Correspondencia entre Vassula y la Congregación
para la Doctrina de la Fe (Abril/Junio 2002)
Vean también la última
actualización en relación a
la CDF y la VVeD
Publicado por primera vez en el Volúmen 12 de los Mensajes,
versión original, escritos a mano
Roma, 30 de marzo de 2003
Queridos Lectores de la
VVeD:
Desde el año 2000 he tenido el honor de estar en comunicación con S.E. el
Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la
Fe. El 6 de julio de 2000 le presenté el humilde ruego de que mis escritos
fueran sometidos por dicha Congregación a ulterior estudio y que se me
concediera la oportunidad de contestar a las reservas expresadas en la
Notificación del 4 de octubre de 1995. Su Eminencia me ha concedido
benignamente esta oportunidad y, por mano del P. Próspero Grech, me entregó una
carta el 4 de abril de 2002 conteniendo cinco preguntas que yo debía contestar.
Mis respuestas a esas preguntas fueron luego sometidas a la Congregación para la
Doctrina de la Fe el 26 de junio de 2002. El Cardenal Ratzinger me ha solicitado
ahora que publique las preguntas con mis correspondientes respuestas y me siento
feliz de compartirlas con vosotros como expresión de mi posición oficial.
Ruego para que la publicación de este documento pueda servir al diálogo de
verdad y de amor, tan importante no sólo para el ecumenismo, sino para hacer que
las gracias de Dios sean fructíferas en la Iglesia.
Que Dios os bendiga,
Vassula
Collegio Sta Monica,
Roma
4 de abril de 2002
Apreciada Sra. Ryden:
El 6 de julio de 2002 dirigió usted una carta a Su Eminencia el Cardenal
Ratzinger con relación a la "Notificazione" de la Congregación para la Doctrina
de la Fe que concierne a sus escritos. Su Eminencia ha tomado nota de dicha
carta y, junto con sus colaboradores, ha decidido darle la oportunidad de
esclarecer el significado de muchas afirmaciones contenidas en sus
publicaciones. Con este propósito he sido delegado para ponerme en contacto con
usted personalmente, tanto de palabra como por escrito, a fin de que la
Congregación pueda tener una idea más clara sobre la interpretación exacta de
dichas afirmaciones. Deseo dejar claro desde el principio que, no siendo
católica, no está bajo la jurisdicción de la Congregación, y que no se trata de
una censura personal hacia usted. Sin embargo, ya que muchos católicos siguen
"La Verdadera Vida en Dios", también tienen derecho a saber cuál es su posición
respecto a ciertos puntos de doctrina y práctica suscitados en sus escritos.
Somos de igual modo conscientes de sus obras de caridad, de sus esfuerzos para
conducir a todos los cristianos hacia la unidad con el Obispo de Roma, de su
gran devoción hacia la Bienaventurada Virgen María, de su presentación de Dios
como el Dios de Amor, incluso para los no cristianos, y de su antagonismo hacia
el racionalismo y la corrupción entre los cristianos. Sus últimos libros,
también, parecen haber dejado de lado ciertas expresiones ambiguas contenidas en
los primeros. A pesar de ello le agradecería que pudiera contestar algunas
preguntas, lo más claramente posible, para ayudar a la Congregación a obtener
una idea más clara de lo que usted está haciendo.
1. Sabe usted muy bien que,
tanto para los católicos como para los ortodoxos, existe una sola revelación, la
de Dios en Jesucristo, que está contenida en la Sagrada Escritura y en la
Tradición. Dentro de la Iglesia Católica, incluso revelaciones "privadas"
aceptadas como las de Lourdes o Fátima, aunque tomadas en serio, no son materia
de fe. ¿En qué sentido, pues, considera usted sus escritos como revelaciones y
cómo deberían ser aceptados por sus oyentes y lectores?
2. Usted pertenece a la Iglesia Ortodoxa y a menudo exhorta a sacerdotes y
obispos de esa fe a reconocer al Papa y a hacer las paces con la Iglesia de
Roma. Por ello, desafortunadamente, no es bien recibida en algunos países de su
propia creencia. ¿Por qué se dedica a esta misión? ¿Qué idea tiene usted sobre
el Obispo de Roma y cómo prevé el futuro de la unidad cristiana? Sin embargo,
leyendo sus escritos se tiene a veces la impresión de que usted se sitúa por
encima de ambas Iglesias, sin comprometerse con ninguna. Por ejemplo, parece que
recibe la comunión en las dos iglesias, católica y ortodoxa, pero en su estado
matrimonial sigue la costumbre de la okonomia. Como ya he dicho, estas
observaciones no deben tomarse como censura personal, puesto que no tenemos en
absoluto derecho a juzgar su conciencia, pero debe entender nuestra preocupación
acerca de sus seguidores católicos, que pueden interpretar esas actitudes de
forma relativista y sentirse tentados de hacer caso omiso de la disciplina de su
propia Iglesia.
3. En sus primeros escritos, como se observa en la "Notificazione", había cierta
confusión de terminología respecto a las Personas de la Santísima Trinidad.
Estamos seguros de que usted suscribe la enseñanza de su Iglesia. ¿Cree que
puede ayudarnos a esclarecer esas expresiones? Cuando se tratan materias de fe,
¿no sería útil seguir la terminología oficial de los catecismos clásicos para
evitar la confusión en la mente de los lectores de "La Verdadera Vida en Dios"?
4. Existen también algunas dificultades respecto a la protología y la
escatología. ¿En qué sentido tiene el alma una "visión de Dios" antes de ser
infundida en el cuerpo? Y ¿cómo concibe usted el lugar que ocupa el Nuevo
Pentecostés dentro de la historia de la salvación, con relación a la parusía y
la resurrección de los muertos?
5. ¿Cuál es la verdadera identidad del movimiento de "La Verdadera Vida en Dios"
y qué requiere de sus seguidores? ¿Cómo está estructurado?
Querida Sra. Ryden, sentimos
mucho molestarla con estas preguntas y puede estar segura de que apreciamos sus
buenas obras e intenciones. Sin embargo, en contestación a su carta al Cardenal
Ratzinger, consideramos que era nuestro deber esclarecer ciertas ambigüedades en
sus escritos que podrían haberle pasado desapercibidas. Debemos esto a sus
lectores católicos que podrían experimentar un conflicto de conciencia al seguir
sus escritos. Por favor, tómese el tiempo necesario para contestar; sería mejor
si pudiéramos reunirnos usted y yo y tuviéramos algunas charlas informales antes
de que ponga nada por escrito. Ruegue para que el Espíritu Santo la ilumine y
consulte con cualquier director espiritual o teólogo de su confianza. Estamos
seguros de que nuestras preguntas le ayudarán también a entender las
implicaciones más profundas de sus escritos para hacerlos más aceptables a
católicos y ortodoxos por igual. Estaré personalmente a su disposición para
aclarar su significado.
Su Eminencia le envía sus saludos y confía en que proporcionará usted una
respuesta satisfactoria que facilite su tarea de complacer las solicitudes de su
carta.
Sinceramente suyo en Cristo,
P. Prospero Grech, OSA
Consultor de la Congregación
Roma, 26 de junio de 2002
Reverendísimo P. Prospero Grech
Collegio Sta Monica
Roma
Re: Contestación de Vassula Rydén a la carta del Padre Próspero Grech,
escrita en nombre de S.E. el Cardenal Joseph Ratzinger de la Congregación para
la Doctrina de la Fe, con fecha del 4 de abril de 2002.
Apreciado P. Próspero Grech:
Ante todo quiero darle las gracias por concederme la oportunidad de contestar a
las interrogaciones que se plantea sobre mis escritos y mi actividad, expresadas
con el mayor respeto en su carta del 4 de abril de 2002, y que reiteran los
puntos de crítica contenidos en la "Notificación" de 1995.
Soy consciente de la tarea y la responsabilidad de "examinar los espíritus"(1 Jn
4,1) que recaen en su muy sagrada congregación. De algún modo he podido caer en
la cuenta, durante estos años, de la complejidad de esta tarea de discernimiento
y cuán delicada es, ya que yo misma he encontrado en mi camino muchas personas
que se me han acercado afirmando tener también experiencias divinas, que querían
mezclar con las mías. Por prudencia y, por razones de responsabilidad, he tomado
por principio no prestar atención a ninguna de ellas. Por tanto, aprecio de
veras la importancia de su tarea de proteger a los fieles de cualquier daño y de
conservar la pureza de la fe frente a experiencias no auténticas, pero
igualmente de salvaguardar los verdaderos carismas que pudieran beneficiar a la
Iglesia.
Le agradezco también que me esté dando la oportunidad de esclarecer e iluminar
ciertas expresiones que podrían parecer confusas por estar escritas en imágenes
y estilo poético o simbólico. Soy igualmente consciente de que el que me dirija
a cristianos católicos, aun siendo greco-ortodoxa, es inhabitual, pero, más que
verlo como un desorden, deseo humildemente que esto sea mi pequeña contribución
a la sanación de las disensiones entre cristianos hermanos. De modo que
responderé lo mejor que pueda a las preguntas que usted se ha dignado
plantearme, con toda honestidad y lucidez, en la seguridad igualmente de su
generosidad, buena voluntad y comprensión hacia mis limitaciones al expresar el
panorama completo contenido en los 12 volúmenes de la obra titulada La Verdadera
Vida en Dios, (VVeD).
1ª Pregunta: La relación entre la VVeD y la Revelación.
Sabe usted muy bien que, tanto para los católicos como para los ortodoxos,
existe una sola revelación, la de Dios en Jesucristo, que está contenida en la
Sagrada Escritura y en la Tradición. Dentro de la Iglesia Católica, incluso
revelaciones "privadas" aceptadas como las de Lourdes o Fátima, aunque tomadas
en serio, no son materia de fe. ¿En qué sentido, pues, considera usted sus
escritos como revelaciones y cómo deberían ser aceptados por sus oyentes y
lectores?
Nunca recibí lecciones de catecismo ni mucho menos de teología, ni tampoco sabía
de matices teológicos, como los arriba mencionados, al comienzo de mi llamada y
mi conversión. Esas diferencias me fueron enseñadas gradualmente con la
progresión de la suave enseñanza del Espíritu Santo. Muy al principio de esta
llamada yo me sentía muy confusa y pronto, durante la manifestación de mi ángel,
le dije esto: "Pero no lo puedo entender. Ya tenemos la Biblia, ¿por qué pues
necesitamos mensajes?" Mi ángel contestó: "¿Así que piensas que todo se ha
dado ya en la Biblia?" Respondí: "Sí. Por eso no veo la razón de todo esto.
Quiero decir que nada es nuevo". Entonces el ángel dijo: "Dios quiere que se
den estos mensajes". Dije: "¿Hay alguna razón especial para que sea yo?". El
ángel respondió: "No. Dios os ama a todos. Estos mensajes son sólo un
recordatorio para recordaros cómo empezaron vuestros fundamentos" (07.
08.1986) .
Un ministro protestante me dijo una vez que no hay razón para que Dios quisiera
hablarnos ahora que tenemos la Sagrada Biblia. Desconcertada, dije a Cristo:
"Señor, hay algunos ministros que rehusan escuchar o creer que Tú puedes
manifestarte de este modo, a través de mí; dicen que Tú, Jesús, nos has traído
toda la verdad y que ellos no necesitan otra cosa que la Sagrada Biblia, en
otras palabras que todas estas obras son falsas". La respuesta de Jesús fue la
siguiente:
Os he dicho a todos que el Abogado, el Espíritu Santo que el Padre enviará en Mi Nombre, os enseñará todo y os recordará todo lo que os he dicho. No os estoy dando ninguna doctrina nueva, os estoy únicamente recordando la verdad y conduciendo a aquellos que se han desviado de vuelta a la completa verdad. Yo, el Señor, continuaré estimulándoos con recordatorios y Mi Espíritu Santo, el Abogado, estará siempre entre vosotros como Recordatorio de Mi Palabra. Así que no os asombréis cuando Mi Espíritu Santo os habla; estos recordatorios se dan por Mi Gracia para convertiros y recordaros Mis Caminos (20.12.1988).
