48. CÓMO EDUCAR EN LA CREATIVIDAD.

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3. ELEMENTOS DE REFLEXIÓN

3.1. La persona creativa

La educación en general y la educación de la fe en particular exigen la
experiencia como base. Un aprendizaje memorístico y una educación en la
fe más teórica que viva, forman cerebros bien estructurados o máquinas
como ordenadores, pero no son capaces de crear personas ni creyentes.
Para ello se necesita educar desde la creatividad y en la creatividad: el
educador de la fe ayudará a reflexionar lo que se vive, experimentar
nuevas realidades y expresar lo que se experimenta.

La resistencia al cambio, el miedo a lo imprevisto y la inseguridad ante
lo desconocido impiden a muchos adultos ser creativos. La opción por el
estilo que aquí proponemos llevará a descubrir cada día nuevas visiones
inesperadas de la realidad, formularse nuevos planteamientos y
ejercitarse en respuestas no prefijadas.

3.1.1. Características del pensamiento creativo

El punto de partida de los estudios sistemáticos de creatividad proviene
de una conferencia impartida en 1950 por el psicólogo Guilford sobre el
pensamiento convergente y el pensamiento convergente y el pensamiento
divergente y a la que dio el título de La creatividad.

El pensamiento convergente consiste en la actitud del espíritu para
integrarse en el mundo que está hecho. El divergente, por el contrario,
se basa en la actitud para construir un mundo diferente al que se nos ha
dado. Las personas en quienes predomina uno u otro pensamiento tienen
unas características comunes entre ellas, como se puede ver en el cuadro
siguiente.

En las personas creativas predomina el pensamiento divergente. El
convergente predomina en las personas no creativas. Las aptitudes de las
personas creativas se pueden cultivar y reforzar mediante ejercicios
adecuados (activadores creativos, en los que aquí no entramos), y
mediante una práctica creativa y continuada elemental. Así se cultiva el
hemisferio derecho, en el que están las bases de lo espacial, lo
intuitivo, lo imaginativo, lo sintético, lo concreto, lo simultáneo, lo
emocional... En una palabra, las bases de la creatividad.

En nuestra cultura se desarrolla predominantemente el hemisferio
izquierdo de nuestro cerebro. La cultura audiovisual, por contra, ha
desarrollado muchos más en el hombre contemporáneo el hemisferio derecho.
Con todo, todavía se ofrecen muchas trabas para el desarrollo imaginativo
del hemisferio derecho: Son los bloqueos de la conducta creativa, tanto
más graves hoy cuanto el hombre actual, como hijo de su tiempo, recibe
muchos más mensajes dirigidos al hemisferio derecho. Si además de recibir
es capaz de emitir con el mismo estilo, hará posible la inculturación de
la fe y se convertirá en un creyente para el tiempo actual.

3.1.2. Actitudes de la persona creativa

El mismo Guilford, ayudado por Merrifield, resumió diez años después las
actitudes involucradas en la creatividad. Según el resumen de Torrance,
otro de los estudiosos de la creatividad, las personas creativas tienen:

1. Sensibilidad ante los problemas. Personas con capacidad para ver los
defectos, las necesidades y las deficiencias; perciben lo raro y lo
inusitado; se dan cuenta de lo que debe hacerse en cada caso...

2. Flexibilidad: Aptitud para cambiar de una idea a otra, de un
planteamiento a otro, de una línea de pensamiento a otro. Es la aptitud
también para librarse de una estructura en la que previamente se estaba.

3. Fluidez: Capacidad para aportar ideas o soluciones de largo alcance,
poco frecuentes y nuevas. En general proceden de fuentes externas.

4. Originalidad: Aptitud para aportar ideas o soluciones de largo
alcance, poco frecuentes y nuevas, pensadas por primera vez. No son fruto
de la repetición ni proceden de fuentes externas.

5. Elaboración: Aptitud para elaborar los detalles de un plan, una línea
o un esbozo de algo. Es la estructura que emplea una persona para
construir y crear a partir de un tema dado.

6. Redefinición: Capacidad para definir o percibir los objetivos o las
situaciones de manera distinta a la usual, la establecida o la
pretendida.

Por nuestra parte añadimos la simbolización, una de las funciones
psicológicas más importantes en el proceso creativo. Simbolizar supone
estar capacitado para vivenciar y expresar la existencia de vínculos
entre distintos objetos separados entre sí. El uso alternativo de
símbolos y la facilidad para emplear otros distintos a los habituales
será signo y reflejo de creatividad.



