CONOCER A DIOS

ES REALIZAR LA JUSTICIA

DE LOS POBRES

Conocer a Dios es realizar la justicia de los pobres. Compadecerse del pobre es sentirse indignado ante la violación de sus derechos y ante aquel que lo oprime.

El Dios de la biblia no se deja objetivar, pero sí que se hace conoscible en el clamor del pobre, que pide justicia.

A Dios no le podemos conocer directamente, pero sí en el grito del débil, en el imperativo implacable de la justicia.

Hay una identidad entre el CONOCER A DIOS Y EL HACER JUSTICIA A LOS DESAMPARADOS.

 

ISAIAS

16,5

Cuando no queden tiranos, acabe la devastación, y desaparezcan del país los opresores, será establecido sobre la piedad el trono, y se sentará en él con lealtad -en la tienda de Davidun juez que busque el derecho, y sea presto a la justicia.

 

1, 3-17-21-17

Israel no conoce, mi pueblo no entiende... Buscad la justicia, ayudad al oprimido, hacedle justicia al huérfano, defended la causa de la viuda...

¡Cómo se ha vuelto ramera la ciudad fiel; antes colmada de justicia, morada del derecho!... Sión será rescatada a base de justicia, los repatriados a base de derecho.

 

32, 17-18

La obra de la justicia será la paz; y la acción del derecho calma y tranquilidad perpetuas; mi pueblo habitará en dehesas de paz, en moradas tranquilas, en mansiones sosegadas.

 

11, 3-5-9

No juzgará por las apariencias, ni sentenciará de oídas. Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra.

Herirá al hombre cruel con la vara de su boca, con el soplo de sus labios matará al malvado. Justicia será el ceñidor de su cintura, verdad el cinturón de sus flancos...

Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi santo Monte, porque la tierra estará llena de conocimiento de Yahvé, como llenan las aguas el mar.

 

JEREMÍAS

9, 23

No se alabe el sabio por su sabiduría, ni se alabe el valiente por su valentía, ni se alabe el rico por su riqueza; mas en esto se alabare quien se alabare: en tener seso y conocerme, porque yo soy Yahvé, que hago merced, derecho y justicia sobre la tierra, porque en eso me complazco -oráculo de Yahvé-.

 

22, 13-16

Ay del que construye su casa con no-justicia y sus pisos con no-derecho; hace trabajar de balde a su prójimo; no le paga su salario.

Dice: «Me voy a edificar una casa espaciosa con holgados aposentos>, y abre ventanas, la artesona de cedra, la pinta de rojo.

¿Acaso eres rey porque compites en cedros?

¿Que tu padre no comía y bebía?

Pero hacía justicia y derecho; eso es bueno; defendía la causa del pobre y del indigente; eso es bueno.

¿No consiste en eso el conocerme? Dice Yahvé.

 

OSEAS

4 1b-2

No hay bondad ni compasión
ni conocimiento de Dios en la tierra,
sino perjuicio y engaño y asesinato y robo y adulterio ,
y sangre se añade a sangre.

 

2, 21; 6,6;
10, 12; 17, 7

Yo te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y equidad, en amor y compasión, te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Yahvé...

Porque yo quiero amor, no sacrificio, conocimiento de Dios más que holocaustos...

Sembraos simiente de justicia,
recoged cosecha de amor,
desbarbechad lo que es barbecho:
ya es tiempo de buscar a Yahvé,
hasta que venga a lloveros justicia...

Y tú conviértete a tu Dios,
observa amor y equidad,
y espera en tu Dios siempre.

 

HABACUB

2, 12-15

¡Ay de quien edifica una ciudad con sangre, y funda un pueblo en la injusticia!...

¡Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria de Yahvé, como las aguas que cubren el mar!

 

MIQUEAS

6-8

¿Con qué me presentaré yo a Yahvé,
me inclinaré ante el Dios de lo alto?

¿Me presentaré con holocaustos,
con becerros añales?

¿Aceptará Yahvé miles de carneros,
miríadas de torrentes de aceite?

¿Daré mi primogénito por mi rebeldía,
el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?

«Se te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno,
lo que Yahvé de ti reclama:
tan sólo practicar la equidad,
amar la piedad
y caminar humildemente con tu Dios"

 

ZACARIAS

7, 9

Juicio fiel juzgad,
y amor y compasión practicad cada cual con su hermano.

No oprimáis a la viuda, al huérfano, al forastero,
ni al pobre, y no maquinéis mal
uno contra otro en vuestro corazón.

 

SAN JUAN

1 y 2, 3-4

En esto sabemos que le conocemos: en que guardamos sus mandamientos.

Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él.

 

2, 9-10

Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano, está aún en las tinieblas.

Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza.

 

3, 10

En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la justicia
no es de Dios,
ni tampoco el que no ama a su hermano.

 

4. 7-8

Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y' todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.

Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

 

4, 12

A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos los unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

 

4, 20

Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amor a Dios a quien no ve.