En otro pasaje, 11 años más tarde, Nuestro Señor me pidió que escribiera lo siguiente:
Todos estos mensajes vienen de lo alto y están inspirados por Mí. Pueden ser empleados con provecho para enseñar y refutar el error. Pueden ser empleados para conducir la Iglesia a la unidad y para guiar las vidas de las personas y enseñarlas a ser santas. Se os dan para mejor explicación 1 de la Revelación 2 que se os ha entregado. Son una fuente inagotable de asombrosa gracia para todos vosotros, a fin de que os renovéis (30.07.1999).
Creo que hay una sola Revelación
y nunca dije lo contrario, ni tampoco se encuentra esto en los escritos. No
espero que los lectores de la VVeD consideren estos mensajes más que la Sagrada
Escritura y estoy segura de que nada en los libros de la VVeD puede inducir a
todos los que me escuchan y leen a pensar de otro modo. De hecho, durante mis
testimonios, cito todo el tiempo muchos pasajes de las Escrituras, a veces
incluso más que los mensajes mismos. Dentro de los mensajes hay una clara y
continua insistencia para concentrarse en la Biblia y vivir de acuerdo con su
verdad. Los escritos son una actualización y un recordatorio de la sola y única
Revelación en Cristo, conservada en la Escritura y la Tradición, transmitida a
través de la Iglesia; son sólo una llamada a dicha Revelación. De hecho, estos
escritos nunca afectaron a los lectores hasta el punto de considerarlos por
encima de las Escrituras, sino que los testimonios demuestran que les ayudaron a
entender mucho mejor la Palabra de Dios. Sin embargo, sabemos que Dios puede
recordarnos Su Santa Palabra cuando estima que es necesario para beneficio de la
Iglesia. Favores de esta clase, porque se trata de un favor, iluminan o hacen
manifiesta una verdad ya conocida, proporcionando un mejor entendimiento de
dicha verdad.
Uno puede pues preguntarse por qué Dios ha llamado a alguien tan limitado e
indigno, totalmente ignorante en asuntos de iglesia, que nunca buscó a Dios,
para que recibiera un "recordatorio de Su Palabra" ¿No están llamados los
sacerdotes y teólogos a hacer lo mismo? Sí, creo que lo están, y yo de ninguna
manera intento competir con los sacerdotes y teólogos que Dios ha llamado a
cumplir con su deber; sin embargo, creo que Dios me ha llamado inesperadamente
por medio de una acción directa por Su parte.
Recientemente he sabido que el Concilio Vaticano II ha subrayado cuán importante
es que los laicos contribuyan a difundir la Buena Nueva a través de los diversos
dones que Dios otorga a Su Iglesia. En Lumen Gentium, el Concilio
manifiesta claramente que los laicos participan en el oficio profético de Cristo
y que Cristo "realiza su función profética no sólo a través de la Jerarquía sino
también por medio de los laicos. Él los hace sus testigos y les da el sentido de
la fe (sensus fidei) y la gracia de la palabra" (LG 35). Cada laico, por tanto,
tiene un papel que desempeñar en este servicio del Evangelio, de acuerdo con el
carisma que Dios le ha dado, y por medio de estos dones, él o ella, es a la vez
testigo e instrumento vivo de la misión de la Iglesia misma, "según la medida
del don de Cristo".
En la mayoría de las obras clásicas de la Teología Fundamental Católica existe
una distinción entre Revelación como concepto de reflexión (Revelación con R
mayúscula) y revelación como concepto de experiencia (revelación con r
minúscula, a menudo revelaciones en plural). Cuando hablo de mi humilde
experiencia como "revelación", hablo de revelación con "r" minúscula desde el
punto de vista experimental.
No hablo de mi experiencia como revelación desde un punto de vista doctrinal,
queriendo competir de algún modo con la Revelación. Al igual que otras
"revelaciones privadas" o "revelaciones proféticas" mi obra no añade nada al
Depósito de la Fe. Por el contrario, la llamada de Dios hacia mí se propone
señalar la plenitud de la verdad del Depósito de la Fe, para entrar más
enteramente en esa verdad y vivir de acuerdo con ella.
La Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II ha dejado claro que la
Revelación Pública está completa y es perfecta y que "no hay que esperar otra
revelación pública antes de la gloriosa manifestación de Jesucristo nuestro
Señor" (Dei Verbum, 4). Por otro lado, Dei Verbum también deja claro que el
pueblo de Dios necesita profundizar constantemente en la apreciación de esa
verdad:
Esta Tradición apostólica va creciendo en la Iglesia con la ayuda del Espíritu Santo; es decir, crece la comprensión de las palabras e instituciones transmitidas cuando los fieles las contemplan y estudian repasándolas en su corazón (cf. Lc 2, 19 y 51), y cuando comprenden internamente los misterios que viven, cuando las proclaman los obispos, sucesores de los Apóstoles en el carisma de la verdad. La Iglesia camina a través de los siglos hacia la plenitud de la verdad, hasta que se cumplan en ella plenamente las palabras de Dios (Dei Verbum, 8).
Su Eminencia el Cardenal Ratzinger ha dicho muy explícitamente, hablando de la relación entre la profecía cristiana y la Revelación, que la tesis de que la profecía debe terminar con la conclusión de la Revelación en Cristo abriga malentendidos. Su posición fue expresada en una entrevista sobre profecía cristiana y de nuevo en un comentario sobre la revelación del Tercer Secreto de Fátima. Me permito citarle directamente de dicha entrevista:
La Revelación es esencialmente Dios que se entrega a nosotros, que construye con nosotros la historia y que nos reúne y agrupa a todos juntos. Es el acontecimiento de un encuentro que también lleva en sí una dimensión comunicativa y una estructura cognoscitiva. Esto comporta también implicaciones para el conocimiento de la verdad de la Revelación. Si se comprende en su justo sentido, esto significa que la Revelación ha alcanzado su objetivo con Cristo, porque -según la hermosa expresión de San Juan de la Cruz- cuando Dios ha hablado personalmente, no hay nada que añadir. No se puede decir nada más allá del Logos. Él está entre nosotros de manera completa y Dios no puede darnos ni decirnos nada más grande que sí mismo. Pero precisamente esta integridad de la entrega de Dios -es decir que Él, el Logos, está presente en la carne- significa también que debemos seguir penetrando este Misterio. Esto nos remite a la estructura de la esperanza. La venida de Cristo es el inicio de un conocimiento cada vez más profundo y de un descubrimiento gradual de lo que se entrega en el Logos. Así se ha abierto un nuevo modo de introducir al hombre en la verdad toda entera, como dice Jesús en el Evangelio de Juan, donde habla de la venida del Espíritu Santo. Considero que la cristología pneumatológica del discurso de despedida de Jesús es muy importante para nuestro tema, ya que Cristo explica que su venida en la carne no era más que un primer paso. La venida efectiva se realiza en cuanto Cristo ya no está atado a un lugar o a un cuerpo limitado localmente, sino que como Resucitado viene en Espíritu a todos, haciendo que también entrar en la verdad adquiera cada vez mayor hondura. Para mí es evidente que -precisamente cuando esta cristología pneumatológica determina el tiempo de la Iglesia, es decir, el tiempo en que Cristo viene a nosotros en Espíritu- el elemento profético, como elemento de esperanza y atracción, no puede naturalmente faltar ni desaparecer (30 Giorni, enero de 1999).
Del mismo modo no reclamo en
absoluto un estatus o una autoridad de mis escritos que se acerque a la Sagrada
Escritura. La Santa Biblia está inspirada de una manera infalible. Creo
humildemente que el Señor me tocó para que caminara con Él por medio de una
acción directa en mi alma, ayudándome cuando se me pide que escriba, pero no es
inspiración en el mismo sentido que lo es la Escritura, y el resultado no es
infalibilidad, pero tampoco significa que ha de haber errores doctrinales en mis
escritos, cosa que me aseguran no hay.
En su libro Soy Hija de la Iglesia, el P. Marie-Eugène nos recuerda de
qué modo puede Dios adaptarse al alma:
La acción directa de Dios, estando así basada en el ser humano del que hace uso, está maravillosamente adaptada a la vida psicológica del alma. Esta adaptación de Dios debería ser subrayada como una importante característica de Sus intervenciones. Dios, que consiente en hablar el lenguaje de los signos humanos para comunicarnos Su luz, lleva su condescendencia hasta el punto de adaptarse Él Mismo a nuestro temperamento y a nuestras necesidades particulares en la elección de esos signos para llegar a nosotros con mayor seguridad. Para una fe que ha conservado su pureza y su sencillez, hablará en un lenguaje de brillantes signos externos que harán vibrar la fe. Para una fe que el racionalismo ha vuelto prudente y crítica, tendrá un lenguaje más intelectual. 3
El Cardenal Ratzinger ha dicho que "ser capaz de constituirse como palabra e imagen de contacto interior con Dios, incluso en el caso de auténtico misticismo, depende siempre de las posibilidades del alma humana y de sus limitaciones". Yo experimento la Palabra de Dios así, sin esfuerzo, es decir, sin forzar yo nada; viene sin más. Recibo estas comunicaciones (palabras interiores) de dos maneras. Por favor tome nota de que no intento decir en modo alguno que sé perfectamente bien cómo expresar este fenómeno y cómo puede Dios hacer tales cosas, pero la explicación que doy a continuación es la mejor que puedo dar:
1. Por medio de palabras
interiores, a saber, locuciones. Las palabras que recibo son reales, mucho más
claras que si las oyera a través de mis oídos. Una sola palabra puede contener
un mundo de significado como el entendimiento, por sí solo, no podría jamás
poner rápidamente en lenguaje humano. Cualquier palabra divina o instrucción
dada para enseñarme, no será dada a modo de una enseñanza escolar que, quizás
debido a la limitación de tiempo, no puede ser explicada totalmente de una vez,
o que, debido a la fragilidad humana, puede olvidarse o incluso no entenderse
del todo. Pero la instrucción divina o la palabra dada será comunicada en un
lapso de tiempo tal y grabada en la mente de tal manera que será difícil de
olvidar. La luz que difunde es tan inmensa, exactamente igual que una luz
brillante que se propaga por todas partes, dándote al instante una riqueza de
conocimiento mayor que sólo la palabra en sí. La palabra dada es como un ancho
río que se divide en otros riachuelos que te conducen a todas partes y a lugares
diferentes, pero siempre viniendo del único río. Cualquier enseñanza normal me
hubiera tomado meses aprenderla en una escuela. Mientras experimento las
palabras con tanta fuerza soy igualmente consciente de que la forma escrita y la
manera como debería expresar dichas palabras dependen con todo de mis
capacidades limitadas de lenguaje y expresión.
2. La segunda manera como recibo las palabras de Dios es a través de una luz de
entendimiento en mi intelecto, sin ninguna pronunciación hablada. Es como si
Dios transmitiera Su pensamiento al mío. Inmediatamente sé lo que Dios quiere o
desea decir. Entonces he de escribir este "mensaje no expresado" lo mejor que
puedo, seleccionando mis propias palabras.
Me dijeron más tarde aquí, en Roma, que Sta. Brígida de Suecia
tenía una forma similar de escribir sus mensajes.
¿Por qué el Señor elige esta forma especial de escribir los mensajes para lo
cual se apodera incluso de mi mano? Realmente no lo sé. El Señor sólo me dijo,
cuando le pregunté la razón: "Porque me gusta de este modo". Así que no sé cómo
sucede esto. Me gustaría sin embargo señalar que teólogos que son también
expertos grafólogos, y que han investigado estos escritos, los llaman
"hieráticos", describiendo muchas diferencias innovadoras entre la manera que
escribo y la llamada escritura automática. Más tarde he llegado a saber que
conocidos místicos, como Teresa de Ávila, experimentaron arrebatos de su cuerpo
o a veces de parte de su cuerpo. Creo que ésta es una forma mitigada de arrebato
y confío en que el Señor tiene sus propios designios sobre esto.
