El presente trabajo que lleva como título "CRISTOS JÓVENES NECESITA EL MUNDO DE HOY", es una invitación a revisar nuestro acompañamiento y también un apostar por el trabajo juvenil y la potenciación de los valores e ideales de la juventud de hoy, porque más que nunca, nuestro jóvenes, aquellos a quienes queremos formar, están pasando por una serie de ataques externos como la alineación, la tergiversación de los valores, el asedio del hedonismo y una cultura de muerte "que viven adormecidos por la propaganda de los medios de comunicación social, aplastados por las imposiciones culturales y por el pragmatismo inmediatista que ha generado nuevos problemas en la maduración afectiva de los adolescentes y de los jóvenes; pero a la vez constatamos que hay jóvenes que reaccionan y se sensibilizan con las debilidades de la gente y el dolor de los más pobres, jóvenes que buscan la forma de insertarse en la sociedad." (SD 10)

A través de la experiencia de este último año de labor pastoral con jóvenes de la pastoral educativa de conjunto puedo dar gracias a Dios por la oportunidad de experimentar y de redescubrir el rostro humano de Dios en medio de la juventud que está ávida de prolongar el Reino y de anunciar nuevas buenas noticias. He descubierto en el acompañar, que la juventud posee un vigor tan fuerte que apoyando sus iniciativas nos encaminamos juntos en aceptar desafíos que antes nunca lo hubiese podido intentar.

1. "Dios envía a su hijo para que nos enseñe el verdadero término de "Hijo"": debemos considerar la relación de Jesús con Dios y que esta relación supone un modo de ser de Dios y de Jesús por lo que nosotros debemos desarrollar esa relación de igual modo con los jóvenes.

   De esto sale la interpelación silenciosa que los jóvenes de los barrios populares nos hacen, su ingenuidad para transmitir la fe y aceptar los contratiempos que encontramos en el diario caminar; han hecho de mí una persona que quiera asumir un compromiso permanente en la formación constante con los jóvenes que puedan transformar nuestra sociedad y puedan rechazar todo tiempo de corrientes de antivalores. Las interrogantes que ellos tienen son un desafío en el proyecto de vida personal y comunitario y hacen crecer mi fe en el cambio y en la construcción de una comunidad más solidaria y comprometida con los demás a imitación de los valores del evangelio.

   Como docente creo que el compromiso permanente es trabajar en el seguimiento y acompañamiento juvenil para dar razones de esperanza en medio de una sociedad disconforme y apática que los mismos adultos hemos creado, comprometer a más visionarios en dicho acompañamiento y lograr desarrollar espacios de reflexión y acción. Teniendo en cuenta que siempre es necesario tener un alto en el cotidiano vivir para dejarnos guiar por la contemplación y oración a la forma y manera ignaciana.

2. "Es importante reproducir en nuestra vida la imagen de Jesús y su filiación divina porque no afecta solamente a Jesús, sino que con ella estamos diciendo también algo sobre nosotros".

La forma como presentamos la imagen de Jesús hace que los jóvenes vean en nosotros la coherencia y el testimonio del cual estamos hablando.

1. Este es el Hombre, Página 25, Segundo Párrafo

2. Este es el Hombre, Página 32, Tercer Párrafo

La realidad que los jóvenes tienen tanto a nivel latinoamericano, como local y nacional es similar a todos los países salvo algunos pequeños matices. Recorreremos el panorama desde los siguientes aspectos que creemos es el que más atañe a todos los que trabajamos con jóvenes.

Desde la conquista podemos decir que América Latina viene sufriendo la influencia del pensamiento dominante tanto de Europa como de los países del primer mundo y nos van imponiendo formas, pensamientos, estilos de vida importados; haciendo que la imagen y personalidad que tiene los jóvenes sea distorsionada.

