre, mi Esposo, mi Hermano, mi Amigo, mi Salvador, el Huésped divino de mi corazón, por medio de la gracia, la Vida de mi vida, porque Tú eres mi todo.

Dios mío, estoy contento porque Tú eres la Belleza, la Bondad, la Verdad resplandeciente de la que mi alma está sedienta.

Dios mío, estoy contento porque Tú eres la eterna felicidad de aquellos que he perdido.

Dios mío, estoy contento porque creo que los he de ver y gozar en los esplendores de la vida eterna.

¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias de haberme hecho encontrar tantos corazones nobles y buenos.

¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias del perfume de las flores, de la hermosura de las almas, del reflejo aquí debajo de todas las inmortales bellezas.

¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias de haberme permitido gozar de todas las maravillas de tu creación.

¡Oh mi buen Maestro! Te doy gracias de todos los bienes que poseo todavía y de todos aquellos que espero de tu misericordia infinita en este mundo y en el otro para mí y para todos aquellos que me son queridos. Amén.

 

 

 

DIOS CREADOR
Romano Guardini

¡Oh Señor!, tu has creado todas las cosas. Tu les has dado tu ser y las has puesto en equilibrio y armonía. Están llenas de tu misterio, que toca el corazón si es piadoso.

También a nosotros, ¡oh Señor!, nos has llamado a la existencia y nos has puesto entre ti y las cosas. Según tu modelo nos has creado y nos has dado parte de tu soberanía. Tú has puesto en nuestras manos tu mundo, para que nos sirva y completemos en él tu obra. Pero hemos de estarte sometidos, y nuestro dominio se convierte en rebelión y robo si no nos inclinamos ante ti, el único que llevas la corona eterna y eres Señor por derecho propio.

Maravillosa, ¡oh dios!, es tu generosidad. Tu nos has temido por tu soberanía al crear seres con poder sobre ellos mismos y al confiar tu voluntad a su libertad. ¡Grande y verdadero rey eres tú!

Tú has puesto en mis manos el honor de la voluntad. Cada palabra de tu revelación dice que me respetas y te confías a mí, me das dignidad y responsabilidad. Concédeme la santa mayoría de edad, que es capaz de aceptar la ley que tu guardas y de asumir la responsabilidad que tu me transfieres. Ten despierto mi corazón para que esté ante ti en todo momento, y haz que mi actuación se convierta en ese dominio y esa obediencia a que tú me has llamado.

Amén.

__________

CREADOR INCOMPRENSIBLE

Creador incomprensible, yo te adoro. Soy ante ti como un poco de polvo, un ser de ayer, de la hora pasada. Me basta retroceder sólo unos pocos años, y no existía todavía… Las cosas seguían su curso sin mí. Pero tú existes desde la eternidad. ¡Oh Dios!, desde la eternidad te has bastado a ti mismo, el Padre al Hijo y el Hijo al Padre. ¿No deberías también poderme bastarme a mí, tu pobre criatura?… En ti encuentro todo cuanto puedo anhelar. Me basta si te tengo…

¡Dáteme a mi como yo me doy a ti, Dios mío! ¡Dáteme tú mismo! Fortaléceme, Dios todopoderoso, con tu fuerza interior; consuélame con tu paz, que siempre permanece; sáciame con la belleza de tu rostro; ilumíname con tu esplendor increado; purifícame con el aroma de tu santidad inexpresable; déjame sumergirme en ti y darme de beber del torrente de tu gracia cuanto puede apetecer un hombre mortal, de los torrentes que fluyen del Padre y del Hijo; de la gracia de tu amor eterno y consubstancial.

__________

SEÑOR SANTO, PADRE OMNIPOTENTE
San Buenaventura

Señor santo, Padre omnipotente, Dios eterno, por tu generosidad y la de tu Hijo quien por mí padeció pasión y muerte, y por la excelentísima santidad de su Madre, y por los méritos de todos los santos, concédeme a mí, pecador e indigno de cualquier beneficio tuyo, que sólo a ti ame, que siempre tenga sed de tu amor, que continuamente tenga en el corazón el beneficio de la pasión, que reconozca mi miseria, que desee ser pisado y despreciado de todos; que sólo la culpa me entristezca. Amén.

__________

DIOS MÍO, CREO EN TI

Dios mío, creo en ti, espero en ti, te amo sobre todas las cosas con toda mi alma, con todo mi corazón, con todas mis fuerzas; te amo porque eres infinitamente bueno y porque eres digno de ser amado; y, porque te amo, me pesa de todo corazón haberte ofendido: ten misericordia de mí, pecador. Amén.

 

 

 

 

EL CRISTO DE VELÁZQUEZ

LEÓN FELIPE
(1884-1968)

 

Me gusta el Cristo de Velázquez.
La melena sobre la cara...
y un resquicio en la melena
por donde entra la imaginación.
Algo se ve.
¿Cómo era aquel rostro?
Mira bien,
compónlo tú.
¿A quién se parece?
¿A quién te recuerda?
La Luz entra
por los cabellos manchados de sangre
y te ofrecen un espejo.
¡Mira bien!... ¿No ves cómo llora?
¿No eres tú?... ¿No eres tú mismo?
¡Es el hombre!
El hombre hecho Dios.
¡Qué consuelo!
No me entendéis...
¿Por qué estoy alegre?
No sé...,
tal vez porque me gusta más así:
el hombre hecho Dios,
que el Dios hecho hombre.

 

¡SOÑAR, SEÑOR, SOÑAR!

Hazme soñar... ¡Soñar, Señor, soñar!...
¡Hace tiempo que no sueño!
Soñé que iba una vez -cuando era niño todavía,
al comienzo del mundo-
en un caballo desbocado por el viento,
soñé que cabalgaba, desbocado, en el viento...
que era yo mismo el viento...
Señor, hazme otra vez soñar que soy el viento,
el viento bajo la Luz, el viento traspasado por la Luz,
el viento deshecho por la luz,
el viento fundido por la luz,
el viento.., hecho Luz...
Señor, hazme soñar que soy la Luz...
que soy Tú mismo, parte de mí mismo...
y guárdame, guárdame dormido,
soñando, eternamente soñando
que soy un rayito de Luz de tu costado.

UNA CRUZ SENCILLA

Hazme una cruz sencilla,
carpintero...
sin añadidos
ni ornamentos...
que se vean desnudos
los maderos,
desnudos
y decididamente rectos:
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el astil disparándose a los cielos.
Que no haya un solo adorno
que distraiga este gesto:
este equilibrio humano
de los dos mandamientos...
sencilla, sencilla...
hazme una cruz sencilla, carpintero.

LA CRUZ

Si el sueo no nos permitiera

anticipar un mundo diferente;

si la esperanza no hiciera posible

esta capacidad un poco milagrosa,

que el ser humano tiene de clavar

los ojos ms all de la infamia,

ソqu podramos creer?, ソqu podramos

esperar?, ソqu podramos amar?

Porque en el fondo uno ama al mundo,

a partir de la certeza de que este mundo,

triste mundo,

convertido en un campo de concentracin,

contiene otro mundo posible.