2ª Pregunta: Mi relación como cristiana ortodoxa con la Iglesia Católica
Romana
Usted pertenece a la Iglesia Ortodoxa y a menudo exhorta a sacerdotes y
obispos de esa fe a reconocer al Papa y a hacer las paces con la Iglesia de
Roma. Por ello, desafortunadamente, no es bien recibida en algunos países de su
propia creencia. ¿Por qué se dedica a esta misión? ¿Qué idea tiene usted sobre
el Obispo de Roma y cómo prevé el futuro de la unidad cristiana? Sin embargo,
leyendo sus escritos se tiene a veces la impresión de que usted se sitúa por
encima de ambas Iglesias, sin comprometerse con ninguna. Por ejemplo, parece que
recibe la comunión en las dos iglesias, católica y ortodoxa, pero en su estado
matrimonial sigue la costumbre de la oikonomia. Como ya he dicho, estas
observaciones no deben tomarse como censura personal puesto que no tenemos en
absoluto derecho a juzgar su conciencia, pero debe entender nuestra preocupación
acerca de sus seguidores católicos, que pueden interpretar esas actitudes de
forma relativista y sentirse tentados de hacer caso omiso de la disciplina de su
propia iglesia.
Motivaciones para dedicarme a esta obra de unidad.
No creo que hubiera tenido nunca el valor o el celo suficiente para enfrentarme
a la Ortodoxia, tratando de hacerles entender la reconciliación que el Señor
desea de ellos, si no hubiera experimentado la presencia de Nuestro Señor, ni
tampoco hubiera sobrellevado las oposiciones, las críticas y las persecuciones
que ellos me han causado. Muy al principio de la intervención de Dios me sentía
totalmente confusa y temía que estaba siendo engañada; esta incertidumbre era
verdaderamente la mayor cruz, puesto que antes no había oído jamás en mi vida
que Dios puede efectivamente expresarse a la gente de nuestro tiempo y no tenía
a nadie a quién preguntárselo. Por esta razón traté de luchar en contra, pero la
experiencia no cesaba y más tarde, despacio, con tiempo, me tranquilicé y me
convencí de que todo esto era sólo obra de Dios, porque empecé a ver la mano de
Dios en ello. Por eso dejé de tener miedo a enfrentarme con la oposición y la
crítica, y aprendí en cambio a tener total confianza en Nuestro Señor, sabiendo
que, donde a mí me falte, Él siempre colmará a pesar de mi insuficiencia, y sus
obras acabarán siempre gloriosas.
Abordar a los sacerdotes ortodoxos, monjes y obispos para que reconozcan al Papa
y se reconcilien con sinceridad con la Iglesia de Roma no es tarea fácil, como
dice Nuestro Señor en uno de los mensajes; es como tratar de nadar en contra de
una poderosa corriente, pero después de haber visto cómo sufre Nuestro Señor por
nuestra división no podía negarme a Su solicitud cuando me pidió llevar esta
cruz; por tanto, he aceptado esta misión, aunque no sin haber pasado (y pasar
aún) por muchos fuegos.
Me ha preguntado: "¿Por qué se dedica a esta misión?". Mi respuesta es porque
fui llamada por Dios, creí y Le respondí; por consiguiente, quiero hacer la
voluntad de Dios. Una de las primeras palabras de Cristo fueron: "¿Qué casa
es más importante, tu casa o Mi Casa?" Contesté, "Tu Casa, Señor". Él dijo:
"Reaviva Mi Casa, embellece Mi Casa y únela".
Parte de la jerarquía greco-ortodoxa me rechaza totalmente, primero porque no
creen en mí,
4 segundo porque soy una mujer y tercero porque una mujer no
debería hablar. Algunos monjes sospechan de mí, diciendo que probablemente soy
un caballo de Troya enviado y pagado por el Papa, o que incluso soy una uniata.
Muchos no quieren oír hablar de reconciliación o ecumenismo. Consideran una
herejía que rece con los católicos romanos. Esto es lo que ven como tomar
posición sobre ambas iglesias sin estar comprometida con ninguna. Estoy
plenamente y completamente comprometida con mi Iglesia, pero no es ni una
herejía ni un pecado si vivo ecuménicamente y rezo con otros cristianos para
promover la unidad. Sin embargo, la llave de la unidad, según el Señor en los
escritos, es la humildad y el amor. Mucha gente de esas iglesias no tiene aún
esta llave. Muchos laicos greco-ortodoxos, y también desde el simple sacerdote
de la esquina hasta el monje en un remoto monasterio, llaman hoy día herética y
peligrosa a la Iglesia Católica Romana; se les enseña a creer esto desde la cuna
y está mal. Sin embargo, creo que a pesar de su rigidez, pueden cambiar a través
de una metanoia y del poder del Espíritu Santo que les hará doblegarse, y por
las oraciones de los fieles. En nuestras reuniones pedimos a Dios por este
cambio de opinión.
Sin embargo, no es cuestión de que se dobleguen únicamente ellos. Todos deben
doblegarse con humildad y amor. Los miembros de cada iglesia deberían estar
dispuestos a morir a su ego y a su rigidez y entonces, gracias a este acto de
humildad y obediencia a la verdad, la presencia de Cristo resplandecerá en
ellos. Creo que por medio de este acto de humildad, los fallos pasados y
presentes de las iglesias se lavarán y se alcanzará la unidad. Nunca pierdo la
esperanza de acercarme a los ortodoxos y por ello sigo volviendo a ellos para
darles mi testimonio. Doy mi testimonio recordándoles las palabras de Nuestro
Señor: "...que todos sean uno, Como tú, Padre, en mí y yo en ti,... para que el
mundo crea que tú me has enviado" (Jn 17, 21). De este modo, a pesar de los
obstáculos, unos pocos grupos de oración ecuménicos se han formado en Atenas y
en Rodas, con sacerdotes ortodoxos incluidos. Todos estos grupos de oración
empiezan rezando el Rosario, luego otras oraciones. Sin embargo no es sólo
rechazo lo que recibo de la jerarquía ortodoxa, por las razones que he
mencionado más arriba, sino que Nuestro Señor me ha provisto también de un buen
número de amigos clérigos greco-ortodoxos.
El Obispo de Roma.
Nuestro Señor me dio una visión interior de tres barras de hierro que
simbolizaban los tres cuerpos cristianos principales, cristianos católicos,
ortodoxos y protestantes, requiriendo que sus cabezas se unieran, doblándose
hasta encontrarse; pero para encontrarse se tienen que doblegar. Este pasaje
habla de la actitud que se necesita para llegar a la unidad que el Señor ha
estado anhelando desde su oración a su Padre - "que todos sean uno". Este pasaje
de la VVeD no pretende hablar de unidad a nivel ontológico, indicando que no
deberían haber discrepancias sobre hasta qué punto los diversos grupos
cristianos han retenido la verdad que Cristo confirió a su iglesia. Y no es
verdad que yo proponga que esta llamada a la humildad entre hermanos cristianos
deba implicar un enfoque pan-cristiano hacia la unidad y que la unidad deba
adelantarse por medio de un trato sobre la verdad, (como un traficante,
vendiendo y comprando) que conduzca a una nivelación y un relativismo de dicha
verdad. Al contrario, he hablado a menudo sobre la importancia de permanecer
fiel a la verdad, y aún más que mi discurso, el mensaje no es sino una llamada a
vivir conforme a la verdad del Evangelio, en la Única Revelación de Cristo, como
ha sido expresado anteriormente. Los escritos contienen muchos avisos en contra
de la actitud opuesta, hasta el punto de describir un "falso ecumenismo" como un
caballo de Troya que introduce una imagen sin vida de Cristo:
La figura pintarrajeada de varios colores, esta figura que esos traficantes están tratando de hacerte venerar y seguir, no soy Yo; es un invento de la habilidad humana pervertida para degradar el concepto de Mi Santidad y Mi Divinidad; es un falso ecumenismo, es un desafío de todo lo que es santo. Sufro a causa de los pecados de esos traficantes (22.10.1990).
Muchos mensajes sobre la unidad mantienen unidos estos dos aspectos vitales del ecumenismo: la actitud espiritual, implicando humildad y amor hacia los otros cristianos, junto con la inflexible búsqueda de la verdad de Cristo. Un ejemplo es este pasaje donde la Virgen María habla de las estructuras de la unidad:
El Reino de Dios no es sólo palabras en los labios, el Reino de Dios es amor, paz, unidad y fe en el corazón. Es la Iglesia del Señor unida en Una sola dentro de vuestro corazón. Las Llaves de la Unidad son el Amor y la Humildad. Jesús nunca os requirió que os separarais; esta división en Su Iglesia no era Su deseo. (23.09.1991).
Más lejos, en el mismo pasaje,
Jesús habla de la verdad: "Defiende siempre la verdad hasta la muerte. De
vez en cuando se mofarán de ti, pero sólo lo permitiré lo suficiente para
conservar tu alma pura y dócil" (reiterado el 05.06.1992, el 25.09.1997, el
22.06.1998, etc.).
He tenido varios encuentros con clérigos católicos, particularmente en los
Estados Unidos, Holanda y Suiza, que son muy liberales y están muy en contra del
Papa. Tuve que defender la Cátedra de Pedro y explicársela lo mejor que pude a
través de poderosos mensajes que venían de Cristo, mostrándoles cuán confundidas
estaban sus mentes. Al final, muchos de estos sacerdotes vinieron a decirme
cuánto apreciaban esas clarificaciones. Hubo uno o dos, sin embargo, que no
estuvieron de acuerdo, diciéndome que era más católica que los católicos...
Aunque hay muchos pasajes sobre la unidad que se refieren a la unidad entre las
iglesias, hay también bastantes que están especialmente escritos para gran
cantidad de clérigos católicos que se están rebelando contra el Papa, con el fin
de atraerlos de nuevo a la fidelidad hacia él. He aquí un ejemplo:
Yo, el Señor no quiero ninguna división en Mi Iglesia. Por Mi causa os uniréis y bajo Mi Nombre Me amaréis, Me seguiréis y daréis testimonio de Mí. Os amaréis unos a otros como Yo os amo; os uniréis y os haréis un solo rebaño bajo un solo Pastor. 5 Como todos sabéis, Yo he escogido a Pedro, confiriéndole la autoridad. Como todos sabéis, Yo le he dado las llaves del reino de los cielos. He pedido a Pedro que alimente Mis corderos y mis ovejas, cuidando de ellos. 6 Yo le he conferido esa autoridad. No he querido que alteréis Mi deseo (19.03.1988).
Otro mensaje hablando del futuro de la unidad lo deja aún más claro:
Pondré entonces en la mano de Pedro un cetro de hierro con el que guardará Mis ovejas, y en cuanto a aquellos que no saben y se preguntan aún: "¿Por qué debemos tener un guía?" Yo os digo esto: "¿Habéis visto nunca o sabido de algún rebaño de ovejas sin pastor? Yo soy vuestro Pastor Celestial y he elegido a Pedro para guardar Mis corderos hasta Mi vuelta. Le he dado la responsabilidad, ¿por qué entonces todas esas disputas, por qué todas esas vanas discusiones? Y a todos aquellos que aún no conocen Mis palabras, os digo que las leáis en las Escrituras: se encuentran en el testimonio de Juan, Mi discípulo. 7 Yo uniré entonces Mi Iglesia y os rodearé con Mis brazos en un solo redil porque, tal como sucede hoy, estáis todos dispersos, desarrollando demasiadas comunidades y grupos separados. Habéis desmembrado Mi Cuerpo y esto NO PUEDE SER. Os uniré a todos (16.05.1988).
Otros mensajes hablan del Papa como el Vicario de Cristo o el Vicario de la Iglesia. He aquí un ejemplo:
Rogad por la Iglesia entera. Sed el incienso de Mi Iglesia y con esto quiero decir que oréis por todos aquellos que están proclamando Mi Palabra, desde el Vicario que Me representa hasta los apóstoles y profetas de vuestro tiempo, desde las almas sacerdotales y religiosas hasta los laicos, a fin de que estén dispuestos a comprender que todos vosotros que he mencionado sois parte de Un Solo Cuerpo, Mi Cuerpo. (10.01.1990). Más referencias en 01.06.1989, 02.03.1990, 10.10.1990, 18.03.1991, 20.04.1993, 20.12.1993, 15.04.1996, 22.10.1996, 20.12.1996).