1. REALIDAD SOCIO – ECONÓMICA

   La influencia del poder económico se vive plenamente con la globalización de todo; ya que los dueños de grandes capitales nos imponen funciones y tiempos de desarrollo social y económico; lo que hace crecer el sentido de opresión entre países pequeños y sus vecinos rompe la unidad, haciendo que exista una competencia desmedida entre países hermanos y desprecio de un país a otro. El sistema nos ha impuesto una discriminación entre la misma raza, cultura y religión; donde vales por lo que tienes y no por lo que eres, vales porque eres blanco, no porque eres cholo, mestizo, negro y si tienes dinero vales y si careces de él eres un despreciado.

   Muchas veces los jóvenes de colegios particulares se meten en pandillas donde aprenden a probar el crack, cocaína, el éxtasis y otros tipos de drogas; sólo por el afán de no estar solos sino acompañados por los amigos, porque los padres creen que ha muchos de ellos se les debe dar una completa libertad para probar lo que ellos no hicieron, haciendo inconscientemente un desarraigo en las costumbres y valores familiares. Creen que las fiestas como Navidad, Año Nuevo, para sentirse más amados tienen que entregar todo lo que tienen, sacar regalos fantasiosos y no de unidad familiar. Otro aspecto que hay que tomar en cuenta son los medios de comunicación social; es el arma más poderosa que existe para lavar el cerebro del más del 70% de la población total de América Latina. Porcentaje que es población juvenil, haciendo de ésta una sociedad doblemente explotada donde el ser jóvenes y ser pobres implica falta de oportunidades, falta de trabajo, falta de espacios de realización personal y social.

   Los jóvenes viven en condición de marginación y de subordinación, porque viven en función de las exigencias de una sociedad que se desarrolla hacia una creciente injusticia e indiferencia. Todo esto tiene como consecuencia la creciente desigualdad, la marginalidad de los jóvenes; ya que se les quita el derecho o la posibilidad de comportarse según sus propios deseos, necesidades y capacidades.

   La marginación de los jóvenes se expresa en toda la vida social. Está codificada por la ley y todas las instituciones: como escuela, familia, iglesia, los medios masivos, el mercado de consumo, la ideología dominante que contribuye a conservar con la persuasión y con la fuerza la subordinación de los jóvenes.

2. REALIDAD FAMILIAR

   La realidad familiar en la mayoría de los casos es alarmante ya que los padres tratan de asumir formas de ser que no pertenecen a nuestra cultura y formación de ser de la cultura dominante haciendo cada vez más difícil el desarrollo de una conciencia social y crítica de parte de los jóvenes, que en lugar de luchar contra esa corriente de consumismo y malformación de valores, va tomando fuerza porque prefieren tener más en lugar de buscar la esencia de ser personas, de autovalorarse. No importa si es con sacrificio en muchos casos en que los padres apuestan todas sus esperanzas en los hijos por ofrecerles lo que ellos no tuvieron y se olvidan de que luchando y trabajando juntos es la única manera de salir adelante, antes bien lo que dan a los hijos son cosas materiales olvidándose de lo más importante: la formación, el ejemplo, el acompañamiento, la comunicación y no lo logran por dedicarse todo el tiempo a trabajar en uno o más trabajos para ofrecer todas las doras a sus hijos (licuadora, batidora, lustradora, lavadora, TV, computadora), haciendo que por ello se olviden del acompañamiento más cercano y de comunicación interpersonal y familiar.

   Por el acompañamiento que estoy desarrollando tanto en la pastoral juvenil como en la pastoral de pueblos jóvenes de Arequipa, específicamente en Miguel Grau, se puede constatar que los padres son el modelo de adulto al cual se refieren los jóvenes y en especial cuando aprenden a tomar sus primeras decisiones sobre cómo ser y cómo actuar en la vida. En suma lo hijos son lo que los padres en sí ansían ser y reflejan de ellos. Siendo los padres la primera fuente de información sobre la importancia de lo bueno o lo malo; se ve la necesidad de formar a los jóvenes padres de familia para que brinden una mejor orientación desde el hogar, donde aprenden juntos padres e hijos a expresar abiertamente la admiración mutua entre ambos, aprender juntos a vencer el miedo de la incomunicación y llegar al crecimiento familiar.

