Adriana Méndez-Peñate

 

Jesús

Evangelio de Marcos

 

 

Indice

Introducción

Tema 1: ¿Por qué y cómo vamos a leer el evangelio de Marcos?

Tema 2: ¿Cuáles son las partes del evangelio de San Marcos?

Tema 3: ¿Cómo confirma o aprueba el Padre a Jesús en el principio o inicio del evangelio?

Tema 4: ¿Qué ve, cómo piensa y cómo actúa Jesús en la primera parte del evangelio?

Tema 5: ¿Cuál es la reacción de los poderosos ante lo que Jesús hace y enseña?

Tema 6: ¿Cuál fue el momento crítico de Jesús?

Tema 7: ¿Qué ve, cómo piensa y cómo actúa Jesús en la segunda parte del evangelio? (Mc 8, 27-10,52)

Tema 8: ¿Cómo confirma el Padre a Jesús en esta segunda etapa?

Tema 9: ¿En qué etapa del seguimiento nos encontramos?

Tema 10: ¿Cuál es el poder de Jesús? Tercera Etapa Cap. 11-16

Tema 11: ¿Cómo murió Jesús?

Tema 12: ¿Cuál fue el final de esta historia?

 

 

Introducción

 

¿DE QUÉ VAMOS A TRATAR EN ESTE MANUAL?

 

 

- Oración: Padre Nuestro

- Canto

Este manual quiere ayudarnos a conocer cómo empezó "la buena nueva de Jesús-Cristo, Hijo de Dios..." (Mc. 1,1). Está escrito desde una ranchería del Estado de Tabasco. El propósito o la finalidad es compartir desde este lugar lo que vamos conociendo de Jesús. Lo queremos hacer junto con los hermanos campesinos y trabajadores que en medio de sus pobrezas, pero también de sus dones se reúnen en comunidad, como Iglesia, para reflexionar su vida y su fe a la luz de la palabra de Dios, del mismo Cristo, y así ir construyendo y sembrando el Reino de Dios.

Muchos de nosotros tenemos alguna idea, quizás hasta equivocada, de quién es Jesucristo. Hay muchas opiniones acerca de quién es Cristo. "¿Quién dicen ustedes que soy yo?" (Mc. 8, 29).

Unos sólo ven al señor todopoderoso al que hay que adorar. Otros ven a una especie de Kalimán u hombre invencible que todo lo sabe y conoce. Otros creen que es un hombre poderoso que conquistará el mundo como un poderoso político o militar. Otros ven al héroe que vendrá con gran fuerza y majestad a castigar y a salvar él solo, o quizá ven únicamente a un profeta u hombre importante. Otros lo ven como al curandero que remedia nuestros males si se lo pedimos o cumplimos las mandas. Otros ven al Cristo clavado en la cruz a quien hay que acompañar los viernes de Cuaresma o imitar o tenerle lástima. Otros creen que Jesús es nuestro Padre.

Y, nosotros, queremos conocer a Jesús para seguirlo... Queremos seguir sus Pasos. Los señores obispos reunidos en la Conferencia Episcopal Latinoamericana en Puebla, en el número 99 del documento nos dicen:

"No hemos de desfigurar, parcializar o ideologizar la persona de Jesucristo, ya sea convirtiéndola en un político, un líder, un revolucionario o un simple profeta, ya sea reduciendo al campo de lo meramente privado a quien es el Señor de la Historia. Haciendo eco al discurso que nos hizo el santo padre al inaugurar nuestra conferencia les decimos: "Cualquier silencio, olvido, mutilación o inadecuada acentuación de la integridad del misterio de Jesucristo, que se aparte de la fe de la iglesia no puede ser contenido válido de la evangelización. Una cosa son las "relecturas del Evangelio, resultado de especulaciones teóricas' y las hipótesis, brillantes, quizá, pero frágiles e inconsistentes que de ellas derivan 'y otra cosa la afirmación de la fe de la Iglesia: Jesucristo, Verbo e Hijo de Dios, se hace hombre para acercarse al hombre y brindarle por la fuerza de su ministerio, la salvación, gran don de Dios".

"Vamos a hablar de Jesucristo. Vamos a proclamar una vez más la verdad de la fe acerca de Jesucristo. Pedimos a todos los fieles que acojan esta doctrina liberadora. Su propio destino temporal y eterno esta ligado al conocimiento de la fe y al seguimiento en el amor, de Aquél que por la efusión de su Espíritu nos capacita para imitarlo y a quien llamamos y es el Señor y Salvador. Solidarios con los sufrimientos y aspiraciones de nuestro pueblo, sentimos la urgencia de darle lo que es propio nuestro: el misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios (Mt. 27, 64). Sentimos que ésta es la 'fuerza de Dios' (Rom. 1, 16) capaz de transformar nuestra realidad personal y social y de encaminarla hacia la libertad y la fraternidad, hacia la plena manifestación del REINO DE DIOS.

Decimos que estamos tratando de aprender a seguir a Jesús el Hijo de Dios hecho hombre y trabajar con él en su viña realizando el Reino que su Padre le ha encomendado. Ningún campesino se pone a desmontar un terreno estéril o que sabe que no dará fruto. Ningún campesino se "echa a andar" por una selva o lugar que no conoce o sin un rumbo determinado. Muchos estamos enfermos, ciegos, paralíticos y sordos porque nadie nos ha traído la buena noticia de Jesucristo.

Queremos aprender a comprometernos con nuestro mundo y con nuestra historia como lo hizo Jesús antes que nosotros. El nos abrió la trilla o vereda pero no nos ahorró el esfuerzo del desmonte, de abrir los ojos, de reflexionar, de levantarnos y de andar. Queremos aprender a ver, pensar y actuar para "echarnos a andar tras de El", siguiendo sus pisadas…

Por eso vamos a estudiar el evangelio de San Marcos. Hay muchísimo escrito sobre este evangelio. Con seguridad la mayor parte de estos escritos no los conocemos. Contamos casi solamente con la experiencia que nos da la vida y el ir viviendo en comunidad en la Iglesia, para desear descubrir a este Jesús que sanaba a los enfermos y perdonaba los pecados. En el primer tema explicaremos por qué y cómo lo haremos.

Preguntas:

- ¿Creen ustedes que en las comunidades conocemos suficientemente a Jesucristo?

- ¿Con qué contamos para poder conocer a Jesús?

- ¿Quién es Jesucristo para cada uno de nosotros?

Dinámica:

- El animador traza un camino y lo llena de obstáculos (cosas como piedras, hojas, sillas, palos).

- Escoge a cuatro hermanos de la comunidad. Venda a tres de ellos los ojos y a uno lo deja sin vendar. Los coloca en el camino.

- El animador, con una Biblia y una vela en las manos gritará: "Síganme, hermanos, pues aquí traigo la Palabra de Dios y la Luz de Cristo"

- Los hermanos intentarán seguirlo y la mayoría tropezará.

- El animador pedirá a alguno que desate a los vendados y volverá a repetir la orden.

- Por último le pedirá a los liberadores que lean Marcos 1, 1-3.

Preguntas sobre la dinámica:

- ¿Qué le entendimos a esta dinámica? (las preguntas siguientes se harán si no salen en los comentarios espontáneos de los hermanos).

- ¿Por qué no podían seguir a Cristo los hermanos?

- ¿Por qué se salían del camino?

- ¿Qué tendremos que hacer para seguir a Jesucristo?

- ¿A qué compromiso me lleva este tema?

Resumen de la introducción.

Vamos a leer el evangelio de Marcos, la buena noticia de Jesucristo, hijo de Dios. Lo haremos a pesar de nuestras limitaciones y falta de estudio, pero a partir de la experiencia que nos da la vida. Vamos buscando como los ciegos y los paralíticos, que el Señor nos dé su luz nos sane y nos invite a trabajar en su viña o parcela. No conocemos bien a Jesús. Muchos tenemos ideas equivocadas. Queremos conocer a Jesús y conocer el camino para poder seguirlo.

Hacer ejercicios con el evangelio para aprender a encontrar las citas.

Oración de despedida: Padre Nuestro.

Canto

INSTRUCCIONES PARA LOS ANIMADORES O LOS QUE ESTUDIEN EL MANUAL PARA DARLO EN ALGUN GRUPO

- Estos temas, lo mismo que las dinámicas deben prepararse con anticipación y leerlos de principio a fin.

- Todas las citas del evangelio de Marcos deben llevarlas marcadas o señaladas en su Biblia. Se recomienda el uso de un nuevo testamento o de los evangelios no muy costosos, para que puedan marcar con lápiz o colores los textos más importantes.

- Cada día convendrá leer el Resumen del día anterior.

- Siempre que aparezca una cita del evangelio, hay que detenerse a buscarla y leerla.

- Conviene que el día de la introducción todos aprendan a manejar el evangelio. Como se trata del evangelio de San Marcos, en muchos lugares vendrán sólo las citas del Capítulo y versículos sin palabra 'Marcos".

• A veces aparecen muchos versículos seguidos, separados por un punto (.) Por ejemplo (Mc 2, 6.16.24). Esto quiere decir que del capítulo 2 de Marcos se leen sólo los versículos 6, 16 y 24.

• Cuando los versículos van separados por un guión (-), por ejemplo (Mc 8, 1-10) quiere decir que se lee del capítulo 8, del versículo 1 al 10.

• Un capítulo se separa de otro por un punto y una coma(;) por ejemplo (Mc 1, 23;2, 3). Esto quiere que se lee del capítulo 1, el versículo 23 y del capítulo 2, el versículo 3.

- El animador deberá hacer varios ejercicios en un pizarrón o cartulina para ver si todos han entendido.

- En cuanto a las preguntas, las hay de dos clases:

• Unas son para reflexionar o pensar. Estas viene dentro del tema que estamos viendo y están dentro de un cuadro. El animador deberá detenerse ahí y preguntar a la comunidad.

• Otras vienen al final del tema y son para ayudarnos a recordar lo que se ha visto. Cada pregunta tiene una letra, por ejemplo (A), (B), (C). Esa misma letra le encontrarán fuera del margen en el párrafo donde se halle la respuesta.

- En la reflexión de las dinámicas siempre preguntaremos primero qué fue lo que entendimos. Las demás preguntas se harán sólo si no salen en los comentarios espontáneos de los hermanos.

- Cuando se presentan algunas palabras difíciles de comprender, junto a ella dirá (Ver nota). Por ejemplo "poder extranjero (ver nota)". Esta nota la encontraremos al final de esa página y nos dará el significado de esa palabra.

 

 

Tema 1

¿Por qué y cómo vamos a leer el evangelio de Marcos?

- Oración: Padre Nuestro.

- Canto

 

VER- PENSAR

En las reuniones de comunidad siempre hemos partido de una experiencia, acción o hecho de vida, para poder reflexionar a la luz de la palabra de Dios nuestro compromiso cristiano. En comunidad hemos aprendido a Ver, pensar y actuar. Conocemos muchos pasajes del evangelio y hechos de la vida de Jesús, pero quizás nunca hemos ido siguiendo o leyendo un evangelio de principio a fin y conociendo paso a paso la historia de Jesús, como la vieron unos hombres y una comunidad muy cercana a su tiempo.

A) Jesús como nosotros, es histórico. Esto quiere decir que vivió realmente entre los hombres. Vivió en un país, en una situación y en un momento determinado. La historia nos deja escritos los hechos de la vida, las acciones de los hombres. Por ejemplo, por la historia conocemos que Cristóbal Colón descubrió América, que Hernán Cortés conquistó México, que Miguel Hidalgo dio el grito de Independencia el 15 de septiembre de 1810 en Dolores. Los evangelios también nos enseñan la historia de Jesús. Por los cuatro evangelios nosotros podemos conocer muchos hechos de su vida.

En este pequeño curso trataremos de conocer a Jesús a través de su historia, de sus acciones. Queremos saber lo que vio, lo que pensó y cómo actuó. Aunque es importante conocer los cuatro evangelios, en esta ocasión trataremos de ir siguiendo a Jesús llevados de la mano del evangelista Marcos que estuvo al lado de Pablo (Hechos 1, 25) y más especialmente de Pedro (I Pedro 5, 13) en Roma y que fue el que escribió primero que los demás evangelistas los testimonios que los apóstoles dieron acerca de Jesús. Marcos escribió entre el año 65 y 70, o sea hace poco más de 1900 años.

B) Las comunidades caminan siguiendo a Jesús; y Marcos nos muestra, antes que nada a Jesús caminando, enseñando, actuando, Marcos no habla de la infancia de Jesús, ni de su vida en Nazaret, ni nos da a conocer los grandes discursos de Jesús, como lo hacen Mateo y Juan. Veremos a Jesús en acción. Vamos a estudiar el evangelio de Marcos porque es el más antiguo y sencillo de todos. Son sólo 16 capítulos, y además, Marcos lo escribió para cristianos como nosotros que no somos judíos y que no vivimos en el país de Jesús ni conocemos sus costumbres.