Los escritos no contienen ninguna referencia a cómo se relacionará el papel de Pedro con los de las diversas sedes patriarcales, y por tanto no puedo hablar sobre esto. Pero soy consciente de que el mismo Papa, en la Encíclica "Ut unum sint", se abre a una discusión de este género:
Sin embargo, es significativo y alentador que la cuestión del primado del Obispo de Roma haya llegado a ser actualmente objeto de estudio, inmediato o en perspectiva, y también es significativo y alentador que este asunto esté presente como tema esencial no sólo en los diálogos teológicos que la Iglesia Católica mantiene con las otras Iglesias y Comunidades eclesiales, sino incluso de un movimiento más general en el conjunto de movimiento ecuménico. Recientemente los participantes en la quinta asamblea mundial de la Comisión "Fe y Constitución" del Consejo Ecuménico de las Iglesias, celebrada en Santiago de Compostela, recomendaron que esta comisión "inicie un nuevo estudio sobre la cuestión de un ministerio universal de la unidad cristiana". Después de siglos de duras polémicas, las otras Iglesias y Comunidades eclesiales escrutan cada vez más con una mirada nueva este ministerio de unidad. 8
La misma encíclica confirma la necesidad de que Oriente y Occidente se vuelvan a unir, permitiendo diferencias entre las dos confesiones mientras estén en plena comunión:
En esta línea, la Iglesia Católica no busca más que la plena comunión entre Oriente y Occidente. Para ello se inspira en la experiencia del primer milenio. En efecto, en este período "el desarrollo de diferentes experiencias de vida eclesial no impedía que, mediante relaciones recíprocas, los cristianos pudieran seguir teniendo la certeza de que en cualquier Iglesia se podía sentir como en casa, porque de todas se elevaba, con una admirable variedad de lenguas y modulaciones, la alabanza al único Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo; todas se hallaban reunidas para celebrar la Eucaristía, corazón y modelo para la comunidad no sólo por lo que atañe a la espiritualidad o la vida moral, sino también para la estructura misma de la Iglesia, en la variedad de los ministerios y de los servicios bajo la presidencia del Obispo, sucesor de los Apóstoles. Los primeros concilios son un testimonio elocuente de esta constante unidad en la diversidad". 9
Aunque los escritos no hablan de cuestiones estructurales relativas a Oriente y Occidente, hay muchas referencias a la importancia de la Iglesia de Oriente. Por ello, el inflexible subrayado de la importancia del papel de Pedro hace pareja en mensajes posteriores con una percepción de que la renovación espiritual haya podido muy bien estar inspirada por la Iglesia de Oriente. Por ello se hace aún más evidente por qué el Cuerpo de Cristo necesita respirar con ambos pulmones -los de la presencia occidental y oriental de la Iglesia:
Casa de Occidente, te has dado cuenta, por la Luz de Mi Espíritu, de que un cuerpo necesita sus dos pulmones para respirar libremente, y de que Mi Cuerpo es imperfecto con un solo pulmón; ruega para que Mi Espíritu vivificador os junte, pero ¡cuánto habré de sufrir antes! 10 (27.11.1996)
Y otro mensaje similar:
Ruega para que la casa de Oriente y la de Occidente se unan, como dos manos que se unen para la plegaria; un par de manos similares y llenas de belleza al señalar juntas hacia el cielo cuando están en oración. Que esas dos manos pertenecientes al mismo cuerpo trabajen juntas y compartan su capacidad y sus recursos la una con la otra... que esas dos manos me eleven juntas... (15.06.1995).
Otro mensaje habla del papel que desempeña Oriente en juntar de nuevo las dos casas, unificando el Cuerpo de Cristo:
Escucha y escribe: la gloria
brillará desde la ribera oriental. Por eso digo a la casa de Occidente: vuelve
tus ojos hacia Oriente. No llores amargamente sobre la Apostasía y la
destrucción de tu Casa; no te dejes llevar del pánico, porque mañana comerás y
beberás junto con Mi retoño de la ribera oriental - Mi Espíritu os reunirá. ¿No
has oído que Oriente y Occidente serán un solo reino?
¿No has oído que me conformaré con una sola fecha?
11
Voy a extender Mi Mano para grabar en un bastón las
palabras: Ribera occidental, Casa de Pedro y de todos aquéllos que le son
leales; luego, en otro bastón, grabaré: Ribera oriental, Casa de Pablo junto a
todos aquéllos que le son leales. Y cuando los miembros de las dos casas digan:
"Señor, dinos qué piensas hacer ahora", les diré: "Tomaré el bastón en el que he
grabado el nombre de Pablo junto con todos los que le son leales y lo pondré con
el bastón de Pedro y sus leales, formando uno solo. Haré un solo bastón de los
dos y los sostendré como uno solo; los ligaré juntos con Mi Nuevo Nombre; éste
será el puente entre Occidente y Oriente. Mi Santo Nombre ligará el puente para
que intercambiéis vuestras posesiones a través de este puente; no practicarán
más solos, sino juntos, y Yo reinaré sobre todos ellos.
Sucederá lo que he planeado, y si los hombres te dicen, hija, que estos signos
no vienen de Mí, diles: "No temáis, ¿no habéis oído que Él es a la vez el
Santuario y la piedra de tropiezo, la Roca que puede derribar las dos casas pero
también levantarlas de nuevo como una sola Casa? (24.10.1994).
De nuevo este mensaje no resta
nada al papel y a la autoridad de Pedro, pero resalta la importancia de tener
unidas las dos partes, oriental y occidental, del Cuerpo de Cristo, para que el
Mundo crea.
El Futuro de la Unidad Cristiana
Aunque el mensaje confirma la primacía de Pedro, el Obispo de Roma, reconocida
en ambas tradiciones, ortodoxa y católica, no habla de cuestiones de
jurisdicción. Creo que no estoy llamada a hablar sobre esta cuestión y, por
tanto, me abstengo de hacerlo de todos modos.
Mi llamada es para confirmar la importancia del Papa y defender su Cátedra ante
todos aquellos que tienden a desobedecerle y rebelarse contra él, mientras que
aliento la construcción y el fortalecimiento de las estructuras interiores de la
unidad. Mi planteamiento primordial para la unidad es el de la unidad por medio
de la espiritualidad. El mensaje es una llamada a la unidad a la vez intra nos y
extra nos - una llamada a fortalecer la dinámica espiritual de la unidad a la
vez dentro de cada iglesia en particular y entre todas ellas.
No sé qué aspecto tendrán las estructuras futuras de la iglesia unificada, ya
que el Señor ha preferido no hablar sobre esto ni tampoco me ha favorecido
dándome alguna luz acerca de ello, pero creo que llegará a través de la
espiritualidad; y creo que se me ha concedido un anticipo de la gracia de esa
futura unidad en varias reuniones ecuménicas.
En marzo de 2002, por ejemplo, el Señor permitió que nuestros grupos de oración
se reunieran en su lugar de nacimiento, Belén. Fueron 450 personas de todas
partes, sí, de más de 55 países y de 12 iglesias diferentes, a un encuentro
internacional de oración por la paz y la unidad. Nos reunimos como una sola
familia. Nos acompañaron 75 clérigos de las 12 iglesias diferentes, pero además
otros clérigos de Tierra Santa que, al enterarse de este encuentro de oración,
también se nos unieron. Este evento ecuménico fue coordinado por algunos judíos
y palestinos que se habían sentido conmovidos por los escritos de "La Verdadera
Vida en Dios". Creyeron en la redención de Cristo y en su plan de salvación para
nuestro tiempo y se ofrecieron voluntarios para organizar este encuentro. Cuando
se sabe cómo, en nuestros días, palestinos y judíos están luchando unos contra
otros, su reconciliación es un signo del poder del Espíritu Santo que reunió a
esas dos naciones para trabajar para un encuentro por la paz entre cristianos
divididos. Como dicen las Escrituras: "Frutos de justicia se siembran en la paz
para los que procuran la paz" (St 3, 18). Esto es una lección para todos
nosotros.
Vivimos y tuvimos un anticipo de cómo será algún día la unidad entre los
cristianos. Clérigos de diferentes iglesias nos dieron conferencias sobre la
unidad. Sus palabras resonaban como si procedieran de una sola voz y una sola
mente. Durante sus pláticas sentimos el gran deseo de ser todos uno. Vimos y
observamos la sed de unidad que tienen laicos y clero. Pero percibimos al mismo
tiempo las enormes heridas externas que nuestra división ha producido en el
Cuerpo Místico de Cristo.
La mayoría de nosotros estamos cansados de esta división, porque no está de
acuerdo con la ley de amor de Nuestro Señor. Cristo está más cansado aún de
vernos divididos. Las ovaciones y exclamaciones de alegría de todas esas
naciones que se sentían vinculadas entre sí, reclamando una unidad completa
entre los cristianos, puso en evidencia que esta división no sólo es un pecado
sino también un antitestimonio. No obstante, el mayor pecado contra la unidad es
mantener separadas las fechas de Pascua. Qué bueno será cuando podamos gritar
todos juntos: "Christos Anesti" a una sola voz, todos el mismo día. Todos
decimos: "Hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo..." Jesucristo
nos unió con su Sangre, de modo que ¿cómo se puede negar esta unidad? "Porque Él
es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los
separaba, la enemistad, anulando en su carne la Ley de los mandamientos con sus
preceptos, para crear en sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo, haciendo la
paz..." (Ef 2, 14-15) ¿Cómo podemos decir "no" a Dios, si Él quiere que nos
unamos? ¿Podría acaso ser porque nuestros corazones se han endurecido? ¿Hemos
olvidado las palabras del Santo Padre cuando dijo: "Los elementos que nos unen
son mucho mayores que los que nos dividen"? De modo que deberíamos tomar esos
elementos y emplearlos para allanar el camino hacia una unidad completa.
La Sagrada Eucaristía y la participación eucarística.
En el Catecismo de la Iglesia Católica se dice sobre la Eucaristía, refiriéndose
a San Agustín:
Ante la grandeza de este misterio [la Sagrada Eucaristía] San Agustín exclama: '¡Oh sacramento de piedad! ¡Oh signo de unidad! ¡Oh vínculo de caridad!' Cuanto más dolorosamente se hacen sentir las divisiones de la Iglesia que rompen la participación común en la mesa del Señor, tanto más apremiantes son las oraciones al Señor para que lleguen los días de la unidad completa de todos los que creen en Él (CIC 1398).
El Señor nos urge a
reconciliarnos y unirnos de nuevo. Como dijo recientemente un conocido cardenal
católico a un sacerdote ortodoxo de Nueva York, amigo mío, que asistió a la misa
de dicho cardenal en Roma, yo tengo el mismo convencimiento de que debe ser
posible obtener de nuevo esa unión, alrededor de la mesa del Señor, entre
católicos y ortodoxos, porque compartimos los mismos sacramentos y tenemos
virtualmente la misma fe, aunque esté revestida de expresiones diferentes de fe
y culto. He podido experimentar desde el amor ardiente de Nuestro Señor la
profundidad de su deseo por la unión perfecta de su Cuerpo y creo que sufre un
gran dolor a causa de nuestra falta de amor y comunión. Por tanto, no tengo
mayor deseo que ver su Cuerpo unido de nuevo y estoy convencida de que nosotros,
los cristianos, si realmente amamos a Jesucristo, debemos hacer todo lo que esté
en nuestro poder para trabajar por la reconciliación de los miembros separados
del cuerpo de Cristo.
Mientras tanto sé que esta unión no resultará fácil sino sólo a través de un
milagro de Nuestro Señor. Aunque debemos hacer todo lo que podamos para avanzar
en la unidad, Él ha prometido concedernos esa unión que será obra del Espíritu
Santo puesto que, como dije en una ocasión anterior, en 1992, llegará tan de
repente como la caída del muro de Berlín: "La Misericordia y la Justicia
están obrando tales maravillas como no han ocurrido jamás en muchas
generaciones, y la Unidad llegará sobre vosotros como la Aurora y tan
repentinamente como la caída del comunismo. Vendrá de Dios y vuestras naciones
lo llamarán el Gran Milagro, el Día Bendito de vuestra historia" (10.01.1990).
La Iglesia de Cristo es una en el sentido de que Cristo es uno y sólo tiene un
Sagrado Cuerpo. Es la gente de la iglesia la que está dividida. Si los
cristianos son capaces de ir más allá de los obstáculos negativos que los
separan, obstáculos que según las Escrituras están en contra del cumplimiento de
la unidad de fe, amor y culto entre nosotros, el Padre escuchará la oración ya
expresada por su Divino Hijo cuando dijo: " ...que todos sean uno, como Tú,
Padre, en Mí y yo en Ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el
mundo crea que Tú me has enviado" (Jn 17, 21).