3. FORMACIÓN O DEFORMACIÓN

Nos hacemos la pregunta ¿Qué formación estamos dando a nuestros jóvenes?. En nuestro país, Perú, la mayor parte de la población experimenta los mismos problemas que se acentúan aún más por vivir la vida ahora y no importa lo que suceda mañana. No miden las consecuencias de su actuar. Actúan hacia los límites permisibles, pues toman en exceso hasta perder el conocimiento, experimentan con las drogas, con el sexo, con la diversión y la forma de expresarse.

La información o deformación que pueden sacar de internet es accesible y manipulable, ya que se tiene un acceso masivo a la información. En los colegios ya están interconectados con el mundo que está al alcance de todos; si no tienen la información en el colegio la consiguen en las cabinas de internet; pero a la vez que es una ventaja como ayuda y como apertura a un mundo de conocimientos sin límites, esto trae como consecuencia la invasión de la individualidad que se acerca o se aleja en función del "clic". Pero ¿Quién guía, quién orienta, quién ve lo que hacen los hijos, quién supervisa? La orfandad es característica de esta generación de jóvenes que se encuentran muchas veces a la deriva y que si no fuera por elementos alternativos que se presentan en el seguimiento del trabajo pastoral quedarían como ovejas sin pastor.

Ante la creciente desprotección por parte de los padres como del colegio, donde los jóvenes se ven solos y abandonados, se tiene que hacer un trabajo más continuo para ver cómo rescatar a estos jóvenes de la soledad y de la mala información que reciben en forma autodidáctica. Es importante acceder a la formación de la conciencia moral en los primeros años de desarrollo humano que vienen de la casa y de la familia. El problema no son los jóvenes sino los adultos.

Los jóvenes tienen fuertes pasiones que tratan de saciar sin discriminación, son cambiantes y caprichosos en sus deseos, son idealistas, conformistas, agresivos, valientes, confiados, crueles, optimistas, ambiciosos, interesados por el futuro más que por el pasado, poseen el sentido de la amistad y el honor, no soportan ser humillados ni maltratados. Por lo tanto es urgente trabajar en el acompañamiento juvenil y familiar donde se apueste por el seguimiento del más radical de todos los jóvenes del mundo, JESUCRISTO; de asumir la coherencia que nos demostró y la fidelidad y comunicación con su padre Dios.

1. "En resumen al afirmar de que Jesús es el hijo de Dios y su relación con nuestro Padre, es un modo propio de vivir la historia y la persona humana de Jesús, esto supone una determinada manera de ser de Dios." Lo que nosotros debemos imitar.

Es difícil adivinar el nuevo sentido religioso de los jóvenes. Ellos perciben la existencia de formas y tradiciones religiosas que aceptan. No son dogmáticos y creen que la verdad no es absoluta. Afirman que cada uno tiene derecho a creer y expresarse religiosamente como quiera o pueda, sienten que la iglesia no los acompaña, no los entiende. La alternativa es tener una pastoral educativa que invierta y apueste por los jóvenes, donde se interrelacionen y se sientan libres de expresar sus ideas y sus esperanzas. Muchos de ello quieren crecer en comunidades cristianas, otros quieren encontrar canales de acción y de servicio como forma de expresar su realización personal. En síntesis, lo que desean nuestros jóvenes es dejarse guiar y conducir por modelos a seguir, ya sean otros jóvenes o adultos, coherentes y consecuentes con su actuar.

1. "Este es el Hombre" pag 32, 2do párrafo

1. EL COMPORTAMIENTO JUVENIL

   1. INFLUENCIAS

      De las influencias ya se han dicho anteriormente, pero ahora nos toca hablar de las influencias positivas, de las experiencias buenas que los jóvenes quieren seguir y desean continuar. Existe en los colegios ejemplos a seguir; pero los jóvenes no quieren vivir encerrados en un solo contexto juvenil, quieren interrelacionarse, apostar por lo novedoso sin transgredir a los demás. ¿Cómo hacerlo?, ¿Quién acompaña?. Existe una experiencia pequeña de agentes pastorales docentes que continuamos con el sueño de formar jóvenes que acompañen a otros jóvenes a fortalecer su personalidad, sus anhelos y sus aspiraciones.