¿Cómo vamos a leer el evangelio de Marcos?

Vamos a leer el evangelio con ojos campesinos, con ojos de pobres, de hermanos trabajadores. Ninguno de nosotros es sabio o muy entendido en la historia universal o en el estudio de la Biblia, pero sí tenemos una historia como Jesús, y su historia y la de su pueblo se parece en muchas cosas a nuestra historia.

A veces decimos que la historia es nuestra maestra, que los hombres mayores tienen más experiencia, y que la vida les ha enseñado mucho. Es cierto. La historia y los hechos de la vida y los acontecimientos nos van enseñando. Dios también se da a conocer o se muestra, es decir, se revela y actúa en la historia y en lo que nos pasa; y por eso hablamos de historia de la salvación. La historia va hacia Dios. El es el Señor de la historia.

Jesús mismo se metió en nuestra historia fue viviendo los acontecimientos, fue leyendo la palabra de Dios, el antiguo testamento, y su misma vida y acciones fueron cambiando a lo largo del tiempo. Nuestra fe, nuestra reflexión de fe, nuestro pensar -como el de Jesús- también tiene una historia.

 

¿Pensamos hoy de la vida y de los problemas igual a como cuando empezamos a conocer y a seguir a Jesucristo? (Detenerse aquí un momento y preguntarnos a nosotros mismos y a la comunidad)

 

El mensaje de Jesús no cambia, pero él fue madurando y completando y mostrando cuál era el modo de "arrepentirse y de creer en el evangelio". El fue descubriendo el modo de hacer presente el Reino de Dios y a cada paso se iba comprometiendo más con su pueblo.

C) El camino para comprender la palabra de Dios es el compromiso con la situación económica política y social que estamos viviendo. Hay que comprometerse con el Hombre que vive dentro de esta situación o realidad, con todos sus problemas, sus pecados. Desde ahí hay que empezar a leer el evangelio.

Trataremos de leer el evangelio de San Marcos desde la realidad misma de Jesús y desde nuestra situación; no sólo reducidos a nuestra ciudadela o barrio, sino viendo la situación histórica de nuestro país, de toda América Latina donde abunda la gracia de la esperanza pero también el pecado de la injusticia.

D) Marcos nos va a dar muchos datos históricos de Jesús o sea, todo lo que Jesús vivió. Marcos también piensa o reflexiona sobre los hechos de la vida de Jesús y los interpreta, y también incluye en su evangelio la reflexión que hace junto con su comunidad, la Iglesia de Roma, para poder enseñarles mejor. Esto quiere decir que en el evangelio de Marcos encontramos escrito:

- Los hechos de la vida de Jesús tal como sucedieron y

- Las reflexiones que Marcos hace de estos hechos junto con su comunidad en la iglesia.

Hoy, también nosotros vamos a pensar sobre el evangelio de Marcos y los hechos de la vida de Jesús y los reflexionaremos a la luz de nuestra propia realidad histórica y de nuestra comunidad siguiendo a Jesucristo, para así poder comprometernos junto con él en anunciar y hacer el reino de la hermandad.

Preguntas:

(Recuerde el animador que las respuestas están señaladas en el tema).

(A) ¿Qué quiere decir que Jesús es histórico?

(B) Den algunas razones por las que vamos a estudiar el evangelio de Marcos.

(C) ¿Cómo podremos comprender mejor la palabra de Dios?

(D) ¿Qué encontramos escrito en el evangelio de Marcos?

 

ACTUAR

Dinámica:

Cuando queremos recordar algún hecho importante de nuestra historia o de nuestro lugar, o queremos dar a conocer algún suceso importante nos gusta componer algunos versos y cantarlos en fiestas y reuniones importantes. La dinámica de hoy será que los que queramos, compongamos un corrido o algunos versos donde contemos alguna parte que conozcamos de la historia de Jesús o donde se muestre lo que pensamos de él. Podemos disponer de unos quince minutos, y luego todos los que hayan compuesto algo lo cantarán a los demás.

Nota: si alguno sabe tocar la guitarra, el animador debe pedirle que la lleve a la reunión. Convendrá también que pida a los hermanos que compusieron algún corrido o que lo quieran hacer en sus casas, que lo lleven a la siguiente reunión pues serán los cantos para comenzar el estudio.

Resumen:

Vamos a leer el evangelio de San Marcos porque queremos conocer a Jesús en sus obras, en acción; y este evangelio, además de ser el más antiguo y sencillo, fue escrito para no judíos como nosotros. Para conocer a Jesús tenemos que conocer su historia y conocerla desde nuestra propia realidad, con nuestros ojos campesinos y comprometiéndonos con ella. Somos históricos. Jesús y nosotros, a partir de la realidad y los problemas vamos viviendo y cambiando de manera de ser, de pensar, de actuar y trabajar en nuestra vida. En el evangelio de Marcos encontramos los hechos de la vida de Jesús y la reflexión que hace junto con su comunidad de estos hechos. Nosotros queremos hacer lo mismo en comunidad.

Oración: Padre Nuestro.

Canto: Caminando juntos

 

 

Tema 2

¿Cuáles son las partes del evangelio de San Marcos?

 

 

- Oración: Padre Nuestro.

- Canto: Los que compusieron en el tema anterior.

- Leer resumen del tema anterior

 

VER- PENSAR

El evangelio de Marcos, como dijimos tiene 16 capítulos. Habría muchas maneras de dividirlo según el punto de referencia que tuviéramos, o sea, según aquello que tomáramos en cuenta. Por ejemplo, al hablar de una parcela de 16 hectáreas yo puedo decir, fijándome en la calidad de la tierra, que está dividida en 8 has. de primera, 3 has. de segunda y 5 bajos o pantanos. O si me fijo en los cultivos la dividiría en 7 has. de plátano, 3 de maíz, 1 de frijol y 5 de pastos o para potrero. En los dos casos puedo estar hablando de las mismas 16 has.

Ya vimos en el tema anterior que Marcos nos muestra a Jesús actuando y predicando. ¿Qué era lo que movía a Jesús a caminar, a actuar, a cambiar de actitud? Creemos que lo más importante para Jesús era descubrir y hacer la voluntad de su Padre y lograr a toda costa el establecimiento del Reino de Dios, es decir, el establecimiento de la hermandad.

A) El hilo que vamos a seguir o aquello que vamos a tomar en cuenta para ver el evangelio de San Marcos es la apertura total que Jesús tiene ante la voluntad del Padre. Jesús quiere en todo momento hacer la voluntad del Padre. Vamos a fijarnos sobre todo en lo que Jesús ve, piensa y hace; tendremos siempre presente la obra que su Padre le ha encomendado.

Su familia será la que haga la voluntad del Padre (Mc. 3,35) Lo importante es hacer aquello que el Padre le muestra. Jesús es como el hijo de familia que está pendiente de lo que le ordena su padre. Hoy le podrá pedir que vaya al potrero a encerrar a los becerros y mañana será que fertilice la planta, y pasado mañana que lo acompañe a la ciudad. En todo momento el hijo obedece al Padre.

B) Vamos a dividir el evangelio de Marcos en un prólogo o introducción y tres partes. (Sugerimos que marquen en su evangelio el principio y el final de cada parte).

- Introducción: va desde Marcos 1,11 hasta 1,13. Aquí explica qué es lo que quiere al escribir su evangelio y hace un resumen de la vida de Jesús.

- Primera Parte: (Del capítulo 1° de Marcos versículo 14 al cap. 8 versículo 26). Jesús se dedica a predicar en Galilea y los alrededores. Hace milagros y perdona los pecados.

• Jesús tiene un éxito rotundo ante las multitudes. Es un tiempo de alegría popular grande por la liberación.

• Al mismo tiempo se encuentran los enemigos de Jesús que entran en conflicto con Jesús y que se inquietan y quieren prepararle una trampa.

- Segunda Parte: (Del cap. 8, 27 de Marcos al cap. 10, 52). Jesús ve que la gente espera a un Mesías distinto.

• Ya no hay multitudes; la gente se le acerca menos.

• Jesús revela que él es el Hijo del Hombre.

• Jesús se dedica a instruir, a enseñar a los discípulos. Empieza a hablarles de la cruz.

• Jesús sabe que su vida peligra, pero se decide a marchar abiertamente hacia Jerusalén.

- Tercera Parte: (Del cap. 11 al 16 de Marcos). Final o desenlace del compromiso público de Jesús: pasión, muerte y resurrección.

• Por la cruz Jesús condena toda clase de poder que no sea servicio del pueblo.

• Jesús es condenado a muerte, por los poderosos de su tiempo, tanto por el poder religioso, como por el poder político.

• El Padre resucita a Jesús por haber construido el Reino, pues ésa era su voluntad.

Jesús demostró con sus hechos, vida, obras y muerte que en verdad era Hijo de Dios (Mc. 15,39). Acompañemos a Jesús; sigámoslo a lo largo de todo el evangelio. Jesús mismo va cambiando de actitud, de método, de modo, a medida que los acontecimientos le van mostrando lo que Dios, su Padre quiere. A él también se le presentan tropiezos u obstáculos en el camino para lograr la hermandad. El evangelio presenta estos obstáculos como tentaciones del demonio, y también como tentaciones de los hombres.

Preguntas:

(A) ¿Cuál es el hilo que vamos a seguir para leer el evangelio de Marcos?

(B) ¿Cómo está dividido el evangelio de Marcos? ¿Cuántas partes tiene?

 

ACTUAR

Dinámica:

- El animador hace cuatro carteles del tamaño de una hoja de carta, y escribe lo siguiente:

en uno: puerta Marcos 1, 1-1, 13

en otro: Primera parte Marcos 1, 14-8, 26

en otro: segunda parte Marcos 8, 27-10, 52

en otro: tercera parte Marcos 11 al 16

- Afuera de la casa pintará o marcará en la tierra un cuadro grande, que será como las 16 hectáreas o capítulos del evangelio de Marcos, y las dividirá en tres.

- Un hermano que haga de Jesús, primero se colocará fuera del cuadro, como a la puerta, y mostrará el primer cartel.

- Luego caminará a la primera parte, muestra el cartel, y muchos de la comunidad, haciendo de enfermos y pecadores, lo rodearán y le pedirán la salud. Todos se le echan encima. Jesús los cura y perdona.

- Jesús camina hacia la segunda parte del cuadro y muestra el cartel. Ahí está más solo y enseñando a unos discípulos. No hace ningún milagro. Les dice que lo van a crucificar.

- Jesús camina hacia la tercera parte y muestra el cartel. Estará solo. Primero se pone de rodillas, como en el huerto, luego de pie con los brazos en cruz y por fin representa la resurrección levantando las manos y los ojos al cielo.

Preguntas:

- ¿Qué le entendimos a esta dinámica?

- ¿Qué pasó en cada una de las partes del evangelio?

Resumen:

El hilo que vamos a seguir para estudiar el evangelio de Marcos es la apertura total de Jesús para hacer la voluntad del Padre. Nos fijamos en los hechos de la vida de Jesús, en su actuar, y vemos que fue realizando o haciendo presente el Reino de distinta forma en el principio que en el medio o al final. Por eso dividimos el evangelio en una introducción y tres partes.

Oración: Padre Nuestro.

Canto: Tu palabra me da vida.

 

 

Tema 3

¿Cómo confirma o aprueba el Padre a Jesús en el principio o inicio del evangelio?

- Oración: Padre Nuestro.

- Canto

- Leer el resumen del tema anterior

 

VER- PENSAR

Vamos a iniciar nuestro tema leyendo la introducción o prólogo del evangelio de Marcos: Marcos 1,1-1,13. (Leer con voz fuerte y lentamente. Podemos marcar como importantes los versículos 1, 3, 11 y 13). En el primer versículo Marcos nos dice que es "el principio o comienzo del evangelio", que quiere decir "Buena Noticia de Jesucristo Hijo de Dios".

A) La palabra "Jesús" significa "Salvador"; y "Cristo" significa el "Ungido", o Mesías, el consagrado por el Padre. Esto quiere decir que Marcos, desde las primeras palabras del evangelio, pone cuál es su propósito al escribir: va a darnos a conocer la buena noticia de que Jesús es el Salvador y el Cristo, el ungido; y que es el Hijo de Dios. Al final de su evangelio, el centurión romano dirá la misma afirmación (15,39).

Del versículo dos al tres, Marcos nos va a dar un resumen de lo que Jesús va a vivir, y al hacerlo, también resume o explica la vida de cualquier cristiano. Pensemos en nosotros cuando nos convertimos al Señor.

 

 

¿Hubo alguna persona que nos enseñó el camino a lo que era ser cristiano? Narren algunos su experiencia de conversión.

 

Al convertirnos al Señor, seguramente sentimos una gran alegría; sentíamos que Dios nos había confirmado, o aprobado nos había hecho sentir que éramos sus hijos. Más adelante en nuestra vida cristiana, hemos seguido el camino de la lucha, teniendo muchas tentaciones y hasta caídas.