O sea que est embarazado de maravilla.

En el fondo, el acto de vivir y luchar,

a pesar de todo,

es un acto sagrado de locura.

Eduardo Galeano.

 

 

Jesús está
en el vértice de la aspiración humana,
es el término de nuestras esperanzas
y de nuestras oraciones,
es el punto focal
de los deseos de la historia
y de la civilización,
es decir, es el Mesías,
el centro de la Humanidad,
Aquel que da un valor
a las acciones humanas,
Aquel que conforma
la alegría y la plenitud
de los deseos de todos los corazones,
el verdadero hombre,
el tipo de perfección, de belleza y de santidad,
puesto por Dios para personificar
el verdadero modelo,
el verdadero concepto de hombre,
el hermano de todos,
el amigo insustituible,
el único digno de toda confianza
y de todo amor:
es el Cristo-hombre.
 
Y, al mismo tiempo,
Jesús está en el origen
de toda nuestra verdadera suerte,
es la luz por la cual
la habitación del mundo
toma proporciones, forma, belleza y sombra;
es la palabra que todo lo define,
todo lo explica, todo lo clasifica,
todo lo redime;
es el principio
de nuestra vida espiritual y moral;
dice lo que se debe hacer
y da la fuerza, la gracia, de hacerlo;
reverbera su imagen,
más aún su presencia,
en cada alma que se hace espejo
para acoger su rayo de verdad y vida,
de quien creen en Él
y acoge su contacto sacramental;
es el Cristo-Dios,
el Maestro,
el Salvador,
la Vida.

 

 

Pablo VI    Alocución del 3/2/1964

ORACIモN POR LOS DERECHOS HUMANOS

Padre de todos, te damos gracias
porque todos los hombres, mujeres y niños
nacemos libres e iguales en dignidad y derechos.
Ayúdanos a vivir en tu presencia
como hermanos y hermanas.

Señor Jesús,
llegaste entre nosotros como uno más
y no te aceptamos.
Todavía hoy, en muchos países,
a multitud de nuestros hermanos y hermanas
se le niegan sus derechos humanos.
Tú sigues siendo crucificado en ellos.
Perdónanos y sálvanos.

Espíritu Santo,
luz de nuestros corazones,
ven y enséñanos la sabiduría
que nace de nuestra dignidad de hijos e hijas de Dios.
Danos poder para crear
un mundo donde quepamos todos.
Señor, ya que nacemos seres libres,
deja que permanezcamos libres
hasta que retornemos a Ti.

 

SEムOR JESレS, ENSノムANOS A SER GENEROSOS

Señor Jesús,
enséñanos a ser generosos,
a servirte como Tú mereces,
a dar sin medida,
a combatir sin temor a las heridas,
a trabajar sin descanso,
sin esperar otra recompensa
que saber que hemos cumplido
tu santa voluntad.

VEN, ESPÍRITU DIVINO
(Secuencia del Espíritu, de la Liturgia de Pentecostés)

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el Cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo.
Tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

 

 

NO TIENES MANOS

Jess, no tienes manos.
Tienes slo nuestras manos para construir un mundo donde habite la justicia.

Jess, no tienes pies.
Tienes slo nuestros pies para poner en marcha la libertad y el amor.

Jess, no tienes labios.
Tienes nuestros labios para anunciar la Buena Noticia de lo pobres.

Jess, no tienes medios.
Tienes slo nuestra accin para lograr que todos los hombres y mujeres sean hermanos.

Jess, nosotros somos tu Evangelio, el nico Evangelio que la gente puede leer si nuestras vidas son obras y palabras eficaces.

Jess, damos musculatura moral para desarrollar nuestros talentos y hacer bien todas las cosas.

(Anónimo)

 

PROCURARÉ SEÑOR

Procuraré Señor, en mis momentos de angustia y amargura, recordar tu nombre y
alabarlo por ponerme a prueba.

Procuraré Señor, a la hora de pedirte, tener más fe que el día anterior.

Procuraré Señor, al encontrarme en crisis, pedirte de la mejor forma la luz
para encontrar la solución.

Procuraré Señor, recordar que en el desaliento, tu eres el consuelo y el
impulso para seguir viviendo en medio de injusticias y sinsabores.

Procuraré Señor, la relación en comunidad con mis semejantes.

Procuraré Señor, dar amor en vez de odio, ayudar y no hundir, tender la mano y no empujar.

Procuraré Señor, perdonar y no juzgar, la caridad y no la avaricia.

Procuraré Señor, la amistad a la enemistad, la unión y no la desunión.

Procuraré Señor, la paz y no la guerra.

Procuraré Señor, en los momentos más controversiales, tener paciencia y esperanza.

Procuraré Señor, alentar a los demás y no desalentarlos.

Procuraré Señor, ser humilde como tu hijo y aceptar con fortaleza tu voluntad.

BUSCA reflexiones anteriores en:
http://busca.valores.org

 

 

Regalos de Jesús

Te regalo a mi Santísima Madre, para que sea tu Madre.

Te regalo mi alegría para que tengas una fuente inagotable de paz.

Te regalo mis fuerzas para que te sostengas en tu cansancio cuando sirvas a los demás.

Te regalo la quietud de la noche bendita de mi nacimiento para que llenes tu alma de paz.

Te regalo mis ojos para que con ellos puedas dar una nueva mirada a este universo que puse a tu servicio.

Te regalo mi caridad para que sientas el anhelo de trabajar por los desposeídos y de compartir tu pan con los hambrientos.

Te regalo mi amor para que lleno tu corazón de él, puedas prodigarte a los demás.

Te regalo mi paz para que con tu buena voluntad des gloria a Dios.

Te regalo mi humildad para que desde tu condición de hombre, estés dispuesto a crecer y superarte.

Te regalo la mula del establo para que calientes con tu fervor.

Te regalo mi sencillez para que puedas llegar al Reino de los Cielos.

Te regalo la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar y mi valentía para cambiar las que puedo.

Te regalo mis ángeles para que te enseñen a ser mensajero de paz.

Te regalo las caricias de mis manos para que te consuelen y alienten.

Te regalo las lágrimas de mi madre como bálsamo de tus penas.

Me quedo contigo.

Te regalo la miel que llevaron los pastores para que endulces la vida de los tuyos con cariño y generosidad.

Te regalo mi humildad para engrandecerte.

Te regalo mi estrella para que te muestre el camino que a mí conduce.

Te regalo la música para que como ella alegra, tu también logres dar gozo a los demás.

Te regalo mis lágrimas para que laves con ellas tus pecados.

Te regalo la luz de mi mirada para que guíe tus pasos.

Te regalo mi misericordia para que con ella juzgues a tus hermanos.

Te regalo mi alegría para que con ella contagies al mundo.

Te regalo mi ternura para que con ella sirvas a los pequeños y a los necesitados.

Te regalo mis manos para que con ellas construyas mi Reino.

Te regalo mi amistad para que en ella te apoyes.