3.2. Bloqueos y obstáculos de la creatividad

Los valores socioculturales de épocas pasadas -apoyados tantas veces por
eclesiásticos desde la misma Iglesia-, reforzaban el conformismo, la
obediencia, la lógica y el aprendizaje de valores establecidos y de
normas rígidas de conducta. El hombre actual, por el contrario, se ha
visto en necesidad de enfrentarse a situaciones nuevas porque ha crecido
en aptitud para ello y ha desarrollado el poder analógico para establecer
relaciones entre los objetos y perfeccionarlos ..

3.2.1. Bloqueos de la conducta creativa

La familia y la escuela han modelado especialmente las actitudes del niño
bloqueando a veces la conducta creativa, aunque cada vez son más las
posibilidades de expresión en que se van educando. Por eso los animadores
de la fe han de tener en cuenta, para superarlos y no caer en ellos, los
bloqueos culturales a los que la sociedad nos somete:

- Adaptación a las normas: El temor a ser diferentes, manifestado en el
niño por el miedo al rechazo por parte de los padres, lleva a la
adaptación de las normas y a su aceptación indiscriminada. De esta forma
se impide la exploración, la investigación y la creación. En muchos
adultos puede darse ese mismo miedo a ser rechazados por <<otros padres>>
o por <<la autoridad oficial>>. Sin embargo, quienes cambiaron la Iglesia
supieron hacer siempre algo distinto a pesar del rechazo e incluso de la
prohibición inicial.

- Represión de la exploración: Se rechaza a quien duda de todo, pues se
considera señal de mala educación o falta de inteligencia. Muchos padres
y educadores encuentran incómodas algunas situaciones que se producen por
la curiosidad infantil y por ello las sancionan. En muchos casos llegan a
impedir la exploración y manipulación de objetos, experiencias muy
necesarias para el desarrollo del niño.

- Rechazo de la fantasía: Se rechazan la fantasía y la imaginación por
creer que no sirven para nada. Los sueños quedan matados desde pequeños.
Y en parte también la utopía.

- Refuerzo de lo razonable: Se da una confianza excesiva en la razón y en
la lógica y se rechaza <<lo que no es razonable>>: hay que <<entrar en
razón>>. Y de la misma manera que los padres o educadores reprimen la
exploración del niño y recalcan lo razonable, las instituciones -muchas
veces la institución la lleva dentro cada uno de nosotros- sancionan
también las divergencias como anormalidad, la disensión como impedimento
de acción efectiva y, en el fondo, el pluralismo como contradictor de la
unidad. Este es un grave peligro para los educadores de la fe.

- Exagerar la competencia: Demasiada importancia dada a la competencia
frente al estilo cooperativo. También en la educación de la fe se puede
caer en este peligro.

- Exagerar la cooperación: A veces, por el contrario, se puede dar un
excesivo apoyo a la cooperación en cuanto limita o impide las
inclinaciones y posibilidades personales. La aceptación de las mayorías
(a veces de la mediocridad de las mayorías) puede impedir el desarrollo
de las posibilidades particulares.

- Rapidez en los juicios: Se da con frecuencia la emisión de juicios sin
calibrarlos suficientemente, para ser prácticos y no gastar tiempo (que
al fin se traduce en dinero). En el terreno de la educación de la fe y
acción pastoral, aceptación acrítica de usos institucionalizados,
sometimiento a las normas sin más y universalización de experiencias
particulares o referidas a un lugar concreto.

3.2.2. Otros obstáculos

La libertad, la comunicación, el ambiente favorable, la independencia de
pensamiento... son los postulados básicos que favorecen la creatividad.
Por el contrario, existen numerosos obstáculos que también bloquean su
desarrollo. He aquí algunos:

- Autoritarismo: La relación del animador con las personas de un grupo
nunca puede ser autoritaria si quiere ser fiel a lo que implica
animación, y más animación de la fe.

- Dogmatismo: La prisa lleva el dogmatismo en la exposición y la
repetición en las contestaciones. También /os dogmas, expresión de la fe
para una cultura y época determinadas, necesitan una expresión que se
adapte a la cultura y época actuales. El dogmatismo, por contra, lleva a
una percepción estereotipada y cierra caminos en vez de abrirlos, además
de no conectar con lo más profundo que expresaron en otra época con los
dogmas.