B) Así resume Marcos lo que Jesús va a vivir:

- Hay que convertirse y preparar el camino (vers. 2-8)

- Jesús es el enviado del Padre y es en quien el Padre se complace. Del Padre recibe Jesús una misión. El Espíritu desciende sobre Jesús para realizar la hermandad (vers. 9-11).

- Jesús va a sufrir tentaciones. Con sus palabras y sus obras, combatirá y vencerá a cada paso al maligno (vers. 12-13).

Esto se renueva constantemente a lo largo de toda la vida de Jesús. Del mismo modo se resume la vida de todos nosotros, los cristianos.

- Primero nos convertimos, cambiamos de vida y creemos en el evangelio.

- Por los sacramentos (Bautismo, Penitencia, Eucaristía y Confirmación) y la relación con los hermanos, Dios nos da su amistad y nos envía a construir la hermandad.

- Vivimos luchando continuamente contra el Reino del mal. Todos necesitamos el Espíritu del Señor para poder luchar por el Reino.

C) El Padre confirma o aprueba la vocación de su Hijo diciendo que es su Hijo amado, en quien se complace (vs. 11). También nosotros necesitamos ser confirmados y sentirnos apoyados por el Padre, por el Espíritu en la Iglesia, por la comunidad. La conversión no es cosa de un día, sino una lucha de todos los días, sin desanimarnos. Sólo así podremos ser hijos amados del Padre, en quienes él se complace.

Preguntas:

(A) ¿Qué quiere decir la palabra Jesucristo?

(B) ¿Cómo se resume en el prólogo de Marcos la vida de Jesús? ¿Cómo se resume nuestra vida?

(C) ¿Cómo confirma el Padre a Jesús?

 

ACTUAR

Dinámica:

Hace muchos años nos bautizaron, y comenzamos a ser miembros de la iglesia. En ese día nuestro Padre Dios nos recibió como hijos amados suyos, en quienes él se complace.

- El animador dice: Hermanos, vamos a pensar en las promesas de nuestro bautismo. Cada vez que un hermano exprese alguna razón por la cual nuestro Padre Dios se alegra, todos contestaremos:

Somos hijos amados del Padre en quienes él se complace

- El animador escribirá las siguientes frases en pedazos de papel, de manera que cada uno de los hermanos pueda decir una. Podrán añadirse otras:

- Cuando renunciamos al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios... Somos...

- Cuando renunciamos a las seducciones del mal para que el pecado no nos esclavice..

- Cuando renunciamos y vencemos a Satanás, padre y autor del pecado...

- Cuando creemos en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra...

- Cuando creemos en Jesucristo, su único Hijo, Señor Nuestro, que nació de María Virgen, padeció, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre...

- Cuando creemos en el Espíritu Santo, en la santa iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos, y en la vida eterna...

- Cuando luchamos constantemente por preparar el camino del Señor y enderezar sus sendas...

- Cuando aceptamos vivir como hermanos con la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar, en Jesucristo Nuestro Señor... (Pueden agregarse otras si quieren).

Animador: Hermanos, terminemos nuestra oración con el Padre nuestro, que Jesús nos enseñó.

Canto: Dios es mi Padre.

Resumen:

El prólogo o introducción del capítulo primero de San Marcos, va desde el versículo uno al versículo trece. Marcos nos dice su propósito de darnos a conocer la buena noticia de Jesucristo, el Hijo de Dios, y resume la vida de Jesús y la nuestra como una constante conversión o cambio, una confirmación del Padre que nos hace confiar en su amor, y una búsqueda apasionada de su voluntad de construir la hermandad en medio de todas las luchas y tentaciones que se van a presentar continuamente en el camino.

 

Tema 4

¿Qué ve, cómo piensa y cómo actúa Jesús

en la primera parte del evangelio?

- Oración: Padre Nuestro.

- Canto

 

VER- PENSAR

Tratemos de ver lo que veía Jesús. Vamos a tratar de ponernos en el lugar de Jesús, en su tiempo. Jesús se crió en Nazaret, un pueblito de Galilea al norte de Palestina. Marcos lo presenta ya grande, cuando va al río Jordán para que allí lo bautice Juan llamado el Bautista. De allí el Espíritu lo impulsa al desierto cuarenta días, y luego es tentado.

 

¿Qué ve Jesús en su pueblo? (Detenerse y preguntar...)

 

Al pueblo de Israel lo ve oprimido económica y políticamente por las cargas e impuestos del poder extranjero (ver nota). Los ve oprimidos religiosa y culturalmente por los fariseos y escribas (ver nota) que eran los grupos privilegiados. Ve muchas necesidades y problemas. Ve a los pobres, mendigos, marginados, enfermos, leprosos, endemoniados. Ve a muchos grupos de la población que viven de la caridad. Ve que Juan el Bautista acaba de ser encarcelado.

 

 

¿Qué pensaríamos nosotros si estuviéramos en el lugar de Jesús? ¿Qué haríamos en su lugar?

 

Jesús seguramente piensa que el encarcelamiento de Juan es signo claro de la voluntad del Padre de que ha llegado su hora de salir a anunciar el Reino.

A) Marcos va a presentarnos a Jesús como a un profeta (Ver nota) (leer 1, 14-15) Jesús anuncia: Que el tiempo ha llegado, que el Reino de Dios, está cerca. Y denuncia: el pecado del hombre; por eso exige cambiar de vida y de corazón; convertirse y creer. Jesús trae una esperanza porque el tiempo se ha cumplido. El tiempo de pasar a la acción ha llegado. Es el tiempo de la decisión y esto pide una conversión.

Nota:

Poder extranjero: En tiempo de Jesús el país de Israel donde vivían los judíos estaba dominado por el imperio romano. Por eso el gobernador era Poncio Pilato un romano. Ellos tenían el poder político, por medio de esos gobernantes, de leyes y de soldados; pero su finalidad también era económica pues cobraban tributos o impuestos al pueblo. Por eso las monedas llevaban la figura del César o sea del emperador de Roma. O sea es un poder que venía de fuera, extraño...

Fariseo: Era una secta dentro del pueblo judío. La palabra fariseo quiere decir 'separado, segregado' de los demás; pues ellos mismos se juzgaban, se calificaban como buenos, como conocedores de la Ley y cumplidores de ella. Pero por esto mismo tenían alianzas con los grupos de poder; un poder religioso y social dentro del pueblo.

Escriba: Dentro del grupo de los fariseos había unos que se dedicaban a escribir o pasar por escrito la sagrada escritura y les llamaban por eso los escribas.

Profeta: Hombre que habla en nombre de Dios para anunciar y denunciar dentro del pueblo. Son hombres enviados para dar testimonio y llevar el mensaje de Dios. Así Dios mandó muchos profetas: Moisés, Isaías, Jeremías, Amós, Zacarías y otros muchos... Hasta que llegó Juan el Bautista en los tiempos de Jesús.

 

B) Cuando decimos Reino de Dios, entendemos la obra o acción de Dios en su pueblo. Jesús no predicó simplemente a Dios sino al Reino Dios. El Reino de Dios es el trabajar de Dios en su pueblo para que se viva la hermandad. Nos interesa ver a Dios trabajando Dios es un Dios que actúa. Jesús predica la acción de Dios Padre. Jesús también va a comenzar su acción, por eso se ha cumplido el tiempo. Pide conversión, y que no nos instalemos o apeguemos a nuestras cosas. El mismo es el primero que va cambiando, que se desinstala y desprende, y que va a dedicarse por entero a construir el Reino. Jesús se pone del lado de Dios.

Jesús con sus palabras y sus obras (acciones) quiere hacer presente el Reino de Dios (la acción de Dios) entre los hombres. Jesús como hoy nosotros, conoce y ve los problemas de su pueblo, y dirige su acción y sus palabras a todo el pueblo, especialmente los más pobres. La multitud que escuchaba a Jesús estaba formada por unos pocos que tenían todo el poder, y por un grandísimo número de marginados que no pertenecían a ningún grupo o secta, y que vivían rechazados por el grupo poderoso. A éstos los señalaban como pecadores. Jesús ve la necesidad de la gente, y siente el deseo de liberarlos de tantas cargas y de males tan espantosos.

 

 

¿Qué harías tú si hay muchos problemas por resolver y estás tú solo?

 

Jesús busca trabajadores para emplearlos en la construcción del Reino. 1,17: "Síganme...". Más que una invitación a contemplarlo, es un llamado que él hace al compromiso (más adelante volveremos sobre este primer seguimiento de los discípulos). Jesús quiere que todos los hombres se conviertan, y quiere encaminarlos al Reino. En esta primera etapa pone de su parte todas las acciones que realizan el Reino: Milagros y perdón de los pecados.

Tanto los milagros como el perdonar los pecados son signos en primer lugar, de la llegada del Reino. En esta primera etapa Marcos nos muestra a Jesús compartiendo esta misma vida, y dando este mismo poder a sus discípulos. En Mc. 3,13-16: Aquí los llama 'Para que estuvieran con él para enviarlos a predicar'. Esos doce lo siguen. En Mc 6,7-13: son enviados a predicar el Reino de Dios.

C) Sólo así se puede dar respuesta a esta situación de extrema necesidad. Jesús piensa que éste es el mejor modo de hacer presente el Reino de Dios, y a eso invita a los discípulos. El mismo se dedica totalmente a ello. En cuerpo y alma. Ni así se va a dar abasto.

Nota: Antes de seguir adelante el animador debe repartir todas las citas de los textos que viene en seguida. Dará una cita por persona, de manera que todos participen y se puedan leer rápidamente cuando él las nombre. Por ejemplo: uno busca 1, 23, otro el 1, 30, otro el 1, 32, y así todas las citas de los textos.

Marcos nos muestra un número impresionante de enfermos, pobres y marginados de la sociedad (Mc 1,23.30.32.40; 2,3; 3,1; 5,2.22-23.25; 6,55; 7,25.32; 8,22). Es un pueblo que sufre enfermedad y hambre, y por lo mismo teme y tiene miedo de las autoridades que para mantener el orden recurren a la fuerza opresora y violenta, a la represión de la libertad y de los derechos más vitales. Como Jesús siente en carne propia todas las necesidades, busca remediarlas sirviendo, curando, expulsando demonios incluso por dos veces multiplica los panes (6,35-44 y 8,1-10). Llega al punto en que todos lo buscan (1,37). De todas partes vienen a verlo (3,7-8 y 1,28). La gente incluso lo atropella (3,9; 5,21). Se echan sobre él para buscar remedio a su necesidad (3,10; 5,24; 6,56). Las multitudes lo siguen a donde quiera que va (2,4; 3,7; 5,21; 6,32-34).

 

 

¿No nos ha pasado acaso en nuestras comunidades, que al empezar a ayudar a nuestros hermanos, luego quieren que les resolvamos todos sus problemas?

 

 

 

¿Por qué hay tanta gente que sigue a Jesús en esta etapa?

 

Preguntas:

(A) ¿Qué quiere decir que Jesús es un profeta?

(B) ¿Qué entendemos por Reino de Dios?

C) ¿Qué hacen Jesús y los discípulos durante esta primera etapa?

 

ACTUAR

Dinámica:

El animador tendrá desde el comienzo de la plática, sobre una mesa, a la vista de todos, un plato o cajita con caramelos, galletas, cacahuetes, chicles, o algunas golosinas.

En este momento de la dinámica, va a llamar a todos, tanto a niños como a jóvenes y grandes que estén en la reunión o cerca del lugar.

Con el plato en las manos, les pide que se pongan de pie.

Les anuncia que todos los que quieran pueden acercarse a tomar los dulces cuando él cuente hasta tres; pero que se apuren a tomarlos antes de que acaben.

Deja que se acerquen y que cada quien tome los que quiera, aunque no alcancen para todos.

Reflexión: Si el dulce es poco, y la gente mucha, es probable que se hayan incluso empujado entre todos o al mismo animador.

Preguntas:

¿Qué le entendimos a esta dinámica?

¿En qué se parece esta dinámica a esta primera etapa de la vida de Jesús?

¿Buscaría la gente a Jesús por Jesús mismo, o por conseguir de él algún milagro?

Y nosotros, ¿por qué buscamos a Jesús?

Resumen:

Jesús ve la multitud de enfermos y oprimidos por el pecado; ve la estructura social que oprime a su pueblo. Piensa: cómo hacer presente el Reino y servir a este pueblo. Y actúa anunciando el Reino de Dios, pidiendo cambio del corazón. Para esto se acerca a los hermanos hace milagros, perdona los pecados y llama a los discípulos, a quienes les da el mismo poder. La reacción del pueblo es buscarlo a donde quiera que esté; presentarle sus necesidades y pedirle un milagro.

Oración: Padre Nuestro.

Canto: Cuando un niño.