Te regalo mi paz para que la contagies a todos los que crucen en tu camino.

Como la estrella iluminó el camino de los reyes, recibe la luz de mi amor para que la irradies a los demás.

Te regalo mi hombro que sostuvo la cruz del pecado de la humanidad para que te ayude a cargar tu cruz.

Te regalo mi pesebre para que en él repose tu corazón.

Te regalo el perdón para que como un bálsamo sane el rencor y cada ofensa que guardes en tu corazón y así en paz contigo mismo me ofrezcas lo mejor de ti.

Te regalo mi amor para que sea la prenda de tu felicidad.

Te regalo el sol para que así como él alumbra al mundo, alumbres tú la vida de tu familia y tus amigos.

Te regalo mis pies para que te guíen por el camino de la verdad.

Te regalo mi amor para que sea la prenda de tu felicidad.

Te regalo mi boca para que con ella denuncies la injusticia.

Te regalo mis llagas para que te conforten en tu dolor y crezca en ti la esperanza.

 

 

MAESTRO CON PALABRAS DE VIDA ETERNA

Me esfuerzo y Él me dice ¡ perdona!
Tengo miedo y Él me dice ¡ánimo!
Dudo y Él me dice ¡confía!
Me siento angustiado y Él me dice ¡tranquilo!
Prefiero estar solo y Él me dice ¡ven sígueme!
Fabrico planes y Él me dice : ¡déjalos!
Busco bienes materiales y Él me dice ¡despréndete!
Quiero seguridad y Él me dice ¡no te prometo nada !
Quiero vivir y Él me dice ¡no es suficiente!
Quiero ser jefe y Él me dice ¡sirve!
Quiero mandar y Él me dice ¡ obedece!
Quiero comprender y Él me dice ¡cree!
Quiero claridad y Él me habla en parábolas .
Quiero poesía y Él me habla de realidades .
Quiero tranquilidad y Él quiere que esté inquieto .
Quiero violencia y Él me habla de paz .
Saco la espada y Él me dice : ¡guárdala!
Pienso en venganza y Él me dice ¡presenta la otra mejilla!
Hablo de paz y Él me dice ¡he venido a traer la espada !
Intento ser conciliador y Él me dice ¡he venido a traer fuego a la tierra!
Quiero ser el más grande y Él me dice ¡se como un niño!
Quiero esconderme y Él me dice ¡muestra tu luz!
Busco el primer puesto y Él me dice ¡siéntate en el último lugar!
Quiero ser visto y Él me dice ¡reza en lo escondido!

¡No! , no entiendo a este Jesús
Me provoca, me confunde.
Al igual que tantos de sus discípulos,
también yo he dudado, queriendo hallar otro maestro
que fuera más claro y exigiera menos .

Pero me sucede lo que a Pedro : Sus palabras me traspasan el corazón,
no conozco a nadie que tenga como ÉL,
PALABRAS DE VIDA ETERNA .

 

¡Que venga tu Espíritu!

 

 

Jesús, hermano, maestro,
acércanos al Padre,
muéstranos su rostro,
acompáñanos
en el camino al Reino
¡envíanos tu Espíritu!

Tu nos prometiste que estarías
presente entre nosotros,
que caminarías a nuestro lado,
que tu fuerza nos animaría,
Señor,
¡que venga tu Espíritu!

Necesitamos
aprender a discernir.
Descubrir por dónde pasa el Reino
en este tiempo.
Necesitamos
aprender a reconocer las señales
de Dios en medio nuestro.
Necesitamos
aprender a seguir tus pasos,
a vivir el Evangelio,
a comprometernos
por el Proyecto del Padre.
Buscamos tu aliento,
¡Ven Espíritu Santo!

Convierte nuestras vidas
ayuda a que seamos fieles.
Muéstranos el camino
y danos la fuerza para seguirlo.

Anima nuestras comunidades.
Alienta nuestros esfuerzos
de vida nueva.
¡Ven Espíritu Santo!
Ven a nosotros,
empápanos de Reino,
enséñanos a vivir las Bienaventuranzas,
a dejar todo por el Evangelio.
Anímanos,
que te necesitamos,
para seguir adelante
y dar testimonio.

Buen Jesús, danos tu Espíritu,
el mismo que te concibió
en el seno de María,
el que te fue enseñando,
desde niño,
las cosas del Padre,
el que te condujo al desierto
y a las pruebas,
el que estuvo a tu lado
para fortalecerte
y comenzar a anunciar
la Vida Nueva;
el que llenó tus días,
y te dio fuerzas
para hacer la voluntad del Padre,
danos tu Espíritu Señor,
para seguir tu ejemplo.

 

En cada Pentecostés
nos regalas
el aliento nuevo de vida generosa,
de fuerza para el cambio,
de perseverante constancia
para aprender a ser Iglesia,
comunidad en marcha,
hacia el Reino del Padre.

¡Ven a nuestras comunidades,
Espíritu de Jesús!
Enséñanos a vivir unidos,
ayúdanos a zanjar diferencias,
revélanos el mejor camino
para ser fieles al Padre.
Descubre nuestros errores,
nuestras falencias,
nuestros orgullos y pecados,
conviértenos.
Haz que vivamos para servir,
sin ansías de poder,
sin "transas" con el poder.
Enséñanos a andar junto al pueblo,
arrimando nuestra levadura,
que es tu vida,
tus opciones, tus preferencias.
Enséñanos a aprender de otros
que dan su vida
para que las cosas cambien
y haya más justicia en este mundo.

Espíritu de Jesús,
Espíritu Santo de Dios,
fuerza de vida nueva,
aliéntanos,
danos esperanza,
construye
un corazón nuevo en cada uno
para que hagamos juntos
la gran fraternidad
soñada, vivida, ofrecida
por la entrega de Jesús
y confirmada por el Padre
en la Resurrección.

Ven a nosotros,
para que aprendamos
a ser comunidad,
para que cambiemos de vida,
para que sigamos a Jesús,
¡Ven, Espíritu, Ven!

Marcelo A. Murúa

 

EL SACERDOTE
Miguel Ortega Riquelme.

Antes que nada es un hombre,
un hombre que siente, que llora, que tropieza,
que ríe y que duerme.
Un hombre que busca, que necesita,
que pide y que ama.
Un hombre.

Dios en Jesucristo, le trastornó la vida.
Lo eligió, le mostró su afecto,
lo llamó a seguirlo, le entregó un mensaje,
le dio una misión y lo conquistó definitivamente.

Por eso, como una locura incomprensible
decidió dejar todas las cosas
para ir con El por los caminos.
Abandonadas quedaron en el lago
unas barcas y unas redes.
Allí quedó una profesión, un estudio,
un gran futuro o una gran fortuna.
Allí quedó la hacienda, la familia, la patria,
una encantadora mujer y unos hijos muy hermosos.
Sólo por EL,
para darle a EL más minutos de la vida.
Para conversar con EL sin interrupción.
Para amarlo a EL con el corazón entero,
 para hablar sobre EL en cualquier momento.