   2. ¿LÍDERES PARA QUÉ?

Nuestro país y nuestra comunidad necesitan jóvenes líderes cristianos coherentes y comprometidos por la causa de la justicia de Jesús y por ende insertos en medio de nuestra sociedad. Hoy es necesario potenciar jóvenes con visión de futuro que ayuden al país a salir del hoyo en que nos pusieron líderes corruptos, que nos den sentido de veracidad, de ética y de valores morales a prueba de fuego; donde puedan sentirse dignos de ser ciudadanos confiables.

Líderes al estilo de Jesús en la cual expresen de forma más abierta sus sentimientos, donde se logren los más altos anhelos de comprensión, usar el lenguaje de ls sentimientos, es el medio con el cual nos relacionamos nosotros mismos., sino no podremos comunicarnos con nosotros y con los demás.

1. "Porque al amor de Jesús a los jóvenes, oprimidos y pobres no es un amor excluyente; pero sí un camino de lo que Jesús valora para la humanidad, el desea que nos despojemos de nuestra riqueza y prestigio para hacernos personas al estilo de Jesús".

Líderes que tengan equilibrio en su vida y no abusen de los excesos de la juventud, que reflejen nuestra historia y su desarrollo, las influencias de nuestro pasado

y nuestro conflicto actual para que el futuro que construyan sea diferente y lleno de esperanzas concretas y realizables. Líderes que tomen como base los ejercicios y la experiencia recibida sea motivo de transmitirla en sana alegría y llena de optimismo y confianza para con los demás.

1. EL ACTUAR DE LOS JÓVENES

Los jóvenes hoy en día quieren entrar en acción, aprender en la acción y para la acción. Por lo tanto los cristianos hoy en día tenemos que estar en sintonía con el mundo; vivir en medio de él, implica que estemos atentos a lo que pasa a nuestro alrededor; pero a su vez como algo innato de cada persona es la relación con Dios en la vida de cada uno de nosotros y la forma como nos comunicamos con nuestro Padre celestial.

Muchas veces los jóvenes se preguntan por qué no podemos vivir ese sentido de contemplación y cercanía, por qué solo está hecha para curitas y monjitas. No es así, porque la contemplación está ligada al vigor de la fe, a la fuerza con que vivimos y anunciamos nuestra fe y de unirla a la vida cotidiana. No podemos separa a la vida de la fe ni a la inversa. Es una sola. Y los jóvenes quieren y desean ser coherentes.

Todos nosotros podemos contemplar a Dios, en todas las dimensiones de la vida humana. Es la capacidad de encontrar a Cristo, y la experiencia de haberlo encontrado a través de una fe vigorosa y encarnada en medio de nuestro pueblo, en medio de los más necesitados, es por ello que los jóvenes se quieren prolongar en acciones misionales, de salir de su quietud y comodidad e ir donde se encuentra el que sufre. Las experiencias recogidas son tan acogedoras y revitalizantes que nos hacen sentir a Dios vivo y presente en medio de ellos.

El encuentro con Dios se nos presenta en dos momentos importantes: el primer encuentro es de la persona misma de Jesús y es la raíz de toda conversión de la fe y de la vida contemplativa. La revelación de Cristo a los hombres de su tiempo (con La Samaritana, Pedro, los discípulos, etc.) creó en ellos un encuentro y una experiencia contemplativa. El segundo encuentro es inseparable y complementario y es la presencia de Cristo en el HERMANO, sobre todo en el hermano pequeño Mt. 25, 31 "tuve hambre... y me diste de comer... lo que hiciste por uno de estos hermanos míos, lo hiciste por mí". Es el encuentro con el hermano que sufre y el necesitado (por eso es el pequeño) no importa cuan grande es, es pequeño para Dios y que necesita de nosotros, es un encuentro personal con el Señor.