Mientras espero esta gracia, sigo lo mejor que puedo los principios en el actual
estado de cosas y estoy convencida de no infringir en la conciencia de los
miembros de cualquier iglesia. En la pregunta se dice lo siguiente: "Sin
embargo, leyendo sus obras se tiene a veces la impresión de que usted se sitúa
por encima de ambas iglesias sin estar comprometida con ninguna..." No hay base
en la obra escrita para tener la impresión de que me sitúo por encima de ambas
iglesias. Tal como usted lo describe parece referirse más al nivel práctico.
En cuanto a la manera en que practico mi fe, soy ortodoxa y estoy plenamente
comprometida con mi iglesia. Siempre que hay cerca una iglesia ortodoxa no dejo
nunca de asistir a su Misa Dominical, a menos que, por supuesto, no haya
ninguna, como en Dacca, Bangladesh, donde vivía. Justo antes de venir a Roma,
donde ahora resido, viví once años en Suiza. Cada domingo iba a nuestra iglesia
ortodoxa y el sacerdote griego de Lausanne, el P. Alexander Iossifides, es
testigo de ello, así como los fieles que estaban en la iglesia y me veían con
regularidad, a no ser que estuviera viajando, naturalmente.
Durante mis viajes en el extranjero, cuando se ha establecido un programa que
debo seguir para dar mi testimonio, a veces -y añadiría, con muy poca
frecuencia- puede ocurrir que los sacerdotes católicos o los obispos del lugar
que me ha invitado a hablar, hayan programado a continuación una Santa Misa
pública, en el mismo lugar donde he hablado; entonces permanezco con la gente
para la Misa, como está en el programa, y recibo ahí la Sagrada Comunión.
Aquí en Roma vivo fuera del centro y bastante lejos de mi iglesia
greco-ortodoxa, que está en el centro de Roma. Hay una iglesia ortodoxa eslava
en Tre Fontane que solía frecuentar, pero no entiendo el idioma. Y por eso me
permito de vez en cuando, puesto que estoy fuera la mitad del tiempo, recibir la
Sagrada Comunión en el Santuario de Nuestra Señora del Divino Amor que está a
tres kilómetros de mi casa.
Creo que el Concilio Vaticano Segundo me permite hacer esto cuando dice, como
reitera el Catecismo de la Iglesia Católica: "Una cierta comunión in sacris,
por tanto, en la Eucaristía, "no solamente es posible sino que se aconseja en
circunstancias oportunas y aprobándolo la autoridad eclesiástica" (CIC 1399).
En el Decreto Orientalium Ecclesiarium del Vaticano II se declara:
"...pueden ser administrados los sacramentos de la Penitencia, la Eucaristía y
la Unción de Enfermos a los orientales que de buena fe se hallan separados de la
Iglesia, con tal que los pidan espontáneamente y estén debidamente dispuestos".
El Código Católico de Derecho Canónico declara:
Los ministros católicos administran lícitamente los sacramentos de la Penitencia, Eucaristía y Unción de los Enfermos a los miembros de Iglesias orientales que no están en comunión plena con la Iglesia Católica, si los piden espontáneamente y están bien dispuestos; y esta norma vale también respecto a los miembros de otras Iglesias que, a juicio de la Sede Apostólica, se encuentran en igual condición que las citadas Iglesias orientales, por lo que se refiere a los sacramentos (Canon 844.3).
La carta encíclica del Papa Juan Pablo II, "Ut unum sint" prosigue estas afirmaciones con referencia a Orientalium Ecclesiarium:
En función de los estrechísimos vínculos sacramentales existentes entre la Iglesia católica y las Iglesias Ortodoxas, el Decreto Orientalium Ecclesiarium ha puesto de relieve que "la práctica pastoral demuestra, en lo que se refiere a los hermanos orientales, que se pueden y se deben considerar diversas circunstancias personales en las que ni sufre daño la unidad de la Iglesia, ni hay peligros que se puedan evitar, y apremia la necesidad de salvación y el bien espiritual de las almas. Por eso, la Iglesia católica, según las circunstancias de tiempos, lugares y personas, usó y usa con frecuencia un modo de actuar más suave, ofreciendo a todos medios de salvación y testimonio de caridad entre los cristianos, mediante la participación en los sacramentos y en otras funciones y cosas sagradas". 12
En cuanto a la relación con las iglesias de la Reforma las cosas son algo más complejas. Muchas personas de educación protestante que leen la VVeD se hacen católicos por su libre elección, debido principalmente a las cuestiones acerca de la Eucaristía. Jesús no habla en los mensajes sobre la validez de sus sacramentos, pero urge a los protestantes una vez más a amar a la Madre de Jesús y a reconocer la función de Pedro:
Vassula, ha llegado el momento de unir Mi Iglesia. Uníos de nuevo, bienamados, venid a reconstruir estas antiguas ruinas; reconstruid Mis primitivos cimientos, unos cimientos establecidos por Mi propia Mano. Honrad a Mi Madre como Yo, que soy La Palabra y estoy por encima de todo, la honro. ¿No he de desear, pues, que vosotros, que no sois más que polvo y cenizas, La reconozcáis como Reina del Cielo y La honréis? Mi dolor hoy día es ver qué poco reconoce Mi creación Su importancia. La mayoría de Mis devotos que se hallan bajo el nombre de Lutero y se han aislado completamente deben volver a Pedro (22.12.1987).
En otro mensaje Cristo reprende a aquellos cristianos que son incapaces de ver la grandeza del misterio de la Eucaristía y la Divina Presencia de Cristo en ella:
...y así digo a esas iglesias cuyo clero no ha aceptado Mi Misterio: "Volved a vuestro sano juicio y buscadme fervientemente. Controlad también vuestro resentimiento hacia Mi Madre. Que toda raza sepa que Mi Carne y Mi Sangre vienen de Mi Madre. Sí, Mi Cuerpo viene de la Santísima Virgen, de sangre pura. ¡Bendito sea Su Nombre! Para salvar a todos los humildes de la tierra que Me reciben y para darles vida imperecedera, Me convierto en pan para darme a vosotros. Y por medio de esta Comunión, santifico a todos los que Me reciben, deificándoles para que se conviertan en carne de Mi Carne, hueso de Mis Huesos (...) a través de Mi Divinidad Yo deifico a los hombres (...) Ahora estoy siendo juzgado por los hombres. El Vestido 13 que os puede cubrir, ataviándoos majestuosamente, proporcionándoos una metamorfosis, divinizándoos, es rechazado por esas iglesias que no pueden comprender Mi Misterio... Hoy grito de nuevo desde el Cielo; "Hermanos, ¿por qué estáis socavando Mi Divinidad? Si vosotros reclamáis que sois los únicos que sabéis lo que está bien, entonces, ¿por qué está vuestro espíritu saqueando Mi Iglesia? (...) Os estoy invitando a celebrar la Misa y participar en el Misterio Divino de la manera que Yo verdaderamente instituí (...) Afirman Mi fuerza, proclamando Mi temible poder, cantándome sus alabanzas, reconociendo Mi Omnipotencia y Mis poderosas maravillas. Pero yo me convierto en un escollo cuando se trata de medir la magnificencia de Mi Divinidad y de Mi Presencia en la Eucaristía (16.10.2000).
Situación matrimonial
En su pregunta dice más abajo, refiriéndose a que recibo a veces la Sagrada
Comunión en la Iglesia católica: "nuestra preocupación acerca de los seguidores
católicos que pueden interpretar estas actitudes de una forma relativista y
sentirse tentados de hacer caso omiso de la disciplina de su propia Iglesia". Si
según el Derecho Canónico que he citado más arriba se prueba que estoy en total
concordancia con la ley canónica de la Iglesia Católica, no veo razón para que
las personas católicas reaccionen de forma relativista.
No estoy a favor del divorcio y no busco promover entre los cristianos católicos
que deba permitirse a los divorciados volver a casarse. Mi divorcio y segundo
matrimonio civil fueron anteriores a mi conversión. Después de mi conversión, a
la luz de los mensajes de la VVeD, descubrí que mi situación matrimonial no era
regular. Sin embargo nadie sabía de esa situación excepto yo misma y también fui
yo misma quien la deploró públicamente. Denuncié mi propia situación cuando de
hecho nadie sabía nada acerca de ello. Habiéndome dado cuenta de mi
equivocación, me puse en contacto con mis autoridades eclesiales en Lausanne y
pasé por un proceso de aclararlo todo de acuerdo con los reglamentos
matrimoniales ortodoxos. Soy, por tanto, una cristiana ortodoxa en paz con mi
Iglesia y sus reglamentos, como cualquier otro cristiano ortodoxo y, como tal,
estoy autorizada a recibir la Eucaristía en mi propia Iglesia y en la Iglesia
Católica, de acuerdo con los principios mencionados más arriba. De ninguna
manera hago caso omiso de los reglamentos de la Iglesia católica. Para su
información adjunto mi Certificado de Matrimonio a este documento (Anexo 1).
3ª Pregunta: Confusión de terminología referente a las personas de la
Santísima Trinidad.
En sus primeros escritos, como se observa en la "Notificazione", había cierta
confusión de terminología respecto a las Personas de la Santísima Trinidad.
Estamos seguros de que usted suscribe la enseñanza de su Iglesia. ¿Cree que
puede ayudarnos a esclarecer esas expresiones? Cuando se tratan materias de fe,
¿no sería útil seguir la terminología oficial de los catecismos clásicos para
evitar la confusión en la mente de los lectores de "La Verdadera Vida en Dios"?
Respecto a esto voy a tratar de explicar lo mejor que pueda el dilema de
lenguaje, recordándole que no soy una teóloga que puede expresarse de una manera
técnica o recibe palabras de lo alto en terminología oficial. Está claro que el
Señor se ha expresado del modo que yo era capaz de entender, adaptándose para
ponerse a mi alcance. No me habla ni en una teología escolástica, aunque tampoco
lo hizo mientras estaba en la tierra, cuando dijo: "El Padre y Yo somos Uno" (Jn
10, 30), ni tampoco en la de S. Pablo cuando escribió: "El Señor es el Espíritu"
(II Co 3, 17). A Bernardette de Lourdes, María le habló en el dialecto local,
que no era buen francés. Incluso, en los libros inspirados de la Escritura, he
aprendido que hay una diferencia notable entre el griego refinado de S. Lucas y
el lenguaje sencillo de S. Marcos. Sta. Catalina de Siena explicó en una
ocasión, en su Diálogo: "Tú eres mi Creador, Trinidad Eterna, y yo soy tu
criatura. Has hecho de mí una creación nueva en la sangre de Tu Hijo" .
14 Llamar a Cristo Hijo de la Trinidad suena heterodoxo pero
tomamos esta parte, en la medida de lo posible, en el buen sentido...
Así que es perfectamente normal que Cristo emplee al principio mi nivel de
vocabulario, más bien que el lenguaje de un teólogo. A veces articulé palabras
salidas de mi experiencia personal de Dios y expresé lo que había sentido en los
términos que me venían espontáneamente, sin mucha reflexión crítica sobre cómo
les sonaría a los demás o si podía ser mal interpretado. Expresar con palabras
misterios divinos era bastante duro para mí y más aún cómo debería uno expresar
esos misterios divinos de manera apropiada, en el lenguaje tradicional. Los
teólogos, por el contrario, usan un vocabulario que ha sido cuidadosamente
depurado por muchos siglos de discusión.
No sé exactamente a qué partes de los primeros escritos se refiere la pregunta,
pero puedo imaginarme que se trata de haber llamado a Cristo, "Padre". Cristo es
el Hijo del Padre. En estos aspectos de la revelación, los escritos no se
refieren de manera ontológica o doctrinal a la persona de Cristo. Más bien es un
lenguaje afectuoso y paternal, el mismo lenguaje que Jesús usaba con sus
discípulos: "Hijos míos... " (Jn 13, 33). Ya Isaías describía al Mesías como
"Maravilla de Consejero, Dios Fuerte, Siempre Padre, Príncipe de Paz" (Is
9,5).