Y así enamorado locamente,
entra en cada casa para entregar una sonrisa,
preside una asamblea para dar a Dios las gracias,
perdona a un hombre arrepentido,
para que pueda encontrar la paz,
entrega su consejo sin esperar retribuciones.

Y a los pobres anuncia el Evangelio
para que trabajen por su liberación.
Su más profunda alegría
y su aspiración más auténtica
es que el joven o el adulto
conozca a Jesús y lo experimente cerca.
Su único deseo es que los hombres
se amen con el estilo de su amor.
Que no teman. Que vivan.
Que sean hombres plenamente.
Que reconozcan la compañía cariñosa de un Dios
que es y se declara Padre.

El sacerdote es un hombre.
Muchos defectos y mediocridad lo limitan.
Es débil, es a veces cobarde,
ama a medias. Se apasiona.
Es verdad.

Pero él no fue llamado por su admirable perfección.
Dios no lo eligió por el brillo de sus virtudes.
Es llamado para ser instrumento,
portavoz y transmisor de El.

En su gran debilidad Dios se muestra fuerte.
Por eso el sacerdote no se anuncia a sí mismo.
Anuncia siempre al que lo envió
y a la comunidad que lo prolonga.

Es ministro de la Iglesia a la que sirve.
Trabaja en comunión.
Se afirma en la oración
porque necesita oir a Dios
antes de proclamar lo que El dice.

Un sacerdote es padre amoroso para todos.
Es pastor que da la vida.
Esliturgo que celebra
el paso de Dios entre nosotros.

Es amigo, de los niños y de los enfermos,
de los jóvenes y de los pobres,
de los que necesitan cariño o compañía.

Y entre lágrimas y gozos ambiciona sólo una cosa:
poder decir sinceramente:
"Esto es mi cuerpo
para que ustedes lo coman"
"Esta es la sangre de mi vida,
la derramo por ustedes,
por cada uno,
por todos,
con un amor que me desborda".


 

ORACIÓN por la COLERA y el AMOR

Por Guillermo Rovirosa

 

http://www.solidaridad.net/vernoticia.asp?noticia=1419

 

 

Oración de Guillermo Rovirosa en el 40 aniversario de su muerte. Rovirosa es el primer militante obrero español de los últimos 50 años. Maestro de espiritualidad desde los pobres, hoy en proceso de beatificación. El sigue siendo una referencia para toda persona de buena voluntad que quiera plantearse hoy en serio la solidaridad...

 

¡Señor!. ¡Consérvame la cólera!.

Que ante la injusticia, mi corazón se rebele. Que sienta en mi alma la rabia del orden que tapa el desorden.

Que me sienta capaz de luchar. Que pueda, en cualquier tiempo, coger el látigo y arrojar a los mercaderes del templo. Porque Tu templo no es sólo la Iglesia. ¿No se lo dijiste a la samaritana?

Tu templo son las fábricas, los despachos, los talleres –el lugar desde donde te rezamos-. Y hay hombres que han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones.

Que me sienta capaz de vencerlos.

No permitas, Dios, que me resigne. Porque resignarse es declararse vencido. Y sólo ante Ti debemos declararnos vencidos. Ante nadie más. Y nunca ante los sembradores de iniquidad.

¡Señor!. ¡Purifica mi cólera!.

Que en mi ira no piense en mí, sino en la gloria del Padre y en mi prójimo. Como Tú lo hiciste. Como fue Tu ejemplo: constante rebelado, compañero de los hijos de Trueno, venido a sembrar guerra y no paz, sumiso al padre y muerto por amor a tus hermanos. Que me sienta yo, como Tú, capaz de vivir y morir por mis hermanos.

Que no piense que soy yo quien lucha, sino nosotros. Que no piense que soy yo quien te reza, sino que en mí confluye el grito de los oprimidos. Porque la cólera por causa "mía" lleva al odio; la cólera por "nuestra" causa conduce al amor.

¡Señor!. ¡Dame el amor!.

Dame el amor, Dios, para que mi cólera no sea obra de infierno.

Que mi cólera sea amor a mis compañeros.

Que mi cólera sea amor a todo el pueblo desheredado. ¡Pobre pueblo, oprimido siglo tras siglo!.

Que mi cólera sea pasión con ellos: la "com-pasión" auténtica, fuerte y viril.

Que mi cólera sea también amor al enemigo; al pobre, al desgraciado sembrador de injusticias, al que ha derribado tu altar y en su lugar ha fundido un ídolo de oro. ¡Dios!. ¡Apiádate de él y, por su bien, ilumínale!. ¡Que te conozca!.

Que mi cólera no sea contra los hombres, sino contra su mal. Que no sea odio.

¡Señor!. Tú sí, porque Tú sabes qué quiere decir esa palabra: ¡Dame Tu caridad!

 

Oración para comenzar el día

Oh Dios, Padre y Madre
de la Humanidad, de la Naturaleza y del Universo:
con todos los hombres y mujeres,
con todas las creaturas vivientes y todo el cosmos...
permíteme unirme en este día que comienza
a su canto permanente de alabanza a tu gloria.

Te agradezco el don misterioso
de la existencia y de la vida,
de la inteligencia y la salud,
del amor y de la verdad.


Te agradezco el don del conocimiento de Jesús,
y el sentido que él ha dado a nuestra vida:
el conocimiento de tu Proyecto
¡la llegada de tu Reinado!,
Reinado que es Vida, Verdad, Gracia, Justicia, 

Amor y Paz.

Haz que en este día que comienza ponga también yo
un esforzado grano de arena
en la construcción de este Mundo Nuevo
en el que todos los seres humanos
seamos hermanos sin distinción.

Me uno a los mártires, a todos los hombres y mujeres
que han dado la vida por tu Causa,
hazme digno compañero de su lucha
y dame la gracia de imitarles.

Oh Dios misterioso, adorado de mil formas
y con los nombres más diversos,
danos aceptar y respetar tu silencio
y adorar tu presencia en nuestros hermanos
especialmente en los que más sufren.
AMEN.

 

Oración para concluir el día

Oh Dios sin principio ni fin,
que nos has puesto en el tiempo
como oportunidad para ser, crecer y vivir,
pero también para pasar, 

para gastarnos y morir.

Te agradecemos este día que nos has dado,
irrepetible, que ya nunca volverá.
Disculpa si no lo hemos aprovechado bien,
y recibe nuestra mejor intención,
que lo ha inspirado totalmente.
Recibe también los trabajos y esfuerzos
que en él hemos realizado:
permite que lleguen a ser fecundos
y den frutos de paz, de justicia y de 

belleza.

Concédenos un descanso en paz:
que durmamos confiados,
como un niño en brazos de su madre,
experimentando en el sueño
nuestro abandono en tus manos
y la muerte, nuestra hermana.

Haz que mañana vivamos
con renovada alegría
la experiencia de la resurrección
y la renovación de la vida,
cuando el hermano sol, vigoroso,
venga a despertarnos.

Como Tú descansaste el séptimo día,
déjanos descansar esta noche
plenamente abandonados
en tu regazo materno,
con la seguridad de tu perdón
y tu paz en la conciencia.

