Catequesis
sobre el
Bautismo
Autor:
Pbro.
Hermilio
Cárdenas
González
Coordinador
de la
Sección
Diocesana de
Catequesis
Capítulo 8:
El
Bautismo,
compromisos
y exigencias
OBJETIVO
Concientizar
a los papás,
padrinos y
comunidad en
general de
los
compromisos
y exigencias
que con el
Bautismo
adquieren
para
responder
cristianamente
a ellos.
“Ayúdense
entre sí a
soportar las
cargas y de
esa manera
cumplir la
ley de
Cristo" (Gál
6, 2 ).
NOTAS
PEDAGOGICAS
En nuestro
ambiente hay
una
costumbre
muy
arraigada de
´hacer
compadres",
de que a
través del
"compadrazgo"
se crean
lazos muy
fuertes de
solidaridad
y de
relaciones
humanas.
Lamentablemente
hemos ido
perdiendo el
sentido de
relación
entre el
padrino y el
ahijado.
Podemos
aprovechar
esta manera
de vivir de
nuestro
pueblo para
que los
papás y los
padrinos del
niño que se
va a
bautizar
tomen
conciencia
de su
compromiso
con el hijo
y ahijado y
que el
compadrazgo
no se
convierta en
mera
conveniencia
social y
económica.
sino en una
relación de
compromiso
cristiano.
Tener
también muy
en cuenta de
que las
catequesis
sobre el
Bautismo se
desarrollan
al mismo
tiempo para
papás y
padrinos.
¿Cómo hablar
claramente
de las
cualidades
que deben de
tener los
padrinos si
ya están
escogidos?
Será
necesario un
lenguaje
claro, pero
al mismo
tiempo
respetuoso.
Para la
dinámica del
"veamos",
previamente
se pueden
hacer
letreros en
tiras de
papel. en el
pizarrón o
en otro
medio, con
los
siguientes
nombres:
COMUNIDAD,
PAPAS,
PADRINOS.
BAUTIZADO.
Para la
dinámica del
"actuemos"
necesitaremos
un Cristo
(de buen
tamaño
respecto a
los letreros
ya
mencionados).
VEAMOS
Se muestran
los letreros
y se pueden
hacer las
siguientes
preguntas u
otras
parecidas:
¿Cuándo se
puede decir
que un papá
es
responsable
de la fe que
el niño
recibe en el
Bautismo?
¿Qué
diferencias
hay del
trato entre
padrinos y
ahijados de
antes y de
ahora? ¿Qué
compromisos
contrae el
padrino con
el ahijado y
con el
compadre?
¿Qué le
corresponde
a la demás
gente de la
comunidad?
Se apuntan
las
respuestas
en pliegos
de papel o
en el
pizarrón.
PENSEMOS
Ser
bautizado es
injertamos
en el
espíritu de
creaturas
nuevas en
Cristo y
dentro de un
mundo y
comunidad
concretos.
No nacemos
del agua y
del Espíritu
para
nosotros
mismos nada
más sino que
tenemos una
dimensión y
trascendencia
comunitaria.
"El Bautismo
es el
sacramento
de la fe.
Pero la fe
tiene
necesidad de
una
comunidad de
creyentes.
Sólo en la
fe de la
Iglesia
puede creer
cada uno de
los fieles.
La fe que se
requiere
para el
Bautismo no
es una fe
perfecta y
madura sino
un comienzo
que está
llamado a
desarrollarse"
(CIC 1 253).
"En todos
los
bautizados
la fe debe
crecer
después del
Bautismo"
(CIC 1254).
"Para que la
gracia
bautismal
pueda
desarrollarse
es
importante
la ayuda de
los padres"
(CIC 1255).
Ellos son
los primeros
y
principales
responsables
de "formar a
sus hijos en
la fe y en
la práctica
de la vida
cristiana.
mediante la
palabra y el
ejemplo"
(CDC 774.2),
y es tarea
de ambos
"alimentar
la vida que
Dios les ha
confiado" (dc
1 25 1), en
este sentido
se podría
decir que la
celebración
del Bautismo
tiene una
dimensión
marcadamente
familiar y
es que la
familia es
la comunidad
privilegiada
para la
transmisión
y la
educación de
la fe (ver
CT 62 ).
Los papás
deben
facilitar el
"despertar
religioso"
de sus
hijos,
iniciarlos
en la
oración
personal y
comunitaria,
educarlos en
la
conciencia
moral,
acompañarlos
en el
desarrollo
del sentido
del amor
humano, del
trabajo, de
la
convivencia
y del
compromiso
en el mundo,
dentro de
una
perspectiva
cristiana.
Los papás
más que
transmitir
contenidos,
introducen a
sus hijos, y
en especial
a los más
pequeños, en
un ambiente
de vida
propio de
una familia
cristiana.
Lamentablemente,
en nuestro
ambiente,
muchos
padres de
familia
piden el
Bautismo
para sus
hijos sólo
por
tradición,
porque se
acostumbra,
pero no por
una decisión
de seguir a
Jesucristo
en sus
vidas.
