CONVERSIÓN AL CATOLICISMO DE FABIO MACNAMARA

 

Navegando por internet me he encontrado con esta noticia que me ha dejado realmente sorprendida sobre el que fuera buen amigo de Pedro Almodóvar. Apareció en el Semanario "Alba" de Septiembre, yo la desconocía. Os la incluyo para aquellos que no la conocierais.

 

Semanario Alba 16/09/2008
 

La imagen de McNamara está inevitablemente ligada a los años 80, a la movida, a Almodóvar y McNamara, y a todos aquellos iconos vinculados a la música, al rock y a los excesos. Ha estado vinculado a la música hasta fechas recientes, tanto en grupos como en solitario o componiendo temas para películas. Editó su primer álbum con Pedro Alomodóvar en 1983 –"Cómo está el servicio… de señoras"-, el segundo en 1986 con Fanny y los +, y los dos últimos, ya en solitario, en 1995 –"A tutti plen"- y en 2001 - "Rockstation"-. Su último himno musical fue el single "Mi correo electrónico Oh!", que tuvo gran éxito en 2001. Pero ahora podemos acercarnos a un nuevo McNamara, más cercano quizá a Fabio de Miguel, su verdadero nombre. Ha dejado un poco de lado la música para centrars e en su otra gran pasión, la pintura. Y, sobre todo, ha cambiado interiormente tras su conversión al catolicismo. Precisamente, el Semanario Alba de esta semana (nº 194, del 12 al 18 de septiembre de 2008) recoge una profunda entrevista con el artista en la que explica las razones de su nueva forma de ver la vida.

“¿De qué sirve lo que el mundo pueda darte, si esto pasa rapidísimo? ¿Para qué tanto rollo?”. Y detalla con cierto humor cómo fue su respuesta a esa gran pregunta: “el Señor vino a buscar a los que andaban perdidos. Y más perdido que yo… (…) Vivía alienado, bajo los efectos de un montón de sustancias. Y buscaba la felicidad donde no estaba: en la droga, en el sexo, en la fama…”.

 

El entrevistador la pregunta entonces "¿Dónde la ha encontrado?"

 

McNamara no lo duda: "En Jesucristo. Él lo es todo: el médico que te sana, el maestro que te enseña, el amigo que nunca falla…". El artista explica cuáles son las cosas que ahora le parecen realmente importantes: "Rezar el rosario. Hacer lectura espiritual y meditación. Adorar al Santísimo. Ir a misa. Comulgar".

 

Y explica su la fórmula que realmente le ha permitido acercarse a la felicidad: "Comulgar todos los días. Si estás en gracia de Dios, ya puede hundirse el mundo. Por eso, si peco, no pasan veinticuatro horas sin que me confiese".

 

McNamara recuerda también que el mundo de la Movida "era muy falso": “Más que amigos, había intereses (…) Cuando dejabas de ser joven y guapo, te daban una patada".

 

El entrevistador le pregunta en otro instante de la entrevista, "Oiga, ¿y no echa de menos la vida loca?". “Para nada. Lo de sexo, drogas y rock and roll que se lo cuenten a Pepita. Buscar a Dios, conocerle, amarle… es lo único que me importa; lo demás, una pérdida de tiempo”.

 

La entrevista refleja la profunda y conmovedora revolución interior que ha cambiado a Fabio de Miguel. Una revolución, su conversión, que ahora el artista explica con claridad y alegría causando gran impacto en quienes todavía lo recuerdan como icono de “la movida” de los años 80.

 

Esta entrevista, realizada por el periodista Gonzalo Altozano, ocupa la contraportada del Semanario Alba, en una original sección llamada “Hablemos de Dios” en la que cada semana, algún protagonista –artistas, periodistas, políticos…- cuenta su relación con Dios o su conversión.