Tema 5

¿Cuál es la reacción de los poderosos

ante lo que Jesús hace y enseña?

 

- Oración: Padre Nuestro

- Canto

- Leer resumen del tema anterior

 

VER- PENSAR

Veíamos que todo el pueblo buscaba a Jesús. Jesús predicaba la llegada del Reino (1, 14.38.39) y hacía milagros. Los milagros lograban un cambio: La gente sanaba y recobraba la salud.

 

 

¿Es suficiente este cambio? ¿Le basta a un cristiano el que Dios le conceda el milagro de curarlo de algún mal? ¿Qué más hay que cambiar?

 

Una vez que Jesús hacía un milagro y perdonaba los pecados como al paralítico (Mc 2, 5) quedaba aún el milagro mayor: la llegada del Reino de Dios, o sea, el cambio de toda la realidad que rodea a ese hombre. No basta que un hombre sea hermano para que llegue el Reino. Esto es sólo el principio. La hermandad se hace con todos los hombres.

Jesús empezó por lo más profundo. Arrepiéntanse y cambien de vida y de corazón; pero no se queda ahí. Jesús ve a los hombres esclavos y encadenados no sólo por la enfermedad y el pecado personal sino por todo un sistema y estructura de pecado en el que no tienen a Dios por Padre sino que tienen otros ídolos como el dinero, el poder, la fama, la ley, los ritos de purificación, los sacrificios en el templo, donde los hombres se esclavizan unos a otros. Dios es el único que debe reinar. El hombre nuevo con el corazón nuevo debe vivir en un mundo también nuevo.

A) Jesús quiere un pueblo libre del pecado personal (conversión) y del pecado social (transformación y cambio de estructuras): Vino nuevo en odres nuevos. El mismo nos enseña que no se pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo (Mc 2, 21-22).

La liberación en estructuras corrompidas, corromperá también la energía que se pone para liberar al hombre. Además, las estructuras deben ser para el hombre y no el hombre para la estructura (Mc 2, 7). Jesús quiere una liberación que cambie a todo el hombre y a toda su realidad, es decir a la misma sociedad. Para lograr esto Jesús rompe incluso con las reglas y normas establecidas, que no ayudan al hombre a ser hermano, y que lo limitan, impiden y paralizan. Por eso, cuando enseña, no lo va a hacer al modo de los escribas. Jesús hace y enseña cosas nuevas, nunca vistas ni oídas.

Cuando sana al hombre que tenía un espíritu inmundo (1, 21-28) la primera reacción de la gente es de asombro (vs. 22): "y se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad"; y agrega Marcos que lo hacía "no como los escribas" (ver nota). Todos se preguntan: "¿Qué nueva doctrina es ésta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos y le obedecen?" (vs. 27).

La principal misión de Jesús no es hacer milagros, sino enseñar y poner todos los medios para dar a conocer la llegada del Reino (Mc 1, 21-22; 2, 13; 4, 1-2; 6, 2.6.34. etc.) Como es natural, las cosas qué Jesús enseña y el modo como lo enseña provoca el enojo de los poderosos, de los instalados, de los legalistas fariseos y de los escribas. ¿Cómo reaccionan los poderosos? Al principio se interesan en hacerle preguntas y en ver sus milagros para conocer sus pensamientos (Mc 2, 6.16.24; 3, 22) y para tenderle una trampa (2, 18; 3,2).

 

A pesar de todo el tiempo que Jesús dedica a la enseñanza y a dar a conocer la llegada del Reino de Dios, no logra avanzar. Los hombres no son más hermanos al sentirse sanos de sus enfermedades. El bien que hace, sí ayuda a los pobres; pero lo hace entrar en conflicto con los poderosos. Marcos nos habla de cinco enfrentamientos que llevan a los herodianos y fariseos a hacer planes para ver cómo lo eliminan o matan (3, 6) (ver nota).

Nota:

Herodes. En la vida de Jesús se habla de dos Herodes. Primero cuando nació Jesús. Herodes el Grande. Y luego su descendiente Herodes Agrupa cuando mataron a Jesús. Ambos Herodes eran reyes, pero dependientes de la dominación del Imperio Romano.

Herodianos: partidarios de Herodes.

Los 5 conflictos van del cap. 2,1 al 3,6. Pueden leerse en casa y en este momento bastará señalarlos 2,1-12 acusación de blasfemia. 2,15-17 comida con pecadores. 2,18-22. ayuno. 2,23 y 3,1-5 sobre el sábado: espigas mano seca.

 

 

¿No nos ha sucedido también a nosotros, que al irnos organizando para mejor ayudar a los enfermos o a los pobres o en organización, comenzamos a tener enemigos que no quieren que sirvamos al pueblo?

 

B) En todos estos conflictos Jesús es calumniado como "fuera de la Ley", como "pecador". Jesús toma el lado de los marginados. Los judíos por su parte están instalados en la Ley. Para los fariseos, los pecadores eran los que estaban fuera de las sectas. Para Jesús, los pecadores eran los que podían y debían cambiar de actitud, eran los enfermos que necesitaban un médico (2,17). Según los fariseos, Jesús quebranta la Ley; perdona pecados y por eso es un blasfemo (2,7); come con pecadores (2,16); no ayuna (2,18) y hace el bien y cura en sábado (2,24, 3,2); y por eso es un pecador. Lo consideran endemoniado (3,22) e incluso unos de su familia lo consideran loco (3,21).

Jesús les habla claro. Les enseña que quien blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene perdón (3,29). Les enseña que ni el culto ni las tradiciones religiosas son más importantes que el mandamiento de Dios. Les contesta y reprocha con energía. "¡Hipócritas!"... y cita a Isaías: "Este pueblo me honra con sus labios pero su corazón está lejos de mí, el culto que me da no tiene valor" (7,6-7). No por ayunar o guardar el sábado se construye el Reino. Lo importante es hacer o no hacer la hermandad. Su madre y sus hermanos son los que cumplen la voluntad del Padre (3,34-35).

Marcos concluye los cinco conflictos en el capítulo 3,6: "En cuanto salieron, los fariseos comenzaron a buscar, junto con los partidarios de Herodes la forma de acabar con Jesús". Van a buscar cómo eliminarlo. El poder religioso y el poder político se unen para destruir a Jesús. Jesús siente el impulso del Espíritu para enseñar. Habla un lenguaje sencillo que sólo los sencillos pueden entender (4, 33-34). Le interesa sobre todo que comprendan el Reino de Dios, o sea, la acción de Dios en medio de los hombres para construir la hermandad. Jesús usa ejemplos de la vida campesina y de la siembra, y habla en parábolas (Mc 4). Estas son las del sembrador, la de la luz que no se pone debajo de la cama, la de la semilla que brota sola y la del grano de mostaza.

C) En toda esta primera etapa Marcos nos ha dado a conocer a Jesucristo, el Salvador, el Mesías, el Hijo de Dios que habla con autoridad, hace milagros, perdona pecados; y aun los mismos demonios gritan que es el Santo de Dios (1, 24), el hijo de Dios altísimo (1, 7). Jesús comparte su autoridad con los discípulos (6, 51); el mar le obedece (4, 41) y resucita a los muertos (5, 41). Aunque Jesús manda callar y guardar en secreto los milagros que hace, la gente lo divulga (1, 44-45; 3, 12; 7, 36; 6, 43). Los poderosos, teniendo oídos no oyen ni entienden las enseñanzas de Jesús; teniendo ojos, no saben interpretar los hechos y las acciones de Jesús (4, 12). Ellos quieren matarlo.

Preguntas:

(A) ¿Jesús de qué quiere ver libre a su pueblo?

(B) ¿Qué piensan los poderosos acerca de Jesús?

(C) Pon algunos ejemplos de cómo nos demuestra Marcos que Jesús es el Hijo de Dios en esta primera etapa.

 

ACTUAR:

Dinámica:

Nota: El animador deberá estudiar bien antes todos los pasos de la dinámica y explicarla sin leerla.

- El animador llevará bastante piola no muy gruesa a la reunión y varios pañuelos.

- Atará a todos los hermanos a las sillas o bancas por las piernas, de manera que no puedan ni levantarse ni andar. Estos serán los pecadores y enfermos.

- Si los asistentes son unas 20 personas habrá 4 que serán los enemigos de Jesús, y del pueblo. Que viendo no verán, y oyendo no oirán. Habrá un enemigo por cada cinco personas.

- A los enemigos se les cubrirán los ojos y se les encomendará que no dejen que el Salvador libere o quite las ataduras de los cinco pecadores que se le han encomendado.

- Uno hará de liberador y tratará de quitar las ataduras a los que están sentados, sin que lo toquen los enemigos.

- Al ser liberados los fieles se levantan y se alejan de los enemigos.

- Si un enemigo toca al Salvador el Salvador queda muerto. Uno de los que ya haya sido liberado podrá seguir liberando a los demás si es que a ninguno se le ocurrió ayudar al Salvador.

- Una vez que hayan quedado todos libres, los mismos liberados podrán quitar la venda a los enemigos.

- Al final todos se reunirán, se tomarán de la mano y caminarán unidos en una larga fila o línea, por todo el patio cantando: Un Pueblo que camina.

Preguntas:

- ¿Qué le entendimos a esta dinámica?

- ¿Estuvieron listos todos los pecadores para aceptar la liberación?

- ¿Ayudaron a liberar?

- ¿Logró algún enemigo eliminar al Salvador?

- ¿Cómo mostraron su amor a los enemigos los que fueron liberados?

Resumen:

Jesús enseña que hay que convertirse, que el hombre tiene que cambiar pero junto con él, toda su realidad y toda la sociedad para poder vivir como hermanos. El mismo Jesús hace sus milagros en día sábado y habla con autoridad. Jesús es el Hijo de Dios. Su Padre le ha dado poder sobre la naturaleza y sobre la enfermedad, el pecado y la muerte. Jesús quiere liberar a los hombres, pero esto provoca el enojo de los poderosos que van a buscar cómo eliminarlo.

Oración: Padre Nuestro.

 

 

Tema 6

¿Cuál fue el momento crítico de Jesús?

 

- Oración: Padre Nuestro.

- Canto

- Leer el resumen del tema anterior

 

VER- PENSAR

Hemos ido caminando de la mano de Marcos siguiendo a Jesús en la primera etapa. Hemos visto a Jesús compartiendo con sus discípulos su poder de predicar, de hacer milagros y de perdonar. Lo hemos visto acosado por las multitudes que buscan sus milagros y rechazado por los poderosos que buscan hacerlo caer en la trampa.

Jesús, en el capítulo 8.27, yendo por el camino hace como una evaluación de todo su trabajo anterior: ¿Qué es lo que los diferentes grupos del pueblo han entendido? ¿Qué es lo que piensan de él? Jesús les pregunta a los discípulos.

A) Los discípulos van a contestar lo que la gente dice. La mayoría lo creen un profeta, como Juan el Bautista o Elías. Pedro lo proclama EL CRISTO.

El pueblo pobre, enfermo, marginado buscaba a Jesús, para que le solucionara sus problemas o enfermedades. Ya vimos cómo todos lo buscaban, (1, 37) y de todas partes iban a donde él estaba (1, 45), pues nunca habían visto cosa igual (2, 12). Lo creían un profeta. Lo veían como un superhombre o Kalimán que resolvería todo como por arte de magia o por poderes ocultos. Lo aplaudían como héroe que los ayudaría o daría un remedio; pero él solo sin necesidad de ayuda por parte del pueblo. El pueblo tenía una esperanza individualista. Iban tras de Jesús, pero no por Jesús o por trabajar en el Reino, sino que cada uno quería remediar su propio mal sin hacer de su miseria una causa común o conciencia común.

 

El pueblo, como el endemoniado de Gerasa (5, 7), grita a Jesús: "No me atormenten". Ya está acostumbrado a vivir en la dependencia y opresión. Ha perdido el gusto por la libertad. Cuando llega el momento de liberarse se resiste a cooperar con Jesús. Es mucho más fácil alabarle y gritar su nombre que comprometerse personalmente (6, 1-6). Además el miedo a las autoridades represivas y a la marginación económica, política y religiosa era más fuerte que la esperanza de liberación.

B) Los maestros de la Ley y los fariseos -el grupo de los poderosos- enseñaban que el Mesías debería "caer del cielo" y con gran poder y majestad, luchar contra los poderes extranjeros que esclavizaban al pueblo. Ellos sabían que con esta esperanza de liberación mantenían al pueblo en la pasividad. Su predicación liberadora era muy cómoda para ellos. Todo era estar tranquilo mientras llegaba el Mesías. A Jesús lo odiaban y querían eliminarlo porque hablaba con autoridad y los desafiaba; y lo que es más, les quitaba el poder y el dominio sobre el pueblo.

