En la casa de María

El padre Giuseppe Santarelli explica la “Casa de la Virgen” de Loreto

ROMA, martes 15 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- El 8 de septiembre la Iglesia celebró la fiesta litúrgica de la Natividad de María. En Italia, la fiesta reviste particular significado en el Santuario de Loreto, provincia de Ancona, donde se encuentra la "Casa de la Virgen", es decir, una pequeña construcción que, según la tradición, habría sido la vivienda, en Nazaret, en Palestina, de los padres de María, y en la que por tanto la Virgen Santísima habría nacido y crecido.

Esta casita, objeto de grandísima veneración desde el inicio de la historia cristiana, en 1291 desapareció de repente de Nazaret para aparecer, algunos años después, sobre las colinas de Loreto, donde aún se encuentra.

El hecho, naturalmente, suscitó estupor. Se verificaron en seguida prodigios de todo tipo, milagros, curaciones, conversiones, que hicieron pensar que aquella pequeña y misteriosa construcción tuviese poderes sobrenaturales. En seguida se supo que aquella casita antes estaba en Nazaret.

No encontrando explicaciones de cómo podría haber llegado a Loreto, se pensó que hubiera sido transportada por los Ángeles. En cualquier caso, la devoción en seguida fue grandísima.

Para proteger la casita se construyó un santuario maravilloso, que se convirtió en uno de los más célebres de Europa, visitado por innumerables devotos. En el transcurso de los siglos, hasta 13 papas se dirigieron en peregrinación a Loreto, el último Benedicto XVI en 2007. Juan Pablo II estuvo allí cuatro veces.

En los anales del Santuario se recuerdan los nombres de muchas personas que en vida fueron peregrinas a Loreto y que, tras la muerte, fueron proclamadas santas.

Figuran también los nombres de innumerables celebridades laicas, como Cristóbal Colón, Galileo Galilei, Vittorio Alfieri, Torquato Tasso, Mozart, Goldoni, Josué Carducci, D'Annunzio. Michel Montaigne, el filósofo y político francés, vino en peregrinación a Loreto en 1580 para agradecer a la Virgen una gracia que había recibido para su hija Leonor. Descartes, el filósofo francés del Cogito ergo sum, fue también a cumplir un voto, haciendo a pie el camino de Venecia a Loreto.

Por tanto, siempre ha sido grande la devoción de la gente por este Santuario en el que se conserva la "Casa natal de la Madre de Dios".

Pero esta expresión "casa natal de la Madre de Dios", ¿qué valor tiene? ¿Es sólo el fruto de una "tradición pía", de una "fe popular", o se apoya en razones más concretas, en documentaciones científicas?

Es una pregunta que se presenta espontáneamente, sobre todo al hombre de hoy, lleno de escepticismo. Interrogante, sin embargo, que por parte de los expertos recibe respuestas científicas increíblemente desconcertantes.

"La historia narra que la casa apareció de repente en este lugar en la noche del 9 al 10 de diciembre de 1294", dice el padre Giuseppe Santarelli, director de la institución que tiene por objetivo difundir el culto mariano y de cuidar la promoción y la decoración artística del Santuario.

"Que fuese transportada por los Ángeles no lo podemos demostrar científicamente. En cambio, hoy, tras años de estudios, de análisis, de investigaciones arqueológicas realizadas con los medios más sofisticados, estamos capacitados para afirmar categóricamente que esta casita es precisamente aquella que hasta el final del siglo decimotercero se veneraba en Nazaret como la Casa de la Virgen".

El padre Giuseppe Santarelli en un religioso capuchino, pero también un famoso hombre de ciencia. Historiador y arqueólogo de fama internacional, ha dedicado gran parte de su vida a organizar, en colaboración con otros científicos célebres, investigaciones sobre el origen de la misteriosa casita. Sus numerosas publicaciones sobre el caso hacen historia.

Y los datos científicos que proporciona son verdaderamente impresionantes y dan a entender cómo la fe "sencilla" de nuestros abuelos hacia la "casa de la Virgen" se apoya en bases solidísimas.

Hemos estado dentro del gran Santuario de Loreto. La casita de la Virgen está frente a nosotros. Paredes pobres, de piedras y ladrillos, ennegrecidas por el tiempo, frágiles por los años, con miles de parches e intervenciones realizados en el transcurso de los siglos, que atestiguan el amor y la devoción de los fieles.

"Para los no creyentes, esta es la reliquia más extraordinaria", afirma el padre Santarelli. "Por esto la llamamos la 'Santa Casa'. Entre estos pobres muros nació y vivió la Virgen, es decir, la Madre de Dios, la criatura más santa que haya existido nunca sobre la tierra. Aquí, María recibió la Anunciación del Ángel y aquí se realizó el acontecimiento más grande del universo, la encarnación de Dios".

El religioso habla en voz baja, para no molestar a los peregrinos que, arrodillados, se han recogido en oración.

"¿Ve esa inscripción en latín que está sobre la pared del fondo a la altura del tabernáculo?", me dice de nuevo el padre Santarelli. "Está escrito: Hic, Verbum caro factum est. Es decir, Aquí, en este lugar, Dios se ha hecho carne".

"Intente pensar en el significado concreto de esta frase. Dios, el creador del Universo, en este lugar, frente a estas piedras, se hizo hombre. Estas piedras han asistido al acontecimiento de los acontecimientos. Para un creyente, pensar una cosa semejante es para volverse loco. He ahí porqué esta casa constituya un patrimonio espiritual inmenso".

"¿Por qué se trajo de Nazaret a Italia?", pregunto.