Estos dos encuentros son inseparables porque se dan en una dimensión histórica, que comunica el amor fraterno, una dimensión social y colectiva, en la medida que los pequeños son, en América Latina, Perú y Arequipa no sólo personas individuales, sino también grupos humanos, subculturas marginadas, clases o sectores sociales. Es allí donde volvemos a preguntarnos ¿Es éste el Hombre? ¿Es éste al que tanto hemos buscado y lo encontramos en nuestro hermano? La respuesta es la alegría de saber cual es la identidad que se va gestando en el interior de cada uno de estos jóvenes que encontramos en le camino del reino y que son evangelizados por otros jóvenes.

A los muchachos no se les complica mucho, el descubrir el verdadero rostro de Jesús en sus hermanos. Antes bien es sacar a relucir la esencia del propio corazón y del testimonio que están deseosos de dar a conocer en su entorno y su familia y por qué no en sus Colegios.

El Cristo encontrado y contemplado en la oración se prolonga en el encuentro con el hermano, y si somos capaces de experimentar a Cristo en el servicio a los pequeños, es porque ya lo hemos encontrado en la oración contemplativa.

1. "A los jóvenes se les conquista y se les compromete por la interrelación y la amistad generacional e intergeneracional y desarrollar la amistad radical con Cristo y se expresa de diversas formas, entre ellas, en el matrimonio, celibato, pobreza voluntaria y en la misión y en la entrega total a los demás". El amor de amistad con Jesús exige una amor fraterno que replantea todas nuestras relaciones humanas, "Si nos amamos, la amistad de Dios está entre nosotros." (1 Jn. 4,12)

Lo esencial de la verdadera oración cristiana es salir de sí para encontrar al otro. ¿Por qué es necesario que nos prolonguemos y seamos caritativos? Porque va más allá del servicio y ayuda a las personas, en solidaridad. El tener una actitud de solidaridad con los pobres que lo llevan a compartir y luchar por la liberación de los pobres.

1. ¿QUÉ BUSCAN LOS JÓVENES HOY EN DÍA?

   Existen en los jóvenes una exigencia de ser solidarios a la brevedad posible, uno los sensibiliza y los canaliza para que reflexionen su quehacer como cristianos y la exigencia que tenemos todos de prolongarnos en el hermano, en el otro. Recordemos que Jesús al terminar de contar la parábola (Lc. 10, 36) ¿Cuál de estos tres se portó como prójimo? Quiere decir que los tres no fueron hermanos del herido, fue el que "se mostró compasivo con él". Para Jesús el ser hermano, el ser solidario no es algo automático, no somos hermanos de los otros mientras no actuemos como tales, debemos hacernos hermanos de los demás, salir de donde yo estoy situado e ir donde el otro nos espera, Jesús nos invita y nos da la fuerza para hacernos hermanos, y para serlo de hecho depende de nuestra actitud de "mostrarnos caritativos, solidarios" comprometiéndonos con el otro.

   El samaritano fue hermano del herido, no por su religión, ni por su raza, ni por nacionalidad o ideología sino por su actitud de solidaridad.

   Mi prójimo no es el que comparte mi religión, mis ideas, mi prójimo es aquel al cual yo me comprometo a darle respeto y recuperar su dignidad de hijo de Dios, de tratarlo con el corazón de Jesús.

   Nos hacemos hermanos cuando nos comprometemos con los que tienen necesidad de nosotros y tan más cuanto más total es el compromiso. El samaritano no se contentó con salir del paso, lo curó, lo vendó, lo cargó, lo llevó a una posada y pagó todo lo necesario. El compromiso en el amor es la medida de la fraternidad. No somos hermanos si no sabemos ser eficazmente compasivos y solidarios hasta el fin.

   El hacerse hermano del otro supone salir de "nuestro mundo" para entrar en el "mundo del otro", entrar en su cultura, su mentalidad, sus necesidades, su pobreza. El hacerse hermano supone, sobre todo, entrar en el mundo pobre. La fraternidad y la solidaridad es tan exigente y difícil porque no sólo consiste en prestar un servicio, sino en un gesto de servicio que nos comprometa., que nos arranca de nosotros mismos para hacernos solidarios con la pobreza del otro.