Mientras descansamos,
bendice a nuestras familias,
a nuestros países, a nuestro mundo único,
y a todos los hombres y mujeres
que te buscan aun sin saberlo.
AMEN.

 

 

Oración misionera 

La fuerza de tu Espíritu
nos consagra y nos urge
a confesar que estás vivo entre los hombres.
Te reconocemos como enviado del Padre.
Te alabamos y te bendecimos
por el amor con que nos salvas,
y queremos glorificarte
con una existencia agradecida.

En medio de la angustia y del vacío
que tanto sobrecogen y estremecen
a este mundo, quisiéramos tener
la experiencia inconfundible de tu voz,
de tu aliento, de tu singular poder.
Pero a veces lo olvidamos
y nos cuesta develar y adorar tu rostro oculto
en los que tienen hambre y sufren la injusticia;
en los que son marginados
por muchas formas de egoísmo;
en los que son humillados
por los que no sabemos compartir.

Queremos avivar la fe en tu presencia,
afirmar el sentido trascendente de la vida,
y anunciar con gozo y sin temores
que ya estamos redimidos.
Envíanos tu Espíritu para que, transformados,
acertemos a vivir entre los hombres;
dando pruebas concretas de esperanza,
construyendo un mundo más justo y solidario
y creando una auténtica comunidad
de amor fraterno.

Tú que nos diste por Madre a María,
en la que tenemos el modelo
de la nueva humanidad,
haz que estemos, como ella,
abiertos a la Verdad
y que seamos humildes servidores
de la Palabra
para proclamarla con fidelidad.
Que testimoniemos las maravillas del Padre,
su amor y misericordia
entre los hombres.
Te lo pedimos a Ti,
que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
AMEN.

 

LA IGLESIA QUE YO QUIERO

Pedro Barsimón de la Barca

La Iglesia que yo quiero no tiene campanario:

las palomas se encargan de avisar a la gente.

Les dicen: "¡Buenos días! La vida sigue viva;

¿Vamos a celebrarlo con un poco de vino?"

La Iglesia que yo quiero no necesita templos;

siempre habrá un parque libre o, si llueve, una casa

donde los cortinajes no impidan ver la lluvia

(donde la lluvia pueda asistir a misa).

La Iglesia que yo quiero, no necesita "dogmas":

Si estoy vivo, si pienso, si siento tantas cosas,

no hay que poner barreras, sino decir a todos

que no deben sentarse antes de haber llegado.

¡Claro que en esta Iglesia habrá también un Papa!

Pero un papa casero, con pantuflas de paño;

más papuchi que Papa, más santo que "santísimo"

y si se llama Pepe que no le llamen Pío.

Los obispos, los pobres, suelen ser gente buena.

Si no fueran obispos yo creo que serían santos;

Pero, claro, les dicen que ¡cuidado! y que ¡ojo!

y los pobres acaban meando fuera del tiesto.

En la Iglesia que digo que yo quiero que sea

ocuparán los cargos gente con experiencia

en lo que significa amar y ser amado.

Sin amor, ¿de qué sirve la superortodoxia?

Yo imagino una Iglesia que me quiera y comprenda

por qué a veces me caigo, por qué a veces me escondo...

¡Para que todo el tiempo te manden y te prohiban

casi es mejor morirte sin que te echen el agua!

Por eso es que mi Iglesia va siempre por delante.

No se dedica sólo a decir: "Hasta aquí".

Si he de decirlo todo, la Iglesia que yo quiero

resulta hasta imprudente (porque se fía de Dios).

¿Pues qué teme la Iglesia; quedarse sin riquezas?

¿Perder su poderío? ¿Que surjan mil herejes?

¡Hay otras herejías que son mucho peores,

como ese tener miedo a perder tantas cosas!

No importa que la Iglesia tenga la fe muy floja;

mientras busca y pregunta va por el buen camino.

Los sistemas teológicos tienen el gran peligro

de hacernos creer que Dios es un libro de texto.

La Iglesia que yo quiero puede que se equivoque,

que no acierte a ver claro cómo es de grande Dios;

pero será una Iglesia donde cabremos todos

y hasta probablemente estemos tan a gusto.

La Iglesia que me gusta, la Iglesia que yo quiero,

es algo sencillo, cosa de gente pobre.

No se trata de ir sucios, que te huelan los pieses,

pero tampoco es eso de ir siempre de domingo.

Mi Iglesia no se engola ni anda con perifolios;

tiene el humor, cuenta chistes. La mitad de la misa

se la pasan riendo, hasta que el cura dice:

"Vale ya, fieles almas, que esto es un cachondeo".

Eso sí: como el mundo no es todavía el cielo,

la Iglesia que yo quiero anda da catacumbas.

Si tuviera dinero o influencias o amigos

todo sería distinto; pero mejor que no.

(Una vez uno dijo: "Al menos tener algo

para dar a los pobres o hacer nuestras campañas..."

y los pobres dijeron: "Quien socorre a los pobres

es porque no es tan pobre "y" si es rica no es libre")

"Una mierda de Iglesia", dirán los entendidos.

No sé. Yo siempre pienso que si a cualquier persona

le quitamos la ropa, los oros y los títulos

se queda en muy poquito, pero bueno y auténtico.

Y ustedes me disculpen si digo lo que siento:

que putas, marginados, borrachos, pecadores,

maricas, drogadictos y gente de ese estilo

serán los fundamentos de mi querida Iglesia:

porque ellos son el barro, son esos bajos fondos

donde la carne viva del hombre está mas cerca.

Desde ahí -desnudos, libres- la invocación al Padre

es más necesitada; Dios no es un dios de lujo

y el amor puede darse más puro entre los hombres

porque se ven enteros, sin falsas fatuidades.

Ya sé que a mucha gente que la Iglesia que yo quiero

no les gusta ni pizca. Habrá que dialogarlo;

pero que no nos digan que el cielo va a ser luego

como esta pobre Iglesia que sabe tanto a polvo

porque así es que no van a sacar ni para pagar

a la señora de los lavabos.

Amén Jesús.

 

 

ESE ES DIOS
 
Si en medio de la tristeza, tu alma respira un aire de paz... y no sabes dar
respuesta, de porque al llorar, no sientes angustia, sino deseos de
continuar... no busques otros por qués... ese es Dios...
 
Si quieres saber, quién inventó el amor... y porque al sentirlo, ves la vida
con otro color; no creas que fueron los poetas, ni el pintor o el escultor;
tampoco el músico que le canta, ni el actor que en la escena lloró... solo
existe un autor, que todo lo creó por amor...
ese es Dios...
 
¿Quién inventó la risa, quién le regaló un cuerpo al alma... quién nos da las
emociones, y hace realidad nuestras ilusiones?...
  no hay ciencia que lo haya
hecho, tampoco un científico o inventor; todo eso, solo lo pudo hacer Dios...
 
¿Quién te ha dado la vida, quién pensó primero en Ti, quién crees que quiso
adornar el mundo, con seres como tu o yo dándonos el inmenso don de vivir?...
ese es Dios...
 