Desde el principio nunca confundí al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. La
presencia (actitud) de Cristo conmigo era de afecto paternal. Cuando en un
pasaje llamé a Jesús, "Padre", fue debido a la manera paternal con que me
hablaba. Era como esas veces en que los padres están explicando y enseñando
ciertas cosas a sus hijos, con paciencia y amor, para su crecimiento y
desarrollo. He aquí un ejemplo de las palabras de Jesús: "Crece en espíritu,
Vassula, crece, porque tu tarea es comunicar todos los mensajes dados por Mí y
por Mi Padre. La Sabiduría te instruirá". Yo entonces contesté: "¡Sí, Padre!"
Jesús replicó: "¡Qué hermoso oírte llamarme 'Padre'! Anhelaba oír de tus labios
esta palabra: 'Padre'" (16.02.1987). En la Letanía del Santísimo Nombre de
Jesús se Le llama: "Padre del mundo venidero". La secuencia de la Misa de
Pentecostés nombra al Espíritu Santo, "Padre de los pobres". He escogido a S.
Simeón, un teólogo y santo muy querido e importante en mi tradición ortodoxa,
para darle algunas semejanzas más. Esto es lo que dice: " Para los que han sido
destetados, Él (Cristo) desempeña el papel de un Padre amoroso que vigila el
crecimiento y desarrollo de Sus hijos" (Oraciones Éticas Teológicas 4, 269-270).
La crítica puede referirse también a un mensaje en particular, al principio,
cuando el Señor quería enseñarme sobre la unidad de la Santísima Trinidad. El
mensaje que podría cuestionarse era: "Yo soy el Padre y el Hijo. ¿Lo
entiendes ahora? Yo soy Uno, Yo soy Todo en Uno" (02.03.1987). Aquí el Señor
quería que entendiera la unidad perfecta y ontológica de la Santísima Trinidad;
de qué modo las tres Personas divinas son indivisibles y tan completamente uno
en naturaleza. Como dijo S. Simeón en su Himno 45, 7-21: "Tres en uno y uno en
tres... ¿Cómo podría saber, Señor, que tenía tal Dios, Dueño y Protector, Padre,
Hermano y Rey...?" Gradualmente, cualquier terminología no oficial se fue
cristalizando con el tiempo, de modo que si alguien pudo tener alguna confusión
se esclareció más tarde.
Recordemos cómo Benedicto XIV, hace tiempo, tomó nota de pasajes dudosos en los
escritos de los Padres de la Iglesia y los santos y dispuso que:
... lo que éstos han dicho debe tomarse, en la medida de lo posible, en el buen sentido... los puntos oscuros de un texto han de ser explicados de otro modo por textos más claros... búsquese la intención del escritor, no por una frase en particular, sino por todo el contexto de la obra; la benevolencia debe ir unida a la severidad; el juicio sobre opiniones con las que uno no está de acuerdo debe hacerse no sobre la base de las propias opiniones sino de acuerdo con la probabilidad de la doctrina (Constitución de introducción al Índice).
En uno de los primeros mensajes
cuento cómo me pidió Jesús que "esbozara cómo es la Santísima Trinidad".
Describí haber tenido una visión de luz. Luego salió de ella otra luz y luego
otra, sumando tres. Entonces comenté: "Cuando el Hijo está en el Padre son
entonces uno. La Santísima Trinidad es UNO y lo mismo. Pueden ser tres, pero los
tres pueden ser uno. Resultado, Un Solo Dios". Esta afirmación emplea, como supe
luego, una metáfora que se remonta al Credo Niceno que declara que el Hijo
procede del Padre como "luz de luz". Esta imagen, desde entonces, se ha hecho
clásica en el pensamiento cristiano. Por ejemplo, Simeón el Teólogo escribe
sobre " el Único que, en el principio, antes de todas las edades, fue engendrado
por el Padre, y con el Espíritu, Dios y Palabra, triple en unidad, mas una sola
luz en los tres" (Himno 12, 14-18).
A veces habla Dios Padre y es evidente para cualquier lector que conoce las
Escrituras que es realmente el Padre quien habla, pues menciona palabras como
"Mi Hijo Jesús" etc. Luego puede suceder que el mismo día, algo más tarde,
Cristo me llame para continuar el mensaje y hable. De nuevo, el lector que
conozca las Escrituras comprenderá que es Cristo quien habla porque hablará de
Sus Llagas o Su Cruz. En cuanto a los mensajes que empiezan, por ejemplo, con el
Padre y continúan más tarde con el Hijo, suelen contener una referencia diciendo
"más tarde". Si no puse ninguna referencia para ayudar al lector, es porque me
parecía tan evidente quién hablaba en ese momento, por las palabras
pronunciadas, que las dejé tal cual. Entre los miles de lectores, jamás recibí
una carta de nadie que pidiera aclaraciones sobre el tema y nadie vino nunca a
decirme que se sentía desconcertado. Sólo dos clérigos en los Estados Unidos
interpretaron el mensaje de manera errónea, publicando sus opiniones en
boletines, una y otra vez, sin haberse encontrado jamás conmigo.
En un pasaje de los escritos de La Verdadera Vida en Dios, Cristo dice: "Yo soy
la Trinidad". Aquí Cristo Se identifica con la naturaleza divina de la Trinidad
que es Única. Cristo es uno de la Trinidad. Cristo habla como la divinidad,
puesto que es única en naturaleza, comunicada por cada una de las tres personas.
En uno de los pasajes de La Verdadera Vida en Dios hablaba Cristo: Bendita
seas, hija Mía. Yo, tu Padre Santo, te amo. Yo soy la Santísima Trinidad.
Luego añadía: Has discernido bien. Yo había discernido, mientras Jesús decía
Yo soy tu Padre Santo, un Jesús "triple", como esas imágenes de fantasía de
una persona, hechas de modo que parezcan tres, una saliendo de la otra, todas
similares y las tres iguales. "Yo soy la Santísima Trinidad, todo en uno"
(11.04.1988) (Única, indivisa, una esencia, una sustancia). Si nos fijamos sólo
en la afirmación inicial atribuida a Jesús, podríamos preguntarnos si no se está
identificando Él Mismo con el Padre y después con la Trinidad entera. Pero si
seguimos leyendo, resulta claro que no lo está haciendo.
Cristo estaba tratando de enseñarme la unicidad de la Santísima Trinidad, cómo
las Tres Personas son indivisas y tan completamente uno. La unicidad de la
Trinidad viene dada no principalmente por el hecho de que las tres personas son
indivisas (¡como amigos inseparables!) sino por el hecho de que cada una de
ellas posee la misma única naturaleza divina y se distinguen solamente por su
relación mutua.
En otro pasaje de la Verdadera Vida en Dios, Cristo me enseña cómo se reconoce
la Trinidad en cada uno de ellos como una Única y misma sustancia: "¿...acaso
no soy Generoso? ¿Acaso no soy el Altísimo? Pues tened confianza porque estáis
en los Brazos de vuestro Padre. Yo, la Santísima Trinidad soy Uno y lo Mismo
(sustancia)..." (25.07.1989).
Con el fin de expresar esto con la manera de pensar de la tradición de la
Iglesia Ortodoxa, puede resultar útil volver de nuevo al libro de Basil
Krivoscheine sobre San Simeón. Allí las palabras están expresadas mejor de lo
que yo las expresaría. "Dios está por encima de cualquier nombre. Él es
Trinidad, sin embargo, el Único, y su Unidad no puede ser expresada" (p. 284). Y
del mismo San Simeón:
Por múltiples nombres que Te llamemos, Tú eres un único ser... Este único ser es una naturaleza en tres hipóstasis, una sola Divinidad, un solo Dios en una sola Trinidad, no tres seres. Y sin embargo el Único es tres según las hipóstasis. Son connaturales una a la otra según la naturaleza, enteramente del mismo poder, la misma esencia, unidas sin confusión de una manera que sobrepasa nuestro entendimiento. Por otra parte son distintas, separadas sin separación, tres en uno y uno en tres (Himno 45, 7-21).
Y en otro pasaje de la VVeD,
Cristo insiste en la Unicidad Divina de la Trinidad: "Yo-Soy Aquél-Que-Salva,
Yo soy vuestro Redentor, Yo Soy la Santa Trinidad todo en Uno, Yo Soy el
Espíritu de Gracia..." (28.07.1989).
Aquí Jesús me estaba diciendo que Él está en el Padre con el Espíritu, del mismo
modo que el Padre y Él están en el Espíritu. Él, el Hijo, es y permanece
coeterno en el Padre, con el Espíritu Santo. Podemos recordar las palabras de
Cristo: "Dios es Espíritu y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en
verdad" (Jn 4, 24). De vital importancia son también las palabras de S. Pablo:
"...Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí
está la libertad" (2Co 3,17). Nunca encontraremos al Padre separado del Hijo o
del Espíritu, ni al Hijo separado del Padre y del Espíritu, ni al Espíritu
excluido de la unión con aquél del que procede. De aquí la expresión "Yo soy
la Santísima Trinidad, todo en Uno" y otras expresiones en los escritos,
similares a ésta. Igualmente, en otro pasaje de la VVeD, especifico: "El Hijo
está en el Padre. Son sólo uno. La Santísima Trinidad es una y lo mismo: tres
Personas pero un solo Dios: uno en tres" (23.11.1987).
Me gustaría explicar de modo especial estas dos expresiones que salen a menudo
en los escritos de La Verdadera Vida en Dios. Habla Cristo: "...sed uno como
la Santísima Trinidad es Una y lo mismo" O esta otra expresión: "Rogad
para que Mi Rebaño sea uno, como Yo y el Padre somos Uno y lo mismo"
(29.03.1989).
Aquí hay un factor muy importante. Cuando Cristo usa la palabra "lo mismo" es
distinto si se traduce esta palabra al italiano o al francés porque el
significado cambia, y me gustaría señalar que ha habido deficiencias de
traducción, pero no se me puede responsabilizar de eso. En inglés (que es la
lengua original de los escritos) no significa "la misma persona" sino que
significa "igual" en el sentido de "unidad de esencia", "sustancia".
Luego hay pasajes en los que la Santísima Trinidad habla por turnos con la misma
voz. Pero incluso así, está muy claro. He aquí un pasaje, por ejemplo: "...
tus aterrados gritos atravesaron los cielos, llegando a oídos de la Santísima
Trinidad... ¡hija Mía! La Voz del Padre, llena de alegría, resonaba por todo
el Cielo. Luego habló el Hijo: "Ah... ahora la haré penetrar en Mis Llagas y
la dejaré comer Mi Cuerpo y beber Mi Sangre. La desposaré y será Mía para la
eternidad. Le demostraré el Amor que siento por ella, y sus labios, en adelante,
tendrán sed de Mí, y su corazón será el apoyo de Mi Cabeza". El Espíritu
Santo dijo inmediatamente después: "Y Yo, el Espíritu Santo, descenderé sobre
ella para revelarle la verdad y Nuestras profundidades. Recordaré al mundo, por
medio de ella, que el mayor de todos los dones es el amor". Y entonces habló
la Santísima Trinidad a una voz: "¡Celebrémoslo! ¡Que todo el Cielo lo
celebre!" (22.12.1990).
El misterio de la Santísima Trinidad, su unicidad combinada con los distintivos
rasgos de cada una de las tres personas y la relación entre ellas es uno de los
mayores misterios de la fe cristiana. Sin embargo, el hecho de que la Trinidad
sea tan infinito misterio no debe encogernos para alabar sus maravillas ni
evitarnos hablar de ello, a pesar de que el lenguaje humano nunca será capaz de
expresar la belleza y la inmensidad del Único pero Trino. Porque el misterio de
la Santísima Trinidad es tan central para nuestra fe que se sitúa por encima y
vierte luz sobre los otros misterios de la fe. Esto ha sido señalado una vez
más, muy claramente, en el Catecismo de la Iglesia Católica:
El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la "jerarquía de las verdades de la fe". 15 "Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia del camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela, reconcilia consigo a los hombres, apartados por el pecado, y se une con ellos" 16 (CIC 234).
