Según San Mateo, cuando la
Santísima Virgen concibió virginalmente a Jesús, estaba desposada con San José
aunque todavía no vivían juntos (Mt 1,18). Se trataba de la situación previa a
los desposorios que, entre los judíos, suponía un compromiso tan fuerte y real
que los comprometidos podían ser llamados ya esposo y esposa, y que sólo podía
ser anulado mediante el repudio. Del texto de San Mateo se deduce que tras el
anuncio del ángel a José explicándole que María había concebido por obra del
Espíritu Santo (Mt 1,20) se casaron y pasaron a vivir juntos. La narración de la
huida y vuelta de Egipto, y el establecimiento en Nazareth (Mat 2,13-23), lo
mismo que el episodio de la presentación del niño en el Templo cuando tenía doce
años acompañado por sus padres tal como relata San Lucas (Lc 2,41-45) así lo
dejan entender. San Lucas, además, al narrar la anunciación del ángel a María la
presenta como “una virgen desposada con José de la casa de David”. Por tanto
según estos evangelios San José estuvo casado con la Santísima Virgen. Este es
el dato que pertenece con certeza a la tradición histórica recogida en los
evangelios.
Ahora bien, si esas fueron las segundas nupcias de San José, o si San José ya
anciano y viudo no llegó a desposar a la Virgen María, sino que únicamente cuidó
de ella como de una virgen a su cargo, son temas que caen en el terreno de las
leyendas y que no ofrecen garantía alguna de historicidad.
La primera mención de esas leyendas se encuentra en el llamado “Protoevangelio
de Santiago” en el s. II. Cuenta que María permanecía en el Templo desde los
tres años y que, al cumplir los doce, los sacerdotes buscaron a alguien que se
hiciera cargo de ella. Reunieron a todos los viudos del pueblo, y tras un signo
prodigioso ocurrido en la vara de José, consistente en que de ella salió una
paloma, entregaron a éste la custodia de la Virgen. Según esta leyenda, sin
embargo, José no tomó a María por esposa. De hecho cuando el ángel se le aparece
en sueños no le dice a José como en Mt 1,20 “no temas tomar contigo a María tu
esposa”, sino “no temas por esta doncella” (XIV,2). Otro apócrifo más tardío que
reelabora esa historia, el llamado “Pseudo Mateo”, quizás del s. VI, parece
entender que María fue desposada con José, pues el sacerdote le dice a éste:
“has de saber que no puede contraer matrimonio con ningún otro” (VIII, 4); pero
en general habla de San José como del custodio de la Virgen. En cambio que José
desposó a María se dice claramente en “El libro de la Natividad de María”, una
especie de resumen del Pseudo Mateo y en la “Historia de José el carpintero” (IV,4-5).
Por tanto, no hay datos históricos que permitan afirmar que San José ya había
estado casado antes. Lo más lógico es pensar que fuera un hombre joven cuando
desposó a la Santísima Virgen y que sólo estuviese casado esa vez.