Si recibes una palabra de aliento en tu soledad, si ves a alguien que comparte
lo que tiene con el que nada posee; si te sientes contagiado por la risa del
niño, o te quedas extasiado en medio de un jardín creyendo que estás en el
paraíso... no hay nadie más detrás de todo eso, solo Dios...
 
¿Quién ordena cada cosa en tu interior, quién cree tanto en ti que otro día de
vida te dio, quién te regala la luz para trabajar, y te cubre con estrellas
cuando quieres descansar?... ese es Dios
 
Si a veces te preguntas,
¿quién hace tantos milagros en ti?...
¿quién te ama más que nadie, quién es capaz de dar su vida, quién puede llenar
tu soledad, quién te mostrará el camino, quién te ayuda a sentir en medio del
dolor deseos de vivir?... ese, es Dios...
 
¿Quién es el mejor amigo que puede existir, en quién puedes confiar, con quién
te puedes desahogar y en su regazo llorar; quién te puede abrazar sin brazos,
quién te habla sin palabras, quién sabe lo que sientes, aún que no lo logres
expresar? ESE ES DIOS...

 

 

Que yo no pierda

Dios no permita que pierda el romanticismo aún sabiendo que las rosas no hablan...

Que yo no pierda el OPTIMISMO, aún sabiendo que el optimismo que nos espera puede no ser tan alegre...

Que yo no pierda la VOLUNTAD DE VIVIR, aún sabiendo que la vida es, en muchos momentos dolorosa,

Que yo no pierda la voluntad de TENER GRANDES AMIGOS, aún sabiendo que, con las vueltas del mundo, ellas se van de nuestras vidas...

Que yo no pierda la voluntad de AYUDAR A LAS PERSONAS, aún sabiendo que muchas de ellas son incapaces de ver, reconocer y retribuir, esta ayuda...

Que yo no pierda el EQUILIBRIO, aún sabiendo que muchas fuerzas quieran que yo caiga...

Que yo no pierda la VOLUNTAD DE AMAR, aún sabiendo que la persona que yo más amo pueda no sentir el mismo sentimiento por mí...

Que yo no pierda LUZ Y EL BRILLO EN LA MIRADA, aún sabiendo que muchas cosas que veré en el mundo oscurecerán mis ojos...

Que yo no pierda la GARRA, aún sabiendo que la derrota y la pérdida son dos adversarios sumamente peligrosos...

Que yo no pierda la RAZÓN, aún sabiendo que las tentaciones de la vida son muchas y deliciosas...

Que yo no pierda el SENTIMIENTO DE JUSTICIA, aún sabiendo que el perjudicado pueda ser yo...

Que yo no pierda mi ABRAZO FUERTE, aún sabiendo que un día mis brazos estarán débiles...

Que yo no pierda la BELLEZA Y LA ALEGRÍA DE VER, aún sabiendo que muchas lágrimas brotarán de mis ojos y correrán por mi alma...

Que yo no pierda el AMOR POR MI FAMILIA, aún sabiendo que ella muchas veces me exigirá esfuerzos increíbles para mantener la armonía...

Que yo no pierda la voluntad de DONAR ESTE ENORME AMOR que existe en mi corazón, aún sabiendo que muchas veces él será rechazado...

Que yo no pierda la voluntad de SER GRANDE, aún sabiendo que el mundo es pequeño... y encima de todo...

Que yo jamás me olvide que Dios me ama infinitamente!

Que un pequeño grano de alegría y esperanza dentro de cada uno es capaz de cambiar y transformar cualquier cosa, pues...

LA VIDA ES CONSTRUIDA EN LOS SUEÑOS, Y REALIZADA EN EL AMOR!.

 

 

 

 

14 de febrero – Día de los Enamorados

¡¡¡FELICIDADES!!!

DIOS ESTÁ ENAMORADO DE TI

Y te dice:

 

DICHOSO

Tú cuando te sientes "pobre" (con límites, con imperfecciones, con fallos...)

Tú cuando tienes "hambre" (metas, sueños, ilusiones, deseos, ideales...)

Tú cuando "lloras" (sufres, te agobias, sientes soledad, tienes miedo al fracaso...)

Tú si alguna vez te sientes excluido, criticado, rechazado...

ALÉGRATE Y SALTA DE GOZO porque tu recompensa será grande en el cielo.

Adaptación de Lc. 6, 20-26

Parece increíble, ¿verdad? Pues esto no es todo... Atrévete a echar un vistazo a la presentación "TU Y DIOS". ¿Le encuentras alguna relación con las Bienaventuranzas del Evangelio?

Hay una FELICIDAD que "pase lo que pase" produce paz interior y la alegría.

Hay otras "felicidades"... más fáciles de conseguir, de alcanzar... pero que van y vienen...

Pero todo tiene un precio... ¿Te animas a alcanzarla?

Te proponemos que pienses en ti y en las personas que desees... y elabores una frase para cada uno/a siguiendo el texto de la presentación. Envíaselo a las personas que quieras...

Si soy...

Algunos...

Aún así seré...

_________, si eres...

Algunos...

Aún así sé...

 

 

A Dios...

¡Qué hermoso es desnudar mi yo para encontrar tu Yo! ...
Al escuchar tu Palabra se me nubla la mente...
Una nueva energía penetra mi ser...
Y transforma mi vida...
Tu Palabra traspasa mi oído y reposa en mi corazón...
Y me siento feliz...
Es un soplo refrescante, aliento de enamorado...
Que me libera del calor del verano, del frío del invierno. ...

Miguel Ortega Suárez

 

MADRE NUESTRA QUE ESTÁS EN LOS CIELOS

Radialistas Apasionadas y Apasionados:
Hoy les ofrecemos una oración especial,
un "credo" algo diferente al que enseña el catecismo tradicional.
¿No será hora de revisar las imágenes patriarcales de la divinidad?
¡Feliz Navidad!


Creo en Dios, Madre Todopoderosa,
Creadora del cielo y de la tierra,
que concibió a la mujer a su imagen y semejanza
para que la mujer concibiera al género humano.

Creo en Dios, Madre llena de gracia,
bendita entre todas las mujeres y los hombres
de buena voluntad.

Creo en el Dios de la Vida
con rostro de mujer embarazada,
que dará a luz un nuevo cielo y una nueva tierra
donde la justicia y la paz se besarán.

Creo en la audacia de las mujeres bíblicas
Judit, Ester, Débora y tantas otras
que se alzaron
para defender a su pueblo del invasor.

Creo en María de Nazaret
y en el Dios por ella proclamado
que derriba del trono a los poderosos
y levanta a los humildes,
que llena de bienes a quienes tienen hambre
y despide a los ricos con las manos vacías.

Creo en el Dios que anunció Jesús,
alegre como un novio en el día de su boda.
Un Dios maternal con entrañas de misericordia
y ternura en abundancia
que nos cuida como a los pájaros del cielo
y a las flores del campo.
En su regazo, tienen sitio
todas las naciones de la Tierra.