4ª Pregunta: Protología y Escatología
Existen también algunas dificultades respecto a la protología y la
escatología. ¿En qué sentido tiene el alma una "visión de Dios" antes de ser
infundida en el cuerpo? Y ¿cómo concibe usted el lugar que ocupa el Nuevo
Pentecostés dentro de la historia de la salvación con relación a la parusía y la
resurrección de los muertos?
Protología: Yo no creo en ninguna forma de reencarnación. Por el
contrario, mis escritos hablan en contra de la reencarnación y de la Nueva Era:
"Esas doctrinas de Satanás os enseñan a creer en la reencarnación, mientras
que no hay reencarnación; conservan la apariencia externa de religión pero han
rechazado su poder interno, el Espíritu Santo y la Sagrada Comunión"
(19.04.1992). El pasaje al que posiblemente se refiere usted podría ser el
siguiente:
... Entonces, en medio de una luz deslumbrante, vuestras almas verán lo que vieron una vez en esa fracción de segundo, ese momento exacto de vuestra creación... Verán a Aquél que os sostuvo primero en Sus Manos, los Ojos que os vieron por primera vez, verán las Manos de Aquél que os formó y os bendijo... verán al Padre Tiernísimo, a vuestro Creador... (15.09.1991).
Éste es un pasaje de lenguaje
poético y místico. Lo que se afirma aquí no es de ninguna manera la
preexistencia del alma. Explica más bien cómo Dios bendice y ama a cualquier
alma desde el instante mismo de su creación. Creo que somos creados a imagen de
Dios y tenemos su impronta en la profundidad de nuestras almas, y de ahí que los
seres humanos sientan un anhelo natural por su Creador que sólo Él puede
satisfacer; como dice San Agustín: "El corazón fue hecho para Dios; y no podrá
descansar hasta que descanse en Dios". El concepto importante que he tratado de
comunicar por medio de esta frase es que llevamos la imagen de Dios en la
profundidad de nuestro ser desde el momento de nuestra concepción.
Escatología: Se ha dicho que abogo por un tipo de milenarismo falso,
queriendo establecer un nuevo orden, unos "Cielos Nuevos y Tierra Nueva"
materiales antes de la Segunda Venida de Cristo. Esto es erróneo y no se
encuentra en ninguna parte de los mensajes. Soy muy consciente de que la Iglesia
católica ha condenado tal clase de milenarismo, como está escrito en el
Catecismo de la Iglesia Católica.
Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo, sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, "intrínsecamente perverso" (CIC 676).
En los escritos de La Verdadera
Vida en Dios hay muchos pasajes con términos como Cielos Nuevos y Tierra Nueva
así como Segundo Pentecostés o, a veces, con el término de Nuevo Pentecostés,
pero hay que entenderlos en sentido metafórico. No hay que buscar la realización
de estas palabras en una ruptura con nuestra historia antes de la Segunda
Venida, estableciendo una segunda economía de la historia. Las palabras expresan
la esperanza suprema de que Cristo nos renovará desde el interior por el poder
del Espíritu Santo. Es una renovación de la fe y una renovación de la Iglesia
que tanto ansiamos. Y el fruto que esperamos de esta renovación es la sanación
del cisma en el Cuerpo de Cristo. El Papa Juan XXIII contemplaba ya esta
renovación cuando rogaba por un Segundo Pentecostés: "Oh Espíritu Divino,
renueva en nuestros días tus milagros como un Segundo Pentecostés". Y también
nuestro actual Papa Juan Pablo II ha usado este término en varias ocasiones,
como en una carta al Reverendísimo Padre Joseph Chalmers, Prior General de los
Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, el 08.09.2001:
"... Invoco una abundancia de gracia divina sobre usted. Como un segundo
Pentecostés, que el Espíritu Santo descienda sobre usted y le ilumine para que
pueda descubrir la voluntad de su misericordioso padre celestial. De esta manera
será capaz de hablar a los hombres y a las mujeres de un modo que les resulte
familiar y eficaz" (cf Hch 2, 1-13).
Del mismo modo, mis escritos hablan en lenguaje metafórico de un renacimiento de
la fe, a fin de que el Señor pueda erigir su Trono y construir su reino en
nuestras almas: "Venid y aprended: los Cielos Nuevos y la Tierra Nueva serán
cuando establezca Mi Trono en vosotros, porque daré gratuitamente agua del pozo
de Vida a cualquiera que tenga sed" (03.04.1995, cf. Ap.21,6).
Creo que la renovación que nos ha sido prometida ha comenzado ya y, sólo por
gracia, la Misericordia de Dios está sobre nosotros para derramar Su Espíritu
sobre toda la humanidad como nunca antes en la historia, y su aumento continuará
porque la gracia resplandece hoy día sobre nosotros como los rayos del sol, para
sanarnos.
El Señor me favoreció enseñándome el estado de la fe en los cristianos de
nuestro tiempo. Era deplorable y eso es lo menos que se puede decir. Muchos
mensajes están llenos de dolor al describir la apostasía que ha caído sobre el
mundo cristiano. Pero el Señor nos da esperanza, participándonos que habrá (hay)
una renovación, una transfiguración y un renacimiento por la acción del Espíritu
Santo. Una sed de Dios será dada por gracia, a través del Espíritu Santo. He
aquí algunos extractos: "Mi Espíritu Santo os sacará de vuestra gran
apostasía, para desposaros; la miseria de vuestra era se despegará de vosotros
porque, con Mi propia Mano, desenvolveré vuestro sudario de muerte para
revestiros con los vestidos de vuestra boda..." (20.10.1990). "Haré nueva la
creación entera. Os renovaré a todos con mi Espíritu Santo" (27.06.1991).
Mis escritos no hablan sobre cuándo sucederá esto o hasta que punto podrá el
Señor construir su reino como todos esperamos y pedimos cuando rezamos el Padre
Nuestro: "Venga a nosotros Tu Reino". Creo que ya ha empezado en nuestro
interior, y su crecimiento incluirá siempre nuestra colaboración y buena
voluntad. Creo que ya ha comenzado una renovación, pero llega lentamente como la
marea del mar que nadie puede detener.
El Nuevo Pentecostés o Segundo Pentecostés es la esperanza de nuestra
renovación. Es una efusión del Espíritu Santo que renovará la creación. En La
Verdadera Vida en Dios se compara con Apocalipsis 21. He aquí un pasaje:
Venid y aprended: los Cielos
Nuevos y la Tierra Nueva serán cuando establezca Mi Trono en vosotros, porque
daré gratuitamente agua del pozo de Vida a cualquiera que tenga sed. Permitid
entonces que Mi Espíritu os atraiga a Mi reino y a la vida eterna. Que el mal no
adquiera más poder sobre vosotros para haceros morir... Permitid a Mi Espiritu
Santo cultivar vuestro suelo y hacer un Eden terrenal en vosotros. Que Mi
Espíritu Santo haga prosperar una tierra nueva en vuestro suelo, para que
vuestra tierra inicial, que era propiedad del diablo, se consuma y desaparezca.
Entonces Mi gloria brillará de nuevo en vosotros y todas las semillas divinas,
sembradas en vosotros por Mi Espíritu Santo, brotarán y crecerán con mi luz
divina (...) Así pues, permitid a Mi Espíritu Santo convertir vuestra alma en
otro paraíso, una tierra nueva donde Nosotros (la Trinidad) estableceremos
nuestro hogar en vosotros...
(Mi pregunta) ¿Qué hay de los nuevos cielos?
¿Los nuevos cielos? También estarán en vuestro interior
cuando mi Espíritu Santo os gobierne en santidad. Mi Espíritu Santo brillará en
vuestra oscuridad como un sol espléndido en el cielo, porque se os dará la
Palabra para expresar pensamientos y palabras, como yo deseo que penséis y
habléis. Todo lo expresado estará de acuerdo con Mi Imagen y pensamiento, todo
lo que hagáis será a nuestra semejanza porque el Espíritu de vuestro Padre
hablará en vosotros. Y vuestro nuevo universo marchará con mi Espíritu Santo a
la conquista, para Mi Gloria, del resto de las estrellas (simbolizan las
personas) y de aquellos que no habían observado Mi Ley y, como una sombra fugaz,
estaban siendo totalmente arrastrados a las tinieblas, no conociendo jamás la
esperanza y la santidad que Yo reservaba para vuestro tiempo.
Los nuevos cielos serán cuando mi Espíritu Santo sea derramado sobre vosotros
desde lo alto, desde lo más alto del cielo. Sí, enviaré Mi Espíritu a vuestro
interior para hacer de vuestra alma un cielo, a fin de que, en este nuevo cielo,
Yo sea triplemente glorificado... Y del mismo modo que se enderezarán los
caminos de todos aquéllos que recibieron Mi Espíritu, se aclararán también su
oscuridad y su tristeza y se convertirán en estrellas brillantes que iluminarán
sus tinieblas para siempre jamás. Pronto desaparecerán esta tierra y este cielo,
porque la gloria radiante de Mi Trono resplandecerá en todos vosotros
(03.04.1995).
Como puede ver, todo esto es
lenguaje de imágenes simbólicas, tanto como poético, para describir una
renovación o un nuevo Pentecostés. He estado explicando a la gente que no debe
esperar nunca de Dios acontecimientos sensacionales porque Dios obra más bien de
manera discreta, aunque su lenguaje pueda ser expresivo y potente. Muchos
acontecimientos, como un nuevo Pentecostés, no deben esperarse como lenguas de
fuego visibles sobre nuestras cabezas o cosas parecidas. Cuando Dios está
actuando, lo hace de una manera tan suave y discreta que muchos que estuvieran
esperando acontecimientos sensacionales ni siquiera se darían cuenta de ello de
inmediato.
5ª Pregunta: ¿La VVeD como movimiento?
¿Cuál es la verdadera identidad del movimiento de "La Verdadera Vida en Dios"
y qué requiere de sus seguidores? ¿Cómo está estructurado?
La Verdadera Vida en Dios no es un movimiento sino una llamada apostólica
La Verdadera Vida en Dios no es un movimiento, ni tampoco tiene oficinas. Es
sencillamente una llamada a la reconciliación y la unidad para todo el mundo,
sea quien sea. La llamada no se dirige sólo a los cristianos, sino que ha
atraído también a su seno a no cristianos que se han convertido en cristianos.
Después de leer los escritos inspirados de La Verdadera Vida en Dios, varios
judíos, musulmanes, budistas e hindúes fueron bautizados, a pesar de que su
espiritualidad es una espiritualidad contemplativa Trinitaria y totalmente
imbuida de cristianismo. Cristo oró al Padre para esto diciendo: "No ruego
sólo por éstos, sino también por aquéllos que, por medio de su palabra, creerán
en mí" (Jn 17, 20). De modo que, por la gracia, Dios está abriendo muchas
puertas. Por ejemplo, desde el principio mismo se me dijo que esta obra
apostólica se iba a producir.
Dios te dará Su paz y Su fuerza cuando llegue el momento de enseñar los
mensajes. Dios querrá que des los mensajes a todos... (Habla mi ángel,
06.08.1986). No debes tener miedo. Trabajarás para Jesucristo. Ayudarás a
otros a crecer espiritualmente... (Mi ángel, 07.08.1986) Cuando estés
llena de mi Espíritu Santo serás capaz de conducir a otros hacia Mí y os
multiplicaréis... (Habla Jesús, 05.09.1986). Al llamarte de este modo
tengo la intención de conducir también a otros, a todos aquellos que Me
abandonaron y no Me oyen; por esas razones esta llamada es por escrito...
(El Padre, 18.11.1986).
Los monjes budistas de Hiroshima llegaron a conocer también los mensajes y me
invitaron a hablar en su templo. El obispo católico estaba también allí. Era el
día de conmemoración de la bomba atómica. Se les expuso un mensaje totalmente
cristiano; luego les ofrecí un enorme rosario para colgarlo en la pared, para su
meditación, y una estatua de Nuestra Señora de Fátima que colocaron en su patio.
Unos judíos que leyeron los mensajes de La Verdadera Vida en Dios pidieron el
bautismo y uno de ellos tradujo el primer volumen de La Verdadera Vida en Dios
al hebreo; ahora está ya con los editores para su publicación. Todos ellos viven
en Israel.