   Hacerse hermano del otro, adquiere las características de una reconciliación.

   Cada vez que hacemos del otro nuestro prójimo y hermano, en circunstancias de conflicto y división personal nos reconciliamos con él. Que el rico se haga hermano del pobre significa que le hace justicia, estableciendo el proceso de una reconciliación social. Hacernos prójimo del pobre y necesitado es la exigencia que nos plantea la interpretación que el mismo Cristo da "Vete y haz tu lo mismo" Lc 10,37.

   Los jóvenes están abiertos, con un SI decidido y generoso, aun Jesús auténtico. El asume nuestra condición humana siendo el Hijo de Dios, y que resucitado, es el Señor que juzga la realidad de cada persona y de cada pueblo. Los jóvenes quieren seguir incondicionalmente a Jesús en la medida que nosotros les ayudemos en su propósito.

   Nuestra juventud busca una vida más humana y feliz donde vayan creciendo con las condiciones y oportunidades para la vida y la esperanza, no para el miedo y la violencia. Todo esto sólo lo pueden encontrar en Cristo y cabe recordar las palabras que Juan Pablo II dijo a los jóvenes del Perú: "Sólo en Cristo está la respuesta a las ansias más profundas de tu corazón, la plenitud de todas tus aspiraciones; solo en el Evangelio de las Bienaventuranzas encontrarás el sentido de la vida y la luz plena sobre la dignidad y el misterio del hombre".

   Optar por la vida y no por la muerte para nosotros los cristianos significa ante todo creer y tener confianza en Jesucristo, pues vivir al estilo de Jesús es confiar plenamente en El y nos hace mirar de frente a las exigencias de su verdad para caminar con nuestros hermanos, los jóvenes.

2. ¿QUÉ OFRECEN LOS ADULTOS A LA JUVENTUD?

La pregunta impostergable de los adultos es preguntarse ¿Queremos de veras que los jóvenes sean felices, tengan éxito y relaciones más sanas y satisfactorias que las que hemos tenido los adultos? Todos contestaríamos que ¡SI!, y para conseguirlo creo que hay que cambiar la propia forma de actuar, de vivir y de relacionarnos con ellos, siempre en función de nuestro compromiso con el cambio, tener apertura a nuevos caminos de felicidad, éxito y efectividad como personas y como profesionales, sólo depende de lo que los adultos anhelemos y lo construyamos cada día en base a la apertura, la responsabilidad, la motivación a actuar para conseguirlo. Lo importante es romper esquemas personales, apertura al aprendizaje cotidiano y lo que nos enseñan las nuevas experiencias juveniles.

Fortalecer y profundizar la espiritualidad familiar, profundizando la pluralidad y diversidad. Todos formamos un solo cuerpo con distintas partes, pero todas son de suma importancia. Hacer que los padres, los hijos y los docentes nos ayudemos a ser más hermanos comprometidos por la causa de Cristo, Hijo de Dios y nuestro hermano.

1. COMUNIÓN Y COMPROMISO

   Desde el inicio de la experiencia ha sido un proceso de descubrimiento y auto comprensión con los jóvenes. Ha sido un evangelizar y ser evangelizados al mismo tiempo para descubrir nuestra misión, y donde hemos vivido nuestro compromiso para hacer la voluntad de Dios. En muchas formas hemos irrumpido en la vida de los jóvenes tal vez destinados por Dios. Los jóvenes nos invitan a compartir con los adultos todo lo que ellos son, con su alegría y sus tristezas, con su entusiasmo y su desánimo, pero ellos están ahí esperando y observando si los mayores somos constantes en lo que decimos, si hay coherencia y la forma como la vamos desplegando. Ellos están ahí para tomar la posta y la luz que los mayores podamos ofrecer. Tan solo la presencia de los jóvenes ansiosos de acogernos, de sentir que los apoyamos; nos hace comprometernos más seriamente en el trabajo pastoral juvenil. Durante los encuentros hemos aprendido que es más importante SER que HACER; porque los jóvenes buscan testimonio y coherencia, en cada uno de los adultos que los acompañamos.