Creo en las mujeres cristianas
que escuchan la Palabra,
que toman conciencia y se organizan
para luchar por sus derechos
y tejer redes de solidaridad.

Creo en la Iglesia de los pobres,
en la Iglesia de las pobres,
capaz de llenar con vino nuevo
los odres viejos del machismo clerical.

Creo en las mujeres
de todo pueblo y religión,
que nos revelan
a la Madre Nuestra que está en los cielos.


Amén.

 

ORACIÓN DE FIN DE AÑO

Señor, al terminar este año, quiero darte las gracias por todo lo que recibí de ti,

gracias...por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que siempre amé, las amistades nuevas, los más cercanos a mí, los que están más lejos, los que se fueron, los que me pidieron la mano y a los que pude ayudar; con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

También señor, hoy quiero pedir perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor despreciado, perdón por las obras vacías, por el trabajo mal hecho, por vivir sin entusiasmo y por la oración que siempre aplacé, por todos mis olvidos y silencios, simplemente... te pido perdón.

Señor Dios, dueño del tiempo y la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro y al empezar un nuevo año, detengo mi vida ante el calendario aún sin estrenar, y te presento estos días que solo tú sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos, la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la caridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, cierra tú mis oídos a toda falsedad, mis labios a las palabras mentirosas y egoístas o hirientes, abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene solo de bendiciones y las derrame a mi paso, cólmame de bondad y alegría para que cuantos conviven conmigo encuentren en mi vida un poquito de ti.

Señor... dame un año feliz y enséñame a repartir felicidad.

 

MI DIOS...

Mi Dios es pequeño, débil y necesitado

Mi Dios tiene la bondad de los sencillos

Mi Dios trasmite ternura

Mi Dios tiene la fuerza de los que han sufrido

Mi Dios siempre me espera más abajo

Mi Dios es afectuoso y comprensivo

Mi Dios tiene la alegría de los niños

Mi Dios tiene una mirada brillante y clara

Mi Dios canta porque es música

Mi Dios baila porque es danza

Mi Dios habla porque es una poesía empezada

Mi Dios tiene la paciencia de una madre que siempre espera

Mi Dios tiene la luminosidad de las estrellas

Mi Dios me hace mirar más lejos

Mi Dios me hace mirar a mi alrededor

Mi Dios tiene la jovialidad de los jóvenes

Mi Dios tiene la belleza de una mujer

Mi Dios escucha mi clamor y mi dolor

Mi Dios alarga su mano para sostenerme

Mi Dios es una tierra en la que puedo sembrar

Mi Dios llena de alegría a los que aman

Mi Dios llora cuando lloramos

Mi Dios late en mi corazón

Mi Dios es el latido de mi corazón

Mi Dios vive en mis amigos

Mi Dios calla, calla y calla

Mi Dios es ofendido cuando le hacemos mal a los pequeños

Mi Dios necesita amar

Mi Dios es mi amado y mi amada

Mi Dios tiene la fuerza de un beso apasionado

Mi Dios es un grano de trigo que muere

Mi Dios es un grano de trigo que da fruto

Mi Dios es un encuentro de amigos

Mi Dios es una pareja que se ama

Mi Dios es un anciano que sabe envejecer con paciencia y esperanza

Mi Dios es un enfermo que está en el hospital

Mi Dios es una mujer embarazada que va en una patera

Mi Dios es débil con los débiles y fuerte con los fuertes

Mi Dios es una gran noticia sobre la vida

Mi Dios trabaja en los limpios

Mi Dios es agua para los sedientos

Mi Dios es un regalo inesperado

Mi Dios es la sal de la vida

Mi Dios es la luz cuando todo está oscuro

Mi Dios es calor cuando hace frío

Mi Dios es brisa sueva en el verano

Mi Dios es la luz que se ve al final del túnel

Mi Dios es una ola del mar que me lleva

Mi Dios es un suave rayo de sol en el invierno

Mi Dios no hace ruido

Mi Dios es alguien que me mira

Mi Dios es un obrero que regresa a su casa en el autobús

Mi Dios es un médico que salva la vida de un niño

Mi Dios es Ternura

Mi Dios es Palabra

Mi Dios es fuerza

Mi Dios se llama PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO

Mi Dios me habla hasta cuando no lo escucho

Mi Dios me despierta cuando estoy dormido

Mi Dios me reclama cuando no escucho a mi hermano

Mi Dios está presente en el silencio

Mi Dios grita en el grito de los pobres

Mi Dios está presente en el dolor de los que sufren

Mi Dios es consuelo para el que sufre

Mi Dios está cuando parece que no está

Mi Dios me escribe en la cartas de mis amigos

Mi Dios va siempre con el emigrante

Mi Dios me toma como instrumento suyo

Mi Dios es poesía

Mi Dios está en quien cuida al enfermo

Mi Dios esta en los males que me aquejan

Mi Dios sonríe cuando yo estoy contento

Mi Dios me acompaña cuando estoy triste

Mi Dios quiere que lo encuentre entre los demás

Mi Dios es una madre que prepara la comida para su familia

Mi Dios es un niño que pide limosna en los semáforos

Mi Dios es un payaso que nos hace reír.

 

 

 

LA IGLESIA EN QUE CREEMOS

La Iglesia en que creemos TIENE EN CUENTA A TODOS.
No excluye a nadie. Las minorías y los marginados son sus hijos predilectos.
La Iglesia la formamos todos, los niños, los jóvenes, los curas, los adultos y ancianos, los obispos y las monjas. Todos somos iguales en ella, y todos tenemos que ser escuchados. ¡¡¡QUEREMOS ESCUHAR Y SER ESCUCHADOS!!!


La Iglesia en que creemos ESTÁ ABIERTA AL CAMBIO.
La sociedad cambia, y los cristianos somos parte de la sociedad. Tenemos que saber cambiar con ella. La historia del Pueblo de Dios sigue viva.


La Iglesia en que creemos DEBE MIRARSE A SI MISMA.
Debemos ser críticos con nosotros mismos. Con nuestros aciertos y nuestros errores. Debemos pararnos a reflexionar sobre lo que hacemos y decimos para poder mejorar, pareciéndonos cada vez más a Jesús.


La Iglesia en que creemos LUCHA Y SE REBELA CONTRA LAS INJUSTICIAS.
Debemos ser valientes. Seguir a Jesús, es rebelarse contra las injusticias, es llevar el amor de Dios a todos. Y este camino no es fácil. ¿Acaso Jesús midió sus palabras y acciones por temor a lo que pudiera pasar?.


La Iglesia en que creemos AYUDA, ES SOLIDARIA, SE MEZCLA CON EL MUNDO TRANSFORMÁNDOLO.
¡Y que por esto nos conozcan!


Los LÍDERES de la Iglesia en que creemos:
No importa si son hombres o mujeres, casados o solteros, jóvenes o mayores, negros o blancos… pero sí importa que sean sencillos, justos, abiertos, comprensivos, cercanos, luchadores contra las injusticias, valientes, los primeros en servir, y sobre todo, QUE NOS RECUERDEN A JESÚS.