- Represión de la espontaneidad: El mundo infantil es natural e
instintivo, mientras que el mundo cultural de los adultos es un mundo de
normas que puede llevar a la represión demasiado temprana de la
espontaneidad. La implantación progresiva de las normas se ha de llevar
con tacto para no reprimir la expresión ni crear inseguridad. La sumisión
incondicional supone la pérdida de la naturalidad...

- Represión de la curiosidad: Para crear se necesitan experiencias y
conocimientos previos que son la base de las nuevas ideas. Por eso es
necesario estimular la curiosidad, pues implica capacidad de asombrarse,
de preguntar, de saber cuestionarse..., aspectos esenciales para la
educación de la fe.

- Falta de motivación: Las personas se mueven para satisfacer sus
necesidades, especialmente las básicas. El animador ha de proporcionar
motivos y estímulos que muevan a actuar. Los estímulos positivos son
siempre mejores que los negativos: la censura, la represión o los
castigos dan resultados poco claros. Por otra parte, la indiferencia y la
falta de estímulos hacia una conducta es la principal causa de su
extinción. Es necesario, pues, crear un clima que estimule y refuerce las
manifestaciones creativas valorándolas adecuadamente.

- Reacción ante el fracaso: Las personas con sentimiento de fracaso se
minusvaloran y caen en la depresión. El animador ha de fomentar en ellas
la autoestima en vez de ignorarlas o despreciarlas y verá cómo son
capaces de crear poco a poco lo que antes ni siquiera imaginaban.

- La prisa: Es el mal de nuestro tiempo. Pero el tiempo de Dios no tiene
prisa. La necesidad de alcanzar todos los objetivos y de dar todo un
programa formativo lleva a veces a ofrecer informaciones claramente
estructuradas, hechas y acabadas sin que las personas se impliquen. Nos
contentamos con respuestas prefabricadas y se crea la costumbre de
contentarse con las soluciones dadas sin crear otras.

- Valoración excesiva del éxito inmediato: Los bloqueos de la creatividad
pueden venir también de la excesiva orientación hacia el éxito: muchos
jóvenes actuales estudian más para sacar mejor expediente, que en teoría
les abrirá mejores puertas, pero crear supone correr riesgos, corregir
errores, enfrentarse con la frustración y el fracaso..., actitudes todas
ellas plenamente cristianas.

Todo esto es especialmente importante para los catequistas y educadores
de la fe. Las personalidades autoritarias o sumisas pueden aferrarse a
normas que les den seguridad y actuar de tal forma que se guarde
aparentemente la unidad. Es una unidad falsa, pues desemboca en la
uniformidad. Esto es así porque hay el peligro de reducir la fe a dogmas,
la celebración a ritos, y la ética o moral a códigos o cánones y todo
ello puede condicionar sobremanera la experiencia de fe, su celebración
festiva y su desarrollo comprometido y creativo.

3.3. Por una pedagogía de la creatividad

3.3.1. Ambiente para el desarrollo de la creatividad

Determinadas características del ambiente hacen que se desarrolle o
entorpezca la creatividad. He aquí algunas características positivas que
favorecen el desarrollo creativo de las personas:

1. Relaciones humanas abiertas: En un ambiente distendido surgen más
ideas y aparecen más proyectos que en un ambiente dominado por la
tensión. La autenticidad, la disponibilidad y la capacidad de servicio
crean un ambiente propicio para la creación de nuevas ideas.

2. Muchos estímulos, ricos y variados: Se han de proponer estímulos
múltiples, variados y coherentes, diferenciados y jerarquizados.

3. Alegría en el trabajo: El humor, la risa, la alegría, un ambiente
distendido... harán que cada uno sea él mismo y pueda expresarse con
sinceridad y profundidad.

3.3.2. Orientaciones para el animador creativo

Hallman, siguiendo los conceptos de entrenamiento e instrucciones
elaborados por Guilford y Torrance, sintetiza los puntos fundamentales
para un educador creativo:

- Lleva a un aprendizaje autoinducido, intentando que los miembros del
grupo planteen los problemas, experimenten y prueben hipótesis.

- Tiene un estilo cooperativo y crea una atmósfera en la que se
desarrolla la creatividad.