Los mismos discípulos están ciegos. No entienden la liberación que el Mesías trae. Les gusta ver a Jesús triunfando sobre el demonio y haciendo milagros (1, 36) y compartiendo con ellos estos mismos poderes (Mc 6, 7.13). Pero les flaquea la fe y no entienden pues su mente estaba cerrada (6, 52). La misma respuesta de Pedro al decirle: "Tú eres el Mesías" está encubriendo una esperanza equivocada. Muchos creen que el Mesías iba a instaurar el Reino por medio del poder político y militar, por el poder de la espada. El mismo Pedro, la noche en que Jesús fue apresado, al decir Jesús "la hora ha llegado" significó para Pedro que la lucha comenzaba, y desenvainó su espada (Mc 14, 47). Al ver Jesús que sus propios discípulos tienen una idea del Reino equivocada, se da cuenta de que los judíos rechazaban o no habían entendido la clase de Reino que él venía a ofrecerles.

 

 

¿Cómo es la liberación o el Mesías que nosotros esperamos?

 

 

Jesús lucha contra todas estas falsas esperanzas que eran como verdaderas tentaciones para él. Marcos trae las tentaciones en el prólogo precisamente porque es el resumen de la vida de Jesús.

C) Jesús ve que el camino que va siguiendo no es comprendido y no está llevando a lograr la hermandad entre los hombres. Jesús experimenta un sentimiento de fracaso.

 

 

¿No nos hemos preguntado nosotros muchas veces si el camino que llevamos es del agrado de Dios? ¿Será el mejor para responder a las necesidades de hoy?

 

Jesús veía que ninguno había comprendido su enseñanza y mensaje del Reino de Dios. Jesús veía que tendría que cambiar de actitud, que debería cambiar de modo o de forma, o pedagogía si es que quería que su misión no fracasara. Además, tenía que luchar contra las tentaciones que lo invitaban a dejar el camino de la construcción del Reino por un poder personal, individualista. El no quería seguir fomentando la idea de un Mesías triunfante, poderoso, individualista.

 

 

 

¿Hemos sentido alguna vez la tentación de dejar el camino de la hermandad? ¿Cuándo?

 

Veamos los tropiezos o tentaciones que se le presentan a Jesús.

D) Igual que nosotros, Jesús sintió la tentación de la comodidad. Muchas veces sentiría deseos de dejar una vida tan sin sentido tan sacrificada y tan pobre. Sería mejor usar su poder de hacer milagros en beneficio propio y así tener y tener cada vez más para vivir mejor. Sus discípulos le piden que despida a la gente. ¿Para qué luchar y tratar de conseguir pan para tanta gente? ¿Para qué organizar al pueblo? (Mc 6, 35-40).

Otra tentación que sintió Jesús fue la tentación del poder, de estar bien con los poderosos y políticos, de ser de los de arriba, para lograr que todos hagan por la fuerza lo que se manda. La tentación de hacerse compadre de los poderosos para estar bien protegido. Los poderosos lo tientan pidiéndole una señal o prueba del cielo. Jesús gime en su Espíritu y no da señal alguna (Mc. 8, 12). Sólo Dios puede ser el centro sobre el que se levanta la hermandad. Era la tentación de la politiquería, de buscar agradar a los grandes, de ser aceptado por ellos y de trabajar a su modo.

Jesús sintió también la tentación del triunfo, de presentarse ante el pueblo en Jerusalén como un Rey, con solemnidad, con grande majestad y sabiduría. Así se convertirían más pronto las gentes. De hecho así entró en Jerusalén el domingo de ramos, pero fue sobre un burro, como una crítica al poder y no como un poderoso en un carro romano. Por eso el camino de la cruz va a ser una locura para Pedro a quien Jesús va a llamar Satanás (8, 33). Buscar este camino es tentar a Dios.

Aun mas, llego a sentir la tentación del miedo (Mc 14, 33-36). Sintió el temor de las consecuencias a que lo llevaría su compromiso.

Jesús "fue tentado en todo igual que nosotros para poder entendernos mejor y poder así tener compasión de todas nuestras debilidades" (Heb. 4, 15).

 

 

¿Nos habremos librado en nuestras comunidades y en nuestras organizaciones de caer en estas tentaciones?

 

 

También nosotros, como Jesús, somos tentados; pero a diferencia de él, muchas veces hemos caído, creyendo que lograremos el bien cuando, imitando a los poderosos, nos dejamos llevar por la tentación de construir o mantener una sociedad capitalista de consumo y materialista. En ella, el fuerte aplasta al débil mediante el triunfalismo (por el saber: lo ideológico), la politiquería (por el poder: lo político), la comodidad (por el tener: lo económico), el miedo (por el poder represivo: lo militar).

Preguntas:

(A) ¿Quién dicen los hombres que es Jesús?

(B) ¿Cómo era el Mesías y la liberación que esperaba el pueblo, los poderosos, o los discípulos?

(C) ¿Qué es lo que experimenta Jesús ante esta situación?

(D) ¿Cómo eran las tentaciones que sufría Jesús?

ACTUAR

Dinámica:

- El animador necesitará las siguientes cosas: 3 sillas colocadas a tres metros de distancia, una de otra, y 3 sobres. Pedazos de papel para escribir las órdenes. Una piola de 3 ó 4 metros no demasiado gruesa; tres billetes de $5.000 en otro sobre; una bolsa con 20 monedas de a $ 5,oo.

- El animador pide la ayuda de tres hermanos voluntarios. Es preferible que todos sean más o menos de la misma edad o igual de fuertes. El animador les dice que el ejercicio consiste en abrir el primer sobre y sacar cada uno una hoja y leer las instrucciones y hacer lo que le manden. Si alguno no sabe leer, le podrá pedir a algún hermano de los asistentes que lo ayude. Los que logren cumplir la orden, pasarán a leer el contenido del sobre que está en la segunda silla y así el de la tercera silla.

En el caso de que el hermano no quiera dejarse atar, el animador le hará ver que ya perdió y tiene que dejarse.

Notas para el animador:

- Esconder la piola y un sobre con los tres billetes de $ 5.000,oo cerca de la primera silla.

- Colocar en la primera silla un sobre que dice con letras grandes: "Dinero" (por fuera); dentro del sobre mete tres papeles iguales que dicen: "Ponte listo, compite contra tus compañeros. Si encuentras la piola y el dinero antes que los otros dos, págale de tu dinero a uno para que te ayude a amarrar al otro a la silla".

Nota:

Esta dinámica va a tratar de explicar las tentaciones del hombre y cómo vamos destruyendo a los hermanos al caer en ellas.

- Colocar en la segunda silla otro sobre que dice con letras grandes: "Poder" (Por fuera). Adentro del sobre mete dos papeles iguales que dicen: "Sólo podrá pasar a la siguiente silla el que encuentre la bolsa de dinero".

- Colocar en la tercera silla otro sobre que dice con letras grandes: "Fama" (por fuera). Adentro del sobre mete un solo papel que diga: "Has llegado al triunfo. Has vencido a tus compañeros. Ahora te encuentras con dinero, poder y fama. ¿Estás contento? Caín, ¿Dónde está tú hermano Abel?"

Reflexión: Antes de pasar a la reflexión el animador deberá leer a todos los participantes lo que decían los sobres por fuera y lo que decían los papeles.

- ¿Qué le entendimos a esta dinámica?

- ¿Qué le pasa a la hermandad cuando caemos en las tentaciones?

- ¿Es fácil para que el que tiene dinero, fama o poder, el participar en el Reino de Dios, de la hermandad? ¿Por qué?

Nota:

El animador habrá escondido cerca de esta silla la bolsa con los 20 sucres en moneda y un letrero que dice con letras grandes "Ahora eres diputado". Una vez que lo encuentre uno de ellos el animador pide el aplauso y se comporta con él como ante un personaje famoso y lo invita a sentarse en la tercera silla con todos los honores.

Nota:

El animador debe leerle este papel al nuevo diputado y esperar a que conteste las dos preguntas.

Resumen:

En este preciso momento en que Jesús le ha preguntado a los discípulos sobre quién es él, llega a la conclusión de que ni el pueblo, ni los poderosos, ni sus mismos discípulos han entendido la clase de reino que él viene a ofrecerles. Jesús ve que si sigue por este camino no va a lograr la hermandad o sea el Reino de Dios. Los hombres no lo siguen. El pueblo le ha dado una respuesta individualista e interesada. Los poderosos quieren eliminarlo, matarlo. Los discípulos no han entendido. Jesús siente que su misión está fracasando. Jesús empieza a sentir algo, como nosotros, cuando después de un gran esfuerzo de servicio no hallamos respuesta en el pueblo o en los nuestros y sólo críticas, fracaso o incluso violencia contra nosotros.

Nosotros, como Jesús, entramos en una crisis o angustia, sufrimos la tentación de dejar el camino de la hermandad, del Reino de Dios. Tenemos que vencer la tentación de instalarnos o conformarnos con el sistema y con los valores del sistema que nos tientan para que busquemos tener más, poder más, saber y triunfar más sobre los débiles e ignorantes.

 

 

Tema 7

¿Qué ve, cómo piensa y cómo actúa Jesús en la segunda parte del evangelio?

(Mc 8, 27-10, 52)

 

- Oración: Padre Nuestro.

- Canto

- Leer el Resumen del tema anterior

 

VER- PENSAR

Nosotros, en la comunidad estudiamos y analizamos los hechos de nuestra vida y los acontecimientos para luego, pensándolo bien, a la luz de la fe, realicemos acciones buenas y valiosas que conduzcan a la hermandad. Cuando hemos evaluado una acción y vemos los errores cometidos o los efectos negativos que ha producido en la comunidad, rectificamos el camino y cambiamos nuestras acciones o nuestro modo de actuar.

Marcos nos presenta una situación muy parecida en Jesús. Después de que Jesús evalúa su trabajo en Mc 8, 27, va a notarse un cambio fuerte en sus actitudes, en sus acciones o trabajo, y en lo que va a enseñar. Jesús ve que las acciones de la primera etapa hacer milagros, perdonar pecados y enseñar a los hombres a ser hermanos no han logrado su fin. Ve que los hombres no lo siguen en construir la hermandad; y que los poderosos quieren matarlo.

 

Hasta antes de la confesión de Pedro, sus milagros, su presencia, sus enseñanzas, no han hecho más que reforzar la esperanza falsa de un Mesías al modo del pueblo, de los poderosos, o de los discípulos. No puede acallar esta falsa esperanza. Todos esperan de Jesús una liberación que él no está dispuesto a traer. Todos quieren un Mesías rico, poderoso, que haga de Israel la nación más poderosa del mundo.

A) Jesús empieza a pensar que no debe seguir haciendo milagros ni fomentando una falsa esperanza; que debe alejarse de Jerusalén y dedicarse a unos pocos, a los discípulos, a fin de que éstos, al menos, entiendan su mensaje. Por estos hechos o acontecimientos, por la oración y la reflexión de fe, Jesús llega a la conclusión de que su compromiso lo va a llevar a la muerte.

 

¿Qué creemos que puede pasarle a los que sigan a Jesús, a los que quieran ver, pensar y actuar como él?

 

Jesús también llega a la conclusión de que todos los que lo siguen van a correr la misma suerte que él.

B) Jesús piensa que el único modo de ser hermano es por el camino del amor. Que el que quiera ser hermano va a sufrir la oposición del Mal, y que este mal luchará por eliminarlo. Se impone el estar disponible aún con el riesgo de morir. Ve que no basta con entregar su mensaje, sino que tiene que entregar incluso su persona. Su poder es el del amor en el servicio aunque esto nos traiga el sufrimiento. Todo otro poder es pecaminoso. El perdonar a los pecadores lo va a llevar a la Cruz.

C) Por eso empieza a anunciar por tres veces su muerte y su resurrección: Mc 8, 31; 9, 31; 10, 32. En seguida de la confesión de Pedro, empieza a enseñarles que el Hijo del Hombre va a sufrir mucho y va a ser rechazado por los poderosos; que va a ser condenado a muerte y que resucitará (8, 31).

En el 8, 32, Pedro le toma aparte y lo reprende. Ni Pedro ni los discípulos quieren aceptar esta nueva enseñanza o actitud de Jesús. Se desconciertan. En esta segunda etapa, Jesús, como nunca, ve claramente la voluntad del Padre y llama a Pedro "Satanás" (8, 33), porque lo está tentando a dejar el camino. Pedro piensa como los hombres y no como Dios.

Jesús otras dos veces en el capítulo 9, 31 y 10, 32 va a anunciar su muerte; y cada vez con más detalle (10, 33-34); y también en estas dos ocasiones los discípulos no entienden y tienen miedo de preguntarle (9, 32). A pesar de la claridad con la que habla Jesús, los discípulos no sólo no entienden este anuncio de la Pascua sino que insisten en su idea mesiánica. Santiago y Juan quieren los primeros puestos del Reino (10, 37) sin beber la copa.