 

 

SÓLO NOS QUEDA LO QUE DAMOS

 

    Sólo nos acariciará, el amor que prodigamos.

    Sólo nos alegrará, la sonrisa que regalamos.

    Sólo nos desalterará, el agua que juntos bebimos.

    Sólo nos alimentará, el pan que compartimos.

    Sólo nos cubrirá, el vestido con que al prójimo arropamos.

    Sólo nos descansará, el cansancio del peregrino que hospedamos.

    Sólo nos consolará, la palabra con que reconfortamos.

    Sólo nos guiará, la verdad que proclamamos.

    Sólo nos sanará, el consuelo del enfermo que visitamos.

    Sólo nos librará, la vida nueva del preso liberado.

    Sólo nos dará paz, la ofensa que perdonamos.

    Sólo hará renacer la esperanza, la mirada que al cielo dirigimos y las manos con que abrazamos.

    Sólo nos conducirá a la vida, la confianza que en el Padre depositamos.

 

Autor Desconocido   

 

    CUENTA CONMIGO
 
  
  Cuando las cosas no te salgan como las había planeado.

    Cuando sientas que te fallan las fuerzas.
  
  Cuando los prejuicios de las gentes, o las opciones negativas de la sociedad te hagan sentir que no mereces algo.

    Cuando las cosas que anhelas tarden un poco más en llegar.

    Cuando las acciones de otras personas, te llenen de frustración.

    Cuando quieras compartir tus triunfos.

    Cuando te parezca que la vida es maravillosa, o simplemente quieras hablar.

 

Siempre en todo momento, cuenta conmigo.  En las buenas y en las malas, porque yo siempre estaré aquí para darte estímulo en todo lo que emprendas, consuelo en la adversidad y esperanza para el futuro.

 

Autor Desconocido   

 

ES MEJOR DAR QUE RECIBIR

 

¡Reparte a manos llenas!  Una palabra oportuna, una sonrisa, una actitud animadora, un pensamiento generoso, y tu corazón sentirá esta gran verdad:  ¡Es mejor dar que recibir!  ¿Nunca lo sentiste?, ¡Experiméntalo!  Ayuda a alguien sin esperar nada a cambio, y verás cómo llegará a tus puertas, con las manos llenas de alegría, la más grande felicidad que puedas experimentar en la vida... ¡La felicidad de dar!..

 

 

Orar a Jesús-Eucaristía

Marcelo Murúa

¡Danos el pan de vida, Señor!

Danos el pan de vida, Señor,
que alimenta nuestra fe
para vivir como discípulos
y construir el Reino.

Danos el pan de vida
que es tu Palabra,
agua viva que nos nutre
y nos fecunda desde adentro.

Danos el pan de vida
de tus opciones,
que nos ayudan a pensar
hoy en nuestros caminos para seguirte.

Danos el pan de vida
del Espíritu que te animaba,
para aprender a ser dóciles
a la voluntad del Padre.

Danos el pan de vida
de tu cuerpo,
alimento que nos da fuerzas
para vivir como nos enseñas.

Señor,
que tu entrega
nos ayude a entregarnos.

Que unidos busquemos
que el pan cotidiano
llegue a todas las personas.

Que el pan de la salud
no discrimine a pobres y ricos,
para que todos puedan vivir mejor.
Que el pan del trabajo
sea la realidad diaria
de tantos millones de personas
que sufren la desocupación.

Que el pan de la educación
alcance a todos los niños y jóvenes
que buscan y merecen un futuro mejor.

Que aprendamos, Señor,
como has dado el ejemplo de tu vida,
a compartir nuestro pan,
lo que somos y tenemos,
con todos los que nos rodean.

Danos, Señor,
el pan de vida
para que vivamos solidarios y fraternos.

 

 

Oración por los que serán llamados.

Señora del camino

de nuestros primeros compañeros

Ignacio, Javier y Fabro.

Madre de nuestra vocación

que acompañas tantos pasos

por polvorientos senderos

de América con pies morenos.

Recibe en tu materno abrazo

a quienes se sientan llamados

a estar en la Compañía de tu hijo.

Enséñanos a oírlos y recibirlos,

abriendo la puerta y el corazón,

como tú, que te hiciste nido

para que Dios esté con nosotros.

Enséñanos Señora del camino

a andar con ellos al pasito,

sostener dudas, alentar deseos,

hasta ver formado en ellos

el vivo y luminoso rostro

de Jesús, el hijo bien amado.

Amén.

 

 

 Amar como Jesús

Señor de la Vida
nos has dado el ejemplo,
nos enseñaste a amar hasta el extremo,
nos mostraste con tu vida
lo que es vivir para los demás.
Ayúdanos a vivir
el mandamiento del amor,
siguiendo tus pasos,
tus opciones,
tu estilo y forma de amar.

Amar como Jesús,
empezando por los más pobres,
por los excluídos del mundo,
por aquellos que a nadie le preocupan
pero sí le importan, y mucho,
a nuestro verdadero Dios.

Amar como Jesús,
sintiendo compasión activa por el otro,
comprometiéndose con el dolor ajeno,
haciéndose próximo al que sufre
y está abandonado,
viviendo la solidaridad concreta
que nace de ver al otro como hermano.

 

Amar como Jesús,
con paciencia y pasión,
con coraje y valentía,
con gestos y actitudes,
de palabra y de obra,
con la vida
y con la entrega.

Amar como Jesús,
recorriendo los caminos,
saliendo al encuentro,
dando el primer paso,
denunciando lo que está mal,
anunciando lo que Dios quiere (para todos),
mostrando con los actos
el rostro del Dios de la Vida y la Justicia.

Amar como Jesús,
en la práctica concreta y real de cada día,
amando en el hoy y ahora,
amando a todos,
a través del servicio, la donación
y la entrega de lo mejor de cada uno
para el bien de los demás.

Marcelo A. Murúa

 

 

 

 

BIENAVENTURANZAS SOBRE EL BUEN HUMOR

 

Bienaventurados los que saben reírse de sí mismos, porque nunca acabarán de divertirse.

Bienaventurados los que saben distinguir una montaña de un montículo, porque se verán libres de muchas preocupaciones.

Bienaventurados los que miran dónde ponen los pies, porque evitarán muchos resbalones.

Bienaventurados los que no se toman demasiado en serio a sí mismos, porque serán apreciados de quienes los rodeen.

Bienaventurados los que saben agradecer una sonrisa y olvidar una mala cara, porque su camino estará lleno de sol.

Bienaventurados los que interpretan siempre con benevolencia las actitudes de los demás, aunque los tengan por ingenuos, pues sólo así "acertarán" evangélicamente.

Bienaventurados los que piensan antes de obrar y los que oran antes de pensar, porque evitarán muchas tonterías.

Bienaventurados los que saben callar y sonreír, aun cuando les corten las palabras y los contradigan, porque entonces empiezan a vivir el Evangelio.

Justo López Melús

"No Tengas Miedo de Sonreír"