- Promueve el <<sobre aprendizaje>> (overlearning): transferencia que se
da en toda acción creativa. Lo aprendido en un momento determinado se
relaciona con lo aprendido ahora y surge una idea nueva.

- Realiza numerosos ejercicios de pensamiento creativo y fomenta diversos
procesos mentales.

- Retrasa los juicios y opiniones, permitiendo que los miembros del grupo
se equivoquen.

- Promueve la flexibilidad intelectual haciendo examinar los problemas
desde múltiples puntos de vista.

- Plantea preguntas abiertas y escucha con atención las preguntas de los
demás.

- Ofrece la posibilidad de manejar materiales, herramientas y conceptos,
ya que la actividad fomenta la creatividad.

- Educa a los demás para aceptar los fracasos, las frustraciones y las
circunstancias difíciles, pues así se mejora el potencial creativo.

- Trabaja interdisciplinarmente de modo que propone estructuras totales y
no partes aisladas.

3.3.3. Estilo educativo del animador creativo

En este campo, más que en ninguna otra realidad, ningún educador puede
educar en lo que él mismo no tiene ni ejerce. El educador de la fe,
catequista o animador de grupos ha de ser creativo y actuar con un estilo
determinado para descubrir nuevos planteamientos y aplicar las fórmulas
de manera creativa. Esta es su tarea. Todas las sugerencias, técnicas
concretas, formulaciones teóricas y recomendaciones detalladas serán
inútiles mientras no exista una persona concreta que trabaja con un
estilo personal determinado.

Según esto, el animador creativo:

× Unifica la realidad del grupo: ayuda a centrarse en lo esencial sin
despreciar nada ni a nadie y hace que todos se centren en ello.

× Ve por dónde va el grupo, lo deja libre y a la vez lo acompaña.

× Parte de lo que sucede en el grupo porque sabe que todo lo que en él se
dice o hace es importante.

× Reconoce lo que pasa en el grupo, en caso de que sea necesario; para
ello aprovecha todo lo que pasa en él: mediante una relación inusual
propone que todos se centren en lo que tienen entre manos.

× Descubre lo que cada uno necesita y se lo aporta sin manipular o crear
dependencias.

× Encuentra nuevas fórmulas y formas de trabajo en el contacto con el
grupo, pues éste le va dando la clave de lo que necesita.

× Ayuda siempre de forma renovada a que cada uno se exprese personalmente
y a la vez avance todo el grupo.

× Potencia la personalidad de cada uno y le facilita medios y fórmulas
para que se exprese, descubra y aporte su riqueza personal.

× Acepta inicialmente todas las opiniones y hace que los demás las
respeten, aunque después se critiquen y seleccionen. A ello ayudará el
establecimiento constante, tanto espontáneo como prefijado, de un diálogo
abierto.

3.4. Líneas básicas de una pedagogía y acción creativas

Señalamos los rasgos esenciales de una pedagogía de la creatividad a
partir del pensamiento divergente y de las actitudes creativas. En la
lista se insinúan sugerencias concretas que habría que desarrollar para
entender desde la práctica lo que se quiere presentar.

3.4.1. Llevar al aprendizaje y educación autoiniciados

El animador de grupos intentará desarrollar su programa y alcanzar los
objetivos propuestos, pero siempre dentro de una realización flexible.
Buscará el momento en que los miembros del grupo se sientan motivados e
iniciará en los temas de estudio y reflexión de modo que ellos mismos
participen en la planificación de su propio trabajo y en su realización.

3.4.2. Mantener un aprendizaje y educación no autoritarios

El desarrollo de la creatividad necesita un clima de libertad, tanto
psicológica y simbólica como real: posibilidad de una expresión y
expansión espontáneas.

La imposibilidad material de expresarse, ya sea de palabra, mediante
gestos, con la postura o manifestando opiniones no comunes, es más
frecuente de lo que sería de desear. Quien lo habla todo él, quien tiene
todas las respuestas, quien impide formular nuevas preguntas, quien no
permite un momento de respiro para pensar y para que las palabras y
acciones calen lentamente..., está matando las posibilidades creativas y
también las educativas.

El animador creativo sabe escuchar, responde cuando lo juzga necesario y
crea un clima de comunicación en el que en todo momento existe un
feedback adecuado: retroalimentación mediante la que nos vamos situando
continuamente en el grupo según lo que en él suceda a partir de nuestras
acciones y propuestas.