   Los inescrutables caminos de Dios, nos han llevado a este punto en nuestra historia personal y nosotros vemos, como nuestras historias son misteriosamente enganchadas en las historias de los jóvenes. Ellos comparten todo: vida, sufrimiento, pena, gozo y esperanza con nosotros. Nosotros nos sentimos sanados por ellos, nos sentimos vivos por la esperanza que muestran ante la vida.

   1. CAMINAR CON LOS JÓVENES

      El caminar con los jóvenes tiene que ser lento, en la formación que lleve a una acción de la justicia por medio de la contemplación, porque sin la fe los jóvenes no pueden dar razón de su esperanza, en la acción de la lucha por la justicia. La fe es necesaria fortalecerla, forjarla y experimentar en forma permanente; porque es como la luz, que ilumina el camino y da seguridad para continuar.

      Dicho camino tiene que darse con bases sólidas de oración y contemplación, pareciera difícil que los jóvenes accedan a contemplar, pero una vez experimentados quieren continuar y tener momentos especiales de encuentro, cercanía, especial con el Señor para darse fuerzas ellos mismos en el caminar, no saben lo que les depara el futuro, pero tienen momentos de contemplación que los ayudará mucho mejor.

      Los jóvenes quieren sentirse Iglesia viva, iglesia activa y no pasiva, quieren ser parte de una iglesia histórica, encarnada con las circunstancias concretas y mutables de nuestra historia; pues queremos formar jóvenes con conciencia crítica, capaz de discernir lo que es bueno para cada uno y para la comunidad local y nacional. Es por ello que debemos presentarles una iglesia actuante en medio del mundo y que sepa discernir los signos de los tiempos.

      Los jóvenes sienten la presencia del Espíritu Santo, en la medida que se les hable de El en su lenguaje, con su música, con su expresión y con los métodos nuevos que nos piden los Obispos en la última Conferencia Episcopal Latinoamericana. Comprometernos con una Evangelización actual y vigorizante que sea en lenguaje juvenil para los jóvenes y que sepamos potenciar todos sus dones y talentos particulares y comunitarios.

      Es necesario presentar a los jóvenes la Iglesia como Pueblo de Dios, en el sentido que conlleva un gran enriquecimiento respecto al modelo de iglesia tenido por San Ignacio, especialmente en lo que se refiere ala dignidad y corresponsabilidad de todos los miembros de la iglesia: la necesidad de encaminarse en las diferentes culturas, y estratos sociales, lograr que la unidad profunda que debe haber en la Iglesia prolongándose más allá de la estructura, hacer una iglesia viva y llena de acción hacia todos nuestros hermanos.

      Tratar de desarrollar una "simpatía" de nuestra relación personal con Cristo que se ha hecho más íntimo durante la experiencia de ejercicios para los jóvenes, pues nuestra actitud hacia la Iglesia nace de nuestra actitud hacia la persona de Cristo. Por tanto se hará necesario intensificar nuestro amor a Jesús y percibir con claridad el nexo entre la persona de Cristo y la Iglesia, su cuerpo y madre nuestra.

   2. COMPROMETIDOS EN EL ANUNCIO DEL EVANGELIO

El compromiso de las dos partes, jóvenes y adultos por el anuncio del Evangelio es la forma como nosotros queremos hablar de Dios como cristianos y la forma de testimonio que presentamos, debemos contar con que nuestro lenguaje ha de ser medido por nuestra conducta. Y aquí nuestra conducta debe enfrentarse con nuestras fórmulas de confesión, donde debemos hacer más y hablar menos.

1. "Debemos empezar un trabajo de liberación y de anuncio de la fraternidad que viene a ser el regalo que Dios nos da para avanzar en la construcción del Reino. La fe que cada uno va acrecentando nos da el verdadero sentido de nuestra lucha liberadora. Y nosotros debemos tener esa voluntad liberadora porque Jesús vivía en la experiencia constante de estas acogido, en contacto inmediato con esa libertad liberadora. Y eso hacía que la experiencia primaria del vivir fuera paz, alegría, fuerza mayor que todas las inmensas tragedias de la vida. Esa experiencia es la "BUENA NOTICIA" y es un anuncio que debe ser comunicado ahora por cada uno de nosotros.