D) Jesús, en esta etapa, va a dar muchas más explicaciones. Sobre todo exige: Negarse a sí mismo; cargar la cruz (Mc 8, 34); seguirlo; tener actitud de servicio, de humildad bíblica: "si alguno quiere ser el primero, que sea el último" (9, 35). Orar y hacer penitencia para poder vencer al Malo (9, 29). Dejarlo todo para seguir a Jesús. No basta cumplir los mandamientos. Todo lo que tenemos hay que ponerlo al servicio de la hermandad (Mc 10, 21). El que no lo haga, difícilmente entrará al reino de los cielos (10, 23). Cuidado con escandalizar a los pequeños y débiles (9, 42). Lo que Dios unió no lo separe el hombre (10, 9). Hay que recibir el Reino de Dios con docilidad (10, 15).

Además, Jesús nos dice que todo el que luche por ser humano, aunque no lo conozca, está con Jesús (9, 40). No queda sin recompensa cualquier favor hecho a los suyos (9, 41). Jesús hacia el final de esta etapa, se decide a regresar y a subir a Jerusalén donde sabe que encontrará la muerte segura. Todos tienen miedo (10, 32). Jesús ya no va a hacer casi ningún milagro. Marcos sólo nos narra el de un endemoniado (9, 25) y el de un ciego (10, 52).

Jesús no es sólo un profeta que anuncia y denuncia como parecía al principio. Jesús marcha hacia la cruz. Tomar la cruz, aceptarla, significa hacer efectiva la promesa y el anuncio y dar autenticidad a la palabra que denuncia. Es la hora del compromiso práctico; la hora de la cruz.

Preguntas:

(A) ¿Por qué en esta segunda etapa, Jesús, cambia de actitud?

(B) ¿Cuál es el camino que Jesús descubre? Explíquenlo.

(C) ¿Cuáles son los capítulos y versículos donde aparecen los tres anuncios de la pasión? Memorícenlos.

(D) ¿Cuáles son algunas de las exigencias más fuertes de esta segunda etapa?

 

ACTUAR

Dinámica:

- Haremos tres pequeños cuadros bíblicos.

- El animador divide a los asistentes en tres grupos.

- Cada grupo tendrá a uno que represente a Jesús y a varios que hagan de discípulos.

- Los que hagan de Jesús podrán leer su parte en el Evangelio.

- Primer grupo: representará Mc 8, 31-38. Segundo grupo: representará Mc 9, 31-37. Tercer grupo: representará Mc 10, 32-45.

Preguntas:

- ¿Qué le entendimos al cuadro bíblico?

- ¿Cuál es la actitud de los discípulos cada vez que Jesús anuncia su Pascua, es decir, su muerte y su resurrección?

Resumen:

Después de este sentimiento de fracaso en su misión o de crisis, algo cambia en Jesús. Las masas lo abandonan, los jefes del pueblo lo rechazan Jesús quiere estar disponible sin que nada ni nadie lo ate. Quiere estar dispuesto a dar la vida y a correr el riesgo de morir. Empieza a anunciar la Pascua y va de regreso a Jerusalén donde sabe que han muerto todos los profetas. Quiere, no tanto hacer milagros y prodigios para hacer presente el Reino de Dios, sino sembrar -aunque sea en el almácigo- los principios o la semilla del Reino, del seguimiento y la necesidad de la cruz. Llama a sus seguidores a cargar con la cruz. Va a entrar cada vez más en conflicto. Los conflictos de la primera etapa lo llevan a anunciar su muerte. En esta segunda etapa sube a Jerusalén, y en la tercera lo llevarán a la cruz.

Oración: Padre Nuestro.

Canto

 

 

Tema 8

¿Cómo confirma el Padre a Jesús en esta segunda etapa?

 

- Oración: Padre Nuestro.

- Canto

- Leer el resumen del tema anterior

 

VER- PENSAR

Cuando sucede algún cambio importante en nuestra vida, por ejemplo, cuando nos casamos o cuando cambiamos de un trabajo a otro, o cuando hemos tenido alguna dificultad grande con alguien o por la muerte de un ser querido u otra cosa,

 

 

¿Qué es lo que hacemos? ¿Lo platicamos con alguien?

 

Todos necesitamos el apoyo y el consejo de algún amigo o familiar en los momentos importantes, difíciles, o de cambio en nuestra vida. Nos sentimos responsables, sobre todo si tenemos hijos o esposa que dependan de nuestra decisión.

Los que ya llevamos viviendo un tiempo en comunidad, lo comentamos en nuestro grupo y con nuestra esposa o esposo. Nos gusta tener en cuenta no sólo la opinión de los hermanos, sino que reflexionamos, oramos y le pedimos luz a Dios para que él nos muestre su voluntad, y nos haga sentir si aquello que vamos a hacer es de su agrado o no.

 

A) Este mismo sentimiento lo tenía Jesús en esta segunda etapa. Su trabajo iba a dar un viraje completo: iba a dejar de hacer milagros; iba a alejarse de las multitudes; se iba a dedicar más a enseñar a los discípulos, que él era el Hijo del Hombre y el Siervo Sufriente. Había comenzado a anunciar su muerte y resurrección. Comenzaba a pedir un nuevo tipo de seguimiento. El mismo iba a asumir las consecuencias de su compromiso, y preveía que al final lo matarían en Jerusalén como a todos los profetas. Ya vimos al principio del estudio de Marcos cómo en la primera etapa de la vida de Jesús el Padre confirma (ver nota) la predicación de Jesús en el bautismo, al hacer oír su voz, diciendo que aquél era su Hijo amado en quien él se complacía (1.11). En esta ocasión, al igual que lo haríamos nosotros, Jesús acude con sus más íntimos: Pedro, Santiago y Juan. Tiene necesidad de un encuentro profundo con ellos. Es necesario que en un lugar aparte, a solas, el Padre, los profetas, la Ley, den el visto bueno, confirmen a Jesús en este nuevo camino que emprende, y por donde va a invitar a los suyos

Nota: Confirmar: Se entiende aquí como aprobar, apoyar o dar el visto bueno.

B) Marcos presenta esta segunda confirmación que da el pasaje de la Transfiguración (9, 1-10). Jesús se transfigura delante de ellos. Jesús se identifica totalmente con la voluntad de su Padre. Es transparente y puro ante el Padre y ante los hombres. Lo único que busca y quiere es hacer lo que el Padre quiere. Quiere dar cumplimiento a lo que el Padre pide a través de la Ley (Moisés) y de los Profetas (Elías). Por eso ora y escudriña su Palabra. Sus amigos lo apoyan: "¡Bueno es estarnos aquí!" Sobre todo es la voz del Padre la que lo confirma. Esta vez repite que éste es su Hijo amado, y agrega: ¡Escúchenlo!

La transfiguración es la nueva confirmación que el Padre da a lo que ha hecho y va a hacer Jesús. Más tarde, la resurrección será la última confirmación que el Padre dará a Jesús en la tercera etapa. El Padre resucitará a Jesús por haber construido la Hermandad.

 

 

En nuestro caminar, ¿Necesitamos estos momentos de transfiguración o confirmación de parte de Dios y de nuestros familiares y amigos? ¿Por qué?

 

Es importante retirarse a orar solo, o con otros para ahí pensar o leer nuestra historia a la luz de la Ley y los Profetas, a la luz del Padre Dios, de su Espíritu, y de Cristo; escuchar que nos habla de su obra, de su Reino y que nos anima a seguir escuchando a su Hijo Amado.

Preguntas:

(A) ¿Qué iba a cambiar en la vida de Jesús?

(B) ¿Con qué palabras confirma el Padre a Jesús en esta segunda etapa?

 

ACTUAR

Dinámica:

- Todos se pondrán de pie, alrededor de una mesa, donde habrá una cruz, una Biblia y una vela.

- El animador tomará la vela y pedirá que todos los hermanos la vayan pasando uno a otro.

- Cada hermano pensará en algunas palabras de apoyo o de confirmación y ayuda que dirá el hermano que tiene a su derecha en el momento de pasarle la vela.

- Cuando todos hayan recibido las palabras de apoyo y hermandad, terminaremos con la oración que Jesús nos enseñó y un canto.

Resumen:

Jesús, al cambiar de actitud y de manera de actuar, necesita la confirmación del Padre. Marcos nos presenta en el pasaje de la transfiguración a los hombres, a la ley, a los profetas y al Padre de Jesús confirmando su trabajo. El Padre quiere que escuchemos a Jesús, y que también nosotros busquemos esta confirmación en los momentos importantes de nuestra vida, y que sepamos darla a los demás.

 

 

Tema 9

¿En qué etapa del seguimiento nos encontramos?

 

- Oración: Padre Nuestro

- Canto

- Leer el resumen del tema anterior

 

VER- PENSAR

Vamos a recordar un poco nuestra historia y los comienzos de nuestra conversión. Cuando salimos de algún estudio o de la escuela, y la vida nos sonreía.

 

¿Se nos hacía fácil o difícil el seguimiento de Jesús? ¿Por qué?

 

A) Al principio de nuestra vida más cristiana y consciente, Jesús nos dijo y nos pidió lo mismo que a los discípulos cuando los eligió: Arrepiéntanse y cambien de vida (1, 15). Vengan, síganme, y los haré pescadores de hombres (1, 17). Jesús nos dio poder para predicar el Reino de Dios, y fuerza para ayudar a los hermanos, y para echar fuera demonios. O sea que fácilmente se convertían los pecadores y se unían a nosotros (3, 14-15; 6, 7-13). Nos pedía que cumpliéramos los mandamientos.

Al pasar el tiempo hemos ido descubriendo la presencia de la Cruz en nuestra vida. Esto nos ha sorprendido mucho. Los enemigos también se han presentado. La hermandad se hace algo difícil y duro de seguir. Descubrimos que Jesús no solamente nos dice: "Vengan a pescar y síganme", sino que sentimos exigencias cada vez mayores. Tenemos tentaciones fuertes de dejar el camino; y Jesús no se acerca a consolarnos, ni lo sentimos tan cerca en nuestra oración ni en la comunión con los hermanos.

Así como el mismo Jesús cambió de actitud y descubrió que su compromiso lo iba a llevar al martirio, así esto será lo único que podrá ofrecernos ahora. Jesús no nos engaña. Ofrece siempre todo lo que tiene. Después de anunciar su propia muerte va a mostrar un nuevo tipo de seguimiento. No bastará arrepentirse y cambiar de vida, y aceptar la invitación a seguirlo, y ser pescador y anunciar el Reino.

Ahora dirá: (Mc 8, 34-35) "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". El seguimiento y la cruz ya nunca más vendrán separados, "porque todo el que quiera salvar su vida la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará".

B) Esto quiere decir que pide negarse a sí mismo y cargar la cruz, o lo que es igual: el compromiso hasta el martirio y el don de la vida. La invitación es un 'si quieres' y no un 'síganme' como antes; no es lo mismo invitar al triunfo que a la cruz; es más fácil invitar a una fiesta que a un duro trabajo.... Jesús nos da el poder de dar la vida. Este será el único milagro que podremos hacer en adelante. Así como en la primera etapa nos participaba de su poder de anunciar, ahora, además, nos comparte el poder que él mismo tiene, que es el de aceptar el martirio y beber el cáliz (10, 39). Este seguimiento se dará cuando estemos dispuestos a darlo todo, incluso la vida. No bastará cumplir los mandamientos. Jesús nos mira con amor y nos dice (Mc 10, 2): "Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; y tú ven y sígueme tomando tu cruz".

Este segundo seguimiento es en verdad nuevo, distinto. Es la contradicción misma. El único modo de ganar es aparentemente perder. El único modo de vivir es morir. Con frecuencia nos pasa como a los discípulos. Somos durísimos de cabeza. Queremos el triunfo de los comienzos pero no la cruz del correr del tiempo y

 

 

Si no aceptamos cargar la cruz, ¿Cómo llegaremos a dar la vida?

 

Conviene entender que la cruz realmente de Cristo, es aquélla que llega cuando estamos luchando contra el mal, cuando estamos siguiendo a Jesús, y por causa de él nos llegan los problemas los insultos, y hasta la muerte.

C) Dios nunca querrá la cruz, la enfermedad o la muerte en sí misma para nadie, ni para su propio Hijo. La voluntad del Padre que es amor, es que todos seamos hermanos, que se realice su Reino de justicia, de Verdad, de Amor y de paz; y si para lograrlo hay que cargar la cruz y dar la vida, entonces, que así sea.

Preguntas:

(A) ¿Cómo es el seguimiento de la primera etapa?

(B) ¿Cómo es el seguimiento de la segunda etapa?

(C) ¿Quiere Dios la cruz para nosotros?

 

ACTUAR

Dinámica:

- Vamos a dedicar un tiempo largo a reflexionar sobre nuestro seguimiento de Jesús.

- El animador consigue una cruz, mas o menos grande. Puede hacerse con dos palos cruzados como las que se ocupan para el Vía Crucis de Viernes Santo. El animador se pondrá en el centro de la rueda con todos los hermanos de pie y alrededor.