"En la
medida de lo
posible. a
quien va a
recibir el
Bautismo se
le ha de dar
un padrino,
cuya función
es
juntamente
con los
padres,
presentar al
niño que va
a recibir el
bautismo y
procurar que
después
lleve una
vida
cristiana
congruente
con el
bautismo y
cumpla
fielmente
las
obligaciones
inherentes
al mismo"
(CDC 872).
El padrino o
madrina
comparten
responsablemente
con los
papás todos
los
compromisos
y exigencias
que del
Bautismo
surgen (ver
CDC 774.2).
especialmente
son
invitados a
preocuparse,
junto con
los papás.
por la
educación
cristiana de
su ahijado.
Pueden verse
obligados,
cii ciertos
casos, a
reemplazar a
los papás en
esta tarea.
Ocupan un
lugar
importante
en el
espíritu y
ambiente
familiar. Su
presencia
testimonia
el lugar que
ha de ocupar
en la
celebración
del
sacramento
del
Bautismo.
por encima
de los
papás. la
comunidad
cristiana de
la que el
nuevo
bautizado
entra
oficialmente
a formar
parte y que
va más allá
de la propia
familia.
"Deben ser
creyentes
sólidos,
capaces y
prestos a
ayudar al
nuevo
bautizado en
su camino de
la vida
cristiana.
Su tarea es
una
verdadera
función
eclesial."
(CIC 1255).
Tristemente
los padrinos
o madrinas
han perdido
mucho del
sentido de
ser
representantes
de la
comunidad
cristiana
que
garantizan,
junto con
los papás,
la educación
e iniciación
progresiva
del nuevo
bautizado en
la vivencia
de la fe
dentro de la
comunidad
eclesial.
Con
frecuencia
notamos que
se da más
importancia
al
"compadre" o
la "comadre"
por las
relaciones,
apoyo
económico o
influencia
que al mismo
ahijado en
la tarea de
educarlo
cristianamente.
De ahí que
la Iglesia
pide ciertas
cualidades o
características
para que
alguien
pueda ser
invitado de
padrino o
madrina.
Cualidades
que se
pueden
sintetizar
así:
Ser elegido
por los
papás del
niño o
quienes
faltando
éstos ocupan
su lugar
(ver CDC
874.1).
Debe tener
la
suficiente
madurez para
cumplir esta
responsabilidad
(ver CDC
874.2).
Ser católico
y haber
recibido los
tres
sacramentos
de
iniciación
cristiana:
Bautismo,
Confirmación
y Eucaristía
(ver CDC
874.3).
No estar
impedido por
el derecho
canónico
para cumplir
con esta
obligación
(ver CDC
874.4).
No ser el
papá o la
mamá de
quien se
bautizara
(ver CDC
874.5).
Es probable
que entre
algunas
personas se
tenga la
duda
siguiente:
Alguien que
pertenece a
una iglesia
separada,
¿puede ser
padrino?
Aunque
seguramente
en nuestro
ambiente no
se presente
esta
situación
con
regularidad.
conviene al
catequista
tener a la
mano la
respuesta.
La Iglesia
dice que:
"El
bautizado
que
pertenece a
una
comunidad
eclesial no
católica
sólo puede
ser admitido
junto con un
padrino
católico, y
exclusivamente
en calidad
de testigo
del
bautismo"
(CDC
874.5,2).
La comunidad
tiene mucha
importancia
en la
celebración
del Bautismo
y en los
compromisos
que de él se
derivan. La
fe que
recibimos en
el Bautismo
"tiene
necesidad de
la comunidad
de
creyentes.
Sólo en la
fe de la
Iglesia
puede creer
cada uno de
los fieles"
(CIC 1253).
Esto nos
está
diciendo que
la fe no es
algo
individual,
sino que se
bautiza en
la fe de la
comunidad.
Asimismo,
"toda la
comunidad
eclesial
participa de
la
responsabilidad
de
desarrollar
y guardar la
gracia
recibida en
el Bautismo"
(CIC 1255).
Los
sacramentos
de
iniciación
cristiana,
entre ellos
el Bautismo,
"normalmente
se
celebrarán
en la propia
parroquia y
con la
participación
de la propia
comunidad" (IT
SDG
disposición
sinodal n.
14).
Los que han
recibido el
Bautismo se
sienten
unidos por
la nueva fe
y buscan
primeramente
la vida de
comunidad.
Los primeros
cristianos
realizaban
el designio
de Dios
sobre la
manera de
vivir la fe
dentro de la
experiencia
de vida en
comunidad de
la siguiente
manera:
"Acudían
asiduamente
a la
enseñanza de
los
apóstoles"
(He 2, 42).
"Acudían
asiduamente...
a la
convivencia"
(He 2, 42),
por la que
los
creyentes
como
hermanos
viven
cercanos y
se ayudan
mutuamente
en sus
necesidades
(ver He 2,
44-45), con
atención
especial a
los pobres
(ver He 4,
34-35).
"Acudían
asiduamente...
a la
fracción del
pan" (He 2,
42) con
alegría,
sencillez y
mucho
entusiasmo
(ver He 2,
46).