Nuestro lenguaje sobre Dios será comprensible sólo cuando podemos abrir a los otros posibilidades humanas y cuando incluimos nuestras propias posibilidades en las de los demás. Si queremos hablar de Dios, debemos demostrar, a través de nuestra conducta social cotidiana, que Dios no es un adversario nuestro, sino un aliado que nos ayuda en nuestra propia realización.

1. CONCLUSIONES

1. LOS JÓVENES COMO ROSTRO DE CRISTO PRESENTE EN NUESTRA HISTORIA NOS INTERPELAN PARA CONTINUAR CON LA OBRA DE SALVACIÓN DE JESÚS.

2. TENEMOS CON URGENCIA QUE RESPONDER A LAS EXPECTATIVAS JUVENILES Y MANTENERNOS COMPROMETIDOS DANDO TESTIMONIO Y COHERENCIA CRISTIANA EN TODO MOMENTO DE NUESTRO QUEHACER COTIDIANO AL ESTILO DE JESÚS Y EN SU SEGUIMIENTO COMPROMETIDO.

3. EL LENGUAJE QUE PRESENTAMOS A LOS JÓVENES TIENE QUE SER DE TRANSPARENCIA Y RESPONSABILIDAD EN LA PROLONGACIÓN DE CRISTO EN NUESRA HISTORIA.

4. PRESENTAR EL ROSTRO DE UNA IGLESIA DINÁMICA, PRESENTE Y VIVA QUE HABLE EL IDIOMA DE LOS JÓVENES Y PARA LOS JÓVENES PROYECTÁNDOSE EN SU ESENCIA A LA MISIÓN DE IR MÁS ALLÁ DE NUESTRAS FRONTERAS.

5. VALORAR TODO TIPO DE INICIATIVAS JUVENILES Y FORTALECER LOS VALORES DEL EVANGELIO POR MEDIO DE EJERCICIOS Y CONTEMPLACIÓN.

6. FORTALECER LA IDENTIDAD CRISTIANA AFIRMANDO QUE JESÚS ES EL HIJO DE DIOS, Y ESTÁ EN MEDIO DE NOSOTROS Y DE NUESTRO PUEBLO.

7. IMPULSAR EL COMPROMISO CON LA MISIÓN Y EL ACERCAMIENTO A LOS MÁS NECESITADOS, DINAMIZANDO LA EVANGELIZACIÓN CON NUEVOS MÉTODOS Y NUEVA EXPRESIÓN.

9. ANUNCIAR LA BUENA NOTICIA DESDE LA PASTORAL JUVENIL Y BARRIAL EN FORMA PERMANENTE Y METÓDICA.

1. MATERIAL Y BIBLIOGRAFÍA

1. ESTE ES EL HOMBRE – 1980

   JOSÉ IGNACIO GONZÁLES FAUS

   EDITORIAL SAL TERRAE

2. ¿QUIÉN ES ESTE HOMBRE?

   ALBERTO NOLAN

3. JESUCRISTO SALVADOR DEL MUNDO

   CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO

4. LIBRES PARA SERVIR

   CENTRO LOYOLA. CUADERNO DE ESPIRITUALIDAD.

5. LA AMISTAD DE JESÚS

   SEGUNDO GALILEO 1993

6. ¿CÓMO FUNCIONA LA SOCIEDAD?

   CELADEC - 1980

7. LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA

   EDUARDO GALEANO – 1971

8. PSICOLOGÍA DEL JOVEN

   ANTONIO CARLOS HUALDE - 1995

9. REVISTA SIGNO

   CONSORCIO DE CENTROS EDUCATIVOS DEL PERÚ -2002

10. EL LENGUAJE DE LOS SENTIMIENTOS