- El animador los invitará a pasar. Uno a uno irán a cargar o sostener la cruz por espacio de un Padre nuestro. Se rezarán tantos Padre nuestros cuantas personas haya en la reunión.

- Después de rezar el Padre nuestro, cada hermano que lo desee, antes de retirarse a su lugar, puede hacer alguna petición o acción de gracias al Señor o hacer alguna reflexión sobre el seguimiento del Señor Jesús, como lo ven en este momento de su vida.

Resumen:

1ª Etapa de seguimiento

- Conviértanse y cambien de vida. Conversión.

- Síganme y los haré pescadores de hombres.

- Poder de predicar, ayudar, perdonar, hacer milagros.

- ¿Cómo? Cumpliendo los mandamientos.

2ª Etapa de seguimiento

- Niéguense, carguen su cruz. Compromiso y martirio.

- Si alguno quiere, sígame.

- Poder para dar la vida, para ser el último.

- ¿Cómo? venderlo todo, darlo a los pobres.

Canto de despedida:

 

 

 

Tema 10

¿Cuál es el poder de Jesús? Tercera Etapa Cap. 11-16

 

- Oración: Padre Nuestro.

- Canto

- Leer el resumen del tema anterior

 

VER- PENSAR

Va a comenzar la tercer etapa de la vida de Jesús. Jesús ha estado instruyendo a sus discípulos muy de cerca, y cada vez ve más claro la importancia de la cruz; o mejor, la presencia de la cruz en la vida de los que se decidan a luchar por el Reino de Dios. Es tal la violencia, la maldad y el mal que hay en el mundo y en el corazón del hombre que sin duda alguna todos "los que se metan a redentores saldrán crucificados".

Jesús ha venido caminando a Jerusalén, el lugar donde han muerto todos los profetas, y esta tercera etapa se inicia con su entrada triunfal. Una vez que Jesús ha decidido abrazar la cruz e invitar a otros a hacer lo mismo, nos señala el nuevo camino. Nos muestra el medio para destruir toda forma de poder (ver nota) que sea para oprimir a los hermanos. Jesús está dispuesto a dar la vida.

El discípulo que vaya tras de Jesús, no podrá ir sin la cruz. El seguimiento de Jesús tiene un nombre nuevo que es el compromiso hasta la cruz. La cruz hace real y efectivo el compromiso. Jesús es el camino mismo. No es un animador al borde del camino que entusiasma a los otros, sino que él mismo va a vivirlo en carne propia. Con la fuerza de la cruz va a denunciar y a condenar el poder injusto. Recordemos las tentaciones de Jesús. La gente quería un Mesías político. Constantemente se le presenta la oportunidad de usar el poder que su Padre le ha dado en su beneficio propio.

 

¿Tiene algo que perder, el que ha renunciado al poder injusto y se ha decidido a darlo todo?

 

La decisión de Jesús de dar la vida es lo que da fuerza a la crítica que hace.

A) Jesús critica el poder político y se presenta en Jerusalén, muy cercana la fiesta de Pascua, aclamado por las multitudes, y montado en un burro (11, 1-11). Si la propaganda, el triunfo y la fama fueran el modo de obtener el Reino, el Padre se lo hubiera concedido. Jesús no busca el poder mundano; pero denuncia la organización injusta de su tiempo. El pueblo debería estar organizado de tal forma política y económicamente que pueda tener el poder y la fuerza de vivir en la justicia, en la verdad, en el amor y en la paz. No hay que hacer de Dios un César y tampoco al César, hacerlo Dios (12, 17).

En el templo, desenmascara el poder religioso que se hace económico y político (11, 15-33). Los sacerdotes y fariseos se han adueñado de la casa de Dios, hacen comercio con lo sagrado. Jesús era un inconforme con la situación que se estaba dando. Se opone a la observancia de ritos que esclavizan al hombre.

Nota:

Poder: Entendemos por poder la fuerza, la capacidad de un pueblo de ser libre por medio de su propia organización popular. El pueblo a través de sus legítimos representantes y asambleas -no a través de grupitos de manipuladores- debe tener el poder de ir tomando decisiones para ir resolviendo sus propios problemas, ayudando al bien del pueblo. Por eso el pueblo necesita el poder político. Esto es algo necesario para ser libre, para ser pueblo. Ese poder no debe ser egoísta, sino un poder de servicio al más débil.

Denuncia al poder ideológico. Estos recibirán mayor condenación (12, 38-40). Los sabios jefes, los sacerdotes y maestros de la Ley no le quieren reconocer ninguna autoridad a Jesús (11,27-33). Ellos se creen con el monopolio del saber. En el fondo toda la dificultad estaba en el modo distinto en que Jesús entiende a Dios a la manera de acercársele, de llegar hasta su presencia.

Jesús tampoco acepta el poder militar y policíaco, la traición, el espionaje (14, 10-11) ni el poder de las armas (14.49). La maldición de la higuera estéril es un ejemplo del sentimiento de Jesús hacia los que teniendo un poder o un don de servir y de dar fruto, se encierran para no dar lo que gratuitamente han recibido. La higuera simboliza al pueblo de Israel que no dio fruto cuando tocaba darlo. La higuera se secó y del mismo modo se secará Israel y todo el que use sus dones para servirse a sí mismo y no a la hermandad (11, 12-14).

Ante el asombro de Pedro por la higuera que se secó (11, 20-26), Jesús aprovecha para animar a sus discípulos a tener fe en Dios, a orar con fe y a perdonar para que el Padre los perdone.

En la parábola de los labradores malvados, (12, 1-12) Jesús resume la historia de Israel. La viña es el pueblo de Israel, y los siervos son los profetas. Los israelitas llegaron incluso a matar al Hijo amado, y por eso la viña será entregada a otros viñadores. Cada vez se agudiza más el conflicto entre los poderes y Jesús. Los poderes de este mundo están en oposición y en lucha con el poder de Jesús.

Jesús se defiende de caer en las trampas de los poderosos. Ellos constantemente -en esta última etapa- buscan sorprenderlo para encontrar el modo de destruirlo (11, 18; 12, 12-13). Pero Jesús tiene respuestas atinadas; sabe defenderse y paga con la verdad (11, 17; 11, 29; 12, 10; 12, 17; 12, 26); pero también sabe callar (14, 61; 15, 5).

 

¿No nos callamos muchas veces ante las autoridades con un falso sentido de prudencia por no meternos en problemas? ¿Cuál es el poder que Jesús ha recibido del Padre?

 

El verdadero soberano y Señor es Jesús, pues así lo quiere el Padre. Hay que afirmar que Jesús es el Señor. La soberanía y el señorío de Jesús suponen un poder, pero ese poder Jesús lo pone al servicio de los demás. Es un poder liberador. La relación que provoca por su poder no es como de un señor con un siervo o esclavo, sino que él mismo se hace siervo. No ha venido a ser servido, sino a servir (Mc 10, 45). Los "señores", los "soberanos" de este mundo en el que vivió Jesús, mataron al Señor y al soberano.

 

B) Jesús anuncia el mandamiento más importante (12, 29) el del amor. Este es el único poder que quiere ejercer, el poder que da el amor para servir, y para cambiar este mundo injusto. El poder que reconoce como válido es el poder del compartir, del servicio, del sacrificio, de la verdad, para construir la hermandad. Todo otro poder no es neutral sino históricamente pecaminoso; o dicho más exactamente, en la medida en que no sea poder de servicio es pecado.

Y el amor de Jesús fue algo muy serio. El amó a los suyos hasta el fin. Supo dar la vida por los amigos. El amor de Cristo a los hombres es algo increíble que sobrepasa todos los límites de lo que nosotros podemos imaginar. (Carta de San Pablo a los Efesios: Ef 3, 17-19). Este es el amor que nos invita a profesar.

C) Ahora se trata de que nosotros amemos como él amó; se trata de un compromiso con los demás que ponga en peligro nuestra comodidad, nuestro dinero, nuestras ocupaciones y toda nuestra existencia y que incluso nos haga enfrentarnos con los poderosos. Se trata de dejar nuestra vida en el camino de la hermandad; ya sea poco a poco, o de un solo tirón. Nada debe estar por encima del amor a los hermanos. La más pequeña acción hecha con amor es reconocida por Jesús. Sin amor todo es inútil (12, 41; 14, 6).

Preguntas:

(A) ¿Qué poderes criticó Jesús?

(B) ¿Cuál es el único poder que Jesús acepta?

(C) ¿Qué es lo que nos toca a nosotros ahora?

 

ACTUAR

Dinámica:

En las cooperativas de nuestras comunidades, sabemos muy bien que los socios trabajamos por el bien común, y las utilidades que ganamos no son de acuerdo al dinero que aportamos sino a los servicios que damos: despacho, compra y arreglo de mercancía, turno de velador, asistencia a juntas. Lo que importa es el servicio en el amor. El animador invitará a todos los hermanos a buscar en el Evangelio de Marcos las citas en las que Jesús nos quiere hacer comprender la importancia y la urgencia de servir en el amor.

Nota:

El animador podrá ayudarlos diciendo que busquen lo que Jesús dice después de cada anuncio de la Pasión.

Resumen:

Jesús con su actitud, sus palabras y sus acciones critica y condena toda forma de poder que humille, oprima o impida la hermandad e igualdad de todos los hombres. El único poder que admite es el poder de servir en el amor. Maldice a los que usan mal los dones recibidos, y nos da el mandamiento nuevo del amor que lo llevará a dar su vida en la Cruz.

Oración: Padre Nuestro.

Canto: Un Mandamiento Nuevo

Tema 11

¿Cómo murió Jesús?

 

- Oración: Padre Nuestro

- Canto

- Leer el resume del tema anterior

 

VER- PENSAR

Faltaban dos días para la fiesta de la Pascua, y los poderosos (14, 1-2) buscaban astutamente cómo dar muerte a Jesús, y a la vez temían ejecutarlo durante la fiesta por temor al alboroto del pueblo. No faltó un traidor de entre los apóstoles que se vendiera, y se ofreciera a llevarlos a donde Jesús estaría cuando la gente del pueblo no los viera (14, 10-11).

Cuando ya iba a ser el día de la Pascua sabiendo Jesús que llegaba su hora, envía a dos de sus discípulos a preparar la cena (14, 12-17). Ya en la cena Jesús les dice que va a ser traicionado (14, 18-21), y les explica el significado de su sangre derramada sobre la tierra. Esa noche celebra la cena de la Pascua en recuerdo de la liberación de la esclavitud en tiempo de Moisés.

Al final de la cena, teniendo muy presente la historia de liberación del pueblo de Dios, convierte el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre (14, 23-25). Al día siguiente entrega su cuerpo a la muerte, y su sangre es derramada por nosotros.

 

En el Sinaí, Moisés había firmado con sangre una alianza entre Dios y su pueblo (Exodo 24, 4-8). La firma consistió en derramar la sangre de un animal sobre el altar de Dios y sobre el pueblo. Ahora Jesús va a firmar con su propia sangre una nueva amistad, la nueva alianza entre Dios y los hombres (Hebreos 9, 11-14).

Como en tiempo de Moisés, una misma sangre se derrama sobre Dios y los hombres. Pero ahora no es la sangra de un animal; es la sangre de Jesús de Nazaret. Sangre de Dios y sangre de hombre. Cristo es Dios y es hombre. En él estamos todos representados.

A) Moisés hizo una alianza de leyes escritas. Cristo hace una alianza que cambia los corazones (Romanos 5, 5), que destruye el egoísmo y que nos hace posible llegar a ser verdaderos hermanos. En cada Eucaristía celebramos una Pascua, un paso hacia la liberación. Celebramos el haber podido morir un poco al pecado y resucitado un poco a la hermandad.

 

¿Cómo vivimos nuestras misas?

 

Acabada la cena Jesús anuncia la negación de Pedro y cómo todos se iban a acobardar (14, 26-31). Pedro hace juramento de fidelidad pero a la hora de la verdad todos van a alejarse.

B) En Getsemaní (14, 32-42) Jesús tiene una crisis de angustia muy fuerte. Esta crisis amenaza el sentido de su vida. Es la más fuerte de todas las tentaciones. El sabe que ha venido a entregar y a dar la vida por la salvación de todos los hombres; pero el temor y la angustia quieren paralizarlo. Jesús le dice al Padre: "Papá, para ti todo es posible; aparta de mí este cáliz. Pero no, no se haga lo que yo quiero sino lo que quieres tú" (14, 36). Cuando Jesús se siente amenazado en el sentido de su vida, ora, busca a su Padre, le pide su ayuda.

 

¿Hacemos nosotros oración cuando estamos tentados de dejar el camino de la hermandad, al sentir lo difícil que es esta aventura con Dios?