"Acudían
asiduamente...
a las
oraciones"
(He 2, 42)
dando
gracias a
Dios que los
ha salvado,
prolongando
así la
Eucaristía,
gozando la
simpatía de
un pueblo
que los
tomaba en
serio (ver
He 2, 47).
A muchas de
nuestras
comunidades
cristianas
les falta
vida por
haber
olvidado
estos puntos
que son la
base de todo
nuestro ser
cristiano.
La vivencia
fiel de
nuestro
Bautismo nos
exige vivir
la fe en una
comunidad
concreta,
nuestra
parroquia, y
es tarea de
todos
renovarla
para que
llegue a ser
realmente el
lugar donde
se vive y se
ve la
comunión
entre los
creyentes:
en la
escucha y
conocimiento
del mensaje
cristiano,
en la
oración, en
la
celebración
de la
Eucaristía,
en la
convivencia
y apoyo
mutuo.
CELEBREMOS
El grupo
forma un
círculo, en
el centro se
pone un
Cristo, a
sus pies el
letrero que
dice:
BAUTIZADO y
a su
alrededor
los otros
letreros que
utilizamos
en la
dinámica del
inicio.
El
catequista
explica el
sentido del
compromiso
que vamos a
realizar con
las
siguientes
palabras u
otras
semejantes:
A lo largo
de estas
catequesis
sobre el
sacramento
del Bautismo
nos hemos
dado cuenta
de la
importancia
que tiene
para nuestra
vida
cristiana y
la de
nuestro hijo
o ahijado.
Hoy hemos
reflexionado
sobre el
compromiso y
exigencias
que trae
para los
papás,
padrinos y
toda la
comunidad.
Así pues, si
están
dispuestos a
tomar esta
responsabilidad,
hagan un
compromiso
ante Dios y
ante la
comunidad
representada
en los que
nos rodean.
Creyendo que
el Espíritu
Santo nos
dará la
fortaleza,
respondan de
pie y en voz
alta a cada
pregunta:
NOS
COMPROMETEMOS.
¿Se
comprometen
a crear un
ambiente en
la familia
que pueda
ayudar a que
su hijo o
ahijado se
eduque en la
fe,
iniciándolo
en la
oración y en
la
celebración
de la
Eucaristía y
los
sacramentos,
acompañándolo
a la
catequesis y
dándole
ejemplo de
convivencia
cristiana?
¿Se
comprometen
a dar
testimonio
de la fe en
Jesucristo
con
valentía,
ante la
Iglesia y el
mundo? ¿Se
comprometen
a celebrar
el
sacramento
del Bautismo
con
dignidad,
evitando lo
que pueda
ser
obstáculo a
la fe que su
hijo o
ahijado
recibe, o
que
desvirtúe la
celebración
del mismo?
¿Se
comprometen
a respetarse
entre
ustedes,
papás y
padrinos,
como es
nuestra
tradición y
como nos
dice
Jesucristo
"ámense como
Yo los he
amado"?
Y para todos
los aquí
presentes,
en nombre de
nuestra
comunidad
parroquial:
¿Nos
comprometemos
a crear un
ambiente
cristiano en
nuestros
barrios o
colonias que
favorezca el
crecimiento
en la fe de
estos
próximos
bautizados?
Dense ahora
un abrazo
entre papás
y padrinos
como signo
del
compromiso
que hemos
realizado en
Cristo
Nuestro
Señor.
Ahora todos
juntos
escuchemos
la Palabra
de Dios. Se
hace la
lectura del
segundo
capítulo del
Libro de los
Hechos de
los
Apóstoles
versículos
del 41 al
47.
Dejamos un
momento de
silencio
para
reflexionar
en lo
personal.
Terminamos
cantando
juntos:
IGLESIA
PEREGRINA
Todos unidos
formando un
solo cuerpo
un pueblo
que en la
Pascua
nació,
miembros de
Cristo en
sangre
redimidos,
Iglesia
peregrina de
Dios.
Vive en
nosotros la
fuerza del
Espíritu,
que el Hijo
desde el
Padre envió.
El nos
empuja, nos
guía y
alimenta,
Iglesia
peregrina de
Dios.
Somos en la
tierra
semilla de
otro reino,
somos
testimonio
de amor
paz para las
guerras y
luz entre
las sombras,
Iglesia
peregrina de
Dios,
paz para las
guerras y
luz entre
las sombras,
Iglesia
peregrino de
Dios.
Rugen
tormentas y,
a veces,
nuestra
barca
parece que
ha perdido
el timón.
Miras con
miedo no
tienes
confianza,
Iglesia
peregrina de
Dios.
Una
esperanza
nos llena de
alegría,
presencia
que el Señor
prometió.
Vamos
cantando, él
viene con
nosotros,
Iglesia
peregrina de
Dios.
Somos en la
tierra
semilla
Todos
nacidos en
un solo
Bautismo,
unidos en la
misma
Comunión.
Todos
viviendo en
una misma
casa,
Iglesia
peregrina de
Dios.
Todos
prendidos en
una misma
suerte,
ligados a la
misma
salvacion.
Somos un
cuerpo y
Cristo es la
Cabeza,
Iglesia
peregrina de
Dios.
Somos en la
tierra
semilla