Recientemente me pidieron en Bangladesh que me dirigiera a la gente en Dacca, en
campo abierto. Invitaron a un imán de la mezquita que aceptó abrir el encuentro
con una plegaria, y había allí muchos musulmanes. También había representantes
hindúes y budistas y sacerdotes católicos. De nuevo el mensaje fue totalmente
cristiano (tomado de los escritos inspirados de La Verdadera Vida en Dios). El
mensaje central y esencial que di fue revelar a Dios como Amor, hacer las paces
con Dios y el prójimo, reconciliarse y aprender a respetarse los unos a los
otros. A pesar de ello, cuando terminó el encuentro, dos musulmanes quisieron
hacerse cristianos y bautizarse. "Quiero que todas las naciones escuchen Mis
Palabras. Te instruiré y te diré el camino a seguir..." (10.01.1987).
Enseñanzas contemplativas
Los escritos inspirados enseñan a los lectores a conocer a Dios y a
comprenderle. Mucha gente cree en Dios pero no Le conoce, así que la VVeD nos
estimula a tener una relación de intimidad con Dios que nos conduce a una vida
de unión con Él. Unidos así en Cristo, por medio del Espíritu Santo, los fieles
están convocados a vivir una única y misma vida, la vida de Cristo.
Las Escrituras dicen: "No se alabe al sabio por su sabiduría, ni se alabe al
valiente por su valentía, ni se alabe al rico por su riqueza; mas en esto se
alabe quien se alabare: en tener seso y conocerme" (Jr 9, 22-23).
Formación de grupos de oración
Los escritos de La Verdadera Vida en Dios nos enseñan a practicar la oración
sencilla del corazón y a convertir nuestra vida en una oración incesante, que
consiste en vivir perpetuamente en Dios y Dios en nosotros. Pero también hay una
poderosa llamada a formar grupos de oración por todo el mundo. Desde que
personas de más de 60 países organizaron encuentros en los que di testimonio, en
todos esos países se han formado ahora grupos de oración. Hay varios en cada
país. Por ejemplo, en Francia hay 48 grupos de oración ecuménicos inspirados por
la espiritualidad de La Verdadera Vida en Dios. En Brasil, que es un país más
extenso, hay más de 300 grupos de oración ecuménicos. En cada grupo de oración,
todos los cristianos, ya sean ortodoxos o luteranos o anglicanos o baptistas,
empiezan rezando juntos el Rosario.
"¡Cuánto anhelo ese día! El día en que te enviaré a toda la humanidad,
aprenderán a amarme y a comprenderme mejor; la Sabiduría compartirá sus recursos
con toda la Humanidad..." (Habla Jesús, 25.01.1987).
Estímulo de fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia
Leyendo los escritos se aprende cómo permanecer fiel a la Iglesia. Digo a la
gente: "Aunque te echen fuera de la Iglesia trepa por la ventana, pero no dejes
nunca la Iglesia". Nos enseñan a visitar al Santísimo Sacramento y a estar con
Jesús en adoración. Nos enseñan a seguir los Sacramentos de la Iglesia y a
conservar la Tradición, a aprender la negación de sí mismo, la penitencia, el
ayuno y a practicar especialmente el sacramento de la confesión. Nos impulsan a
sentir un gran deseo por asistir a la Santa Misa, si es posible a diario. Nos
explican la importancia de la Eucaristía.
"Por medio de esta Comunión santifico a todos los que Me reciben,
deificándolos para que se hagan carne de Mi carne, hueso de Mis huesos.
Compartiéndome a Mí que soy divino, vosotros y Yo nos hacemos un solo cuerpo,
unidos espiritualmente; emparentamos entre nosotros, porque puedo convertiros en
dioses por participación. Por Mi divinidad deifico a los hombres..." (Habla
Jesús, 16.10.2000).
Actividades: Casas de Caridad atendidas por los lectores
Tiempo atrás, en 1997, después de que se me diera la gracia de una visión de
nuestra Bienaventurada Madre, mientras me hallaba de pie fuera del lugar de la
Natividad en Belén, la oí decir que el alimento espiritual no era suficiente
sino que debemos también pensar en los pobres y alimentarlos. Así que,
inmediatamente después de que anunciara esto a nuestros grupos de oración,
muchos se ofrecieron voluntarios para ayudarme a abrir casas ce caridad para
alimentar a los pobres. Estas casas se llaman "Beth Myriams". Hay una en
Bangladesh, cuatro en Venezuela, tres en Brasil, dos en Filipinas, un orfanato
en Kenya y pronto se abrirá otro en Puerto Rico, una casa en India, una en
Rumania y un orfanato en Ucrania. Adjunto alguna información al respecto (Anexo
2). Todo el trabajo que se hace está basado en el voluntariado. Las Beth Myriams
están funcionando sólo con donaciones. Son todas iniciativas locales, casas
locales sin ninguna estructura que las una entre sí. Se mantienen a sí mismas y
las mismas personas de los grupos de oración se ocupan de ellas y asumen la
tarea de servir personalmente a los pobres. Están progresando desde dar
únicamente comida a los pobres hasta ofrecerles también servicios médicos, ropa
y educación para los niños. Últimamente se llevan en un espíritu de oración
constante, y son siempre de naturaleza ecuménica.
Establece nuestras Beth Myriams en todos los lugares que puedas. Levanta a
los oprimidos y ayuda a los huérfanos. Protégeme, rescátame de la cuneta, dame
abrigo y alimento; alíviame de mi carga y mi fatiga, dame apoyo y ánimo... Todo
lo que hagas al menor de mis hermanos Me lo haces a Mí... Bendigo a los que
sostienen Mi vida; que permanezcan virtuosos y llenos de amor. Yo estoy con
vosotros... (Habla Jesús 22.04.2002).
Llamada a la evangelización
Algunos lectores de La Verdadera Vida en Dios fueron impulsados a sentir que
podían convertirse en testigos por todo el mundo para contribuir a propagar la
Buena Nueva. Habiéndose convertido en dóciles instrumentos del Espíritu Santo
que les provee con la gracia de la palabra y el sentido de la fe, son capaces
ahora de ir a dar testimonio por todo el mundo, invitando a la gente a una vida
de oración y enseñándoles a formar grupos de oración. El propósito es
persuadirles para cambiar su vida y vivirla como una oración incesante. Algunas
personas del grupo de oración de Dacca salen a los pueblos de musulmanes para
leerles los mensajes. Muchos de ellos creen y quieren hacerse cristianos.
"Quiero hacer de cada uno una Antorcha Viviente de la Hoguera de Amor.
Ríndeme honor ahora y evangeliza con amor, por amor" (Habla Jesús,
27.01.1989).
Devoción a la Virgen María
La Verdadera Vida en Dios nos lleva a hacernos hijos de la Madre de Dios, puesto
que Su Inmaculado Corazón no está nunca separado del Sagrado Corazón de Jesús
sino que está en perfecta unión con Él. Nuestra Madre es nuestro apoyo y lo
sabemos. A todos los que se unen a los grupos de oración, ya sean protestantes,
calvinistas u otros, se les enseña a honrar a Nuestra Señora y a nuestros santos
y a dirigirse a ellos en la oración.
"¿No habéis notado cómo se derrite Mi Corazón y favorece siempre a Su
Corazón? ¿Cómo se puede negar a ese Corazón que gestó a vuestro Rey cualquier
cosa que Me pida? Que todos los fieles bendigan Su Corazón porque, al bendecir
Su Corazón Me estaréis bendiciendo a Mí" (Habla Jesús, 25.03.1996).
Asociaciones de La Verdadera Vida en Dios
Si en algunos países hay asociaciones de la VVeD es sólo con fines legales en
conexión con el sostenimiento de esta obra de evangelización y la publicación de
los libros. Si hemos fundado asociaciones en determinados países fue únicamente
para obedecer las leyes locales. Por mencionar un solo ejemplo, para poder abrir
un apartado de correos conectado con el nombre de la VVeD. Pero nunca he pensado
formar un movimiento. Los libros están traducidos a 38 lenguas y no he recibido
derechos de autor de nadie excepto de las ediciones PARVIS porque el editor dice
ser su regla. Este dinero va a parar a obras de caridad, a cubrir los costes de
libros y a gastos de viaje de testigos a países del tercer mundo que no tienen
los medios suficientes.
Otras actividades
Cada dos años, voluntarios de los grupos de oración se ofrecen benévolamente
para ayudarme a preparar un simposio internacional sobre ecumenismo. Al mismo
tiempo lo tomamos como una peregrinación. Hasta ahora se han realizado cuatro.
El mayor que tuvimos fue en el año 2000 en Tierra Santa (mientras estuvo allí el
Santo Padre), al que vinieron 450 personas de 58 países. Estuvieron con nosotros
75 clérigos de 12 iglesias diferentes. Este año estamos tratando de hacerlo en
Egipto.
Considerándolo todo, quiero a la Casa del Señor y sobre todo amo a Dios. Estoy
en deuda con Él por las gracias que me ha concedido. Me dijo una vez: "Te he
dado gratuitamente, así que da gratuitamente". De modo que esto es lo que estoy
tratando de hacer; transmito Sus Palabras gratuitamente a quienquiera que quiera
escuchar.
Le doy las gracias de nuevo por permitirme esclarecer las preguntas referentes a
mis escritos y mis actividades. En la página web www.tlig.org encontrará más
información. Le pido amablemente que salude de mi parte a S.E. el Cardenal
Ratzinger, a S.E. Mons. Tarsicio Bertone y a Mons. Gianfranco Girotti, así como
a Sus Excelencias los miembros de la Consulta de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, agradeciéndoles una vez más que me hayan concedido esta
ocasión de explicar mi obra. Espero haberlo hecho tal como se esperaba. Tendré
mucho gusto en contestar oralmente o por escrito cualquier otra pregunta que
pueda tener. Y estoy dispuesta a aceptar cualquier sugerencia que desee hacerme
para aclarar ciertas expresiones contenidas en los libros de la VVeD. Si fuera
necesario puedo añadir dichas aclaraciones en las nuevas ediciones de mis
libros.
Con esto, envío mis sentidos respetos y más cordiales deseos y saludos,
Sinceramente suya en Cristo,
Vassula Rydén
1 Oí al mismo tiempo la palabra "comprensión".
2 La Sagrada Biblia
3 P. Marie- Eugène de l'Enfant Jésus, O.C.D., Soy Hija de la Iglesia,
Ediciones El Carmen, Vitoria, 1952
4 Aunque en nuestro libro de la doctrina de la Iglesia Ortodoxa, Tomo I,
publicado en 1997 por el Sr. Trembelas, se lee en la pág. 79: "Las revelaciones
se definen como un acto asumido por Dios por el cual Él informa a Sus criaturas
razonables acerca de los misterios de Su existencia, naturaleza y voluntad, de
acuerdo con la limitada capacidad intelectual de dichas criaturas..."
5 El Papa
6 Juan 21, 17
7Juan 21, 15-17
8 Carta Encíclica Ut Unum Sint del Santo Padre Juan Pablo II sobre el
Empeño Ecuménico, 89.
9 Carta Encíclica Ut Unum Sint del Santo Padre Juan Pablo II sobre el
Empeño Ecuménico, 61, ref. a la Carta Apostólica Orientale Lumen (2 de
mayo de 1995), 24: L'Osservatore Romano, 2-3 de mayo de 1995, 18: loc.cit.,4.
10 Entendí al mismo tiempo "¡cuánto habremos de sufrir nosotros antes!". El
"nosotros" se refería al Papa Juan Pablo II junto con Jesús.
11 Entendí que Cristo se refería a todos Sus mensajes de unidad, llamándonos
a unificar las fechas de Pascua. Sólo esto parece "conformarle" y satisfacer Su
sed de unidad. Cristo nos ha prometido que si unificamos las fechas de Pascua,
Él hará el resto.
12 Carta Encíclica Ut Unum Sint del Santo Padre Juan Pablo II sobre
el Empeño Ecuménico, 58.
13 Nombre simbólico para Cristo.
14 Sta. Catalina de Siena, Dialogo della Divina Providenza, nº 167. El
Breviario Romano cita este pasaje en la segunda lectura del 29 de abril.
15 Directorio General de Catequesis, 43.
16 Directorio General de Catequesis, 47.