 

De acuerdo con Jesús, apresuradamente, las autoridades religiosas envían al huerto tropa armada para prender a Jesús como si fuera un delincuente peligroso (14, 43-50). Los evangelios sólo dan una crónica fría de esta injusticia.

 

¿Por quiénes y por qué fue condenado Jesús?

 

Va a ser condenado por las autoridades religiosas y por el orden político. Va a ser condenado por hereje, (ver nota) por blasfemo (ver nota) (14, 64); porque -según decían- quería destruir el templo de Jerusalén símbolo de poder (14, 58), porque su Dios era diferente del Dios de los que tenían el poder religioso.

Hereje: Es el que se separa de la comunidad por no tener fe o tener una fe distinta a la comunidad.

Blasfemia: Es una palabra de injuria, un insulto contra Dios. El que blasfema es el que se rebela contra Dios, reniega de él. Blasfemo es aquél que va contra la ley de Dios que nos manda amarlo, y por eso se consideraba un gran pecador.

Es enjuiciado durante el proceso ante Pilato como agitador político y como enemigo de César. Los jefes de los sacerdotes lo acusaban de muchas cosas (15, 3). Pilato deja que lo condenen porque quiere hacerse rey (15, 9). Lo triste era la falta de conciencia entre los discípulos y entre la gente. Judas con un beso lo entrega (14, 44); todos los discípulos lo abandonan (14, 50). Pedro, al verse en peligro, lo niega por tres veces (14, 66-72). La multitud de gente pobre de Jerusalén, los mismos que días antes le habían recibido triunfalmente (11, 8), ahora, movidos por los fariseos, (15, 11) se ponen en contra suya y piden a gritos su muerte. ¡Qué fácil es manejar a los pobres cuando no están concientizados! ¡Con razón quieren matar a este hombre que sabe abrir los ojos a los ciegos!

 

 

 

¿Estaremos ya concientizados? ¿Qué haríamos nosotros en este caso? ¿Les haremos caso a los poderosos que no están con nosotros o a nuestra asamblea después de haber visto y pensado qué es lo mejor para nuestra propia liberación?

 

Los soldados le sacaron fuera para crucificarlo (15, 20). Al rey de los judíos lo crucifican entre ladrones (15, 26-28). Ya en la cruz, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley (ver nota) se burlan de él. Todavía entonces tientan a Jesús: "salvó a otros, y a sí mismo no puede salvar. Que el Cristo, rey de Israel baje ahora de la cruz para que lo veamos y creamos" (15, 31).

Aquí Marcos vuelve a poner que Jesús es el Cristo, el Mesías, salvador de Israel. El maligno quiere salvación sin cruz; que se baje de la cruz para que viéndolo crea. Y aquí está la contradicción: para los malos la muerte de Jesús es el modo de destruirlo; y resulta que su muerte va a ser precisamente el modo de salvarse y salvarnos. Cada vez que los poderes de este mundo destruyen a Jesús en uno de sus pequeñitos -los pobres-, lejos de acabar con ellos, se está incubando la salvación.

Jesús en la cruz sufre incluso el sentimiento del abandono de Dios (15, 34). Con un fuerte grito Jesús expira. Las cortinas del templo se parten en dos, y el capitán romano, un extranjero, declara: "Verdaderamente este hombre era el hijo de Dios" (15, 38-39).

Marcos nos quiere decir que Jesús el Mesías, el ungido de Dios es su siervo obediente, que acepta usar sólo el poder del amor que su Padre le dio, y que por eso abraza la cruz como único medio de vencer el mal. Jesús con su muerte de cruz confirma lo que vivió en su vida. Su amor lo lleva a dar la vida. La cruz lo hunde en lo más negativo del hombre, en el mal, pero a la vez nos aclara el poder que Dios ha querido emplear para salvar al hombre. Cristo vence al mal con el bien, al odio con el amor. Todo el que quiera puede lograr el poder de amar y servir desde que Cristo nos dio el poder de hacerlo.

C) El único poder que salva es el del seguimiento de Cristo hasta la cruz. Sólo los pobres y los que se hacen pobres, son capaces de construir la hermandad. Los pobres pueden más fácilmente conocer y lograr el "poder" de seguir a Jesús porque viven sin ningún tipo de poder, porque carecen de todo poder humano. Los que usan la riqueza, el poder y la sociedad tienen y usan otros poderes. El mal uso de los poderes de este mundo excluye el poder del amor al necesitado. Los poderosos se escandalizan o lo creen una locura, y viendo no ven y oyendo no oyen. ¡Qué difícil es a un rico entrar al Reino de los Cielos! (10, 23).

Cristo en la cruz ya no es tan sólo un individuo. El nuevo nombre de Jesús en la cruz es prójimo. Prójimo que significa relación, comunicación con el oprimido, que también está en la cruz; prójimo es aquél que necesita de mí.

Cualquier cosa que hagamos por el prójimo o con el prójimo lo hacemos a Jesús.

José de Arimatea tuvo el valor de pedir el cuerpo de Jesús (15, 42-47); lo envolvió en una sábana y lo puso en un sepulcro abierto en la roca. Unas mujeres estaban ahí y se fijaron dónde lo pusieron.

Nota:

Maestro de la Ley: Eran del grupo de los fariseos; y su oficio principal era enseñar la Ley o sea la Sagrada Escritura.

Preguntas:

(A) ¿Cómo es la alianza que hace Cristo en la última cena?

(B) ¿En qué momento sufre Jesús una crisis de angustia muy fuerte? ¿Por qué?

(C) ¿Por qué son los pobres los privilegiados del Reino?

ACTUAR

Dinámica:

Sería muy oportuno que este día recibiéramos la visita del párroco y celebráramos la Eucaristía. Donde el párroco no pueda asistir y haya algún ministro de la Eucaristía, se podría ir a la ermita para tener una liturgia de la comunión. El esquema siguiente puede servir como guía:

- Ministro: Hermanos, los invitamos a recordar todos los textos de Marcos que hemos leído hoy, desde la última cena hasta la muerte de Jesús en la Cruz. Si algún hermano quiere comentar el pasaje que más le haya acercado al Señor, puede hacerlo. (Los hermanos comentan...).

- Ministro: Veamos ahora nuestras vidas y pensemos si hay algún momento de Pascua, o sea de muerte o de liberación que pudiéramos unir a la muerte de Cristo para ofrecerlo al Padre. Digamos todos a qué queremos morir. Después de que hable cada hermano diremos todos: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús".

- Rezan juntos el Padre Nuestro.

Nota: El animador se pondrá de acuerdo con todos para que en la siguiente reunión en que se verá el tema de la resurrección y se concluirá el curso, todos tengan una convivencia. Entre todos pueden pensar en preparar alguna agua fresca o café y algunas galletas o tamales o algo que esté al alcance de sus posibilidades. Podrán invitar a los jóvenes y niños a asistir a la convivencia, o sea al final de la reunión.

El ministro presenta al Nuevo Cordero de Dios que quita los pecados del Mundo y todos los hermanos recibirán la comunión.

Canto: Una espiga

Uno del grupo podrá dar gracias al Señor. Canto de salida.

Resumen:

Por su sangre derramada, Jesús realiza una nueva alianza, un nuevo pacto de hermandad y amistad con los hombres. Jesús sufre angustias de muerte, es traicionado por uno de los suyos; y los poderes religiosos y políticos lo condenan por hereje y agitador. Jesús muere en la cruz en la mayor pobreza; pero así comparte con todos los pobres el poder de servir y de dar la vida que es el único poder que es lícito utilizar en el Reino de Dios.

Tema 12

¿Cuál fue el final de esta historia?

 

- Oración: Padre Nuestro.

- Canto

- Leer el resumen del tema anterior

 

VER- PENSAR

Humanamente hablando, si vemos que a un hombre lo persiguen los poderosos, por agitador y por ir en contra de las costumbres y que logran encarcelarlo, y sentenciarlo a muerte; si este hombre muere abandonado, sin abogado que lo defienda, pobre y despreciado por todos.

 

¿Qué pensamos de él?

 

A) Todos, incluso los mejores amigos de Jesús, sintieron que Jesús había fracasado. Siempre que anunció su muerte, anunció también su resurrección (8, 31; 9, 31 y 10, 34); esto es, que volvería a la vida. Pero sus discípulos nunca lo entendieron, y ahora después de muerto tampoco lo creyeron. (Leer Marcos, cap. 16). Nuevamente el Padre va a confirmar a su Hijo (Hch. 3, 26) y a dar cumplimiento al anuncio que hizo Jesús de que resucitaría al tercer día.

B) La Resurrección abre nuevamente la historia de los hombres. La cruz es sólo el paso a la vida. La muerte no mata el amor al oprimido. El amor del Padre resucita a Jesús, y le devuelve la vida. Dios lo resucitó de entre los muertos de manera que nunca más pueda morir (Hechos 13, 34).

Cristo es ahora, hoy y siempre, nuestra esperanza. Cristo está vivo. Resucitó (16, 6). Los poderosos de este mundo, como vimos en el tema anterior, nos mataron a Jesús. Pero Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo nos lo resucitó; y por eso está con nosotros.

 

¿Vivimos con la certeza de que Cristo ha resucitado?

 

El triunfo de la resurrección de Jesús es también un triunfo nuestro, de los pobres, que no tienen más poder que el de esperar en Cristo y de luchar por la hermandad siguiéndolo hasta la muerte y resurrección. Cristo lleva consigo a sus hermanos los pobres. Jesús inaugura el mundo nuevo anunciado por los profetas al que estamos todos llamados, después de haber sido constituidos hermanos suyos, herederos junto con él. El cielo es el triunfo de la hermandad, y ahora nos toca sembrar la semilla de la resurrección, y dar el paso a una vida nueva, y anunciar el evangelio por todo el mundo (16, 15).

C) A los pobres, Jesús los invita a realizar el reino de la hermandad, aunque nos lleve a la cruz; y a la vez pasemos por muchas persecuciones.

D) Haremos milagros increíbles. Los hombres sanarán de sus pecados, y unidos a Jesús lograremos el milagro de haber servido hasta la muerte y muerte de cruz. Estamos en camino. Somos comunidades en camino. queremos anunciar y denunciar el mal. Queremos seguir a Jesucristo, queremos morir con Cristo para resucitar con él. Queremos ver, pensar, y actuar, como Jesús, y con Jesús, en comunidad. Queremos manifestar al mundo las señales de la vida del resucitado y las señales de nuestra vida en comunidad. Queremos un mundo de hermanos. Queremos sacrificarnos por los oprimidos. ¡Queremos ya aquí y ahora vivir como hermanos!

Terminamos con la palabra final de los obispos en la Conferencia Episcopal Latinoamericana en Puebla:

 

"Dios está presente, vivo, en Jesucristo Liberador, en el corazón de América Latina. Creemos en el poder del Evangelio. Creemos en la eficacia del valor evangélico de la comunión y de la participación, para generar la creatividad, promover experiencias y nuevos proyectos pastorales. Creemos en la Gracia y en el poder del Señor Jesús que penetra la vida y nos impulsa a la conversión y la solidaridad. Creemos en la esperanza que alimenta y fortalece al hombre en su camino hacia Dios, nuestro Padre. Creemos en la civilización del amor . Que Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América Latina nos acompañe, solícita como siempre, en esta peregrinación de Paz".

Preguntas:

(A) ¿Qué pensaron los discípulos de la resurrección?

(B) ¿Por qué la resurrección abre nuevamente la historia de los hombres?

(C) ¿Qué nos toca hacer a los pobres ahora?

(D) ¿Cuáles creen que sean los milagros que pueden hacer los pobres hoy?

 

ACTUAR

Dinámica:

El animador dice: Hoy termina el curso sobre Jesucristo. Se inicia para nosotros una nueva etapa de seguimiento. Tenemos que vivir en camino, dando los pasos, cayendo y levantando. Vivimos en constante Pascua: Muerte y Resurrección. Hoy queremos resucitar con Cristo y para esto queremos convivir como hermanos:

"Necesitamos celebrar una fiesta

con sabor de eternidad.

Necesitamos festejar una lucha

arriesgar nuestra seguridad".

Vamos a compartir los alimentos que trajimos y los que quieran podrán cantar, improvisar algún número, y alegrarnos a todos, pues queremos vivir como hermanos.

Resumen:

El Padre confirma nuevamente a su Hijo, resucitándolo al tercer día de su muerte. Cristo resucitado inaugura y abre una nueva historia o alianza; realiza un nuevo pacto de hermandad y justicia. Con la Pascua de Jesús, con su muerte y Resurrección se siembra la nueva era, el cielo nuevo y la tierra nueva donde se anuncia la hermandad, o sea un mundo de justicia, de verdad, de amor al oprimido, y de paz donde todos los hombres -como Jesús- estén totalmente abiertos al Espíritu para hacer la voluntad del Padre. Y siguiendo a Jesucristo, dispuestos a dar la vida por la hermandad de los que tienen hambre y sed de justicia.