3.4.3. Estimular los procesos intelectuales creativos

Para ello es necesario valorar positivamente:

1. La originalidad

- Estimular la producción personal o grupal espontánea: Crear trabajos
literarios y plásticos, trabajar con parábolas y cuentos, crear oraciones
a partir de canciones modernas o de noticias de periódicos, elaborar una
historia a partir de un título o continuando lo que dice el anterior,
participar espontáneamente en las celebraciones a partir de relaciones
con objetos o imágenes...

2. La imaginación

- Acostumbrar a imaginar nuevas soluciones: qué pasaría si...; formular
una hipótesis e imaginar que es real viendo las consecuencias... Puede
ser una hipótesis fantástica.

- Establecer relaciones inusuales en tiempo y espacio: Realizar trabajos
de ciencia ficción sabiendo que toda fantasía se construye sobre la
crítica del presente y que, como dice Rodari, <<la utopía es más creativa
que el espíritu crítico>>. Según eso, imagina que vives en el tiempo de
Jesús o que escuchas una noticia religiosa dentro de 500 años... O que
tienes 20 años más: cómo vives la fe...

- Fomentar la fantasía: cambiar el contenido de relatos (del evangelio o
de actualidad) o cuentos conocidos, imaginar que uno se convierte en ave
y vuela o en árbol y se alimenta..., elaborar una historia colectiva a
partir de un inicio común.

3. La flexibilidad de pensamiento

- Aportar interpretaciones personales para dar sentido a lo que parece
incompleto, contradictorio o confuso: concluir un relato, poner título a
una obra, describir una realidad como si se la viera por primera vez...

- Analizar la realidad desde diversos puntos: ver los pros y contras de
una misma realidad...

4. La fluidez de ideas

- Aportar nuevos datos y visiones: lluvia de ideas, incluso mediante el
ejercicio técnico del brainstorming o torbellino de ideas (Ver el punto
4.6).

- Resumir situaciones y problemas planteados y hacerlo de forma
<<gráfica>>: elaborar un acróstico, sacar conclusiones a final de
cualquier ejercicio o de una sesión, ya sea verbalmente (palabra, frase
breve, slogan...) o mediante un gesto, una postura, un dibujo, un
objeto...

3.4.4. Ampliar conocimientos

Conviene estimular a los demás y a uno mismo a buscar nuevos datos y
visiones, siempre a partir de los intereses de cada uno. La línea
investigadora ha de estar presente en el proceso educativo para que la
persona madure adecuadamente.

Frente a aprendizaje de memoria y al conformismo de <<ya está todo dado y
formulado>>, es necesario fomentar la investigación para llegar a
descubrir la verdad y los planteamientos de las cuestiones.

3.4.5. No juzgar precipitadamente

En ocasiones conviene posponer el juicio, fomentar las búsquedas de
nuevas informaciones, dar poca importancia a los errores y permitir
nuevas exploraciones .

- Es necesario recabar datos para emitir juicios en los casos
conflictivos, sean sociales, grupales o personales. Para ello es
imprescindible exigir y dar información con trasparencia y sin reparos
(Aplíquense éstos especialmente a la Iglesia).

3.4.6. Buscar diversos enfoques a los problemas

Es necesario buscar diversos enfoques a los problemas para conseguir
hábitos de pensamiento flexible y para solucionar los problemas
adecuadamente después de haberlos planteado. A ello ayudará la
realización de alguna de las técnicas creativas fundamentales:

1. Brainstorming

El <<torbellino de ideas>> consiste en la reflexión en grupo con ausencia
de toda crítica, dando <<libre curso al pensamiento de todos e igualdad
de expresión>>. Nadie puede monopolizar la expresión de nuevas ideas ni
nadie debe quedar al margen.

2. Método de resolución de problemas

El método de resolución de problemas es una de las técnicas más eficaces
para el desarrollo de la creatividad, pues facilita el cambio de un
aprendizaje centrado en el animador a otro centrado en los miembros del
grupo.

3.4.7. Hacer preguntas en vez de dar respuestas

Es más importante una mediana pregunta que una buena respuesta. Hay que
aprender, pues, a preguntar, y a responder de tal modo que la respuesta
desemboque en otra pregunta que cada uno ha de investigar y responder. En
el fondo lo bueno es cuestionar para que se respondan.