"Para salvarla de la destrucción", dice el padre Santarelli. "En la segunda mitad del siglo trece, en Palestina estaba produciéndose una violenta invasión musulmana, con la destrucción sistemática de los lugares santos cristianos. Alguien, hombres, o Ángeles, u hombres con ayuda ciertamente sobrenatural, consiguió salvar esta casita trayéndola a Italia".

"Pero por qué precisamente a Italia y no a otro lugar?"

"No lo sabemos. Los antiguos historiadores, creyentes naturalmente, decían que 'por un designio providencial, la Casa de la Virgen había pasado de la tierra de Cristo a la tierra del Vicario de Cristo'". Loreto entonces formaba parte de los Estados Pontificios.

"Pero antes de detenerse en Italia, la Casa hizo etapas en otros lugares. De las investigaciones históricas resulta que en mayo de 1291 fue encontrada por algunos leñadores en un claro cerca de Tersatto, en Dalmacia (Trsat, hoy parte de Fiume, Croacia, n.d.t.). Y allí permaneció tres años y medio, y sucedieron muchos prodigios".

"Después, de repente, como había llegado desapareció. La segunda etapa fue una localidad cerca de la estación de tren de Loreto, que entonces era un bosque, y allí se detuvo algunos meses. Pasó después a la colina de Loreto, a un campo propiedad de dos hermanos, los cuales peleaban continuamente para repartirse las ofrendas que hacían los peregrinos. Y la casa, al poco, se fue de aquel campo y se detuvo en medio de un camino, propiedad del ayuntamiento, precisamente donde se encuentra ahora. De allí no se ha vuelto a mover".

"¿Qué investigaciones se han llevado a cabo para establecer que aquella casita es precisamente la misma que un tiempo existía en Nazaret?"

"Se han hecho investigaciones de todo tipo. Investigaciones de tipo histórico y de tipo arqueológico, realizadas por expertos célebre, tanto en Loreto como en Nazaret, donde la Santa Casa se encontraba antes. Todas las investigaciones han demostrado siempre que la narración de la tradición es auténtica, es decir, que la casa de Loreto es la que antes estuvo en Nazaret".

"Naturalmente, las investigaciones más importantes son las realizadas en tiempos modernos. Sobre todo las realizadas en Nazaret entre 1955 y 1960 bajo la dirección del padre Bellarmino Bagatti, uno de los más ilustres arqueólogos del siglo XX, y las realizadas en Loreto por el arquitecto Nerio Alfieri, profesor de arqueología en Bolonia".

"Las investigaciones del profesor Alfieri han demostrado que esta construcción está llena de anomalías absurdas, en claro contraste con las construcciones de la zona y también con las reglas urbanísticas vigentes en el siglo XIII. La Casa no tiene cimientos propios, y se apoya verdaderamente sobre un camino. Está construida sólo con tres paredes, las cuales, hasta una altura de casi tres metros, están hechas de piedras, y se sabe que en la zona de las Marcas no existen canteras de piedra y que todas las construcciones en aquella época se hacían de ladrillo".

"Es anómalo que la única puerta, la original, se encuentre en el centro de la pared larga, y no en la breve, como en todas las iglesias y capillas de aquel tiempo, y que esté colocada al norte, expuesta a fuertes y frecuentes intemperies, contra toda costumbre constructora local. Es anómalo también que la única ventana esté colocada al oeste, y por tanto abierta a una iluminación escasa, también aquí contra toda regla de construcción de entonces".

"Pero todas estas anomalías desaparecen si se comparan con los resultados de las investigaciones arqueológicas hechas en Nazaret. La casa de Loreto no tiene cimientos porque los cimientos están en Nazaret, donde antes se encontraba. Tiene sólo tres paredes porque estaba apoyada en una gruta excavada en la roca, con la que constituía un único bloque habitacional".

Un estudio extraordinario realizado por el arquitecto Nanni Monelli en 1982, cuando yo también estaba en Loreto, demostró que si se pudiese volver a transportar la casa de Loreto a Nazaret, coincidiría perfectamente con lo que allí se ha encontrado debajo.

Las medidas de la casita de Loreto, y también el espesor de las tres paredes, corresponden perfectamente con las medidas de los cimientos que se encuentran en Nazaret. Las piedras con las que las paredes están construidas son las típicas de Palestina, y también los tipos de trabajo de la piedra utilizados.

"Nanni Monelli realizó investigaciones en profundidad sobre las piedras, encontrando que están trabajadas con una técnica específica de esos lugares palestinos, propia de la cultura nabatea, es decir, de un pueblo semita que habitaba en aquella zona".

Se trata de una elaboración con punzón, realizado con un utensilio llamado "ferrotondo" y "tondino", y de otra elaboración, siempre de tradición nabatea, realizada con marcas cercanas y poco profundas, realizadas con un cincel de punta. Estas técnicas son absolutamente desconocidas en el área italiana y especialmente en las Marcas.

"Yo después realicé un estudio específico sobre los grafitos aún legibles sobre las diversas piedras de la Santa Casa de Loreto. He identificado unos cincuenta y son signos que se refieren a los de los judeocristianos de Tierra Santa, y particularmente a los encontrados en Nazaret. También he descifrado una inscripción en caracteres griegos sincopados, que traducida dice: 'Oh Jesús, Hijo de Dios', frase inicial de una oración que se encuentra escrita en la gruta que estaba aneja a la casa de María en Nazaret"

"Estos y muchos otros detalles llevan a una sola conclusión: la Casa de Loreto es precisamente aquella que hasta 1291 se encontraba en Palestina y que desde hacía 1.300 años era venerada como la Casa de la Virgen".

[Por Renzo Allegri, traducción del italiano por Inma Álvarez]