Conviene también que los miembros de grupo tengan oportunidad de formular
preguntas al animador, a un experto invitado especial (antes han de
haberse preparado), a cualquiera del grupo (aunque las respondan todos),
a uno del grupo que sale al centro...

Las preguntas se pueden hacer a otros personajes (el diablo, representado
por alguien que se pone una careta) o a objetos (la higuera que no tenía
fruto...) e incluso entes abstractos (la fe y la cultura dialogan entre
ellas...). Lo importante es preguntarse todo sobre una realidad
determinada, sin que nada se escape.

3.4.8. Saber preguntar y cuestionar

Si es importante preguntar, es clave saber cuestionar mediante preguntas
que sean personales y hagan pensar. Se emplearán para ello preguntas
abiertas e imaginativas (divergentes) en vez de preguntas cerradas
(convergentes).

Estas son características de las preguntas divergentes o abiertas:

1. Con variedad de respuestas, no una sola dada por la cultura.

2. Sin riesgo de equivocarse, por lo que no se guarda la respuesta.

3. No se usa tanto la memoria cuanto la libre asociación el sentimiento,
el inconsciente, la imaginación.

4. No son respuestas concretas (nombres, personas, objetos), sino
abstractas, con procesos, intencionalidad y casualidad.

5. Comienzan por <<para qué sirve>>, <<por qué ocurrió>>, <<con qué se
relaciona>>, <<cómo se obtiene<<, >>qué efectos produce>>... en vez de
<<quién>>, <<cuánto>>, <<cuándo>>, <<en dónde>>...

6. Tienen múltiples conexiones y analogías, más que datos precisos.

7. Desencadenan variedad de ideas, imágenes y reacciones.

3.4.9. Estimular la sensibilidad ante el mundo que nos rodea

Cualquier material o recurso servirá para estimular la sensibilidad ante
problemas sociales personales, sociales o culturales, y ante el mundo que
nos rodea. Para eso se ha de aprender a ofrecer un determinado material
que se convierta en <<otros materiales>> (gráfico, verbal, auditivo) y
darlo una nueva y personal configuración o usarlo de manera libre y
creativa.

Los ejemplos pueden ser múltiples: usar como fotopalabra los anuncios de
publicidad, partir de las pintadas ciudadanas o de las expresiones
juveniles, trabajar con los posters e imágenes, comenzar las reuniones o
encuentros a partir de lo que alguien trae o dice o de las primeras
impresiones informales, emplear y aludir con frecuencia a los símbolos
(palabras clave, gestos personales o colectivos y toda clase de
objetos...), trabajo con las canciones que suenan o que sonaron, aunque
no sean explícitamente religiosas...





3.4.10. Estimular las actividades manipulativas

El desarrollo de la creatividad viene fomentado por la manipulación, no
sólo de instrumentos, sino de ideas, conceptos, herramientas y
estructuras. Conviene, por lo tanto, realizar muchas actividades
manipulativas y animar a las personas a que inventen aparatos, diseñen
máquinas, descubran o elaboren nuevos procedimientos... aunque parezcan
inicialmente muy rudimentarios. Para ello se habrán de ejercitar en las
actividades psicomotoras. En concreto se recalcarán y se trabajarán con:

1. Juegos

El juego siempre es serio y nunca supone pérdida de tiempo. Lo lúdico
implica como ninguna otra cosa. Es necesario crear y <<recrear>>.

2. Canciones

Tenemos una memoria musical que hace que los contenidos se graben mejor
si van musicados. Las emociones y sentimientos se graban más fuertemente
con una melodía. Dadas las características de los jóvenes actuales y la
fuerza que la música ejerce en ellos, es imprescindible el uso de la
canción.

3. Expresión corporal

Es imprescindible usar el cuerpo (sencillamente eso) para desarrollar la
creatividad. Nunca aprovecharemos del todo sus posibilidades. Y no es
necesario para ello realizar cursos específicos de expresión corporal.
Recordamos algunas propuestas:

- Hacer imitaciones a un personaje conocido, al animador...

- Realizar diversas escenificaciones, ya sea de forma personal (hacer
algo y después explicarlo), en grupo (preparada previamente) o colectiva
(improvisación colectiva siguiendo las indicaciones de un narrador).
Siguiendo este último esquema se puede representar la <<Historia de la
salvación>>, partiendo de la salida de Egipto y llegando a los tiempos
actuales.

- Llevar a cabo diversas clases de dramatizaciones. Se puede partir del
sociodrama mediante el ensayo previo de los personajes.

- Realizar diversa clase de juego de papeles (role-playing), sobre todo
para tratar los problemas más conflictivos: aborto, divorcio, familia,
relaciones sexuales, educación (notas), la droga, el sentido de la vida,
la paz... Dará mucho juego la realización de un role-playing técnico:
seis personajes, señalados en un recuadro en el suelo, tienen sus
intervenciones... Pueden intercambiarse, hacerlo una sola persona...

3.4.11. Realizar numerosas actividades sin evaluación

Trabajar para obtener una nota puede estimular al estudio, pero mata la
creatividad. Por eso se han de proponer numerosas actividades sin
evaluación en el sentido de no estar pendientes durante su realización de
si sale bien o mal. Al final, lógicamente, se evaluará todo el proceso.
Es conveniente usarlas frecuentemente en la acción pastoral. Pueden ser
actividades artísticas:

1. Pintura y dibujo

Los dibujos, claramente proyectivos, hacen posible la expresión profunda
si se evitan los tópicos. Las posibilidades son múltiples.

2. Música

Véase lo dicho en el punto anterior sobre las canciones. Además servirá
de fondo para la expresión corporal, para orar, para trabajar con
serenidad, para realizar un relax imaginativo. También como discoforum...
Y mejor sería componer. . ..

3. Danza

Es necesario recuperar urgentemente el ritmo, el baile y la danza, el
movimiento rítmico... La liturgia debe ser una fiesta. El teatro nació en
las iglesias. Y las fiestas se hacían a su alrededor...

4. Literatura

Ya hemos hablado de ello: Parábolas, poemas, cuentos, relatos...,
representados, comentados y vividos, condensará lo mejor que tenemos y
nos harán conectar con lo mejor que nos han dado.

3.4.12. Ayudar a concretar las ideas en realizaciones

El aprendizaje memorístico de los contenidos es superficial, no se
vivencia no implica a las personas y se olvida con facilidad. Es más
importante vivenciar y descubrir el proceso por el que se llega a un
objetivo y en el que uno se ha implicado para aprender determinados
conocimientos.

La elaboración de planos, aunque sean fantásticos, de mapas conceptuales,
de diseños de aparatos que traduzcan ideas o conceptos... ayudará a
desarrollar la creatividad y a percibir de otra manera la realidad.

3.4.13. Evitar diferencias por razón de sexo

Conviene proponer tareas comunes a chicas y chicos y estar sobre aviso
continuamente para no caer en la trampa de una educación sexista. Ahora
se es más sensible que nunca a esta realidad. Ya hay mucho escrito sobre
ello. Por otra parte, se han de aprovechar especialmente el juego de
papeles y la escenificación antes aludidos. Tanto chicos como chicas
pueden representar cualquier personaje masculino o femenino.

3.4.14. Recalcar los aspectos positivos

Las personas se vuelven más creativas cuando se recalcan sus aspectos
positivos y se le ayuda a superar la frustración y el fracaso. Las
posibilidades son múltiples:

- Formular las preguntas de manera que el interrogado no se sienta mal en
caso de no saber responder. Hacerlo de tal manera que lleve a otra
pregunta en vez de que el animador tenga que dar una respuesta compleja.
Por eso se ha de preguntar sobre lo que estamos seguros que la otra
persona conoce o puede descubrir por haberlo vivido.

- Aceptar inicialmente lo que dice cada persona. Si lo dice, por algo
será. Después será necesario descubrir qué hay detrás de las palabras,
qué dice por debajo de lo que dice. Y eso es necesario hacerlo sin que se
sienta interpretado, sino comprendido, estimulado y estimado.

- Dar cauce a la expresión personal con toda clase de experiencias y
utilizando toda clase de materiales y posibilidades: murales, noticias de
periódico, papel de periódico, globos, papeleras, paraguas, tarima,
mesas... La capacidad de simbolización hará fácil la conexión y ayudará
en esta tarea.

3.4.15. Llegar a la autoevaluación y a la autocrítica

La tarea creativa ha de llevar a aprender y valorar el propio trabajo,
alegrándose de los descubrimientos e integrando los fallos. La fuente de
satisfacción estribará en los logros personales y colectivos y no en
presiones exteriores como premios y castigos.